HOMILIA DEL DOMINGO XXVII.- CICLO C-2.013

SEÑOR AUMÉNTANOS LA FE

¿POR QUÉ LOS DISCÍPULOS DIJERON A JESÚS: Señor auméntanos la fe?

I.- ESTA FE ES UNA FE VIVA Y ACTIVA

1º- No se trata solo de la fe como confianza en que Cristo puede hacer curaciones, que es el significado más frecuente en los Evangelios sino de una fe viva y activa (el lado práctico de la fe) que consiste:

  1. En creer que Jesús es el Cristo (Mesías) anunciado por los profetas que implica un compromiso y entrega amorosa a Cristo de los discípulos con total confianza vital:

    • Cumplida en su seguimiento amando al prójimo.

    • Practicando sus mandamientos y consejos, viviéndola con todas sus exigencias radicales.

    b) Creer que Él puede dar las fuerzas para realizar todo eso

    Es una actitud que admite grados y en cierto modo corresponde a la condición de discípulos. Este sentido aparece en los Evangelios sinópticos varias veces.

    2º.-La frase "Si tuvierais fe como un grano de mostaza, etc."

    Aquí significa el poder enorme de la fe hasta el punto de que nada sería imposible para los creyentes, no sólo para hacer milagros cuando fuere necesario, sino también sobre todo para cumplir los mandamientos y consignas de Cristo y sus exigencias radicales.

    II.- ¿QUÉ ES LA FE CRISTIANA DESPUÉS DE PENTECOSTÉS?

    Mientras el Señor vivió en la tierra, el Señor llamaba a los hombres pero éstos no le comprendían. Nada cambió, hasta que llegado Pentecostés, el Espíritu Santo hace irrupción en la Historia de la humanidad para conducirla hacia el Señor. Gracias a Él es como el hombre se une realmente a Cristo; más aún es como entra en Cristo y Cristo en el hombre.

    Sólo entonces aparece lo que se denomina "FE" esto es, existencia cristiana.

    El justo vive por la fe, la vida cristiana consiste en que el hombre está en Dios y Dios en el hombre, por el hecho de que el cristiano está en Cristo.

    La fe es un don de Dios. Al hacerse el hombre creyente una nueva vida proveniente de Dios nace con la fe.

    No es primero la fe y luego una vida nueva, sino que con la fe nace una nueva vida que consiste en:

      1. Los lazos personales con Dios en Cristo por su Espíritu.

      2. En Cristo y por Cristo, Cabeza del cuerpo místico nacen lazos nuevos personales con los hermanos.

    c) Y una nueva vinculación con el mundo.

    No vamos a hablar de la fe como misterio, esto es, de cómo surge la justificación por el acto de fe y el bautismo de la fe; de esto no se habla en este evangelio y sí en otros que se explican en otras homilías.

    Ahora vamos a tratar de comprender mejor.

     

     

    III.- ¿CÓMO LA FE CRISTIANA SE REALIZA PLENAMENTE EN LA VIDA?

    A) En nuestra relación con Dios en Cristo por su Espíritu

    a) Cuando digo "Creo en Dios" que es a la vez el Santo, el Todopoderoso y la infinita Bondad, si no hago nada más que eso, todo queda reducido a mera palabrería.

    Para probar la verdad contenida allí, es necesario que yo la realice, es decir que es necesario que yo busque a Dios en Cristo por su Espíritu, que le de cabida en mi alma a fin de que pueda penetrar en mí, sobre todo por medio de la Eucaristía, el sacramento de mayor intimidad con Dios por el Espíritu de Cristo solo entonces, en ese encuentro que viene desde lo más íntimo de mi ser, cuando llego hasta Él y Él me deja percibir su fuerza y su dulzura, esas palabras que hacen alusión a la fuerza y a la dulzura, adquieren su significado, pues no se trata de fuerza o de dulzura en general, sino con respecto a mí, a ti a tal o cual otro.

    b) Cuando digo: Dios lo dirige todo providencialmente

    Esto es, con sabiduría amante, en orden a cada hombre por medio de (las causas segundas) los ángeles, los hombres, y de las circunstancias de la vida, para hacerme una idea justa de esa Providencia es indispensable que yo coopere con ella y crea de modo vital que ella guía y sostiene mi vida, que todo ha sido y es providencia en mi vida y por tanto ante las dificultades siempre diga "Dios proveerá".

    c) Cuando digo: Dios me ama en Cristo

    Es quién me hace hijo suyo por su Espíritu, es necesario que yo corresponda con amor filial, hecho efectivo en obras de amor.

    Para poder creer que yo soy amado por Dios es necesario que yo también lo ame a Él o que al menos sienta un comienzo de amor o el deseo de gozar de la gracia de poder amarlo.

    Yo creo realmente ser amado por Dios en la misma medida en que yo mismo lo amo.

    d) Pero este amor solamente será auténtico si es cumplido en obras de amor y en especial en el amor al prójimo necesitado.

    Sólo si vivo como cristiano, puedo decir que creo, así pues creer no es un sentimiento pasivo, estático, sino dinámico, de acción, no está acabado sino en continua realización.

    e) El justo vivirá por la fe dice San Pablo (Rom 1,11; Gal 3,17)

    Esto requiere un gran esfuerzo para vencer a los enemigos del alma:

    El demonio, la carne y el mundo.

    Del vencimiento del demonio y de la carne se habla en otras homilías, ahora voy a explicar que la fe es la victoria que vence al mundo.

    f) Cuando digo: La fe es la victoria que vence al mundo

    No se puede vivir conforme a la fe sin vencer al mundo como enemigo de Dios y enemigo del alma. Ejemplos:

      1. De la grandeza e inmensidad del mundo puede brotar un sentido tan poderoso que no deje ya lugar en el espíritu para otra cosa, ni siquiera para Dios. Y por ello

        Los panteístas o panenteístas divinizan el mundo.

        Los ecologistas hablan de la tierra como una diosa (la diosa gea que significa tierra) a la que hay venerar como la raíz y el sustento de todo.

        La victoria de la fe sobre estos errores consiste en creer que Dios ha creado el mundo y por tanto debemos ver al mundo como creación de Dios.

        Entonces las cosas del mundo se verán como huellas de la sabiduría y belleza de Dios y como regalos de su amor.

      2. También en el hombre surgen sentimientos poderosos de esperanza y felicidad cuando encuentra la amistad y el amor, cuando se da cuenta que la vida es inagotable.

    Todas estas cosas se apoderan de él y le llenan todo entero y sus sentimientos están de tal modo dominados por el poder de la Vida que no deja lugar alguno para Dios. Con la vida basta y se pierde la fe en Dios.

    ¿En qué consiste la victoria de la fe?

    Consiste en creer que la gracia de la fe no destruye la naturaleza sino que la perfecciona y que ella es vida de nuestra vida y da a nuestra vida un sentido pleno.

    La amistad y el amor se disfrutan con gozo pleno como regalos del Señor del Universo que ha creado a los hombres para hacerles felices y por ellos sacrificarse.

    Todo se disfruta más intensamente y en toda su profundidad:

    x) Con un amor auténtico.

    y) Con la fuerza y vigor que nos da el amor de Dios derramado en nuestros corazones.

    Así podíamos seguir hablando de todos los aspectos del mundo como enemigos del alma.

    B) SOMO SIERVOS INÚTILES.

    Después de realizar nuestra vida en la fe, habiendo hecho cuanto nos han mandado debemos decir somos siervos inútiles, solo hemos cumplido lo que teníamos que hacer.

    Esta conclusión es el objeto y el fin de la parábola del siervo fiel

    1. Somos siervos inútiles

    Nosotros solos sin la gracia de Cristo no podemos hacer nada de provecho para la vida eterna.

    No podemos ni comenzar, ni continuar, ni concluir cosa conducente para la vida eterna.

    b) Sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer

    Dios ha dado sentido a nuestra vida creándonos para participar de su vida de amor y nos ha dado unos mandamientos necesarios para realizar nuestra vida en el amor; y nos da la fuerza para cumplirlos.

    No tenemos razón alguna para glorificarnos, ni reivindicar nada, ningún mérito particular, a Dios le debemos en realidad todo porque no hay cosa que no hayamos recibido.

    Lo que nosotros llamamos recompensa es don de la bondad divina, prometida gratuitamente por Él.

     

     

     

     

     

     

    IV.- ORACIÓN FINAL

    Señor aumenta mi fe:

      1. Para que con sus verdades me sirva de luz en medio de la tiniebla de confusión que invade al mundo.

      2. Que mi adhesión amorosa a Cristo por su Espíritu de amor me de fuerza para cumplir mi compromiso de entrega a Cristo en el amor a mis hermanos.

         

      3. Que la fe me de la victoria en mi lucha contra las seducciones del mundo.

      4. Que resista firme en la fe, ante las doctrinas ateas que se difunden por el mundo.