El domingo 9 de julio, jubileo en las cárceles, durante su visita a la prisión romana de "Regina Coeli", Juan Pablo II presidió la misa y pronunció la homilía que publicamos en la página 12. Al final de la celebración, antes de marcharse, el Papa anunció que había solicitado a las autoridades competentes que, con motivo del jubileo, realicen un signo de clemencia reduciendo la pena a los presos. He aquí sus palabras:
Al despedirme de vosotros, queridos detenidos, deseo renovaros mi saludo, que
extiendo también a vuestros familiares. Sé muy bien que cada uno de vosotros
vive esperando el día en que, expiada la pena, podrá recobrar la libertad y
volver a su familia. Consciente de ello, en el Mensaje que envié al mundo
entero para esta jornada jubilar, siguiendo las huellas de mis predecesores y
con el espíritu del Año santo, he pedido para vosotros un signo de
clemencia, mediante una "reducción de la pena". Lo he pedido con
la profunda convicción de que esa opción constituye un signo de sensibilidad
hacia vuestra condición, que puede impulsar el compromiso de arrepentimiento y
estimular la conversión personal. Con esta perspectiva, dirijo a cada uno mi
saludo más cordial.
Quisiera añadir unas palabras más: no podemos olvidar que esta cárcel romana se llama "Regina Coeli". Este nombre suscita una esperanza muy grande. Os deseo a todos esta esperanza, que viene de la "Regina Coeli". Gracias.