NTRA. SRA. DE LA ESPERANZA
(en el Santuario de su nombre)

PATRONA DE CALASPARRA

(MURCIA)

Vistas del Santuario de la Esperanza

Calasparra es una pequeña ciudad ubicada en la comarca murciana del Noroeste, territorio montañoso en el que el rio Segura y sus afluentes han ido modelando un paisaje que presenta desde profundos cañones rodeados de bosque, hasta fértiles llanuras de huerta. De hecho, el nombre de Calasparra ha atravesado fronteras tanto por los afamados arroces producidos en la zona (con denominación de origen), como por el extraordinario enclave del templo dedicado a su patrona. La Virgen de la Esperanza se venera desde antiguo en una gruta natural excavada por el Segura, a 5 kilómetros del nucleo urbano, constituyendo en la actualidad uno de los santuarios marianos más visitados del pais. 

El origen de esta devoción arranca con el legendario hallazgo de la imagen en el interior de la cueva, cuando un pastor buscaba refugio. El hecho fue comunicado inmediatamente a las autoridades calasparreñas, que dispusieron el traslado de la talla hasta la ciudad con el fin de depositarla en alguna de las iglesias de la villa. Milagrosamente, la imagen adquirió un peso desproporcionado en relación a su pequeño tamaño cuando intentaron sacarla de la gruta, interpretando que debía ser aquel el lugar elegido por la Virgen para su veneración. La pieza es un pequeño busto de Maria tallado en madera, conocida por ello desde un principio con el sobrenombre de "La Pequeñica". Se desconoce el motivo y cuándo se le adosó a esa talla primitiva la imagen grande de Nuestra Señora, una escultura de vestir propia del barroco murciano. Hay documentos que ya contemplan esta disposición en 1786, venerándose juntas (la antigua a los pies de la otra) y constituyendo así un caso poco usual en la iconografía mariana. 

Desde el siglo XVII está documentada la existencia de un importante santuario en el lugar de la aparición, al cuál acudían en numerosas romerías los habitantes de Calasparra y de otros pueblos aledaños desde tiempo inmemorial. El carácter milagroso de la imagen se mantiene vigente hasta nuestros días, quedando como testimonio los cientos de exvotos que revisten las paredes de la cámara anexa al camarín de la Virgen. El templo ha sufrido numerosas reformas a lo largo de su historia, pero la espectacularidad del edificio viene dada principalmente por el lugar en que se encuentra.  

Ntra. Sra. de la Esperanza ostenta oficialmente el patrocinio sobre la ciudad de Calasparra desde 1840, título que vendría a compartir con los santos Abdón y Senén. La Coronación Canónica de la patrona se realizó el 8 de septiembre de 1996. 

Las fiestas en su honor se centran principalmente en la celebración de una multitudinaria romería hasta el santuario la noche del 7 de septiembre, congregando a miles de fieles para conmemorar, al día siguiente, la festividad de la Virgen. La talla no abandona su templo en dicha ocasión, puesto que son los fieles los que acuden al santuario para venerarla. Sí se realiza un traslado anual de la patrona hasta Calasparra, pero éste tiene lugar el primer domingo de mayo, volviendo al santuario en romería después de permanecer un mes en la ciudad expuesta al culto de los fieles.

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Cortesía de Joan Nolla y G.N.