Crónica del encuentro mundial de profesores universitarios

 

El Comité para el gran jubileo del año 2000, la Congregación para la educación católica, el Consejo pontificio para la cultura y el Vicariato de Roma, en colaboración con el ministerio de Universidades e Investigación científica y tecnológica de Italia, organizaron el jubileo de las universidades, que se celebró del 3 al 10 de septiembre, bajo el lema:  "La universidad para un nuevo humanismo". Durante estos días hubo 59 congresos, que se celebraron en diversos ateneos romanos e italianos, y que se pueden englobar en cuatro áreas:  1) La persona humana. Genealogía, biología y biografía; 2) La ciudad del hombre. Sociedad, ambiente y economía; 3) La visión de las ciencias. Descubrimientos, tecnologías y aplicaciones; y 4) Creatividad y memoria. Las artes figurativas,  literarias,  musicales  y dramáticas. Participaron más de dieciséis mil personas e intervinieron más de 1.500 relatores, académicos procedentes de 96 países.


Asimismo, se celebraron también encuentros mundiales de rectores, que reflexionaron sobre "el papel de la universidad en el tercer milenio para el desarrollo de un nuevo humanismo"; de dirigentes administrativos, que estudiaron el tema "Universidad y futuro:  el desarrollo de los recursos humanos al servicio de la sociedad"; y de capellanes universitarios, que trataron acerca de "la espiritualidad sacerdotal en el mundo de la universidad y de la cultura"; hubo igualmente un foro mundial de estudiantes, que tuvo por tema "Evangelio y cultura en la universidad. La misión de los estudiantes".


Se podía visitar exposiciones, asistir a conciertos de coros universitarios, encuentros de oración en diferentes ritos, etc.


El viernes día 8 hubo un concierto en la sala Pablo VI, dirigido por el maestro Franco Mannino, al comienzo del cual pronunció unas palabras mons. Zenon Grocholewski, arzobispo titular de Agropoli y prefecto  de  la  Congregación  para la educación católica.


El sábado día 9, por la mañana, también en la sala Pablo VI, siete mil profesores universitarios y estudiantes participaron en una celebración de la Palabra, que se abrió con la meditación de mons. François Xavier Nguyên Van Thuân, presidente del Consejo pontificio Justicia y paz. Seguidamente introdujeron este encuentro cultural los profesores Sergio Zaninelli, rector de la Universidad católica del Sagrado Corazón (Italia), y Judith Bahemuka, de la Universidad de Nairobi (Kenia). Después de los saludos del cardenal Camillo Ruini, vicario del Santo Padre para la diócesis de Roma, y del senador Ortensio Zecchino, ministro de Universidades e Investigación científica y tecnológica de la República italiana, los profesores Pedro Morandé Court, de la Universidad católica de Chile, y Josep Bricall, de la Universidad de Barcelona (España), presentaron el tema "La universidad para un nuevo humanismo". A continuación, acompañado por la música y los cantos del coro interuniversitario, Juan Pablo II entró en la sala Nervi, donde fue acogido con un caluroso aplauso. Después de las palabras de saludo que le dirigió el cardenal Paul Poupard, presidente del Consejo pontificio para la cultura, cuatro profesores universitarios ofrecieron la síntesis de los trabajos realizados durante estos días. El Papa pronunció el discurso que ofrecemos.


Por la tarde, tuvo lugar la liturgia penitencial por lenguas en diferentes iglesias de Roma, en las proximidades del Vaticano; los de lengua española se reunieron en la iglesia de San Andrés del Valle y presidió la celebración el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, arzobispo de Guadalajara (México).


Las jornadas que el mundo universitario ha dedicado al jubileo y en las que participaron más de trescientos rectores de universidades, quince mil docentes, ciento cincuenta dirigentes administrativos, quinientos estudiantes y doscientos capellanes, se concluyeron el domingo día 10 con una misa presidida por el Santo Padre en la plaza de San Pedro. Al comienzo de la celebración, el arzobispo mons. Zenon Grocholewski dirigió a Juan Pablo II un saludo. Durante la liturgia de la palabra, se hizo la primera lectura en inglés, el salmo responsorial se cantó en latín, la segunda lectura se leyó en francés y el evangelio se proclamó en italiano. Seguidamente, Su Santidad pronunció la homilía que ofrecemos. La oración de los fieles se hizo en portugués, polaco, árabe, alemán, filipino, español e italiano.

 Animaron la celebración el coro y la orquesta interuniversitarios dirigidos por el maestro Massimo Palombella, salesiano, con la coral "San Segundo" de Asti, dirigida por Giuseppe Gay; al canto de los estudiantes de los ateneos romanos se unieron el coro de la universidad de Lvov (Ucrania), el "Exaudi" de la universidad española de Valladolid, y el de otras corales de universidades italianas.


Concelebraron con el Romano Pontífice once cardenales, entre ellos Roger Etchegaray, presidente del Comité del gran jubileo del año 2000; Camillo Ruini y Paul Poupard; entre los arzobispos concelebrantes se hallaban mons. Zenon Grocholewski, y Crescenzio Sepe, secretario general del Comité para el gran jubileo del año 2000; concelebraron también con Su Santidad trescientos sacerdotes, de los cuales muchos eran capellanes comprometidos en la pastoral universitaria. Entre las personalidades presentes se hallaban:  el senador Ortensio Zecchino, los rectores y dirigentes de prestigiosos ateneos de todo el mundo. Al final de la solemne concelebración el Papa guió el rezo de la plegaria mariana del Ángelus y luego entregó al mundo universitario un icono en mosaico de la Virgen María, "Sedes Sapientiae", obra del sacerdote jesuita p. Marko Ivab Tupnik, que irá en peregrinación a todas las diócesis, sedes de ateneos. Se lo entregó a una delegación guiada por el arzobispo de Atenas, mons. Nikólaos Fóscolos, y permanecerá en la catedral ateniense, dedicada a San Dionisio, hasta el domingo 17, cuando partirá para Moscú; la tercera etapa del icono será España, como testimonio de la finalidad de esta realización artística:  acercar las culturas de Oriente a las de Occidente. "En vuestra vida de estudio e investigación -dijo el Papa al entregar el cuadro-, dirigid continuamente vuestra mirada a ella, Sede de la Sabiduría, que sigue comunicando a la Iglesia y a la humanidad los acontecimientos y las palabras de salvación conservados en su corazón". Juan Pablo II saludó a los presentes, impartió a todos la bendición y recorrió los diversos sectores de la plaza en el coche panorámico.