Antes de explicar el misterio del Bautismo conviene hacer tres observaciones previas:
1ª) Jesús vivió en Nazaret aproximadamente 30 años acudiendo todos los sábados a la sinagoga de Nazaret. No fue discípulo de Juan Bautista.
2ª) Jesús no salió a predicar antes de los 30 años porque los rabinos, que eran los maestros de la religión de Israel, no comenzaban a ejercer su oficio hasta que hubieran cumplido los 30 años y por eso se creía que el Mesías permanecería oculto hasta el momento de su aparición oficial. (Jn 7,27).
Conviene saber esto para no dejarse engañar por libros titulados “Los años ocultos u oscuros de Jesús”, como si Jesús en esos años se hubiera ido al extranjero para instruirse en doctrinas secretas.
3ª) ¿Porqué acudió Jesús a ser bautizado por Juan?
Cuando Jesús recibió la noticia del bautismo de Juan la pregunta que él se hacía era ¿El bautismo de Juan de donde es? ¿Del cielo o de la tierra?
Una vez contestada esta pregunta en el sentido que era del cielo puesto que se trataba de preparar al pueblo a la venida del Reino de Dios no había dudas ni vacilaciones; él tenía que estar en los asuntos de su Padre y por tanto debía ir a recibir el Bautismo para que se cumpliese toda justicia, para que se cumplieran los designios de Dios sobre la salvación de los hombres en perfecta armonía con su vida previa, Cristo quiso solidarizarse con el pueblo para preparar la venida del Reino de Dios.
No hemos de buscar ningún motivo ulterior de ninguna clase; era un acto de simple y sumisa obediencia, que no lleva propósito alguno ulterior.
Lo mismo que se sometió a otras disposiciones divinas dadas para los hombres pecadores (Luc 2,21; Gal 4,4)
II.- SER BAUTIZADO POR JUAN FUE UNA ACCIÓN HUMILLANTE POR DOBLE MOTIVO
1º) Por parecer inferior a Juan
2º) El ponerse en la fila de los que esperaban el bautismo como si fuera uno de tantos.
Pero él sabía que en el Antiguo Testamento Dios exigía a los profetas comenzar su predicación con una acción simbólica con frecuencia humillante pero era seguida de milagros, con los cuales, Dios confirmaba su misión profética.
Lo mismo sucedió a Jesús cuando fue bautizado por Juan.
III.- HISTORICIDAD DE ESTE EPISODIO
No puede ponerse en duda la historicidad del bautismo de Jesús por Juan. A favor de la historicidad habla:
1º) El testimonio literario. Es narrado por los tres sinópticos.
2º) El bautismo era una acción humillante para Jesús y por tanto los evangelistas no podían inventarlo.
3º) El bautismo tiene ya un puesto en la primitiva comunidad.
4º) Aunque San Juan no transmite este hecho, ofrece datos que lo suponen realizado.
El episodio se describe con el género literario llamado visión de interpretación.
IV.- EL ESPÍRITU SANTO DESCENDIÓ SOBRE ÉL EN FORMA DE PALOMA Y SE “POSÓ” SOBRE ÉL
Mat. 16 Después que Jesús fue bautizado.
salió en seguida del agua….
Mc.1 Y, en el momento de salir del agua
Luc. 3,21 cuando Él estaba en oración.
Mat 3,16 Se abrieron los cielos, y vio
bajar en forma de paloma al Espíritu de
Dios, y “posar sobre Él”
No era una paloma natural; sería como un globo de luz que vino a posarse sobre él; signo de la presencia del Espíritu. El Espíritu es manifestación del poder creador y de su presencia profética
Lo cual significa que permaneció en él (Jn 1,33). No es una acción pasajera del Espíritu es permanente y constituyente de su medianidad. Y como el Espíritu es la misma unción lo ungió como Mesías.
La unción del Espíritu inicia la correspondiente constitución y cualificación “mesiánica” del hombre Jesús (Hech 10, 37-38)
Pero para comprender esta constitución mesiánica hay que explicar antes.
V.- LA ACTUACIÓN DEL ESPÍRITU EN LA VIDA DE JESÚS .
1.- En la constitución de su humanidad hasta el parto
El Padre por el Espíritu Santo gesta la humanidad de Cristo en las entrañas de la Virgen María, previa la aceptación de María.
2.- En la primera infancia
El Padre por el Verbo en el Espíritu, que es su intimidad, y María fecundada por el Espíritu en plenitud de amor, gestan su personalidad básica psicológica.
3.- Después de su aparición en el Templo discutiendo con los doctores de la Ley y Antes del bautismo Jesús era movido siempre por el Espíritu en la realización de sus obras pero no le impulsaba a las obras propias de su misión mesiánica.
VI.- EN EL BAUTISMO SE REALIZA LA COSNTITUCIÓN MESIÁNICA DE JESÚS
1.- Es una cualificación “mesiánica” real, es una conformación interior de su humanidad en orden a su pública misión mesiánica.
2.- Ilumina su conciencia, esto es, le da un conocimiento interior:
a) De que debe comenzar a cumplir lo que ya es; y conoce: su pública misión mesiánica.
b) Y de cómo debe hacerlo: como “Siervo sufriente de YAHVE”, lo cual después y a través de su vida se le va revelando más concretamente.
3.- Le da los poderes necesarios para cumplirla, esto es para
a) Predicar su mensaje
b) Para hacer el bien curando enfermedades
4.- Robustece su voluntad con la fuerza necesaria para realizar tan difícil tarea.
5.- Le confiere autoridad para realizar la misión recibida.
El bautismo de Jesús es una inauguración de los tiempos mesiánicos. Termina el tiempo de Juan y comienza el de Jesús. El bautismo no le enseñó nada que no supiera; fue el acto en que para él se constituyó la explicitud de ser “YO TEÁNDRICO” como Hijo de Dios que era, en forma de un “YO MESIÁNICO”.
Jesús tuvo siempre conciencia de su filiación divina anteriormente a tener conciencia mesiánica. (Zubiri)
VI.- PARA COMPRENDER ESA VENIDA NO COMO UNA ADOPCIÓN
Era necesario que dios revelara su profundo y verdadero significado Jesús era ya Hijo de Dios y ahora recibe el Espíritu carismático que es un poder divino para realizar la obra mesiánica.
MC 1, 11 y Mat.17 Y resonó una voz del cielo:
“Este es mi Hijo amado, en quién tengo
puestas mis complacencias”
UNA VOZ DEL CIELO CONFIRMÓ Y PROCLAMÓ PUBLICAMENTE QUE JESÚS ERA HIJO DE DIOS Y SU PALABRA ETERNA.
1) HIJO DE DIOS
El Padre dijo, “este es mi Hijo muy amado” en quien tengo mi complacencia. Intencionadamente, en vez de decir mi Hijo elegido, cambia la palabra elegido por amado para recalcar la idea de que Jesús era su Hijo no como otro cualquiera sino el amado con predilección y más aún en algunos pasajes de la escritura, el calificativo “amado” significa el hijo “único”. (Jer 6, 26). En la semántica hebrea y aramea “muy amado” equivale a único.
La expresión “hijo amado” sólo se lee en el A.T. en Génesis 22,2; 12,16, donde se habla de Isaac a quién según el mandato de Dios, su padre se dispone a inmolarse.
La cláusula final: “en ti me he complacido” unida al don del espíritu (v10) es una alusión a Isaías 42, 1-2; así pues, la voz diría a Jesús que él era a la vez Isaac, cuyo sacrificio pide Dios a Abraham y el Siervo de Yahvé anunciado por Isaías Jesús debía comenzar la función del siervo de Yahvé.
2) PALABRA ETERNA
El Padre presenta a Jesús como su Palabra eterna a la que hay que escuchar, para que creamos que su palabra habita entre nosotros.
La voz del cielo dio a Jesús la certeza de que debía comenzar ya la función del Siervo de Yahvé, en efecto, la voz del cielo proclama sobre Jesús las palabras con que en Isaías 42,1 se dirigen al Siervo de Yahvé:
“Mirad a mi siervo a quién sostengo, mi elegido en quién me complazco, he puesto mi Espíritu sobre él”
VII.- LA UNCIÓN DE JESUS EN EL BAUTISMO
La debemos considerar como sacerdotal, profética y regia.
1ª) Sacerdotal:
Porque el inicio de su misión mesiánica es como el ofertorio de su sacrificio redentor como explica la carta a los Hebreos.
2ª) Profética:
Porque es para comenzar la predicación del Reino y dice el Evangelio que para ello volvió a Galilea por la fuerza del Espíritu. (Lucas 4,1)
3ª) Regia:
Porque es para establecer el Reino de Dios comenzando con las curaciones que son signos del amor de Dios y para abatir el Reino de Satanás y establecer el Reino de Dios por las expulsiones de los demonios.
VIII.- APLIQUEMOS ESTE EVANGELIO A NUESTRA VIDA
El Bautismo nos hace participar de esta triple unción de Cristo y nos exige llevarla a cabo:
La sacerdotal: Uniendo el sacrificio de nuestra vida al suyo en la Santa Misa.
La profética: Anunciando el mensaje de Jesús.
La regia: Colaborando en el progreso del Reino de Amor de Dios, pasando nuestra vida haciendo el bien como él lo hizo.
IX.- TERMINEMOS CON LA SIGUIENTE ORACIÓN
DIOS PADRE NUESTRO, te damos gracias:
Por el amor con que Cristo se solidarizó con la humanidad pecadora para redimirnos del pecado.
Por el amor con que emprendió su mesianismo de Siervo de Yahvé.
Por el amor con que tú Padre Santo nos entregaste a tu Hijo para hacernos Hijos tuyos en él por el bautismo.
TE PEDIMOS POR EL MISMO CRISTO EN SU ESPÍRITU, QUE LLEVEMOS A CABO ESA TRIPLE UNCIÓN RECIBIDA EN EL BAUTISMO.