SEXUALIDAD

a) Impurezas
b) Valores del cuerpo
c) Pureza
d) Pecados contra la sexualidad
e) Virginidad
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a) Impurezas

        Dios creó al hombre del barro de la tierra y le introdujo su espíritu. Y el hombre vivió. Y es que el cuerpo y el alma en el ser humano se necesitan y se mejoran el uno al otro. El cuerpo hace al alma más humilde, al limitarla a un espacio y tiempo. El alma limpia al cuerpo de toda serie de manchas e impurezas.

        Actos o deseos impuros es todo aquel mal uso de la sexualidad, corporal o afectiva, y que mancha el cuerpo (y también el alma), ya sea:

-por deseos turbios,
-por actos deshonestos.

        La impureza, o mal uso de la sexualidad, aleja a la voluntad del bien y del amor, y puede sumergir en la tristeza y depresión.

b) Valores del cuerpo

        La concepción que la moral cristiana tiene sobre el cuerpo humano es muy positiva, pues:

-Dios mismo quiso hacerse hombre,
-
Jesucristo resucitó su cuerpo y lo llevó al cielo,
-la
Virgen María ofreció su cuerpo al Espíritu Santo,
-los
cristianos somos templos de Dios,
-todos los
humanos están llamados a la resurrección de la carne.

        La sexualidad es algo bueno y necesario, creado y querido por Dios. Y si no, no la hubiera creado. Son valores de la sexualidad:

-complementar al hombre y la mujer,
-auto-dominar las pasiones,
-profundizar la unión conyugal,
-procrear nuevas vidas desde el amor y la humildad,
-madurar la personalidad y psicología humana.

c) Pureza

        Es la virtud que nos ayuda a mantener limpio el cuerpo. Se adquiere con el buen hábito adquirido de la castidad, en la mente, la memoria, los sentidos y la imaginación. No es manchada por el acto sexual, si éste se realiza como tiene que ser, de forma natural y familiar.

        Y produce como fruto:

-libertad ante el sexo,
-valentía ante las tentaciones,
-humildad para levantarse de las caídas.

        La pureza es la que prepara el camino para un buen matrimonio, y lleva a terminar bien lo que bien se ha empezado.

d) Pecados contra la sexualidad

        Pueden ser tanto de pensamiento, como de obra u omisión. Son pecados de pensamiento:

-afeminación: inclinarse uno a acciones mujeriles,
-pornografía: ver, oír o hablar cosas deshonestas,
-obscenidad: tratar grotescamente las cosas del sexo,
-ociosidad: entretenerse con curiosidades sin necesidad,
-miradas deseosas: querer poseer lo que no es propio,
-complacencia: entretenerse con la imaginación.

        Son pecados de obra:

-adulterio: relación sexual con un casado,
-fornicación: relación sexual entre solteros,
-incesto: relación sexual con un pariente o consagrado,
-masturbación: acto sexual consigo mismo,
-homosexualidad: acto sexual con otro del mismo sexo,
-pedofilia: abuso sexual de menores,
-prostitución: obtener beneficios del sexo,
-comercio sexual: utilizar personas como producto sexual,
-violación: forzar violentamente la intimidad sexual,
-animalismo: acto sexual con un animal o como un animal.

        Son pecados de omisión:

-impudicia: falta de pudor,
-peligros: poner en riesgo la intimidad propia,
-malas compañías: dejarse llevar por influencias negativas,
-culto al cuerpo: promover todo lo que el cuerpo desea,
-onanismo: hacer mal a propósito el acto sexual,
-desamor conyugal: negarse al acto sexual cuando el cónyuge quiere.

e) Virginidad

        Consiste en consagrarse a Dios en cuerpo y alma, y a las cosas de Dios con limpieza. Requiere la llamada de Dios y haber recibido una gracia especial, pues "es imposible para los hombres pero no para Dios".

        La virginidad se hace:

-no por despreciar el matrimonio,
-sí por significar de alguna manera el reino de los cielos.

        Vivir en virginidad perpetua atrae de Dios todas sus bendiciones, y fomenta la pureza allá por donde va. Y es que en la vida eterna habrá cosas mucho mejores que esta sexualidad dañada por el pecado.

ed. Mercabá 
Diócesis de Cartagena-Murcia 
Indice general del Catecismo Juvenil Mercabá