Medios de comunicación, pastoral de
DPE
 

SUMARIO: 1. Acercamiento al planeta de los mass media. -2. Avisos para navegantes en los mass media. – 3. Lo que interesa a los mass media de lo religioso-creyente. – 4. Relación Iglesia-Medios de comunicación: necesaria pero difícil relación. – 5. El evangelizador ante los medios de comunicación.


1. Acercamiento al planeta de los mass media

Hace unos años, una niña norteamericana se abrazó al televisor de su casa cuando alguien le preguntó: "¿A quién quieres más de toda la familia?". Este abrazo de la niña dio la vuelta al mundo y quedó como símbolo de una era: el planeta de los mass media.

Los medios de comunicación social (mass media) son uno de los campos privilegiados en los que se debe evangelizar, con los que se debe evangelizar, y desde donde se debe evangelizar. Así lo vienen repitiendo el Papa Juan Pablo II y nuestros obispos.

El nuevo Catecismo de la Iglesia Católica (n. 2493) subraya que, dentro de la sociedad moderna, los medios de comunicación social desempeñan un papel importante en la información, la promoción cultural y la formación. Su acción aumenta en importancia por razón de los progresos técnicos, de la amplitud y divesidad de las noticias transmitidas y la influencia ejercida sobre la opinión pública.

Entendemos por mass media, en contraposición a la comunicación interpersonal, el intercambio de noticias sociales, ideas y opiniones colectivas, que se establece en las sociedades industrializadas, gracias a las nuevas técnicas de difusión de masas.

La relación Iglesia-medios de comunicación no siempre ha sido ni es fácil. Culpamos muchas veces a los mass media de persecución sistemática a la Iglesia o de distorsión continua de nuestros mensajes religiosos, cuando no de alejamiento manifiesto o de silencio buscado. Existe un refrán americano que dice: "Si quieres enseñar latín a Peter, primero comienza por conocer a Peter. Luego, le enseñarás latín con garantía de algún éxito".

En el presente artículo, con brevedad y concisión, nos acercaremos a la realidad de los mass media en clave de evangelización. Con una advertencia necesaria: retiremos la creencia o el tópico de que en materias de comunicación todos sabemos mucho. No es así.

Queremos ofrecer algunas sugerencias y sencillas aportaciones nacidas desde la experiencia personal de años de trabajo en este campo de la comunicación.

En cuanto a la prensa escrita, sólo uno de cada cuatro españoles lee diariamente un periódico (3.300.000 por cada 9.000.000 millones). El 63% de los lectores de prensa diaria son varones, de entre 25 a 44 años. El índice de lectura de revistas es mayor: 18 millones de lectores. Se editan más de 1.400 títulos de revistas periódicas. Gozan de liderazgo las que se refieren al público femenino, la prensa del corazón y algunas científicas y divulgativas. En cuanto a agencias de noticias, entre nosotros destacan EFE, Europa Press y Servimedia.

La radio, en el suelo hispánico, vivió su punto culminante en los años 80. Actualmente, ante el auge de las televisiones privadas y locales, y la anunciada plataforma digital televisiva, se teme un futuro incierto. Observadores extranjeros subrayan la calidad de nuestras emisiones radiofónicas. Vivimos, todavía, bajo el síndrome de "comunicadores estrella". Han proliferado las llamadas tertulias radiofónicas y se cuidan los informativos. Existen cerca de 1.500 emisoras, afiliadas a diferentes cadenas. La audiencia es más fiel a los programas, que a las emisoras o cadenas.

El mundo de la televisión refleja una competitividad entre lo público y las grandes cadenas privadas. Y ambos no quieren dejar proliferar las emisiones locales o regionales, o al menos desean un control. Las emisoras locales han sido creadas en su mayor parte para participar en el mundo de la televisión por cable y tv digital. El pago de las plataformas digitales contribuirá a abrir nuevas costumbres e indicará quién ostenta el poder social y político.

Hablar de macroempresas de multimedia y grupos editoriales es siempre peligroso por la mutabilidad de empresarios y consorcios. Recordemos algunos de los grandes grupos en las últimas décadas: Prisa, Once, Zeta, Godó, Correo, Moll, Grupo 16 y Grupo Espacio Editorial. Algunos de los principales grupos extranjeros, con presencia en nuestro suelo hispano, serían: Bertelsmann y Hachette.

A los niños de hoy se les califica de "generación Nintendo", o expertos en videoconsolas. La penúltima moda se llama "Tamagotchi" (huevo del espacio). Un artilugio que necesita los mismos cuidados que un bebé y que es capaz de enfermar o incluso morir, creando el consiguiente complejo de culpabilidad en aquel infante que no supo mimarlo. El negocio de los videojuegos supone 600.000 millones de pesetas. Sólo en España los cartuchos de videojuegos vienen acaparando, desde principios de los años 90, el 40% de los juguetes. Por poner un ejemplo, del juego bélico "mortal kombat" se han vendido 300.000 ejemplares en todos los formatos.

2. Avisos para navegantes en los mass media

Después de estos datos añadimos, en forma casi de slóganes publicitarios, algunos principios como punto de partida real del suelo que pisamos:

- Todo el mundo comunica lo quiera o no.

- No hay comunicación neutra o neutral.

- Personas o instituciones tienen una imagen pública.

- Para que un mensaje pueda ser bien recibido debe ser bien emitido: si se descifra mal el mensaje, la responsabilidad es del comunicador y del medio utilizado. En cualquier caso, se debe asumir el riesgo de la distorsión, de no tener la última palabra, de lo efímero.

- Antes de emitir algo, debemos conocer lo mejor posible a quién nos estamos dirigiendo.

- Los medios de comunicación aportan información pero también predisponen a un comportamiento.

- En los mass media, prima la imagen, el sentimiento, el presentismo y la novedad. Paradójicamente, la gente cambia de opinión o de hábitos con mucha dificultad. Es importante llegar a dominar e influir en los hábitos del corazón y en las estructuras noéticas (pensamientos y valores).

- No sólo hay que obrar bien; hay que hacer que se sepa (ya la buena seda no se vende si está oculta en arcas de madera).

- Una institución se comunica al menos con estos tipos de audiencia: interna, opinión pública y mass media, otras instituciones sociales y políticas. Y utiliza estos canales de comunicación: relaciones públicas buscadas, acción directa testimonial, publicidad, producciones propias compradas.

- Los medios de comunicación son protagonistas y víctimas a la vez, manipulan y son manipulados. En resumen, son empresas de ideas y comunicación al servicio de multinacionales o multimedia. Pensemos, por ejemplo, en el grupo Prisa en España y en las cuatro grandes agencias mundiales de noticias: France Press (AFP), The Associated Press (AP), Reuter Limited (Reuter), United Press International (UPI).

- Los medios de comunicación, hoy, más que medios están siendo fines, porque son como fábricas o talleres donde se fabrica y crea lo real y lo histórico; son el nuevo Olimpo donde se fabrican los dioses y estrellas sociales y, además, imponen su moda y su lenguaje: lo político se espectaculariza; lo científico se populariza; lo ideológico se mitologiza y lo narrativo prima sobre otro tipo de formas de lenguaje.

- Los mass media, para poder subsistir e influir son como verdaderos camaleones; saben adaptarse a todas las modas y a todos los dueños.

- Son medios para mantener, custodiar, reproducir y hacer seguir girando la rueda social neoliberal, cuyo corazón es el dios "dólar" (dinero, armamento, petróleo y cibernética).

- Existe una barrera difícil entre ser "medio de comunicación" y "simple medio de publicidad" sin más.

- Hoy la publicidad ha elegido un lema claro: "mírame, deséame, elígeme". Para lograr este triple objetivo utiliza tres efectos: efecto reciprocidad, por el cual nos ofrece un favor sin pedírselo ("compre esto y le regalaremos esto otro"). Efecto escasez y distinción. Es decir, lo difícil, raro y caro resulta atrayente; lo diferente vende; lo exclusivo o numerado, también ("De venta en farmacias o locales especializados..." "¿Qué culpa tienes tú de que te guste lo bueno?"). Efecto amistad-calidad, por el que la publicidad es un diálogo clandestino y eficaz con el cliente ("Soy tu amigo y sé lo que necesitas y te conviene").

- Por los medios, en los medios y con los medios, nos convertimos en objeto de consumo y alimento consumista para los mismos.

- Para comunicar hoy se debe cuidar la forma y el mensaje. Y ambos apoyados en imágenes y signos concretos y llamativos: el hombre de hoy vive deprisa, de eslóganes, de golpes efectistas.

Al final de estas breves pinceladas o flashes, dos interrogantes incisivos: ¿Somos conscientes los cristianos de lo que significan los mass media para la evangelización? ¿Seremos capaces de ejercer una doble y necesaria misión, esto es, crítica y nutricia?...

Seguimos avanzando en un punto clave: del mundo religioso-creyente, ¿qué interesa y qué es noticia en los mass media?

3. Lo que interesa a los mass media de lo religioso-creyente

Lo afirmamos con plena conciencia: no es noticia ni le interesa el aspecto noético (el credo y los contenidos de fe). Y ello porque no es noticia novedosa (salvo cuando algo les resulta chocante o llamativo), porque es un leguaje más bien abstracto y para creyentes iniciados, y porque no se sabe actualizar o exponer con atractivo y es, además, tapado por otro tipo de lenguajes o ideologías con más frescura y novedad.

El aspecto cultual (liturgia y celebración) puede ser en algunos casos noticia de interés. Sobre todo si se refleja lo estético, lo folklórico-popular, lo espectacular, el patrimonio cultural vistoso. Y, también, cuando se muestran raíces tradicionales artísticas o costumbristas sociales.

La dimensión estructural y jerárquica (o de organización) es noticia cuando habla un líder carismático, o un personaje contestatario, o cuando se produce un escándalo, del signo que fuere.

El aspecto social, promocional, caritativo, testimonial y filantrópico o hasta heroico-misional, sí es noticia. En cierta manera como lo es lo extravagante o lo extraordinario. O, en el mejor de los casos, para lavar la conciencia social de lo que se quisiera hacer y no se hace o lo hacen muy pocos (heroísmo del voluntariado o de los misioneros).

El patrimonio histórico y artístico es noticia de primera plana por el interés que suscita hoy. Genera cultura y negocio. Y es, en muchas poblaciones, comunidades y pueblos su hecho diferencial y generador de riqueza. Con un peligro: que sólo se contemple su calidad artística y cultural, por su valor monetario y no por su significado religioso.

4. Relación Iglesia-Medios de comunicación: necesaria pero difícil relación

Joaquín Luis Ortega, maestro comunicador y maestro evangelizador en los mass media, en febrero de 1988, cuando era Director del Gabinete de Comunicación de la Conferencia Episcopal, expuso en una brillante conferencia ante los Delegados Diocesanos de Medios de Comunicación lo que transcribo en este apartado, en forma necesariamente breve.

a) ¿Cuáles son las objeciones de los periodistas hacia la Iglesia?

- Falta de transparencia informativa en los asuntos eclesiásticos.

- Real reticencia a comparecer en los medios de comunicación, tal vez debido a la falta de conocimiento de estos mismos medios, que implica inmediatez que asusta, brevedad que abruma, superficialidad que repele y miedo fundado a ser manipulados.

- Resistencia a la "autonomía" de los medios. Muchas veces quisiéramos catequizar a los periodistas y que los medios adoctrinaran más que informaran.

- Escasa aceptación de la crítica, como si quisiéramos siempre un cierto trato de favor o de benevolencia.

b) ¿Cuáles son las objeciones de los comunicadores cristianos a los medios?

- Falta de competencia y de profesionalidad a la hora de tratar los asuntos religiosos y temas y posturas creyentes. No hay periodistas especializados en temas religiosos y eclesiales.

- Tendencia a simplificar y usar esquemas políticos en todo y para todo, también para lo religioso.

- Propensión a exaltar lo marginal, lo pintoresco, lo esotérico, lo heterodoxo del fenómeno religioso.

- Prepotencia de los medios que difícilmente aceptan rectificaciones o correcciones.

No nos detenemos más en este apartado. Debemos, en el siguiente, afrontar algo que nos toca directamente, y de lleno, ¿cómo se percibe en esta nueva cultura el centro de nuestra fe, es decir, el misterio de Jesucristo?

5. El evangelizador ante los medios de comunicación

5.1. Decálogo del comunicador y evangelizador cristiano

De entrada, ante los medios de comunicación tenemos que evitar posturas no adecuadas:

- La de los moralizantes: que creen que todo lo que se refleja en los medios es pernicioso para lo religioso.

- La de los simplistas nostálgicos: que piensan que todo se solucionaría volviendo a épocas pasadas, suprimiendo los mass media.

- La de los liberales pseudoprogresistas: dan por hecho que todo en los medios vale, que todo es bueno y que depende de quién los utilice. No tienen en cuenta que la persona necesita crecer eligiendo, escogiendo y asumiendo una escala de valores.

Sé que lo ha repetido muchas veces y en diversos foros. Yo tuve la suerte de escuchárselo en un encuentro en El Escorial, en noviembre de 1988. Estoy hablando ahora de Mons. Antonio Montero. Estas son, a su juicio, y si no me fallan las notas tomadas a vuela pluma, las actitudes de un comunicador y evangelizador cristiano ante los medios:

  1. Superar la actitud defensiva sin perder la actitud crítica ante los medios.

  2. Servir a los medios antes que servirse de los medios. Es decir, conocer su propio lenguaje y respetar su relativa autonomía.

  3. Aceptar las leyes del medio y evitar su idolatrización. No podemos obsesionarnos por los medios.

  4. Liberar los medios de sus esclavitudes y servidumbres. Los medios son medios y no fines.

  5. Considerar el buen uso de los medios como obligatorio para los evangelizadores cristianos y no como potestativo u opcional.

  6. Saber encarnar el mensaje en una fecha y en un lugar y, para ello, encarnarse en los medios que, aunque no son la realidad, reflejan la realidad.

  7. Hacer de los medios una tribuna pública para la evangelización.

  8. Conjugar, desde los medios, en la Iglesia, la dimensión informativa con la comunional y evangelizadora.

  9. Privilegiar la formación de agentes de pastoral y descubrir vocaciones para evangelizar desde los medios.

  10. Educar siempre el sentido crítico, que no equivale a pastoral de la "sospecha", sino a educar en valores y en objetividad.

El decálogo de Mons. A. Montero no es algo meramente personal. Nos recuerda la apuesta que, desde el Concilio Vaticano II, ha hecho la Iglesia, al menos resumida en estos puntos:

Dos aportaciones más: por un lado, un editorial de la revista "Razón y Fe" (noviembre 1991) se preguntaba por qué no sabe comunicarse la Iglesia. Se insistía en la autonomía, relativa y responsable, que tienen que tener los cristianos a la hora de intervenir en los mass media y en la necesaria adaptación del lenguaje al medio que se utiliza.

Por otro lado, en las escuelas de catequistas de cualquier diócesis española insisten en la necesidad de recurrir a los mass media para evangelizar al hombre y mujer de hoy; en saber utilizarlos como medios y no como fines, en tener conciencia de sus límites y posibilidades, en conjugar lo visual con lo verbal y la técnica, con el testimonio personal; en cuidar la calidad de los medios utilizados y en favorecer la expresión comunitaria y no querer imponer una sola visión, una sola lectura o una sola voz.

O. González de Cardedal, con la finura y sutileza que le caracterizan, se atreve a llamar a los periodistas, cuando lo son de verdad, ministros de la palabra, intérpretes de la situación, exégetas de la condición humana, educadores del pueblo y testigos de la insobornable esperanza humana y con ello, del Absoluto. Para llegar a serlo, se necesitan algunas cualidades: amor a la verdad, respeto a los hechos, conocimiento profesional de la realidad, sensibilidad, libertad ante los poderes de este mundo y confianza y gozo en la propia misión. ¿No son éstos, requisitos de todo agente evangelizador?

Lo anterior debe hacerse realidad en el tipo de sociedad en el que vivimos, siendo conscientes de que se puede y debe unir derecho y libertad de información con el respeto ético a las personas e instituciones.

Personas, asociaciones e instituciones tenemos derecho:

- A expresar y difundir libremente pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.

- A recibir información veraz por cualquier medio de reproducción.

-También derecho a la réplica.

Como cristianos, debemos reconocer el valor de los mass media como control del poder y necesario instrumento de transparencia democrática, pero abogamos porque exista un autocontrol ético informativo. En este sentido tenemos la obligación de denunciar cuándo los mass media destruyen el derecho a nuestra intimidad, bien violando nuestra vida privada, o ridiculizando nuestra profesión o nuestras creencias.

Hacia el interior, los medios de comunicación, en aquello que les pedimos, nos empujan a favorecer en nuestras comunidades un tipo de relación más fraterna y transparente.

Finalizamos este apartado con unas palabras de la Conferencia del Celam en Medellín (1968): "El compromiso de los cristianos con el mundo de hoy los obliga a trabajar en los medios de comunicación social manteniendo vivo el espíritu de diálogo y de servicio que subraya la constitución Gaudium et Spes. El profesional católico, llamado a ser fermento en la masa, cumplirá mejor con su misión si se integra en los mass media con la finalidad de ampliar los contactos entre la Iglesia y el mundo y, al mismo tiempo, para contribuir a la transformación de éste".

5.2. Hacer realidad una cultura crítica y educativa del consumo y uso de los mass media

Para evangelizar, al mismo tiempo, debemos evangelizarnos. Sirve, lógicamente, en el campo de los mass media. Para vivir el decálogo que hemos enumerado anteriormente, debemos formarnos en la cultura y utilización de dichos mass media. Marcamos algunas pautas para practicar una cultura de austeridad ante los medios.

El nuevo Catecismo de la Iglesia Católica (n. 2.496) recuerda que "los usuarios de los mass media deben "imponerse moderación y disciplina respecto a éstos. Han de formarse una conciencia clara y recta para resistir más fácilmente las influencias menos honestas". Haciéndonos eco de estos deseos, señalamos algunas claves:

- No caer en la hipnosis y en la droga de los medios.

- Desintoxicación: hablar y comentar otras cosas que no sean las de rabiosa actualidad.

- Gusto por comunicar las experiencias personales más allá de las estereotipadas.

- Recobrar los tiempos perdidos de comunicación interpersonal.

- Gustar tiempos de silencio.

- Aprovechar el ocio para la creatividad.

- Programar la selección y elección de lo que vemos, leemos o escuchamos.

-Al no haber educación neutral, y puesto que todos somos como todos, como algunos y como nadie, saber leer en familia y comunidad lo que sucede a nuestro alrededor más allá de la presentación que de ello hacen los propios medios.

- Educar positiva y creativamente en el consumo de mass media, especialmente, TV-Video-Ordenador en la familia.

- No utilizar la TV como niñera, obligada compañía, motivo de no conversación o tranquilizador.

- Dialogar con los más pequeños lo que se ve u oye, sin miedo.

- Informarse del contenido y tratamiento de lo que se ve.

- Programarse el tiempo de consumo de la TV.

- No hacer de ello el mejor aliciente o la mejor gratificación, ni el peor castigo para los hijos.

- Como norma no ver la TV siempre solos, o practicar en el video, o jugar con el ordenador sin compartir ("dime lo que sueles consumir en este campo y te diré cómo eres...")

- Que la realidad virtual no destruya la ética o lo humano.

- Practicar vedaderamente lo que significa interactividad.

- Ser capaces de creatividad en lo "nuestro" sin cerrar los ojos a la realidad (refugiándonos en un mundo ficticio): partimos de la vida, para volver a la vida, transformándola.

- Potenciar recursos materiales (videotecas, diatecas, hemerotecas, discotecas, clasificado de CDs, etc.) y en recursos personales (invertir en que los agentes se preparen adecuadamente).

Para concluir, unas palabras de Pablo VI: "La Iglesia se sentiría culpable frente a su Señor si no emplease estos poderosos medios que la inteligencia humana perfecciona cada día más". Y, también, una frase de R. White: "Se ha sembrado la semilla. Es probable que el ideal crezca y empiece a florecer. Los mass media se están convirtiendo, de hecho, en parte integrante de la cultura católica, pero reinterpretados a la luz de la mejor tradición humanista, filosófica, sociológica y teológica de la Iglesia".

Como han puesto en evidencia en nuestro siglo comunicadores-evangelizadores, como P. Alberione o el mismo Juan Pablo II, la evangelización desde los mass media acaba siendo una especie de círculo cuyo centro se encuentra en todas las partes y el radio de la circunferencia no se logra alcanzar.

BIBL. - R. BERZOSA MARTÍNEZ, Evangelizar en una nueva cultura, San Pablo, Madrid 1998. Recordemos algunos documentos esenciales de estos años: "Inter mirifica" (1965), "Communio et Progressio" (1975), "Aetatis Nostrae" (1992). Remitimos, desde otra dimensión a los libros: luan Pablo ll y los medios de comunicación social, Eunsa, Pamplona 1991; M.° D. DE MIGUEL, Con el Señor en la cibercultura, BAC, Madrid 2001.

Raúl Berzosa Martinez