La vida del cristiano nace y se realiza a partir de la fe. La fe no es sólo fuente de la vida cristiana, sino que es esta misma vida. El que ha sido justificado por la fe vivirá, tendrá la vida, y esta vida será alimentada por la fe: el justo vivirá de la fe.

Pero la fe también lleva consigo una serie de tensiones y de luchas: El creyente, en primer lugar, ha de luchar a brazo partido con el mismo Dios, al igual. que Jacob. Ha de enfrentarse consigo mismo y con su entorno, como Abraham, para seguir, aun en medio de las tinieblas, el camino que Dios le muestra, para aceptar lo incomprensible, incluso lo absurdo.

El creyente ha de aceptar, por último y sobre todo, la responsabilidad de su fe, que se ha de plasmar en una actuación de acuerdo con la misma (las obras de que habla San Pablo), y tiene que comprometerse —como los profetas, como los santos, como el mismo Cristo— en pro de la transformación del mundo y a favor de sus hermanos los hombres, empezando por los débiles y oprimidos, corriendo limpia y lúcidamente los riesgos que esta actitud implica, luchando las batallas que sean necesarias.

El cristiano no sólo ha de vivir la fe, sino que ha de superar todos los combates que la fe lleva consigo.


 

 

INDICE GENERAL


PARTE PRIMERA

CRECIMIENTO DE UNA VIDA:
LA FE GENEROSA


INTRODUCCIÓN

Cap. I. CONOCER QUE DIOS ES DIOS

Tú eres Alguien
El es el Unico
Ser puro para ver a Dios
Dios y el diálogo de nuestro corazón
«Sed santos, porque yo soy santo»
Cuando Dios seduce
Testigos de una consagración ...


Cap. II. LOS OJOS FIJOS SOBRE EL ROSTRO DE JESUCRISTO

I. La mirada de la Iglesia
II. La mirada del creyente

El Cristo de «ayer»
El Cristo de «hoy»
El Cristo de «mañana»


Cap. III. LA FE CUMPLE LA ESPERA DE NUESTRO CORAZÓN

1. Las apetencias decepcionantes

Quien da un hueso a un perro vagabundo
En la llanura había una espera
Sobre pistas engañosas

II. «Tú le has concedido el deseo de su corazón».

La aspiración a una liberación
La aspiración a un cumplimiento
La aspiración a una superación
La aspiración a una recapitulación


Cap. IV. LA FE CONSISTE EN HABLAR A Dios

Cuando Dios se calla
No abandonar el cielo ni la tierra
Al mismo tiempo pecador y salvado
Dios está siempre delante


Cap. V. UNA FIDELIDAD QUE DURA

I. Del acto de fe
...a la vida en la fe
Las leyes de una vida
II. Del encuentro con Dios viviente...
... a la memoria del Dios vivo
Memoria dirigida hacia el futuro
El gusto de Dios

 

PARTE SEGUNDA

EN LAS NOCHES DEL ALMA:
LA FE DOLOROSA


INTRODUCCIÓN

Cap. I. LA DURA LECCIÓN DE LOS PRECURSORES

I. Abraham
II. Juan el Bautista

Era necesario un Precursor
«Los hombres lo han tratado a su capricho»
Jesús y Juan
La oración de Juan Bautista
El testigo de Dios vivo


Cap. II. CRISTO HACIA LA NOCHE DE SU PASIÓN

Dios con nosotros
«Yo debo continuar mi camino»
Era para El preciso marcharse..., sufrir
«¡Cuán grande es mi angustia!»
La cita de Jerusalén
Jesús sabía desde el comienzo
El serena su rostro
Una paz extraña, maravillosa
El secreto de Jesús
Dejándoos un modelo


Cap. III. CUANDO
DIOS SE CALLA

¿Qué sucede?
Ausencia y presencia: ¿un juego cruel?

I. El silencio de Dios en las tinieblas de nuestra sensibilidad

El universo de nuestros signos
Los días y las noches
Certezas e incertidumbres
¿Y las certezas divinas?
¡Si solamente supiésemos escuchar!
Espera en el Señor

II. El silencio de Dios en nuestras pruebas

Los signos que inflaman la cólera
Los signos que conceden la misericordia
La fe que no pide signos

III. El silencio de Dios después de nuestros pecados

Creer que El habla siempre


Cap. IV. EN EL HORNO DEL MAL

I. Días de avalanchas y de tinieblas

Nosotros preferimos lo fácil
A merced de los acontecimientos

II. En el seno de las profundidades

En soledad tenebrosa
Un vértigo de libertad
La obligación al recurso

III. Las salidas del abismo

La rebelión
La resignación ilusoria
La fe
El único problema
Nada es imposible para el amor

 

PARTE TERCERA

HACIA LA SANTIDAD:
LA FE VICTORIOSA

INTRODUCCIÓN

Cap. I. NUESTRA FE: VICTORIA DE CRISTO SOBRE EL MUNDO.

I. Cristo, ¿dónde está tu victoria?

Una victoria progresiva
Una victoria poco brillante
La victoria de Cristo somos nosotros mismos

II. La victoria de la fe

«¿Quién es el vencedor del mundo sino aquel que cree?»

III. La victoria sobre el pecado y sobre la muerte.

Libres con respecto al pecado
Libres con respecto al temor de la muerte

IV. La victoria del amor


Cap. II. UNA SANTIDAD PARA LOS CREYENTES DE HOY

Amigos de Dios, amantes de Jesucristo
En la verdad de la vida
Por caminos de sencillez y de pobreza
Un amor que se quiere fraternal y se sabe responsable
En el crisol de la santa liturgia


Cap. III. PRENDIDOS POR JESUCRISTO

I. Semejantes a Aquel que ellos aman

Prendidos por Jesucristo
Una presencia y una gloria
El Evangelio escueto
«Tú serás transformado en Mí»

II. Conformados con Aquel que los ama

Las «humanidades de añadidura»

III. Configurados con Aquel que aman

Practicar el Evangelio
Imitar a Jesucristo
Vivir evangélicamente los acontecimientos
El mismo Padre los configura con su Hijo


CONCLUSIÓN: EN LA IGLESIA DE LOS SANTOS