Paternidad - maternidad humanas: cómo se ejercen en modo responsable en el matrimonio - familia


¿Cuales son las características de la paternidad-maternidad humanas?

La procreación humana:

- es un fin esencial del matrimonio entre un hombre y una mujer. De hecho el amor conyugal tiende por su naturaleza a ser fecundo, teniendo el acto conyugal dos significados: el significado unitivo (donación total y definitiva de los cónyuges entre sí) y el significado procreativo (don de la vida a un nuevo ser humano) .

- Revela en modo eminente la dignidad del ser humano, llamado a hacerse intérprete de la bondad y fecundidad que descienden de Dios, el cual a través de ellos continuamente dilata y enriquece la familia humana .

- Aún siendo biológicamente símil a generación de los otros seres de la naturaleza, tiene en sí, en modo esencial y exclusivo, una 'semejanza' con Dios: es una forma peculiar de la especial participación de los cónyuges en la obra creadora de Dios.

- «En la tarea de transmitir la vida humana y de educarla, los cónyuges saben que son cooperadores del amor de Dios Creador y sus intérpretes » (Concilio Vaticano II Gaudium et spes, n. 50.

- Expresa la subjetividad social de la familia y encamina un dinamismo de amor y de solidaridad entre las generaciones que está a la base de la sociedad, contribuyendo a la comunión de las generaciones.

- Representa una tarea de naturaleza no solamente física, sino también espiritual: de hecho a través de esa pasa la genealogía de la persona, que tiene su eterno inicio en Dios y que a El debe conducir.

- Es fruto del amor conyugal (la donación recíproca, total, definitiva y exclusiva entre hombre y mujer), que refleja el don de amor entre las tres Divinas Personas que deviene fecundo en la creación, y el don de Cristo a su Iglesia que deviene fecundo en el renacer del hombre, en Cristo, mediante el Bautismo.

 


 

¿Cómo se expresa la fecundidad conyugal?

Se expresa y se realiza, en modo complementario, a nivel:

- de pareja (fecundidad interpersonal): los esposos, día tras días, profundizan el propio y mutuo conocimiento, el recíproco respeto y amor, el propio crecimiento humano y cristiano .

- De generación físico-biológica: el hijo, preciosísimo don del matrimonio .

- De servicio educativo (fecundidad educativa): a través de la educación de los hijos, los padres, primeros y principales -aunque no únicos- responsables de tal educación, transmiten los frutos e la su vida moral, espiritual y sobrenatural .

- De comunidad humana (fecundidad social): ayuda a la sociedad en las diversas formas de voluntariado .

- De comunidad eclesial (fecundidad apostólica): empeño de testimonio y de servicio en y a la comunidad cristiana.

 


 

¿Cómo se realiza la responsabilidad en la paternidad-maternidad?

- Se realiza:

· sea con la deliberación ponderada y generosa de hacer crecer una familia numerosa ;

· sea con la decisión, tomada por graves motivos y en el respeto de la ley moral, de distanciar temporalmente o por un tiempo indeterminado un nuevo nacimiento.

- En uno y otro caso, los esposos cristianos se ponen la pregunta fundamental: corresponde a la voluntad de Dios nuestra decisión de dar o no dar la vida a una nueva criatura? ¿Qué desea de Dios en relación a nosotros en este momento?

 


 

¿Còmo se debe considerar el hijo?

El hijo es:

- ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios;

- don, el don más grande del matrimonio:

· don de sí, por parte del hijo, a los hermanos, a las hermanas, a los padres, a la familia entera.

· Su vida deviene don para los mismos donadores de la vida.

- Reflejo viviente y signo permanente del amor, de la unidad conyugal.

 



¿Existe el derecho tener un hijo?

No existe ningún derecho a tener un hijo: el tal caso el hijo sería considerado como objeto de propiedad.
Existe en cambio el derecho del hijo a ser el fruto del acto específico del amor conyugal de sus padres, y también su derecho a ser respetado como persona desde el momento de su concepción.


 

¿Cuàndo es moral la regulaciòn de los nacimentios?

Cuando es ejercida por los esposos por motivos válidos y con métodos conformes a la moral. En su línea de conducta, los cónyuges cristianos deben ser conscientes de que no pueden proceder a su arbitrio, sino que deben siempre regirse por una conciencia conforme a la ley divina misma, dóciles al Magisterio de la Iglesia, que interpreta en modo auténtico aquella ley a la luz del Evangelio.



¿De què cosa deben tener cuenta los esposos para realizar responsablemente la paternidad - maternidad?

- Los esposos deben tener cuenta:

· de las propias condiciones humanas (físicas, afectivas, espirituales, económicas);

· de los hijos, ya nacidos o que nacerán ;

· de la propia familia ;

· de la sociedad ;

· de una visión positiva de la vida y de una actitud de apertura y de servicio a la misma, aún cuando, por serios motivos y en el respeto de la ley moral, los cónyuges elijan distanciar temporalmente o por tiempo indeterminado un nuevo nacimiento ;

· de la Providencia divina ;

· de las condiciones de vida del propio tiempo, tanto en el aspecto material como en el espiritual ;

· de la escala de valores y del bien de la comunidad familiar, de la sociedad temporal y de la Iglesia.

- Su decisión no debe ser por tanto fruto de egoísmo, ni debe ser condicionada por personas externas, ni mucho menos por públicas autoridades.

 



¿A quién le corresponde el juicio acerca del intervalo entre los nacimientos y acerca del número de hijos a procrear?

Corresponde solamente a los esposos: es este un derecho inalienable de los esposos que deben ejercer delante de Dios, considerando en modo sereno y ponderado, los deberes hacia sí mismos, hacia los hijos ya nacidos, la familia y la sociedad.



¿Cuàles son los medios para ejercer la procreaciòn responsable?

- En primer lugar se deben rechazar como moralmente ilícitos:

· el aborto, que es un delito abominable;

· al esterilización directa ;

· los medios anticonceptivos en sus diversas formas: se debe excluir como intrínsecamente mala "cualquier acción que, o en previsión del acto conyugal o en su realización o a nivel del desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga, como fin o como medio, impedir la procreación" (PABLO VI, Humanae vitae, 14).

- Son moralmente aceptables:

· la continencia periódica ;

· el recurso a los períodos infecundos de la mujer, para cumplir el acto conyugal.

 



¿Cual es la diferencia entre los medios lícitos y los medios ilícitos moralmente?

"Entre los dos casos existe una diferencia esencial: en el primer caso los cónyuges usufructan legítimamente de una disposición natural; en el otro caso ellos impiden el desarrollo de los procesos naturales. Es verdad que en uno y otro caso los cónyuges concuerdan en la voluntad de evitar la prole por razones plausibles, buscando la seguridad de que no se dará; pero también es verdad que sólo en el primer caso ellos saben renunciar al uso del matrimonio en los períodos fecundos cuando, por justos motivos, la procreación nos es deseable, haciendo uso, luego, en los períodos en los períodos infecundos como manifestación de afecto y para salvaguarda de la mutua fidelidad. Haciendo así dan prueba de amor verdaderamente e integralmente honesto" (Pablo VI, Humanae Vitae,16).



¿Por qué es ilícita la contracepción?

- Porque los cónyuges, mediante el recurso a la contracepción, dividen los dos significados que Dios Creador ha inscrito en el ser del hombre y de la mujer y en el dinamismo de su comunión sexual: el significado unitivo y el procreativo. En tal modo "ellos se comportan como árbitros del diseño divino y manipulan y envilecen la sexualidad humana, y con esa la propia persona y la del cónyuge, alterándole el valor de donación total. Así, el lenguaje nativo que expresa la recíproca donación total de los cónyuges, al contracepción impone un lenguaje objetivamente contradictorio, el de no donarse al otro totalmente: de ello deriva, no sólo el positivo rechazo a la apertura a la vida, sino también una falsificación de la verdad interior del amor conyugal llamado a donarse en totalidad personal" (JUAN PABLO II, Familiaris Consortio, 32).

- La contracepción, y todavía más el aborto, funda sus raíces en una mentalidad hedonista y de-responsabilizadora en relación a la sexualidad y supone un concepto egoísta de la libertad que ve en la procreación un obstáculo al desenvolvimiento de la propia personalidad.

 



¿Cuáles consecuencias graves causan los métodos de regulación artificial de la natalidad?

Algunas consecuencias graves de estos métodos son las que Pablo VI indica en la Humanae vitae (17):

- "Se abre una vía ancha y fácil a la infidelidad conyugal y al descenso general de la moralidad. No se necesita mucha experiencia para conocer la debilidad humana y para comprender que los hombres -los jóvenes especialmente, tan vulnerables en este punto- tienen necesidad de ser entusiasmados a ser fieles a la ley moral y no se les debe ofrecer cualquier medio fácil para eludir su observancia.

- Se puede también temer que el hombre, habituándose al uso de las prácticas anticonceptivas, termine por perder el respeto por la mujer y, sin tener cuenta de su equilibrio físico y psicológico, llegue a considerarla como simple instrumento de placer egoísta y no como su compañera, respetada y amada.

- Se piense también en el arma peligrosa que vendría así a poner en manos de las autoridades públicas, descuidadas de las exigencias morales. ¿Quién podría reclamar a un gobierno que aplicase a la solución de los problemas de la colectividad lo que fuese reconocido lícito a los cónyuges para la solución de un problema familiar? ¿Quién impedirá a los gobernantes de favorecer e incluso de imponer a sus pueblos, cada vez que lo considerasen necesario, el método de la anticoncepción por ellos juzgado más eficaz?".

 


 

¿Qué es la continencia periódica?

- Es el abstenerse de las relaciones conyugales durante los períodos de fertilidad femenina. Tal abstenerse, en estas situaciones y por un cierto tiempo, además de distanciar la procreación, puede también:

· ser un auténtico signo de amor, atención, respeto del otro ;

· cumplir una función propedéutica: ser un buen entrenamiento para adquirir la castidad matrimonial y respetar la fidelidad conyugal, incluso durante los períodos de ausencia temporal y/o prolongada del cónyuge, o durante momentos de indisposición o enfermedad del uno o del otro ;

· ofrecer también un servicio terapéutico, y por lo mismo ofrecer una válida ayuda a vivir con mayor dedicación e intensidad de amor el acto conyugal. La espera puede acrecentar, purificar y perfeccionar el deseo de la mutua donación y desarrollar una honesta y casta gestualidad afectiva conyugal;

· favorecer en los esposos, el conocimiento y el dominio de sí: "Esta disciplina (dominio de sí), propia de la pureza de los esposos, lejos de dañar el amor conyugal, le confiere en cambio un valor humano más alto. Exige un continuo esfuerzo, pero, gracias a su benéfico influjo, los cónyuges desarrollan integralmente su responsabilidad enriqueciéndola con los valores espirituales: aporta a la vida familiar frutos de serenidad y de paz, y agiliza la solución de otros problemas; favorece la atención hacia el otro cónyuge, ayuda a los esposas a vencer el egoísmo enemigo del amor, y a profundizar su sentido de responsabilidad" (Pablo VI, Humanae Vitae, 21).

- "Un precioso testimonio puede y debe ser dado por aquellos esposos que, mediante el empeño común de la continencia periódica, han llegado a una responsabilidad personal más madura frente al amor y a la vida. Como escribía Pablo VI, a ellos el Señor les confía la tarea de hacer visible a los hombres la santidad y la suavidad de la ley que une el amor mutuo de los esposos con su cooperación al amor de Dios autor de la visa humana" (Juan Pablo II, Familiaris Consortio, 35).

 



¿Cómo es posible conocer los periodos de fertilidad/infertilidad femenina?

- Es posible gracias al uso de medios naturales, basados en la auto-observación del cuerpo de la mujer y de su ritmo biológico, y individuados con la simple observación de los ritmos corpóreos, la temperatura, las secreciones....

- Tales métodos naturales se fundan sobre dos verdades científicas:

· biológica (la fertilidad de la mujer es limitada en el tiempo);

· sexual (el acto sexual no es de por sí siempre procreativo).

 


 

¿Qué dice la iglesia acerca de los mètodos naturales de discernimiento de la fertilidad femenina?

- La Iglesia, aunque no hace suyo propio ningún método, retiene moral el recurso, por válidos motivos, a los métodos naturales, mediante los cuales se toman en cuenta, para el uso del matrimonio, los ritmos naturales de la mujer, inmanentes a las funciones generativas, y así se regula la natalidad sin ofender los principios morales.
"Cuando los cónyuges, mediante el recurso a las períodos de infecundidad, respetan la conexión inseparable de los significados unitivo y procreativo de la sexualidad humana, se comportan como ministros del designio de Dios y usufructan de la sexualidad según el dinamismo original de la donación total, sin manipulaciones ni alteraciones" (JUAN PABLO II, Familiaris Consortio, 32).

- Tales métodos naturales son particularmente útiles, porque consienten tanto de favorecer el embarazo como de evitarlo, ayudando a acertar el período fértil o estéril de la mujer.

- Cuando se habla de regulación "natural", no se refiere al solo respeto del ritmo biológico. Se trata, más perfectamente, de responder a la verdad de la persona en su íntima unidad de espíritu, psique y cuerpo, unidad jamás reducible solamente a un conjunto de mecanismos biológicos.

 



¿Còmo hacer conocer los mètodos naturales?

- Los centros de estudio y de enseñanza de tales métodos naturales de regulación de la fertilidad, como también los médicos y los investigadores, e incluso los agentes pastorales y las autoridades políticas en los respectivos ámbitos de competencia, serán una válida ayuda a la maternidad y a la maternidad responsable:

· ayudando a los esposos a conocer y apreciar tales métodos en sus fundamentos y sus motivaciones, además que en sus aspectos prácticos, y sobre cómo aplicarlos en sus condiciones concretas ;

· ofreciendo bases científicas cada vez más sólidas para una regulación de los nacimientos respetuosa de la persona y del designio de Dios sobre la pareja humana y sobre la procreación ;

· profundizando tal argumento en sus diversos aspectos biológicos, científicos, culturales, psicosociales, morales, espirituales y formativos ;

· promoviendo al mismo tiempo una capilar educación a los valores morales, que el recurso a tales métodos supone, en relación a los cónyuges, a los novios, a los jóvenes en general, como también a los agentes sociales y pastorales ;

· ayudando a superar, en este ámbito, generalizaciones y mistificaciones, con frecuencia exageradas por una cierta propaganda interesada económicamente

· favoreciendo programas de investigación en este campo, como también en la formación de futuros profesionales capaces de ayudar a los jóvenes y las parejas a tomar decisiones siempre conscientes y responsables.

- En estos años, gracias a la ayuda de innumerables parejas cristianas en muchos lugares del mundo, los métodos naturales han entrado en la experiencia y en la reflexión de los grupos y de movimientos familiares y de las asociaciones humanas y eclesiales.


 

¿Cuales son los aspectos positivos de los métodos naturales?

Esos permiten:

- desde un punto de vista humano conyugal, de:

· respetar el cuerpo de los esposos y las leyes biológicas inscritas en su persona ;

· favorecer o evitar, por válidos motivos, el embarazo ;

· promover entre los esposos la comunicación y la ternura ;

· favorecer la educación a una libertad auténtica ;

· gobernar las tendencias del instinto y de las pasiones.

- Desde un punto de vista moral cristiano, de:

· reconocer que la capacidad procreativa es reflejo de la comunión creativa del amor trinitario, una cooperación con la potencia creativa de Dios, fuente y Padre de toda vida: los esposos son colaboradores, ministros y no dueños de la vida humana ;

· ser fieles al proyecto de Dios sobre el amor esponsal, sacramental ;

· respetar las leyes inscritas por Dios en la estructura natural, constitutiva de la persona ;

· evitar el mal moral de los otros métodos ilícitos.

 


 

¿Qué pueden hacer los esposos cuando no tienen hijos?

- Pueden recurrir ante todo a la medicina, para buscar resolver, en modo moral respetuoso de la dignidad de la persona, sus problemas.

- Pueden mostrar su generosidad e su fecundidad espiritual, social y eclesial:

· adoptando niños abandonados ;

· tomándolos bajo su cuidado ;

· realizando servicios significativos, actividades de voluntariado a favor del prójimo.

El Primicerio
De la Basílica de San Carlos y San Ambrosio en Roma
Monsignor Raffaello Martinelli

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NB: Para profundizar el argumento, se lean los siguientes documentos pontificios:

- Pablo VI, Humanae vitae, 1968;

Juan Pablo II, Familiaris Consortio, 1981;