HOMILIA DEL XIII DOMINGO ORDINARIO.- CICLO C

"LAS CONDICIONES DEL SEGUIMIENTO DE JESÚS"

1.- INTRODUCCIÓN

El domingo anterior consideramos las dos condiciones que Jesús exigió a todo futuro discípulo, a todo cristiano, que no incluyen el dejarlo todo como exigía a los apóstoles (y a los discípulos en sentido esto).

El evangelio de hoy nos presenta cuatro condiciones para ser discípulo de Cristo en sentido estricto, que es el que acompaña a Jesús hasta Jerusalén donde él iba a ser inmolado.

La primera la enseñó Jesús con motivo de la reacción de Santiago y Juan ante la negativa de una aldea de Samaria a recibir a Jesús porque se dirigía a Jerusalén y esto era una ofensa a quienes creían que el centro del culto era Garisin y no Jerusalén.

Santiago y Juan preguntaron a Jesús: Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?

Jesús se volvió hacia a ellos y les reprendió, con esto enseñó que el seguimiento de Jesús no se caracteriza por un celo desmedido que exige el inmediato castigo a los reacios a su persona.

La mente de Santiago y Juan estaba llena de la imagen apocalíptica popular y vengativa y quieren utilizar el poder de Dios para provecho propio; piden fuego del cielo contra sus enemigos. Esta actitud persiste al menos de forma instintiva en una parte considerable de los creyentes.

Pero Dios no envía castigos contra sus enemigos como venganza. El Señor no es vengativo sino compasivo y misericordioso.

Jesús nos enseña aquí que seguirle no ofrece ningún poder sobre los otros y lo primero que tiene que aprender el seguidor de Cristo, es tener paciencia con sus enemigos.

2.- JESÚS REPRENDE A SUS DISCÍPULOS

Los discípulos debían tener los sentimientos de Cristo, Él ha sido ungido para traer a los pobres la buena nueva (4, 18).

El Hijo del Hombre no ha venido para perder sino para salvar (19,10)

Los apóstoles son enviados para que salven no para que destruyan, para que perdonen no para que castiguen, para que rueguen por los enemigos no para que los maldigan (23, 34)

3.- TRES CONDICIONES PARA SEGUIR A JESÚS

El Evangelio narra tres encuentros que se refieren a tres condiciones para seguir a Jesús:

1er encuentro: Fue el de uno, que mientras iba de camino le dijo a Jesús:

"Te seguiré vayas donde vayas"

Jesús le respondió:

"Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nido, pero el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza"

Quería decirle, antes de decidirte, calcula bien las consecuencias, Jesús no quiere engañar a nadie.

Jesús no asegura ventaja material alguna, más bien al contrario seguir a Jesús es seguir su estilo de vida, que exige renuncia y pobreza absoluta.

Esta es la primera condición:

La negación propia absoluta y la carencia de hogar de este mundo.

2º encuentro: Jesús llama a uno diciéndole sígueme, este respondió permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre.

Enterrar a los muertos en Israel es un deber religioso.

Este deber se les impone incluso a los sacerdotes y levitas en el caso de sus parientes, aunque les estaba severamente prohibido contaminarse con su cadáver.

Este deber dispensa de todos los preceptos que imponía la ley.

Sin embargo Jesús no le permite (a éste) ir a enterrar a su padre.

La respuesta explica su negativa con una frase áspera y penetrante:

"Deja que los muertos entierren a sus muertos"

El llamamiento a seguir a Jesús como discípulo leva de la muerte a la vida, por su palabra del Reino de Dios.

El que no ha aceptado su mensaje del Reino y de la vida eterna esta en la muerte, por esto: Deja que los muertos entierren a los muertos, se refiere a los muertos espiritualmente, porque no han aceptado su mensaje del Reino.

El no podía ir a los funerales de su padre que duraban ocho días, si quería ser su discípulo que consistía en:

    1. Acompañarle hasta Jerusalén donde le esperaba la ya próxima su pasión y muerte.

    2. En ir por delante anunciando la llegada del Reino de Dios en él.

La proclamación del Reino precede a todo lo demás y no consiente dilación porque está próxima su muerte y elevación a los cielos.

Más importante es anunciar la vida y resucitar a los muertos en el espíritu que enterrar a los muertos corporalmente.

De la respuesta de Jesús no tenemos derecho a deducir que Jesús había exigido una actitud contraria a la piedad filial, porque Jesús afirmó con fuerza el deber de honrar a los padres.

Han existido muchos misioneros quienes ante la llamada de Dios, siendo sus padres muy ancianos se han ido a las misiones sabiendo que desde tan lejos no podrían venir a enterrar a sus padres.

Pero hay que suponer que sus padres quedaban atendidos por otras personas. Se podrían citar admirables ejemplos con la aceptación del Padre consciente de tan dolorosa despedida.

Esta es la segunda condición para seguir a Cristo:

"La entrega de si mismo de modo inmediato y total a Cristo y a su obra"

3º encuentro: Fue cuando uno dijo a Jesús:

"Te seguiré Señor, pero déjame despedirme de mi familia"

Jesús le contestó:

"El que pone la mano en el arado y sigue mirando atrás no vale para el Reino de Dios"

Solo vale para el reino aquel que, como el labrador al arar, se concentra en la meta, y así va derecho a ella.

Aunque esta frase está dirigida a uno que quería acompañarle a Jerusalén, podemos aplicarla a nuestra vida de cristianos.

Para vivir nuestra vida cristiana, camino de la santidad, debemos tomar como decía Santa Teresa "una determinación muy determinada hacia la meta sin volver nunca hacia las andadas".

Esta es la tercera condición para seguir a Cristo:

"Un corazón y afectos indivisos puestos sobre Cristo y su obra, y luego ir a la obra que Él le designará"

Los pasajes de los que aquí se trata deberán entenderse ante todo como referidos a aquel momento de emoción en que la posibilidad de que el Reino llegue a la plenitud profética todavía está ahí. Por eso en principio el seguimiento tiene un sentido muy especial, quiere decir, caminar con Jesús hacia la nueva creación que se ofrece.

A) Al principio Jesús quiere llevar consigo hacia el futuro a todos los que tengan oídos para oír.

Por eso les enseña a desembarazarse de todo lo que se lo impide:

Cosas, vínculos familiares y humanos, y las cadenas del propio yo, para que estén libres y dispuestos para lo que va a venir.

B) Pero para nosotros, el Reino no se hizo realidad en ese sentido profético, Israel no lo acogió, y la plenitud de los tiempos no podía disolverse en un momento infinito.

El Reino de Dios está ahora y, mientras dure la Historia en un estado de proximidad dinámica.

A todo hombre se le plantea la exigencia de dejarse penetrar por esa inquietud y dar al Reino la posibilidad de llegar.

No se puede decir de un modo general lo que significa el seguimiento para cada persona.

1.- Para el que está llamado a renunciar al matrimonio, esa será la forma de su seguimiento.

2.- Para el que está llamado al matrimonio, será el matrimonio su forma de seguimiento.

El matrimonio cristiano es algo distinto de la unión natural de sexos y exige no menos sacrificio que la virginidad cristiana; exige la castidad matrimonial.

3.- Para el que está llamado a la pobreza, el seguimiento consiste en la renuncia a poseer.

4.- Para otros consistirá en poseer como es debido.

4.- ¿QUE ES LO QUE HACE ESTO TAN DIFICIL?

  1. El hecho de que nuestro corazón esté apegado a cosas y a personas y que nos afirmemos en nosotros mismos como autosuficientes.

  2. Pero mucho más grave es, que en el fondo no se sabe para qué hemos de renunciar a nada. Para conseguir el tesoro de la vida de la gracia.

  3. En la palabra de Dios, conocimiento y práctica van a la par. Se empieza entendiendo poco; si se actúa según ese poco el conocimiento crece y de ese conocimiento creciente brota una acción más consistente. Esta acción producirá un nuevo conocimiento y el conocimiento renovado conducirá a una acción más eficaz.

Por tanto debemos comenzar haciendo algo en lo poco que conocemos.

Santa Teresa cuando sus monjas le contaban emocionadas los consuelos que habían recibido en la meditación, ella les decía obras hermanas, obras son lo que quiere el Señor.