DIOS

a) Derechos
b) Deberes
c) Vida divina
d) Oración
e) Fraternidad
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a) Derechos fundamentales

        Hemos visto hasta ahora como toda persona humana, por ser hija de Dios, tiene siempre una dignidad y una libertad que ya nadie le puede quitar, salvo el mismo Dios.

        A esta dignidad le corresponden una serie de derechos propios, y que no son meras "concesiones" de la autoridad. Los principales derechos humanos fueron dictados por la ONU en 1948 y son:

1º Vida. Todo ser humano tiene derecho a nacer, crecer y morir con dignidad, y a que no se le experimente, lesione ni mutile, física o psíquicamente.

2º Ley. Todo ser humano tiene derecho a la seguridad, orden y libertad, a la inocencia e igualdad ante la ley, a ser procesado con justicia, a la asistencia médica, y a la seguridad en la vejez.

3º Familia. Todo ser humano tiene derecho a elegir su propio estado de vida, domicilio y movimientos, a llevar su vida privada, al secreto de correspondencia, correo y teléfono, a elegir su residencia, a casarse con quien quiera, a la propiedad privada, a tener el número de hijos que quiera y a educarlos a su manera.

4º Pensamiento. Todo ser humano tiene derecho a la libertad de expresión, a la libertad religiosa y de conciencia, a la libertad de asociación para conseguir cualquier fin lícito, a la libertad económica, política y cultural, a la retribución laboral y al descanso laboral.

b) Deberes fundamentales

        Todas las constituciones mundiales han de recoger estos 4 derechos fundamentales. Aunque, no obstante, también toda persona debe corresponder con otros tantos deberes, que se basan en "construir entre todos el bien común", y que son:

1º Honrar a Dios y la patria. Es un deber de todo ser humano respetar y amar a Dios Padre, cada uno en su cultura, idioma o religión, y servir a la propia patria madre en aquello que pueda necesitar de nosotros.

2º Trabajar. Es un deber de todo ser humano ganarse el pan de cada día, obedecer al patrono y favorecer la sana convivencia en el trabajo. El patrono debe pagar el salario al obrero, permitirle su vida privada o familiar, y remunerar sus vacaciones.

3º Educar a los hijos. Es un deber de todo ser humano alimentar, escolarizar y asistir médicamente a todos sus hijos menores de edad, y mantener indisoluble la unión matrimonial.

4º Ser justos y honestos. Es un deber de todo ser humano decir la verdad, testificar en caso necesario, dar a cada uno lo suyo, pagar los impuestos, respetar los bienes ajenos y ayudar a los más necesitados.

c) Vida divina

        Todo padre da a su hijo su vida. Le transmite su misma genética, forma de ser, inteligencia y voluntad, sus defectos y manías, su educación… y hasta su herencia.

        También nosotros, como hijos de Dios, recibimos de Él gratuitamente, sin que ya nadie nos lo pueda quitar, este ser o imagen de Dios: la parte espiritual o alma, la capacidad artística o intelectual, la libertad para hacer el bien o el mal… y hasta su herencia del reino eterno para quienes lo hayan merecido.

        Este deseo máximo del hombre, "llegar a ser como Dios" o vida divina, conlleva:

-plenitud humana. Nos va haciendo hombres perfectos y nuevos, sanando las heridas de la vida y dando fuerzas ante las dificultades;

-felicidad en la tierra. Nos da el verdadero sentido de las cosas, el saber que las estamos disfrutando y sin olvidar que estamos por encima de ellas;

-herencia del cielo. Nos ilumina para saber peregrinar por este mundo, mirar siempre al futuro, y finalizar nuestro ciclo terreno con una buena preparación para el del cielo.

d) Oración

        Hemos visto todo lo que hace un padre por su hijo, y también Dios por nosotros. Ahora bien, también le toca a todo hijo corresponder a su padre, y a nosotros ante Dios.

        Si lo que más le gusta a un padre es el cariño de su hijo, también a Dios le gusta que le amemos y disfrutemos con sus cosas. Es en lo que consiste la oración.

        La oración consiste en hablar y estar con Dios para:

-darle gracias. Confiar en Él, poner en su providencia nuestro porvenir, recrear los momentos bonitos vividos en la vida;

-pedirle perdón. Ser humildes, reconocer ante Él nuestras miserias, examinar todas las veces que hemos caído, descubrir su eterna misericordia;

-pedirle su ayuda. Ser constantes, pedirle suerte para nuestros trabajos, familia, estudios, encomendarle las personas queridas…

        La oración la hacemos a Dios, como Padre nuestro que es, y a la Virgen y a los santos encomendados por la Iglesia.

e) Fraternidad

        En este mundo creado por Dios, debe existir una fraternidad universal entre todos los hombres. Si todos somos hijos de Dios, también debemos comportarnos como hermanos, porque Dios nos ama y nosotros debemos amarnos.

        El hombre, en cuanto ser social, necesita de los demás. La fraternidad puede ser:

-interior, llevándose bien con todos,
-exterior, ayudando a los más necesitados.

        Toda fraternidad humana, y toda colaboración con los más necesitados, requieren 3 pasos imprescindibles:

-vocación. Haber recibido la llamada de Dios, que me pide ayudar a los demás, que son sus hijos que están necesitados;
-preparación. Transformarse mentalmente, y formarse lo mejor posible para poder entregarse de por vida a esta misión;
-misión. Dar el a
limento material y espiritual que se requiera, dándose también uno mismo y dando el camino para que ellos solos lo puedan continuar.

ed. Mercabá 
Diócesis de Cartagena-Murcia 
Indice general del Catecismo Juvenil Mercabá