HOMILIA DEL III DOMINGO ORDINARIO.- CICLO C

PRÓLOGO DE SAN LUCAS

I.- INTRODUCCIÓN

EL evangelio de este domingo consta de dos textos que merecen una extensa explicación.

El segundo lo explicaré el próximo domingo cuyo evangelio es continuación de él.

Hoy voy a comentar el primer texto que es el prólogo de San Lucas que trata de la formación de su evangelio explicando como se formaron los evangelios.

Algunos autores por motivos filosóficos sostuvieron la existencia de una comunidad indiferenciada no organizada, creadora, fantasiosa de unidades literarias que son según ellos los que constituyen los evangelios y por tanto estos no son históricos.

A esta falsa opinión voy a contestar explicando como se formaron los evangelios.

II.- UN AMBIENTE DE TRADICIÓN ORAL

El evangelio antes de ser escrito fue predicado por Jesús. La tradición evangélica procede del mismo Jesús, Él escogió a doce para que le acompañaran y les preparó para predicar el evangelio.

Existiendo en aquella época un ambiente de tradición oral, Jesús adoptó el género de transmisión oral.

Lo mismo hicieron los rabinos que tardaron varios siglos en poner por escrito sus enseñanzas en el Talmud que consistían en transmitir la Sagrada Tradición que se remonta de generación en generación hasta la revelación a Moisés.

Ellos no consideraban la sagrada tradición como brotando de la instrucción comunitaria sino remontándose de generación en generación hasta la revelación de Moisés.

Lo mismo hay que decir de la tradición evangélica.

El método de la transmisión oral consistía en:

  1. Fórmulas concisas que contenían lo esencial

  2. Palabras mnemotécnicas para memorizar más fácilmente la predicación.

  3. Frases con expresividad gráfica, al que te pide andar una milla, acompáñale dos.

  4. Otras con repetición rítmica: Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá.

II.1 Jesús, durante su vida, envió a sus apóstoles a una actividad múltiple

Para esto tenía que haberles confiado algunas máximas fijas para transmitirlas.

Así se explican mejor ciertas expresiones de Cristo fáciles de retener por el ritmo, viveza y colorido.

Para el anuncio del Reino era natural que los apóstoles dispusiesen de una explicación, como las parábolas del reino y que hiciesen referencia a las palabras de Cristo explicativas de sus milagros.

Así se estableció una tradición de las palabras de Cristo.

II.2 La propia vida de la comunidad exigía que Cristo les diese ciertas normas

Necesitaban palabras que estimulasen a la perseverancia

 

 

 

III.- DESPUES DE LA MUERTE DE JESÚS, TRANSMISIÓN DEL PERIODO ORAL

En Pentecostés la Iglesia aparece como un todo jerárquicamente organizado, en orden al servicio ministerial de los sacramentos y a la predicación.

III.1 Lo primero fue la predicación oral de los apóstoles centrada en el anuncio de la muerte y Resurrección de Cristo, lo que se llama Kerigma.

De esta predicación nos dan resúmenes los discursos de San Pedro (Hech 4,8-18; 2, 22 ss; 10, 30-40).

Así como San Pablo 1 Cor 15, 3-7.

III.2 Al creciente número de convertidos había que darles, antes que se bautizasen, una catequesis sobre la vida de Jesús. Un resumen de esta catequesis prebautismal lo tenemos en los Hechos 10, 17.

III.3 Se transmitieron los dichos de Jesús para ayudar a los catequistas.

Estaban reunidos por temas comunes y unidos unos con otros con palabras clave a fin de facilitar la memorización.

III.4 También era necesaria la respuesta a los imperativos de la Liturgia y una apologética que respondiese a las calumnias de los judíos.

Se firmaron entonces las primeras unidades evangélicas, que fueron:

    1. Relatos y discursos reuniendo los datos de la tradición.

    2. Confesiones de fe e himnos litúrgicos.

    3. Relatos que pudieran servir a los primeros predicadores.

    4. Normas que definiesen el comportamiento cristiano.

    5. Exégesis cristianas de los antiguos profetas para demostrar su cumplimiento en Cristo.

    6. Relatos de las parábolas.

    7. Relatos de los milagros

    8. Sobre todo el relato de la Pasión que marca el centro de la confesión cristiana.

III.5 Entre los pregoneros orales de la buena noticia había una clase especial, narradores especializados, llamados evangelistas (Hech 21, 8; Ef 4,11; 2Tim 4) que contaban los recuerdos evangélicos bajo una forma que tendía a fijarse por repetición según el método de la tradición oral.

A estos les fue confiado de modo singular la misión de transmitir la narración y el testimonio de los hechos de Jesús y los enviaban a otras regiones.

Felipe es el sólo evangelista nombrado en el Nuevo Testamento (Hech 21, 8) que había evangelizado Samaría (Hech 8, 5 y ss.) y otras regiones (Hech 8,40)

IV.- COMIENZO DEL PERIODO ESCRITO

Pronto y sobre todo desde el momento en que los testigos oculares de la primera hora comenzaran a desaparecer, se preocuparon de poner por escrito esta tradición.

Los episodios que circulaban sueltos comenzaron a agruparse con algún orden lógico

Por ejemplo: El día de Cafarnaúm recoge varios episodios; Marc 1, 16-39; Cinco Controversias 2, 1-3-6.

En todo esto se encuentra la cantera de donde extrajeron sus materiales los "muchos" escritores que según San Lucas compusieron narraciones de los hechos de Jesús ya en el sexto decenio del siglo I.

V.- TERMINO DEL PERIODO ESCRITO

Después de la muerte de Pedro, su discípulo Marcos compuso el evangelio reproduciendo mucho material que había recogido de la predicación de Pedro, su maestro.

Utilizó también otras fuentes por lo que se explica los probables duplicados que hay en Marcos, otro redactor anónimo que se le llama el Mateo griego, años más tarde utilizando al probable Mateo arameo, y a Marcos y a otro material, compuso el actual evangelio según San Mateo. El hecho de que su obra no encontró ninguna dificultad en su admisión en la Comunidad, hace pensar que el autor no procedió por iniciativa propia sino comisionado por las autoridades de la Comunidad que sentía necesidad de tener en un solo libro el múltiple material evangélico circulante además del evangelio de San marcos; con este y otro material compuso el actual evangelio de San Mateo.

De los libros escritos sobre los hechos de Jesús la Iglesia escogió solo cuatro, los cuatro evangelios, en ellos reconocen la inspiración de Dios y por eso los incluye en la lista de escritura sagrada, llamada Canon.

Los cuatro tienen un origen unitario, su fuente era una sola; la catequesis.

Por eso San Ireneo en el siglo II habla de un evangelio cuadriforme, Orígenes en el siglo IV afirma el evangelio aunque a través de cuatro, es solo uno y San Agustín en el mismo siglo IV habla de los cuatro libros de un solo evangelio.

La Iglesia los tituló "El Evangelio" según San marcos, según San Mateo, etc. Este título no proviene de los respectivos autores.

El Evangelio es uno sólo, el extraído de las catequesis, esta era la verdadera base sobre la que se apoyaba la autoridad histórica de los evangelios. Aquella base era la autoridad de la Iglesia de cuya catequesis era genuino y directo producto el único y cuadriforme evangelio, esto nos basta para admitir su historicidad.

Para resolver ciertos problemas concretos se han creado los criterios de historicidad, por eso San Agustín decía: "Yo no hubiese creído en el Evangelio si la Iglesia no me hubiera movido a ello".

VI.- CONCLUSIÓN

El proceso histórico de los evangelios fue el siguiente:
- La buena noticia oral fue más antigua y más amplia que la buena noticia escrita.