4ta Estación

 

JESÚS SE ENCUENTRA CON SU MADRE

 

¿A dónde se te fue el amado, oh tú, la más hermosa de las mujeres?

 (Cant. 5,17)

 

Cristo, Niño mío,

¿para dónde vas?

María, Mar de lágrimas,

¿quién te lo dirá?

 

Piececitos como lirios

que en mi regazo crecieron,

¿por qué lleváis a mi Niño

por tan ingratos senderos:

 

alfombras: charcos de sangre,

sandalias: llagas de fuego?

Manecitas de jazmines

que en diciembre florecieron,

 

¿por qué os alejáis crispadas

sobre ese oscuro madero

y ni podéis despediros de mí,

perfumando al viento?

 

Cristo, Niño mío,

¿para dónde vas?

María, Mar de lágrimas,

¿quién te lo dirá?

 

¡Oh cabeza de mi Niño

que durmió sobre mi pecho,

negras espinas te ciñen,

ya no dulcísimos besos;

 

dolor y llanto te arrullan,

ya no cantares maternos!

¡Oh puñadito de mirra

que perfumaste mi seno!

 

¿Por qué vas con esos hombres

y a mí me dejas gimiendo?

Yo, por Tí, diera mi vida, ellos...

¡dan treinta dineros!

 

Cristo, Niño mío;

¿para dónde vas?

Pobre María, Mar de lágrimas,

no te canses de llorar.



 
 
Romancero de la vía dolorosa
   4ta Estación JESÚS SE ENCUENTRA CON SU MADRE. Arte Francisco Ros Gascóns