Mandamientos |
65.- EL TERCER MANDAMIENTO DE LA LEY DE DIOS ES: SANTIFICARAS LAS FIESTAS .
65,1. Santificar las fiestas es oír Misa entera y no trabajar sin verdadera
necesidad .
El día más grande del año es el domingo de la Resurrección del
Señor.
Todos los domingos son una conmemoración de este gran día de
Pascua.
En el Antiguo Testamento el día de fiesta era el sábado.
Pero los
Apóstoles lo trasladaron al domingo porque en este día resucitó Nuestro Señor
.
En los Hechos de los Apóstoles se nos cuenta que los cristianos se reunían
los domingos para celebrar la Eucaristía(621).
Y la
«Didajé» escrita entre los años 80 y 90 de Nuestra Era afirma que los cristianos
asistían a Misa el domingo(622).
Están obligados a oír Misa entera los días de precepto
todos los bautizados que han cumplido los siete años y tienen uso de razón
.
«Los que deliberadamente faltan a esta obligación cometen un pecado
grave»(623).
Una falta habitual a la Santa Misa, sin causa excusante,
supone un desprecio del precepto.
El precepto de oír Misa consiste en
asistencia personal a la iglesia.
No satisface el precepto quien la oye por
televisión. Aunque oír Misa por televisión siempre será unan cosa laudable, pero
no suple la obligación de ir a oírla personalmente, a no ser que haya una causa
excusante.
Además de la presencia física es necesario estar presente también
mentalmente, es decir, atendiendo.
Una distracción voluntaria puede ser
pecado, si es prolongada. Las distracciones involuntarias no son pecado.
El
precepto es de oír Misa entera, pero omitir una pequeña parte, al principio o al
final, no es pecado grave .
Aunque lo mejor es oírla desde que sale el
sacerdote hasta que se retira. Al que llega después de haber empezado el
Ofertorio, esa Misa no le vale .
El precepto de oír Misa puede cumplirse el
sábado por la tarde. Lo mismo en las vísperas de las demás fiestas de precepto
.
Cuando hay dos fiestas de precepto seguidas, hay que oír Misa por cada día,
en las horas oportunas.
Decir que lo mismo da ir a Misa el domingo que el
lunes es como decir que lo mismo da ir a felicitar a tu padre porque es su
santo, el día que acude toda la familia, o tres días después porque es más
cómodo para ti.
65,2. Quedan excusados de ir a Misa los que tienen algún impedimento:
una
enfermedad que no permita salir de casa, un viaje que no te dé tiempo de oírla,
el vivir lejos de la iglesia más cercana, una ocupación que no puede
abandonarse, por ejemplo: los que cuidan enfermos y no tienen quien los
sustituya.
Para saber cuándo tenemos un motivo razonable que nos excuse de ir
a Misa lo mejor es consultar con un sacerdote.
Si no tienes un sacerdote a
mano, y te urge solucionar tu duda, puede ayudarte la norma siguiente:
Puedes
dejar la Misa si, dadas las circunstancias en que te encuentras, dejarías
también prudentemente un negocio de cierta importancia para ti .
Si en esas
circunstancias en que te encuentras tuvieras una ocasión única de cobrar cien
mil pesetas, dejarías pasar esa ocasión?
Pues la Misa vale más de un millón.
Tiene valor infinito. Recuerda lo que te he dicho de la Misa en el n 50.
65,3. Los domingos y fiestas de precepto hay que abstenerse de los trabajos
que impiden dar culto a Dios(624).
A no
ser que sean necesarios para el Servicio Público, o no se puedan aplazar por
circunstancias imprevistas o por ser urgentes .
65,4. Para santificar las fiestas es necesario, lo primero, cumplir con el
precepto de oír Misa y de no trabajar sin necesidad.
Pero luego hay que
evitar toda diversión que suponga una ofensa de Dios. La palabra Domingo
significa Día del Señor , y muchos, con sus pecados, lo convierten en día de
Satanás.
Podrías emplear las fiestas en participar más de la vida de familia,
instruyéndote en Religión y en cultura, descansando con distracciones sanas y
honestas, saliendo de excursión, haciendo deporte, etc.; pero no dedicándote a
profanarlas con diversiones pecaminosas .
Es necesario que te busques el modo
de pasar las fiestas distraídamente, pero sin ofender a Dios.
Las obras de
misericordia , las visitas a enfermos, a necesitados, y las obras de apostolado
que tengas en la parroquia, además de distraerte, son un modo muy provechoso de
pasar parte de las fiestas .
65,5. Los libros buenos pueden ser también un provechoso descanso para los
domingos y días de fiesta.
Libros que formen tu carácter, que completen tus
conocimientos, tu cultura, tu formación religiosa.
Pero no te aficiones a la
lectura de novelas que pueden hacerte daño y, en el mejor de los casos, son una
pérdida inútil de tiempo.
En el Apéndice tienes una lista de libros
provechosos.
Un libro bueno puede hacer mucho bien.
Pero un libro malo,
mucho mal; pues con razones más o menos aparentes, con sofismas, y a veces hasta
con auténticas falsedades, puede destruir los fundamentos de la fe y nuestras
razones de vivir.
«Debe advertirse a los fieles la necesidad de leer y
difundir la prensa católica para conseguir un criterio cristiano sobre todos los
acontecimientos»(625).
Hay que tener mucho cuidado con los libros que pervierten
las ideas y costumbres. Si alguno de éstos viene a nuestras manos, debemos
destruirlo para que no haga daño a nadie. El mejor sitio para un libro malo es
el fuego.
65,6. Son días de precepto :
Todos los domingos del año.
Santa María
Madre de Dios (1 de enero).
Reyes (6 de enero).
San José (19 de
marzo).
Santiago (25 de julio). Propia de España.
Asunción (15 de
agosto).
Todos los Santos (1 de noviembre).
Inmaculada (8 de
diciembre).
Navidad (25 de diciembre).
Ésta es la lista de las fiestas de
precepto comunes en España. Pero en algunos sitios habrá que modificarla según
las fiestas locales determinadas por el Obispo de la Diócesis.
(621) - Hechos de los Apóstoles, 20:7. Véase la nota de
la Biblia de Jerusalén sobre la costumbre de llamar al domingo «Día del
Señor»
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(622) - Didajé, XIV
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(623) - Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica nº 2181
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(624) - Nuevo Código de Derecho Canónico, nº 1247
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(625) - Concilio Vaticano II: Intermirifica: Decreto sobre
los medios de comunicación social, nº 14
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