Celebración del Miércoles de Ceniza con los niños

 

Autor: Teresa Fernández
Fuente: Catholic.net


Ambientación

En un mural o corcho hacer un círculo grande que ponga en su interior “Dios es amor” y después monigotes (esos de las inocentadas) sueltos alrededor. Así estará el mural hasta la hora de la imposición de la ceniza que es cuando se irán poniendo alrededor de círculo unidos por las manos. Para ello es mejor hacer el montaje total y después recortar para que nos encaje.

Los monigotes al principio están separados (todos nos alejamos de Dios y de los demás. Al final, están todos unidos a Dios y entre sí).

1. Canto de entrada: En su mesa hay amor

2. Saludo de introducción
(Sacerdote o niño/a)

Dios es amor. Si queremos de verdad a los demás, Jesús vivirá dentro de nosotros, pero siempre tenemos el peligro de querernos más a nosotros mismos y a nuestros caprichos que a los demás. Cuando pasa eso, Jesús no puede vivir del todo a gusto en nuestro corazón. Si le echásemos del todo, estaríamos como muertos. Lo normal es que sólo le echemos un poquito: entonces Jesús está incómodo en nosotros, y nosotros estamos enfermos, pachuchos.
 

Cuaresma significa 40 días. Es un tiempo que dura hasta la Semana Santa y en el que intentaremos vivir varias cosas:

  • Conocer a Jesús más a fondo y conocer su mensaje que él nos invita a vivir.
     

  • Conocernos a nosotros mismos más a fondo y descubrir por qué estamos pachuchos, cuál es nuestra “enfermedad” de corazón.
     

  • Conocer el remedio para ponerlo en práctica, de modo que Jesús esté cómodo en nosotros y nosotros seamos felices para hacer felices a los demás.


    Hoy, miércoles de Ceniza nos reunimos para celebrar todos juntos el comienzo de estos 40 días mediante el símbolo de la ceniza.

    3. Peticiones de perdón

    Vamos a hacer juntos algo que los cristianos han hecho siempre desde hace muchos siglos: pedir perdón a Dios. Es verdad que podemos pedir perdón a Dios a solas en cualquier momento, pero esta mañana es especial, porque lo hacemos juntos, de una manera solemne y oficial, como hermanos que se reúnen junto al Padre. Jesús está de un modo también especial con nosotros y nos perdona si de corazón le pedimos perdón. (la puede leer el sacerdote o un niño/a)

    Canto de perdón o antífona después de cada petición.
     

  • Porque nos hemos portado mal en casa.
     

  • Porque hemos peleado entre nosotros.
     

  • Porque hemos sido perezosos a la hora de estudiar o de ayudar a los demás.
     

  • Porque a veces no decimos la verdad temiendo quedar mal.
     

  • Porque a veces dejamos de hacer el bien que podríamos perfectamente hacer.

    (si alguno quiere pedir perdón en voz alta lo puede hacer)

     

    4. Imposición de la Ceniza

    Se acerca desde detrás el recipiente de la ceniza mientras se lee:

    Cuando quemamos algo ¿qué queda? CENIZA.
    Las cenizas son nuestros egoísmos y enfermedades: peleas, mentiras, pereza en el estudio, falta de cariño y respeto nuestro padres...
    La ceniza significa que todo lo anterior lo hemos quemado y que queremos que nazca en nosotros algo nuevo: la paz, la amistad, la solidaridad, el amor, la dulzura, la comprensión...

    Bendición de la ceniza y de los niños

    Sacerdote: Vamos a quedarnos unos momentos en silencio para rezar pidiéndole a Dios, nuestro Padre, que nos mire con cariño a todos los aquí reunidos y bendiga con su amor esta ceniza que vamos a imponer en nuestra frente como signo de nuestro deseo de cambiar y dejar nuestras actitudes cómodas y egoístas.
    (breves momentos de silencio)

    Padre nuestro, cuando somos sinceros reconocemos sencillamente nuestros defectos sin intentar disimularlos, tú nos miras con cariño de Padre. Míranos aquí reunidos y bendícenos a todos para que este símbolo de la ceniza no se quede sólo en un juego, sino que sea verdadero símbolo del esfuerzo que queremos hacer esta Cuaresma par conocer más a Jesús, a nosotros mismos y llegar a ser como tú quieres que seamos.

    Canto: Hombre, no llores. Dios te ama.
    (imposición de la ceniza)

    Los niños que tienen que ir reconstruyendo el mural lo pueden ir haciendo ahora, después de habérseles impuesto a ellos la ceniza, mientras el sacerdote acaba de imponerla al resto.