II GUERRA MUNDIAL
Obrada por el Socialismo europeo,
y no solo por un hombre llamado Adolf
Calles
de Alemania, polvorín del Nacional Socialismo alemán, motor de la II Guerra Mundial
Madrid, 1 septiembre 2014
Dionisio A & Manuel A, Mercabá
El 1 septiembre 1939, y con la excusa de hacerse con el corredor del Danzig polaco (entre Alemania y Prusia oriental), Hitler invadió Polonia y dio comienzo a la II Guerra Mundial, hace ya 75 años.
Pero la II Guerra Mundial no fue causada por un solo hombre. Además, años antes Hitler no pasaba de mero pintor fracasado, metido en la cárcel por actividades subversivas, y colocado a dedo en el mundo de la política. Eso sí, supo aprovechar de maravilla las ideas latentes socialistas que se habían introducido tras la I Guerra Mundial:
-en los países
centro-europeos, que luego le apoyaron en las llamadas Potencias del Eje,
-en sus conciudadanos alemanes, que votaron en masa la idea de un Reich
Socialista que se hiciera con el control de toda Europa.
Veamos qué fue lo que auspició la II Guerra Mundial.
No
tuvo una planificación mundial exhaustiva, y en la Paz de Versalles-1919 no
buscó reorganizar el mundo, sino sólo destruir lo que había antes del
conflicto.
El norteamericano Wilson
llevó a cabo la iniciativa, desde su visión demócrata, simplista[1]
y nada eurocéntrica. Así, decide meterse en un puzzle europeo ajeno para él,
y sacar de él todo el dinero posible para los Estados Unidos.
El británico Lloyd-George tuvo que renunciar a
su aislamiento internacional, e insertar a Inglaterra en el equilibrio europeo
de fuerzas. A cambio, recibió numerosas ganancias para su Imperio ultramarino.
El francés Clemenceau logró salirse con la
suya, y que se perdonase a los socialistas que no habían querido intervenir en
la guerra. Además, recibió numerosas recompensas territoriales en Europa[2],
así como en zonas mineras e industriales[3].
El italiano Orlando trató de reivindicar sus
muertos, pero nadie le hizo caso y recibió a cambio escasas colonias semi-desérticas.
El alemán Ebert perdió territorios[4]
y población[5]
por todos sitios, vio cómo Alemania perdía su corona[6],
ejército[7]
y capacidad industrial, y su balanza de pagos encasilló la economía alemana,
reduciéndola a la miseria[8].
El austriaco Carlos I[9]
perdió todo su Imperio balcánico[10],
así como tuvo que aceptar una República socialista en el seno de Viena[11].
El turco Mehmet VI[12]
perdió todo su Imperio musulmán[13],
así como tuvo que aceptar una República laica en el seno de Estambul[14].
Continuó
siendo de miedo
y confusión, incluso mucho mayores que los previos a la I Guerra
Mundial, y eso a pesar de las bajas[15],
gastos[16]
y costes[17]
de la guerra, o la desequilibrada Paz de Versalles-1919[18].
Su cambio más importante se notó en el total desmembramiento
de los viejos Imperios ruso, turco y austriaco, así como en la
aparición del racimo de naciones independientes de Polonia, Checoslovaquia,
Yugoslavia, Hungría, Finlandia, Lituania…
En esta situación, los primeros en tomar la iniciativa
fueron:
-Estados
Unidos, que decidieron aislarse de nuevo a nivel diplomático[19],
-Francia,
que seguía tratando de evitar el resurgimiento alemán
Fue desastrosa y de continuos trastornos financieros, como apuntan los
datos de 1920 sobre:
-producción
manufacturera, un -7%
respecto a la de 1913,
-producción
agrícola, un -33
-número
de exportaciones, un -50
-producción
industrial, un -87
Hacia 1921 algunos países lograron
salir de esa situación, mejoraron su posición en producción de petróleo,
productos químicos, frigoríficos, conservas… y acabaron liderando las pérdidas
del resto. Fue el caso de los Estados Unidos[22],
que poco a poco fue invirtiendo e hipotecando al resto de países europeos[23].
Hacia 1923 cada país iba por su lado,
y aumentaron las rivalidades económicas y disputas internacionales. El Plan
Dawes-1924
suavizó la tensión bursátil[24],
pero propició en Estados Unidos el inicio de un boom
inmobiliario[25],
y endeudó todavía más a los países europeos.
En 1928 explotó el boom
doméstico norteamericano, y en
1929 estalló la crisis de Wall Street[26],
con una reacción en cadena incontrolable[27].
Estados Unidos se equivocó al buscar aranceles que protegieran su economía[28],
y las exportaciones norteamericanas cayeron en picado[29].
d) Surgimiento del
socialismo
europeo
Había tenido sus precedentes
en la izquierda
política del s. XVIII, XIX y XX, que había ido pre-anunciando un socialismo nacional europeo a través de:
-la
izquierda francesa[30],
desde Napoleón III en adelante,
-la
izquierda austriaca
-la
izquierda filosófica
Terminada
la I Guerra Mundial, la base del liberalismo había sido barrida de forma
estrepitosa, y se había iniciado una era de revolución
en toda Europa. Antes de 1917 no existía ningún gobierno comunista,
y antes de 1919 no existía ninguna doctrina fascista. No obstante, el régimen
soviético implantado por Lenin en 1917, así como el régimen fascista[33]
implantado por Mussolini en 1919, lograron inundar Europa de movimientos
socialistas.
Los movimientos socialistas diferían entre sí en tantos aspectos como
características tenían en común. No obstante, cabe distinguir como mínimo
común socialista: el anti-capitalismo, el principio de caudillaje,
el ejército de partido.
Son otras características que se fueron añadiendo
al mínimo común socialista:
-el
mando totalitario de la sociedad, con todo el carisma y cualidades
personales de su líder;
-la
negación del capitalismo y conservadurismo, salvo alianzas temporales con
la derecha política
-un
estado socialista autoritario, con estructura económica nacional
-una
ideología romántica, con credo socialista, misticismo litúrgico
Se trató, por tanto, de un proceso moderno que deseaba desarrollar
modernamente todos los sectores de la sociedad.
Europa del Este fue una zona en la que no había ninguna normalidad que
recuperar. Rusia había reemplazado su gobierno imperial por uno bolchevique.
Polonia, Checoslovaquia, Yugoslavia y Rumanía redactaron constituciones
parlamentarias democráticas, en un intento por emular a Occidente[42].
Y casi todas ellas mantenían en su seno abundantes minorías nacionales[43].
Se trataba de países agrícolas, con altas natalidades y desempleo,
industrias ineficientes y restricciones arancelarias a las inversiones
extranjeras. Carecían todos ellos de clase media empresarial y profesionales
independientes. Temían todos a la Unión Soviética, el ateísmo y el
semitismo, y desarrollaron pequeños partidos fascistas para protegerse de
ellos.
Checoslovaquia
era la que vivía una situación más difícil, al ser una nación pequeña
rodeada de enemigos fuertes. Además, sólo un 65%
de su población estaba registrada como checoslovaca, frente a un 35%
de fuertes minorías[44].
Así mismo, sólo un 76%
de su población era católica[45],
y el resto estaba enfrentado a ella[46].
Hungría
fue el mayor perdedor de la I Guerra mundial, en términos de territorio y
población[47].
Así, optó en 1920 por la dictadura del conservador Miklos Horthy[48],
apoyada por los patrióticos veteranos de guerra, terratenientes, burocracia
estatal, Iglesia católica y bancos. Se trataba de un régimen democrático a
mano alzada, sin apenas reforma agraria, avance educativo ni cambios en el nivel
de vida.
Rumanía
fue una de las ganadoras de la I Guerra mundial, al adquirir territorios de los
Habsburgo la Transilvania y Bucovina, de Rusia la Besarabia y de Bulgaria la
Dobrudja[49].
Implantó una monarquía bastante estable y rumanizante[50],
con un 70[51].
Implantó una monarquía bastante estable y rumanizante[52],
con un 70%
de población rumana y una administración homogénea. No obstante, su
maquinaria era anticuada, sus caminos poco pavimentados y su sistema de educación
no existía. Experimentó elecciones fraudulentas, nepotismo en los
nombramientos, acoso policial de la oposición[232].
Yugoslavia
implantó la monarquía del rey Alejandro[52]
en 1929, sin consultar previamente a todas las zonas, y retomando el camino de
la vieja corona de Serbia y Montenegro. Fue apoyada en todo momento por Reino
Unido, y contó en su interior con todo un polvorín de nacionalidades[53],
iglesias[54]
y lenguas[55].
A nivel político experimentó elecciones fraudulentas, violencia física en el
hemiciclo parlamentario, intereses regionalistas, odios étnicos, religiosos y
nacionales, y una capacidad de estallar todo por los aires en un alto nivel[56].
A nivel económico implantó métodos primitivos en la agricultura, no invirtió
nada en infraestructuras, y mantuvo altos índices de desempleo y enfermedades.
No
tuvo nada que ver con los socialismos centroeuropeos, pero sí que tuvo los
primeros elementos autoritarios (y no sólo totalitarios) del socialismo. De hecho, fue en Portugal donde se fraguó por
1ª vez en el s. XX europeo:
-las
primeras políticas autoritarias,
-el
primer derrumbamiento de un sistema liberal.
Tuvo
sus precedentes
en los intentos de:
-Joao
Franco en 1907, cuando implantó una dictadura monárquica,
-Pimenta
de Castro en 1915, cuando impone un gobierno militar extraparlamentario
-Sidonio
Pais en 1917, cuando hace un llamamiento a la insurrección, y proclama la I
República portuguesa
En este estado de cosas, tiene lugar el golpe
de estado militar de 1926, donde el general Gomes da Costa se hace
con el control total de Portugal. En 1928 ingresa el académico Oliveira Salazar
como ministro de finanzas, y la economía portuguesa da un vuelco espectacular.
En 1932 es designado Salazar por los militares como primer ministro, con
el encargo de elaborar una constitución de corte nacionalista y corporativo,
emulando el fascismo que había impuesto Mussolini en Italia. Es el momento en
que nace la Constitución salazarista, y el
comienzo de sacrificios y limitación de libertad individual en pro del interés
superior de la nación. Para consolidarse en el poder, Salazar:
-expulsó
a los militares contestatarios a su nueva dictadura,
-engañó
a la derecha con falsos ideales de vuelta monárquica,
-tranquilizó
a la izquierda al no restituir los bienes incautados a la Iglesia durante la I
República,
-impuso
la política de partido único, en manos de su recién fundado Unión Nacional.
Se trató de una dictadura inspirada en la doctrina
corporativista izquierdista, a lo que fue añadiendo los ingredientes
de:
-autoritatarismo
total[59],
-excesivo
control policial
-escasa
represión hacia la clase media,
-prohibición
de los movimientos radicales de masas
-prohibición
de los movimientos sindicalistas reivindicativos
No obstante, tras el estallido de la II Guerra Mundial decidió Salazar desprenderse públicamente de todo su aparato totalitario, reduciendo su régimen autoritario a mero estado burocratizado, dado que la analfabetización y nula movilidad de Portugal mantenían alejados los peligros de oposición política.
FASCISMO
ITALIANO
Ya en 1907 Sergio Panunzio y Angelo Olivetti habían convencido a los
sindicalistas revolucionarios para que renunciaran al marxismo, y habían
empezado a esbozar con ellos el concepto de “nación proletaria”. Pues las
diferencias no sucedían entre las clases internas de Italia, sino entre los países
capitalistas como Inglaterra y los países atrasados como Italia. Fue el momento
en que nació el sindicalismo socialista.
Hacia 1915 Filippo Marinetti alentó a los jóvenes
futuristas a rechazar violentamente las viejas normas e instituciones
existentes, pues “la guerra es la única higiene de las naciones”. Fue el
momento en que los motoristas-pintores dejaron sus elucubraciones metafísicas
para recoger y absorber todos los ideales juveniles de vanguardia y modernidad,
así como plantarse como partidarios de:
-instalar
una República y acabar con la monarquía,
-emprender
reformas democráticas y sociales,
-descentralizar
el poder ejecutivo,
-implantar
magistraturas electivas e independientes,
-acabar
con el servicio militar obligatorio, rearme general e industria armera,
-confiscar
las propiedades de la Iglesia, y ponerlas a cultivar,
-nacionalizar
la banca,
-gestionar
las fabricas a través de sindicatos nacionales,
-abolir
la diplomacia secreta, e impulsar una política exterior de solidaridad
internacional.
Hasta que Mussolini supo encauzar ambos
movimientos, dotarlos de socialismo y democracia, y militarizarlos
nacionalistamente. Había nacido el Partido Fascio
Italiani di Combattimento de Milán, en marzo de 1919.
Tuvo lugar tras la I Guerra mundial, tras una falta
de éxitos militares que exacerbó el sentimiento común, y un
Tratado de Versalles-1919 que concedió a Italia tan sólo el pírrico Tirol.
Así, en 1920 los obreros
de Milán y Turín decidieron ocupar las fábricas donde estaban
empleados, iniciando una revolución socialista bajo la excusa de reclamar
calidad de producción[63].
Lo que no hizo sino atemorizar a las oligarquías locales e industriales
conservadoras, que recurrieron a Mussolini para sofocar a los anarquistas[64].
Editor de periódicos socialistas, Mussolini
simpatizaba con los futuristas italianos y había seguido de cerca el desarrollo
del Partido Comunista de la URSS. Se consideraba revolucionario moderado, práctico
y aparatoso[65].
Hasta que en 1914 los socialistas empezaron a abogar por la neutralidad, y
Mussolini empezó a publicar a todos vientos una doctrina nacional,
anticomunista y de partido único[66],
como único medio para defender a Italia frente a Austria.
El Partido comunista de Gramsci y Togliatti decidieron sumarse también a
Mussolini, cambiando el concepto de lucha de clases por el de dignidad nacional.
Fue lo que llevó a Mussolini a fundar el Partido
fascista, organizado en torno a feudos regionales, controlado por
cabecillas locales y armado mediante la milicia de los camisas negras para
intimidar a los izquierdistas.
En las elecciones de 1919 no obtuvo
Mussolini ningún escaño, en 1920 recibió 300.000 simpatizantes, y en 1921 sumó
35 escaños. Hasta que en las elecciones de 1922 se sucedieron 5 gobiernos débiles
consecutivos, y el rey y primer ministro Giolitti deciden ofrecer a Mussolini
liderar un gobierno de coalición.
Fue
fundado por Mussolini bajo el símbolo del fascio
romano imperial[67]
y a través de la
unidad multicultural de:
-3
grupos sociales: los futuristas, sindicalistas y ex-combatientes,
-2
grupos económicos de financiación: la clase media urbana, los propietarios
agrícolas del norte,
-4
ideologías políticas distintas: la izquierda radical
Pasó por 6 fases a lo largo de su
existencia:
1ª
Organización de los Fascios de Combatimento-1919, o etapa de pequeños
grupos que no están coesionados y empiezan a compartir postulados en común[72];
2ª
Marcha sobre Roma-1922, con liderazgo y unificación de Mussolini, a través
de un partido de milicia que actuaba en la calle con porra, navaja y pistola[73].
Produjo una manifestación militarizada en la capital, y recibió el poder de
parte de Víctor Manuel III;
3ª
Parafernalia litúrgica-1923, con ilusiones creadas por Mussolini
mediante la forma de vestir, afeitarse la cabeza, lucir las camisas negras…
4ª
Implantación dictatorial-1925, mediante cambios estatales y económicos[74]
que institucionalizaron el régimen[75],
modernizaron Italia, eliminaron la amenaza comunista e impulsaron políticas de
prestigio internacional;
5ª
Impás de inactividad-1929, ante el acomodamiento estatal y normalización
del estado fascista;
6ª
Reactivación de la política exterior-1933, con la invasión de Abisinia
y envío de 70.000 soldados a la guerra civil española[76].
En líneas generales, el mandato de Benito Mussolini como primer ministro
de Italia, bajo la corona de Víctor Manuel III, tuvo 5 fases
diferenciadas:
-en
1922-25, en que gobierna bajo una coalición de partidos[77],
-en
1925-32, en que crea y desarrolla una política de partido único
-en
1932-36, en que multiplica los pactos a nivel internacional,
-en
1936-40, en que comienza a nazificar Italia
-en
1940-45, en que se autodesigna duce
de la nueva República Italiana, e introduce a Italia en la II Guerra Mundial.
En cuanto a política exterior, Mussolini
ordenó intervenciones turbulentas en Yugoslavia[80],
Grecia[81]
y el Tirol, y lideró personalmente los Acuerdos de Locarno-1928. No obstante,
fracasó en su intento de crear una I Internacional Fascista-1934, en gran
medida debido a las posturas opuestas en cuestiones de racismo y anti-semitismo.
En
cuanto a política
interior, Mussolini elaboró un sistema corporativista[82]
basado en la fusión de ideas dispares[83],
y en que nunca pudiese cristalizar una élite gobernante estable. Transformó el
Parlamento en partido único, e hizo del Partido fascista un partido de clase
media[84].
Introdujo el calificativo de “totalitario” a su programa electoral[85],
aunque siempre bajo la jefatura constitucional de Víctor Manuel III. Mantuvo la
policía como otra administración funcionarial más, y renunció a la represión
y deseos sanguinarios. Reformó el código civil, mercantil y penal, alargando
la sombra de su ideología a toda la Italia del s. XX.
A
nivel
educativo Mussolini impuso una agresiva italianización en las
escuelas y servicios públicos italianos.
A
nivel
religioso Mussolini negoció con la Iglesia la fundación del estado
Vaticano[86]
y el currículum docente escolar[87],
rubricado en el Tratado de Letrán-1929.
A
nivel económico
Mussolini nunca pudo ejercer control sobre las élites económicas, ni imponer
un único programa económico. Sí que logró modernizar el país, y expandir su
economía merced a la inyección de corporativismo, capitalismo y reorganización
bancaria. Aparte de imponer una rigurosa intervención estatal en los procesos
económicos.
A
nivel social
Mussolini potenció la fecundidad y familias numerosas. En todos los casos
cortejó por igual a la opinión pública, repitiendo que su plan era esculpir
una materia prima nacional[88].
Así como hizo hincapié en la urbanización.
NAZISMO
ALEMAN
En
1917, y durante el transcurso de la I Guerra Mundial, el Partido Socialdemócrata alemán
se había dividido en dos ramas:
-la
Liga espartaquista[89],
conformada por los intelectuales pacifistas de extrema izquierda,
-el
Partido Socialdemócrata Independiente, resto de la vieja guardia
liberal-centrista que decidió seguir adelante.
Acabada la I Guerra Mundial, el gobierno provisional de la derrotada
Alemania hizo aguas por todas partes[90].
En 1919 el PSI proclamó una república en Baviera y otra en Berlín, y la Liga
espartaquista contraatacó con un alzamiento en Berlín. En Berlín el PSI recurrió a los freikorps[91]
para reprimir a los espartaquistas, pero en Munich
los comunistas asesinaron al líder del PSI y sovietizaron la república de
Baviera.
En esta situación, la supuesta sucedora del régimen anterior, la República
de Weimar[92],
trató hacer las cosas bien, y fue avanzando hacia una constitución republicana[93].
Su presidente trató de hacer olvidar la figura del emperador[94],
y su Reichstag representar a los diferentes landers-estados
alemanes[95].
Su labor educacional fue importante[96],
así como la restitución de su funcionariado civil, juricatura y policía.
En 1920 Alemania perdió todas sus reservas de oro, en su intento por
pagar las indemnizaciones de guerra[97].
Esto llevó a la hiperinflación, al colapso del marco y a la subida de precios
por horas. En 1923, Alemania se vio imposibilitada para pagar sus compromisos, y
Francia decidió hacerse con la zona industrial del Ruhr para compensar[98].
Esto
hizo espabilar a Alemania, que gracias al Plan Dawes-1924 y Plan Young-1929 logró
hacerse con la confianza de los EE.UU, y empezar su recuperación económica. El
ministro Hilferning puso en marcha el nuevo rentenmark[99],
y creció paulatinamente la confianza en la capacidad productiva alemana.
Sucedió el 30 enero 1933, día en que Adolf Hitler fue nombrado
presidente del Partido Socialista[100]
y, con el apoyo del Partido Zentrum[101],
recibió los apoyos necesarios para hacerse con el título de canciller. Fue
posible, pues, gracias al apoyo del Zentrum[102],
aunque fuese la chispa que lo acelerase el incendio del Reichstag[103].
Tres fueron los factores que se fueron uniendo desde
1930 a 1933:
-el
miedo que se dedicó a sembrar el partido nazi de Hitler por toda Alemania,
-el
miedo que ya existía en Alemania respecto al movimiento bolchevique
-la
posibilidad que fue rumiando Von Hindenburg de utilizar a Hitler para fortalecer su
gobierno, frente a la oposición.
Tras esta elección de Hitler en 1933 por
el Zentrum[105]:
-Hitler
se comprometió a no perseguir a los cristianos, y sí a utilizarlos para crear
una conciencia nacional,
-los
obispos mostraron posturas ambiguas al respecto, desde un principio
-los
católicos se fueron adhiriendo, poco a poco, a las ideas de Hitler.
Nació
por la coyuntura económica alemana del momento, así como por las causas
sociales de:
-el
ideal de patria militarizada, que llevaba a los jóvenes alemanes a querer
servir en el ejército, así como frecuentar numerosas ligas civiles
paramilitares;
-no
aceptar que habían perdido la I Guerra Mundial, pues la percepción era que
los políticos se habían dejado engañar
-el
peligro del internacionalismo marxista, que se enzarzaba contra todos los
estados y destrozaba el ideal patriótico, la convivencia social y el mundo del
trabajo.
Introdujo
desde el principio la ideología
nacionalista de:
-la
raza aria, de características únicas y llamada a ocupar un lugar en la
historia[108],
-el
misticismo intelectual, basado en el esoterismo, simbología irracional,
mezcla de historia y leyenda,
-el
darwinismo social, que animaba al gobierno del mundo por parte de los más
fuertes, dentro del país y del concierto internacional.
E introdujo desde el principio la ideología
socialista de:
-el
ecologismo, ante la sobreabundancia de industrialización,
-la
movilización de masas, de cara a extremar la necesidad de cambio total,
-la
estatalización de la vida social, con control estatal sobre los campos económicos,
educativos…
En
el aspecto económico defendió el anti-capitalismo,
pero respetando la propiedad privada, las industrias privadas y la gran economía
oligárquica. Pues lo que se defendía era:
-eliminar
los monopolios no generosos con la nación,
-proteger
las industrias estatales del país,
-recuperar
las industrias “alemanas” de otros países.
En cuanto a su anti-semitismo, el partido nazi plasmó las ideas de Hitler en su Mein Kampf-1923: los judíos eran una gangrena dentro del mundo alemán, y el pueblo judío era cabezón, ladrón y tenía pactos diabólicos. Y eso que los judíos asquenazíes alemanes eran distintos del resto de semitas europeos, con su propio idioma y costumbres endogámicas. Pero en la crisis de los años 20 se habían estado lucrando bancariamente, y a nivel social habían estado muy por encima de la hambruna general alemana[109]. Así, una vez conseguido el poder, el partido nazi borró todos sus honores de guerra pasados[110], ridiculizó sus costumbres en el cine y prensa[111], prohibió sus licencias laborales y acabó marcando su sangre mediante un brazalete en el brazo[112]. La población alemana sabía lo que estaba pasando, pero no exactamente lo que estaba ocurriendo en cada caso[113].
Su
crecimiento
electoral se produjo a partir del Crack económico-1929, no siempre de forma
constante pero siempre en ascenso. Su clave estuvo en:
-actuar
de partido bisagra entre los partidos de derechas, y colaborar con ellos,
-el
miedo que predicó en sus mítines electorales, sobre todo en el aspecto de
seguridad nacional
En
cuanto a política
interior, Hitler no permitió que nada se le entrometiese en su
contacto directo con las masas. Eso sí, consiguió que su partido controlase
los procesos estatales, sobre todo durante la guerra, y siempre de forma
condicionada por parte de su privada SS.
En
cuanto a política
exterior, Hitler se movió siempre por criterios ideológicos,
tratando de expandir el estado e ideología nazi por todo el mundo.
A
nivel ideológico,
el nazismo fue producto sintomático del mundo moderno, y casi todas sus ideas
habían sido ya defendidas durante la Ilustración francesa[115]
y comunismo soviético[116].
No obstante, fueron aportaciones genuinas suyas: la idea de la raza y el anti-semitismo.
A nivel económico, el partido nazi
no poseyó una doctrina precisa en sus comienzos. De ahí que cuando se hizo con
el gobierno de la nación, surgiesen 2 tendencias internas:
-la
de Walter Funk[117],
partidario de los intereses de la gran empresa, y de aliarse con el Círculo
Keppler[118],
-la
del propio Hitler, partidario de los intereses de la clase media, y de
hacerlo todo corporativamente.
Tras esos titubeos iniciales, se puede decir que la visión económica de
Hitler pasó por 2 etapas:
-de
1933 a 1936, donde implantó una economía planificada limitada[119],
-de
1936 a 1940, donde se implantó una economía forzada y obligatoria
Fue el golpe maestro ideado por Hitler, para tener los parlamentarios
necesarios tras las elecciones de 1933, y cumplir su deseo de abolir la República
en Alemania. Pero vayamos paso a paso.
Ya
la campaña
para las elecciones de 1933 había girado en torno a la idea de un
partido de concentración nacional, y en ella había inculcado Hitler:
-el
pánico al comunismo[121],
-el
manifiesto de católicos a su favor
Y es que los obispos habían pedido el voto,
en aquellas elecciones de 1933, para aquellos líderes que defendieran:
-la
paz y prosperidad en Alemania,
-la
escuela confesional y la Iglesia Católica.
En una demostración de estrategia única, Hitler se apropió de esta
declaración episcopal, y pidió el voto a los católicos por ofrecer él mismo
esas premisas.
La noche anterior a las elecciones tuvo lugar el incendio
del Reichstag, aprovechado por Hitler para:
-echar
la culpa a los comunistas[123],
-firmar
el decreto Para la defensa del pueblo alemán.
Ganadas las elecciones de 1933, Hitler
canciller ya podía presumir de haberse conseguido el título de Hitler fürer.
Tras lo cual, el nuevo fürer propuso:
-un
nuevo acuerdo con el Zentrum[124],
-la
ley de plenos poderes
-la
restitución de fronteras pre-I guerra mundial
Fue el
primer paso dado por Hitler nada más subir al gobierno de Alemania, y tuvo dos finalidades
desde el principio:
-el
cumplimiento de las promesas hechas al Zentrum,
-la
obtención del apoyo papal a la restitución de fronteras alemanas.
Sucedió en julio de 1933, y tuvo como conclusiones
finales:
-el
apoyo a los cristianos perseguidos en varios landers
protestantes[127],
-la
no creación de ningún cisma en la Iglesia alemana,
-el
apoyo a la Iglesia en el ámbito sólo religioso,
-la
libertad de enseñanza en las escuelas católicas,
-la
no participación de sacerdotes en la política
d.3)
Leyes anti-semitas del III Reich nazi
Tuvieron sus causas en:
-la
instalación que Hitler ya se había asegurado en el poder,
-el
Congreso Internacional judío de 1933, donde se pidió el embargo de EE.UU a
Alemania
Comenzaron
con las firmas de las:
-Ley
de Recuperación de la Administración pública, donde se reservó ésta al 100%
para los arios[130],
-Ley de Ciudadanía, para jueces y médicos,
que tenían que prevenir del peligro judío,
-Ley de Protección de la Sangre y Honores alemanes, dando derechos prioritarios a los arios en todo
-Ley de Expropiación, quitando a los
judíos el derecho a la propiedad.
Los judíos pidieron a la Santa Sede
su intervención, como no país y como más sensible, y ante el embargo fallido
de EE.UU. La Santa Sede mandó al nuncio en Alemania que interviniera, pero el
episcopado alemán mostró sus reparos por:
-no
poder legalmente,
-no
hacer sino provocar otra persecución, la anti-católica
Como respuesta a la petición judía, Pío
XI condenó sin paliativos toda
política estatalista, en su encíclica Mit
brennender Sorge-1937:
-sin
mencionar al nacional-socialismo[133],
-denunciando
la violación del Concordato Alemania-Santa Sede,
-animando
a los creyentes alemanes a perseverar.
Culminaron
la noche del 9-10 noviembre 1938, conocida como Noche de los Cristales Rotos-1938, y
en la que Hitler dio orden de:
-incendiar
más de 1.400 sinagogas,
-destruir
más de 7.500 tiendas judías,
-matar
a todo judío que ofreciera resistencia
Ya en 1938 Alemania se había anexionado Austria
y los Sudetes de Checoslovaquia, tras el Pacto de Munich-1938 entre
Inglaterra y Francia, y como devolución de lo que siempre había sido alemán
antes de la I Guerra Mundial.
En 1939 Alemania siguió ahondando el ensanchamiento de sus fronteras, y
de ahí vinieron los pactos secretos:
-con
la URSS, donde ambos países decidieron no agredirse, y repartirse Europa
por adelantado,
-con
Italia, en el Pacto de Acciaio, y donde Hitler acordó con Mussolini la
cooperación mutua a todos los niveles.
El 1 septiembre 1939, y con la excusa de hacerse con el corredor del Danzig polaco, entre Alemania y Prusia oriental[135], Hitler invadió el país de Polonia, dando comienzo a la II Guerra Mundial.
EL
CASO DE HITLER
Canciller
de Alemania de 1933 a 1939, Adolf Hitler (Austria 1889-Berlín 1945) fue el
fundador del Partido Nacional Socialista alemán, y el principal causante de la II
Guerra Mundial. Así mismo, impuso en Alemania el III Reich socialista,
llevando al país germano a la barbarie racista y a una imposible expansión
alemana hacia el Este europeo.
Hijo de aduanero que le azotaba, y de madre que le dio todo su cariño,
Hitler pasó su infancia en Linz-Austria,
llevando una vida rebelde para el estudio[136]
y atenta a la idea de una gran Alemania[137].
Tras terminar sus estudios obligatorios con 16 años, decide dedicarse a leer la
historia de Alemania, uniéndose a los nuevos movimientos pangermánicos que su
amigo Kubicek le iba enseñando.
Con 17 años marcha a Viena,
donde vive su tierna juventud y empieza a trabajar como obrero, entrando en
contacto con los socialistas. Rechaza la idea de formar parte de unos sindicatos
“formados por pequeños burgueses alemanes”, que además rechazan
equivocadamente la religión, moral y ordenamiento social. Eso sí, se da cuenta
de que el éxito político sólo lo consigue una masa brutal y fanática, por
medio de la propaganda de turno. Es entonces cuando intenta analizar el éxito
de la violencia marxista, y se da cuenta de que el Manifiesto
Comunista fue escrito por un judío. Llega entonces a la conclusión
de que los judíos están detrás del movimiento marxista[138],
tratando de desmantelar con él el poder aristocrático occidental, y poder así
dominar el mundo. En una visita que hace al Parlamento austriaco se da cuenta
del peligro nº 3 para la sociedad[139]:
el parlamentarismo[140].
Con 23 años se traslada a vivir a Munich,
montando por su cuenta una tienda de acuarelas. En 1914 es reclutado para la I
Guerra Mundial[141],
hasta que ésta termina, encuentra un nuevo trabajo[142]
y en 1919 se afilia al Partido Obrero Alemán[143].
Desde él lanza una radical oposición contra los otros dos partidos
mayoritarios[144],
decide ascender en su organigrama[145]
y empieza a elaborar una propia ideología,
consistente en el rechazo de:
-el
totalitarismo político, aunque reconoce que sólo las acciones individuales
han cambiado el mundo,
-una democracia en manos de las masas, pues ésta está carente de genio
político,
-la eugenesia aristocrática, o idea darwinista de lucha de razas.
Es el momento en que decide cambiar el nombre del partido por el de Partido
nacional-socialista, pivotarlo en torno a sus 25 puntos políticos,
embellecerlo con la cruz gamada y lanzarlo en golpe de estado sobre Munich[146].
18 de sus seguidores fueron fusilados[147],
todo su partido confiscado, y él en persona condenado a 5 años de cárcel.
En la cárcel escribe todas sus ideas
bajo el título de Mein Kampf, una
seguidora suya las lleva a la imprenta, y muchos empresarios y críticos con la
República de Weimar empiezan a subvencionarlas para acabar con el socialismo
rampleante de Alemania.
Liberado en 1924, Hitler publica su pangermanismo, anti-comunismo y anti-semitismo,
hasta que en 1931 es llamado por el Partido Zentrum para formar parte del
gobierno de Berlín,
para completar la mayoría parlamentaria que le hacía falta[148],
y así de paso infundir cierto germanismo y anti-comunismo en la democracia
cristiana electiva.
Desde su escaño en el gobierno comenzó a dilatar rápidamente su
popularidad, por medio de una oratoria que iba calando en todas las escalas
sociales alemanas. Hasta que se presenta por su propia cuenta y obtiene la
victoria en las elecciones
de 1933, convirtiéndose en el canciller de Alemania y en el
implantador del III Reich alemán. Su nuevo orden de expansión alemana pasaba
por la eliminación de 1,5 millones de gitanos, 6 millones de judíos y 9,5
millones de rusos. Hasta que él mismo tuvo que eliminarse junto a su querida y
nueva esposa, Eva Braun.
Puede
apreciarse a través de los 25 puntos
políticos del pensador alemán, propuestos el 20 febrero 1920 a los
miembros de su propio partido y días después a toda la prensa nacional, y que
consisten en:
-la
mística del jefe, con el partido como medio para llegar a las masas,
-la idea de nación, como superior al estado
-un estado ético, nacional y socialista, centralizado, orientado hacia
lo absoluto, anti-liberal y anti-paralamentarista,
-la raza alemana, basada en una lengua común y una gran Alemania que hay
que construir
-la igualdad de trato internacional a Alemania, con supresión de las
“cadenas” de Versalles y restitución de las colonias alemanas,
-la protección de la sociedad alemana, con protección a la vejez,
maternidad remunerada, equipos deportivos juveniles…
-un ejército nacional, comandado por la nueva SS y no ya la vieja SSA,
-una prensa alemana, que suplante la social y cristiana, y valorice la
lengua y cultura alemana,
-una religión positiva, que no critique al gobierno y no tenga ningún
credo privilegiado,
-la potenciación de la familia alemana, base de una clase media sana y
freno al obrerismo de calle, con prevención matrimonial en manos de la Iglesia
católica y protestante,
-una economía de medianas empresas, de interés nacional, basada en los trust
económicos, enemiga de las altas finanzas, orientada a asuntos comerciales de
interés común.
Pivota en torno a la regeneración
racial, a la que hay que dar comienzo[151],
dintinguiendo entre alemanes (de lengua y raza) y resto de ciudadanos alemanes
(de inminente expulsión). Pues hay que intentar crear el nuevo Prometeo de la
humanidad, superior al resto de las razas por su alto grado de sacrificio y
trabajo[152].
De ahí que no pueda mezclarse con el resto de pueblos cercanos, al estar éstos
cegados por su pecado original.
Todo ello por medio de un estado
ético absoluto, jerárquico y cercano a las masas[153],
con una formulación filosófica[154],
una religión ética estatal, parafernalia litúrgica respectiva[155]
y la mayor simpleza posible[156].
Lo cual debía ser llevado a cabo por la juventud alemana, como
constructora del futuro y en cuyas manos puso Hitler una propaganda[157]:
-capaz
de mentir, si está en juego la supervivencia,
-arrastradora hacia la histeria colectiva, a forma de hombre-masa y no
hombre-individuo,
-simple en argumentos, para integrar a los no intelectuales y posicionar sólo a
favor o en contra,
-con contenido unilateral, con símbolos claros y sin matices,
-de color rojo, para atraer a las mujeres.
Una juventud a la que había que dar una educación:
-en
torno al deporte y no tanto las humanidades,
-de culto al cuerpo y a la raza aria,
-desarrolladora del carácter y la voluntad,
-que convenza a propios y extraños.
En cuanto al papel de la palabra
e imagen, Hitler pone toda la fuerza en la primera, y la dota de
total psicología, adaptación a las masas, oratoria primitiva para hacerse
entender, repetición para fijar las ideas.... Eso sí, la imagen debe apoyar el
mensaje oral, tanto en cines como en su influjo directo sobre el espectador.
Publica Hitler la ley
del más fuerte, que todavía se hace más fuerte cuando está solo
que cuando está sometido a cooperar con gente ajena y normas hostiles. Y es que
en esta vida, explica Hitler:
-no
todos buscan el mismo objetivo,
-cada particular se siente destinado a cumplir sólo él sus objetivos,
-muchos particulares que se asocian acaban entregando los beneficios a otra
asociación,
-los grandes inventos han sido logrados por un solo individuo,
-siempre ha surgido un hombre fuerte solitario, que ha arrastrado a todos los
demás.
Los medios para llevar estos
proyectos hasta sus últimas consecuencias deben ser todos los disponibles, y no
tener más traba que:
-la
inseparable unión fürer-pueblo,
-la captación de nuevos adeptos (difusores) y miembros (vividores de la ideología).
Se
trata del escrito bio-historicista que Hitler escribió durante sus 15 meses de
cárcel, en el que vulgariza el racismo y sitúa a la raza alemana como la
elegida para llevar a cabo sus principios ideológicos[158].
Racismo
general en el que Hitler particulariza el caso judío, como cabezón y afiliado
al demonio, aparte de inclinado por naturaleza a la usura.
Y Romanticismo particular que ya
Bismarck introdujo años atrás, el pueblo alemán fue mamando desde entonces[159],
y que ahora Hitler organiza de forma total, bajo:
-la
máxima luterana de que “a la autoridad civil hay que obedecerla
religiosamente”,
-la idea de validar un alma alemana en el centro de Europa.
Recoge el espíritu de los mítines que pronunció en la sala de fiestas Hofbräuhaus
de Múnich en 1920, donde el éxito obtenido le llevó al compromiso de seguir
convocando asambleas semanales con carácter subversivo.
Gira en torno a la temática
de la culpabilidad de la guerra, procedente de las cadenas de
Versalles y aún a sabiendas de que:
“un
mitin popular de grandes proporciones, formado por excitados elementos
proletarios y no por flemáticos burgueses, y donde se tenía por tema el
Tratado de Versalles, era considerado entonces como un ataque contra la república y
el síntoma de una tendencia reaccionaria si no monárquica”.
No obstante, Hitler se dio cuenta de que el público se mostraba reacio a las críticas sobre los tratados internacionales, y que si quería atraerlo hacia su causa sería fundamental el empleo del arma de sus detractores: la propaganda.
“Ante
un pueblo semejante, uno habría podido darse con la cabeza contra la pared de
desesperación. Era un pueblo sordo, reacio a querer comprender que Versalles
constituía una deshonra y un oprobio, y que hasta se resistía a reconocer que
ese tratado significaba una inicua expoliación contra la nación alemana. El
trabajo destructor del marxismo y el veneno de la propaganda enemiga habían
anulado la razón de aquellas gentes. En realidad no había derecho para
quejarse puesto que la culpa pesaba gravemente sobre nuestra burguesía. ¿Qué
había hecho ella para atajar tan terrible obra disociadora y combatirla imponiéndose
el deber de abrir paso a la verdad, mediante una labor de difusión popular bien
encaminada y minuciosa?”..
Apuesta
el líder socialista por imponer la verdad histórica frente a los crasos
errores de Alemania, sin temores a la represión que ello pudiera suponer. Y eso
no puede hacerse de otra forma que asumiendo una actitud contraria frente a lo asumido
previamente por la opinión pública. Más, ¿cómo atraer a los detractores
hacia la verdad y mantenerlos en ella?
“Nos
fue dado conocer la extraordinaria disciplina de la propaganda puesta en acción
por nuestros adversarios, y aun hoy me siento orgulloso de haber encontrado el
medio de neutralizar la eficacia de esta propaganda y de anular también a sus
mismos autores. Dos años más tarde me había hecho maestro en este arte”.
El discurso empleado Hitler a partir de entonces partiría de las posibles críticas que pudieran realizar sus oponentes. De esta manera, enfrentó paralelamente el Tratado de Versalles y Tratado de Brest-Litovsk, comparando punto por punto sus ideas sobre lo firmado en ambos, de forma que paulatinamente atrajo a los oyentes a sus conclusiones:
“El
resultado debió de ser sorprendente. Una
vez más se desarraigaba de los corazones y de los cerebros de miles una gran
mentira para en su lugar quedar inculcada una verdad”.
En
todas las asambleas fue Hitler mejorando paulatinamente su capacidad de ganar público,
y dando fuerza a una palabra
más directa
y determinante
que la propia prensa:
“Sin embargo a la palabra hablada le atribuíamos importancia capital, porque en realidad sólo ella es capaz de incoar grandes evoluciones, y esto debido a simples razones de orden psicológico”.
“El
orador tiene en el auditorio al cual se dirige un punto permanente de
referencia, siempre que sepa leer en la expresión de sus oyentes hasta qué
punto estos son capaces de seguirle y comprender sus ideas y que sepa ver también
si la impresión y el efecto producido por sus palabras, conducen al propósito
deseado. El escritor, en cambio, nada sabe de sus lectores. En consecuencia, no
podrá concentrarse a un determinado público situado al alcance de sus ojos,
sino que deberá dar a sus exposiciones un carácter general”.
Durante
su estancia en el poder, Hitler no sólo se valió de la prensa y oratoria, sino
que se percató de la fuerza de la imagen. Hasta su muerte utilizó el mundo
gráfico y cine como mejores medios para la exaltación de su
proyecto totalitario:
“Mejores
perspectivas de éxito tiene en este orden la propaganda gráfica en todas sus
formas incluso el film. Un gráfico proporciona en tiempo mucho más corto,
quisiera decir casi de golpe, una explicación que por escrito se obtendría sólo
después de penosa lectura”.
En este aspecto, proporciona Hitler una serie de claves muy provechosas en el arte de la persuasión del oyente y cargos públicos de la administración:
“El
orador se dejará influenciar siempre por la masa, de modo que, instintivamente,
fluyen de sus labios justamente aquellas palabras que él necesita para tocar el
alma de sus oyentes. Si ve que no le comprenden, formulará sus conceptos en
formas tan primitivas y claras que indudablemente el último de todos ha de
entenderle; si se percata de que no son capaces de seguirle, entonces
desarrollará sus ideas tan cuidadosa y lentamente que el más supino de entre
ellos no quedará en zaga; y si, finalmente, nota que sus oyentes no parecen
hallarse convencidos de la veracidad de lo expuesto, optará por repetir lo
mismo cuantas veces sea necesario, siempre en forma de nuevos ejemplos,
refutando el mismo las objeciones que, sin serle manifestadas, capta él en el
seno del auditorio, replicándolas y desmenuzándolas hasta que en definitiva,
el último sector de oposición revele, a través de su actitud y de la expresión
de los que lo forman, que ha capitulado ante la lógica argumentación del
orador”.
Hitler demuestra también en este punto el conocimiento de la psicología
humana, en tanto se percata del desarraigo
intelectual de las masas populares:
“Destruir
en las gentes prejuicios que no tienen arraigo en su intelecto, sino que
inconscientemente están basados únicamente en el instinto. Vencer esa barrera
de animadversión instintiva, de odio apasionado y de repulsión preconcebida,
es mil veces más difícil que rectificar una opinión científica deficiente o
errónea. Las concepciones falsas y la deficiente instrucción, son susceptibles
de corregirse mediante la enseñanza; en cambio jamás se rectificarán por el
mismo medio, las resistencias del sentimiento. Sólo una llamada a esas fuerzas
misteriosas, es capaz de obrar sobre estas resistencias. Muy difícilmente puede
lograrlo el escritor, pues quizás sea este poder, privilegio exclusivo del
orador”.
Hitler
cita ejemplos de oradores, particularmente a un Lloyd George cuyo éxito se basó
en la
sencillez
de lenguaje,
lo elemental
de las formas
y empleo de ejemplos
simples
y comprensibles. Por último, analiza Hitler el poder
de las asambleas
populares, de que el individuo se sienta parte integrante de una comunidad:
“El
mismo individuo formando parte de una compañía o de un batallón, rodeado de
todos sus camaradas, se lanzará más desaprensivamente al asalto que cuando se
halle solo. Agrupado, sentiríase siempre protegido hasta cierto punto, aunque,
prácticamente, mil razones demuestren lo contrario”.
“El
sentimiento de comunidad que inspira la manifestación colectiva no sólo
alecciona al individuo, sino que cohesiona y contribuye también a crear el espíritu
de cuerpo. La voluntad, el ansia y también la energía de miles, se acumula en
cada uno. El hombre que, lleno de dudas y vacilaciones, entra en una tal
asamblea, sale de ella íntimamente reconfortado: se convirtió en miembro de la
comunidad”.
Estos
principios serán fuertemente explotados por los nazis, desde
la más tierna infancia
con las juventudes hitlerianas hasta los ámbitos militares de las SS. Hitler
había descubierto dos claves fundamentales para la construcción del proyecto
de la Gran Alemania: el poder de la oratoria y la fuerza de la masa.
Se
trata de un postulado que adquirió notoria relevancia en el panorama ideológico
y constitutivo del partido nazi. Pero para ello es necesario primero desterrar
las falsas y erróneas
creencias:
“La
difundida convicción de que una tal cooperativa alcanza un enorme incremento de
fuerza de acción y que, automáticamente, transforma en una potencia a los
grupos que la componen, por sí solos débiles y pequeños”.
Para
defender su tesis define primeramente lo que es una asociación o cooperativas
de trabajo:
“Un
grupo de asociaciones que, con el fin de facilitar su labor, se someten ente sí
a recíprocas obligaciones, eligiendo un directorio común con más o menos
facultades, para luego poder llevar a cabo una acción conjunta. De esto se
infiere que ha de tratarse de sociedades, asociaciones o partidos cuyos propósitos
y procedimientos no se diferencien demasiado los unos de los otros”.
Estas
cooperativas se forman cuando sus integrantes se adhieren porque buscan la misma
finalidad,
y en ellas exponen y defienden su verdad, o sostienen sus soluciones a los
problemas.
Pero
para su resolución deberán contar con un programa,
tanto ideológico como de
acción.
Además, la lógica de común acuerdo no siempre se cumple por ellos mismos,
sobre todo por la imprevisible naturaleza humana:
“La
primera querría yo calificarla de casi trágica, en tanto que la segunda, tiene
un fondo miserable y hay que buscarla en la flaqueza de la naturaleza humana”.
La
primera causa de falta
de unión
que señala Hitler es que muchas veces los hombres se consideran predestinados a
la consecución de sus propósitos de una manera única y exclusiva:
“Que
el destino mismo proponga varias soluciones a la prueba de selección, para
hacer que a la postre, en el libre juego de fuerzas, se incline la victoria
final a favor del más fuerte, esto es, del más apto y capaz de resolver el
problema. Sin embargo, la persuasión de que justamente ese hombre es el
predestinado exclusivo, suele la más de las veces llegar tarde a la conciencia
de los demás”.
Así,
aunque el rumbo elegido sea el correcto, deben ser no
muchos sino uno solo
el que lo lleve a cabo, como se ve en los ejemplos de unificación prusiana y
austriaca:
“La
cuestión de la fundación de ese Reich, no fue el fruto de una voluntad común
puesta al servicio de un procedimiento también común, sino más bien el
resultado de una lucha consciente y a veces inconsciente por la hegemonía política,
lucha de la cual surgió a la postre la Prusia vencedora”.
“El
libre juego de fuerzas quiso que fuera realidad. En efecto, ¿quién hubiera creído
seriamente, hace doscientos años, en los países alemanes, que la Prusia de los
Hohenzollern y no el reino de los Habsburgo iba a convertirse un día en el núcleo
creador y directriz del nuevo Reich? En cambio, ¿quién podría hoy desconocer
que de ese modo obró mejor el destino? ¿Y quién sería capaz de figurarse un
Reich alemán basado en los principios de una dinastía corrupta y degenerada,
como la de los Habsburgo?”.
“No,
el desarrollo natural debió colocar al mejor en el puesto que le correspondía,
ciertamente después de una lucha de siglos. Así
fue y así será eternamente”.
Se
trata, en poner en práctica el darwinismo social, bajo la creencia de que el
más vigoroso y diligente
se revelará y será el vencedor. La ley del más fuerte, por tanto, gobernará
e imperará frente al sentido común y a la colaboración por un bien común
mayor.
La
segunda causa que señala Hitler de por qué no siempre cooperan las personas
que tienen un mismo objetivo se debe a la mala
inclinación de ciertos sujetos.
Pues hay personas que se pueden adherir a un proyecto con la pretensión de
espiar su programa y fundar con él las bases de su propio partido:
“Lo
cual es no sólo trágico, sino infinitamente miserable. Radica en la infeliz
mezcla de emulación, envidia, ambición e inclinación a la ratería, características
que desgraciadamente se encuentran reunidas en ciertos sujetos de la
humanidad”.
Hitler
expone a continuación ejemplos
que se dieron en Alemania a este respecto, como fue el de la NSDAP y la DSP, e
incluso se vale del ejemplo de su propio partido:
“Repentinamente
surgieron programas políticos plagiados del nuestro; se proclamaron principios
tomados del conjunto de nuestras ideas; precisáronse objetivos por cuya
consecución hacía años que luchábamos y se eligieron, por último, caminos
ya trillados por la NSDAP”.
Hitler,
así, acaba apostillando que los grandes proyectos de la historia son realmente
iniciados y puestos en práctica por la acción
triunfante de uno solo,
que no significa que no tenga un partido o movimiento a su alrededor:
“Las
grandes revoluciones ideológicas de trascendencia universal son imaginables y
factibles únicamente como luchas titánicas de grupos individuales y nunca como
empresas fruto de coaliciones”.
“Pues
nunca la sola convicción de ocho cojos, apoyados mutuamente, puede constituir
un gladiador, capaz de triunfar en su cometido”.
“En
consecuencia, el estado nacionalsocialista jamás será creado por la voluntad
convencional de una cooperativa nacionalista, sino sólo gracias a la férrea
voluntad de un movimiento único que sepa imponerse por encima de todos los demás”.
En
este capítulo incide de nuevo Hitler en la relevancia del factor propagandístico
para la adhesión y expansión
de la ideología y proyecto político a poner en práctica. Pero añade
a su vez que:
“la
propaganda debe preceder a la organización y ganar a favor de ésta el material
humano necesario a su actividad. Siempre fui enemigo de métodos de organización
precipitados y pedantes, porque generalmente el resultado no es otro que un
mecanismo muerto”.
Por
tanto, la difusión de la ideología es clave y condición previa a la selección
entre aquellos que se hayan adscrito a dichas ideas. De todos ellos, se
seleccionará a los más capacitados para ejercer las funciones
de mando y organización de la masa adscrita. De ahí que:
“el
cometido de la propaganda consiste en reclutar adeptos, en tanto que el de la
organización es ganar miembros. Adepto a una causa, es aquel que declara
hallarse de acuerdo con los fines a que tiende la misma; miembro es el que lucha
por ella. La adhesión radica en el solo conocimiento de la idea, mientras que
ser miembro supone el coraje de representar personalmente la verdad reconocida
como tal y propagarla”.
Entre
los adeptos se encuentra principalmente la nueva
clase media (funcionarios, profesiones liberales, managers), al
frente de la cual se situaría el führer. Hitler en este aspecto defiende el
hecho de que:
“el
agitador podrá resultar un mejor führer que un teorizante abstraído del mundo
y extraño a los hombres. Porque conducir significa: saber mover
muchedumbres”.
Sobre
la cuestión del führer
reflexiona y se interroga el mismo Hitler:
“El
don de conformar ideas, nada tiene de común con la capacidad propia del führer.
Obvio sería discutir qué es lo que tiene mayor importancia: ¿o concebir
ideales y plantear finalidades de la humanidad o realizarlas? Como pasa a menudo
en la vida, también en este caso, lo uno y lo otro. La más bella concepción
teórica quedará sin objetivo ni valor práctico alguno si falta el führer que
mueva las masas en aquel sentido. E inversamente ¿de qué serviría la
genialidad del führer y todo su empuje, si el teorizante ingenioso no precisase
de antemano los fines de la lucha humana? Pero lo más raro, en este planeta, es
hallar encarnados en una misma persona, al teorizante, al organizador y al führer.
Esta conjunción, es la que revela al hombre grande”.
Así,
resulta que el propio Hitler es el hombre grande, gran ideólogo, agitador
apasionado… que necesita el partido nazi y la nación. Y para que sus ideas
triunfen de manera rápida y eficaz, será clave haber sembrado en la opinión pública
la necesidad de su exclusivismo,
rigidez y firmeza en torno a su propio organigrama, que es la que
sostendrá en la práctica la lucha.
Para
lograr los objetivos será lícito el uso
de cualquier método, incluido el de la violencia, la fuerza, la
aniquilación… con tan de estar supeditados a la vida y supervivencia del
partido.
La
organización debe integrar al número
de hombres idóneo para el correcto funcionamiento del movimiento,
a la vez que procurar que las disensiones no llevasen a la fractura. Por
ello, se debe velar por mantener vivo el espíritu de lucha y acción.
Hitler
indica que una vez que el movimiento haya adquirido un gran éxito, se debería
suspender de forma automática la incorporación de nuevos miembros, que no de
adeptos. El movimiento amplificará en el futuro su organización sólo en base
a un minucioso
examen de los miembros:
“Unicamente
así podrá el movimiento mantener su núcleo incólume y sano. Luego, hará que
bajo tales circunstancias, sea exclusivamente este núcleo el que guíe y
conduzca el movimiento, es decir, el que determine la propaganda destinada a
lograr que se le reconozca universalmente y que (como dueño del poder) adopte
procedimientos necesarios a la realización práctica de sus ideas”.
Hitler
finaliza este capítulo relatando su llegada al puesto principal de administración
del partido y la mejora de éste gracias a la incorporación de Max Amann, bajo
cuyas órdenes había combatido en la guerra como gerente clave del partido
nacionalsocialista.
Fueron
publicados el 25 febrero 1920 ante toda la sociedad alemana, como programa
propio del partido nazi, en el Burger Braukeller de Munich. Un programa inalterable que recogía las bases
del primer manifiesto
racista[160],
y que para poder entenderlo realmente hay que partir de la concepción de estado hitleriana,
consistente en que:
“un
estado que tiene una misión, un estado ético que se orienta hacia un
Absoluto… es un estado antiliberal, antiparlamentario, antipartidos; un estado
fundado en un principio y en una mística del jefe, del conductor (führer), y
cuyo motor es un partido único, intermediario entre las masas y el jefe”.
“Se
trata de un estado radicalmente anti-marxista, anti-burgués, anti-igualitario,
jerárquico y corporativo, empeñado con ahínco en nacionalizar, en hacer no
simplemente nacionales sino nacionalistas, a esas masas que el marxismo judío
quería desnacionalizar e internacionalizar”.
1º: la
unión de todos los alemanes en torno a una gran Alemania, fundada en el derecho
de la independencia.
El
proyecto de construcción de la Gran Alemania había sido una de las opciones
barajadas durante el proceso de unificación alemana, encabezada por los
Habsburgo de Viena frente a la Pequeña Alemania propuesta por los Hohenzollern.
Esta última había sido finalmente la opción triunfadora. Sin embargo, la
propuesta del partido era la unificación de todos los alemanes bajo la misma
nación, siguiendo el criterio cultural que ya se había iniciado con Fichte,
pero al que se añadía ahora de manera más radical la connotación política
de estado nacional.
2º: la
igualdad de derechos de Alemania respecto a
las demás naciones, y la abolición de los tratados de Versalles y Saint
Germain.
Reclama
la recuperación del honor duramente mancillado tras la I Guerra Mundial, tanto
para Alemania en Versalles como para Austria en Saint Germain. La abolición de
estos tratados suponía poner fin a la reducción a 100.000 hombres del ejército
alemán, la desmilitarización del Sarre y Ruhr, la devolución de territorios
del antiguo imperio austro-húngaro... Peticiones todas ellas que no serían
bien recibidas por otras potencias europeas, principalmente por Francia.
3º:
la exigencia de una serie de territorios para
la obtención de materias primas fundamentales para el crecimiento como potencia.
4º: la
exclusión a ser ciudadanos del estado y
miembros de la nación, fuera de aquellos por cuyas venas circule la sangre
alemana, y sea cual fuere su credo religioso.
Se
promulga así el racismo, como exigencia para ser miembro de la nación alemana,
subrayando el poder de la sangre, la idea de origen y el presupuesto de pueblo
originario ya abordado desde Fichte. De este 4º punto se derivará el 5º, en
el que se indica que por tanto todo aquél que viva en Alemania pero no sea alemán,
será considerado como mero huésped, y estará sujeto a leyes extranjeras y no
alemanas, tanto para bien como para mal.
5º-6º: el
derecho a sufragar y desempeñar las oficiales funciones
de gobierno por parte exclusiva de los ciudadanos del estado, sea cual
sea su naturaleza y sin tener en cuenta solamente consideraciones de partido en
lugar de carácter o idoneidad.
Señala
la pureza necesaria de los miembros al servicio del estado, que no habría de
ser otra que la reducción al grupo sanguíneo alemán.
7º: las
funciones estatales deben ser la promoción
industrial y la subsistencia ciudadana.
Explicita
el punto 7º, así mismo, que en caso de que el estado no pueda velar por dichas
condiciones, todos aquellos que no sean ciudadanos serán necesariamente
excluidos de los servicios nacionales. De este punto se desprende la implícita
y dura situación de escasez, tanto alimenticia como técnica, por la que
atravesaba Alemania tras la I Guerra Mundial.
8º: la
prohibición de toda inmigración no alemana,
con exigencia a todo no ario de abandonar inmediatamente el territorio nacional.
Punto
que supone, de facto, la expulsión y deportación de la población judía,
gitana y minoritaria, de todos aquellos territorios que estuviesen bajo
administración alemana.
9º: los
idénticos derechos y obligaciones de todos
los ciudadanos del estado.
Que
no eran otros que el trabajo infatigable en favor del estado y la nación
alemana, como se recogerá en el punto 10º.
10º: los
intereses generales por encima de las
actividades individuales, ambos adaptados al marco impuesto por la comunidad y
las conveniencias de la misma. Así mismo, la pena de muerte de todos aquellos
usureros, especuladores y conspiradores contra los intereses del estado.
Supeditado
así al ser humano al progreso de una nación, dejando ya de considerarlo como
fin en sí mismo y sí como medio e instrumento al servicio del señor estado
(en sintonía con el Manifiesto de
Marx).
11º: la
abolición de todo ingreso no conseguido por medio del trabajo,
junto a la abolición de la servidumbre impuesta por el
interés del dinero.
Pensamiento
que deriva de la estancia en Viena de Hitler, en la que había trabajado como
obrero y había sufrido las penurias de los desfavorecidos a causa del nivel
adquisitivo. No hay que olvidar que el proyecto de Hitler era socialista, con
una fuerte carga negativa hacia el modelo de sociedad capitalista heredada.
12º: la
confiscación implacable de toda ganancia y enriquecimiento individual
conseguido a causa de la guerra, dado el
enorme sacrificio que ésta supone de vidas y propiedades.
Se
trata del paso previo a la nacionalización de los negocios y comercios hasta el
momento, inclusive los trust económicos.
13º:
la confiscación de la tierra con propósitos
comunales, así como la abolición del interés de los préstamos sobre tierras
y prohibición de especular con las
mismas.
Con
este punto se debería lograr el control de la propiedad privada, sustraída y
automáticamente destinada a la nación por considerarse ilícita, contraria y
dañina al bien último y absoluto que era el estado.
14º: la
colaboración del comercio al por mayor a los
intereses de la nación.
Supone
en la práctica el control paulatino y efectivo del estado sobre las distintas
instituciones, movimientos y agrupaciones económicas del país.
15º-16º: la
asistencia social a la vejez, así como la creación y mantenimiento de una sana clase
media.
Se
trata de una serie de puntos de índole social, en los que la introducción de
la acción estatal como garante del bien de sus miembros pasa a ser considerada
imprescindible, y para lo cual se supedita y hace entrega de algunos de los
bienes hasta el momento particulares.
17º:
la nacionalización de las propiedades especulativas, a fin de que se alquilen a
favor de los pequeños proveedores, autoridades de distrito y localidades
menores.
Dos
medidas que buscaban la protección de los más desfavorecidos, como ya se había
puesto en práctica en otros regímenes totalitarios como el fascismo italiano
de Mussolini. A este conjunto de medidas de protección social se une también:
18º: el
amparo social a las madres e infantes,
prohibiendo el trabajo de los niños, aumentando la gimnasia obligatoria y
apoyando a los clubes deportivos que promuevan el mejoramiento
físico de la juventud.
19º: el
reemplazo del materialista derecho romano por un sistema
legal alemán.
20º-21º: la
reconstrucción total del sistema nacional de educación,
de acuerdo con las necesidades prácticas de la vida, la idea de estado,
inteligencias superiores e hijos de padres pobres.
El
control de la educación por parte del estado, como medio de promoción,
consolidación y difusión de las ideas del mismo, había sido una constante
desde el nacimiento del nacionalismo, y ya anteriormente expuesta por el propio
Fichte en sus Discursos a la Nación
Alemana de 1807.
22º:
la abolición del ejército mercenario y la formación de un ejército
nacional.
Lo
que implica la creación de milicias y ejércitos vinculados ya no sólo al
partido sino a la nación, cuya esencia pivotaría sobre el partido. Constituye
otra de las claves genéricas de muchos de los totalitarismos del s. XX,
tales como los de Lenin, Stalin, Mussolini…
23º: la
adopción de medidas legales contra la impostura deliberada de la prensa,
prohibiendo el empleo de una lengua no alemana, periódicos no alemanes salvo
permiso especial, la influencia de no alemanes en su financiación, la publicación
de tendencias contra el bienestar estatal o comunión nacional.
Fue
una de las medidas fundamentales para controlar la población, de forma que se
evitaran fracturas internas de la sociedad, la difusión de ideas perjudiciales
o contrarias al régimen…
24º: la
libertad religiosa dentro del estado mientras no se milite contra los
sentimientos morales de la raza alemana. El partido defiende el cristianismo
positivo, mas no se compromete con él. Así como combate el materialismo judío
filtrado entre nosotros.
Medida
en la que de nuevo se aprecia la supeditación de todos los ámbitos sociales al
bien nacional. Lo que se une al cariz antisemita de Hitler hacia los judíos y
el materialismo comunista (ambos intrínsecamente relacionados para el líder
alemán, ya que había sido el judío Marx el que había elaborado la idea de un
materialismo histórico revisionista de todo lo demás.
25º:
la creación de una poderosa autoridad
central del estado, parlamento centralizado, cámara clasista y tecnócrata. Sus
jefes han de jurar consagrarse sin desmayo y sacrificar su vida para lograr el
cumplimiento de todos los puntos precedentes.
Compendio de las ideas expuestas anteriormente, y cabeza de todas ellas, que recoge la idea de un organismo político de poder, controlado por los miembros del partido nazi, que dicte y organice el trabajo incesante de la nación.
Mercabá, artículos de Cultura y Religión
________
[1] Como se vio en la fundación de la Sociedad de Naciones-1919, creada para que allí discutiesen los países en el futuro, pero no se sacudieran (pues la I Guerra Mundial se les había ido de las manos, y de 6 presumibles días se había pasado a 5 años interminables).
[2]
Alsacia y Lorena, junto a la desmilitarización de Renania.
[3] La cuenca del Ruhr y la rica Sarre, que pasó a Francia para cobrarse de ellas las indemnizaciones de guerra.
[4]
Tales como:
-Alsacia,
Lorena, cuenca del Rhur y la Sarre, que pasan a Francia,
-los
Sudetes, que pasan a Checoslovaquia,
-pasillo
de Danzing, para separar Alemania de Polonia, a través de un vacío
estatal,
-Togo
y Camerún, que pasan a Francia,
-Tanganica,
Namibia y Suráfrica, que pasan a Inglaterra,
-Ruanda
y Burundi, que pasan a Bélgica,
-Libia,
que pasa a Italia,
-Islas
Carolinas, Marianas y Palaos, que pasan a Japón,
-Samoa,
Nueva Guinea y Salomón, que pasan a Australia…
[5]
Con 4 millones de soldados desaparecidos, 10 millones de desplazados, 3
millones de desterrados…
[6]
Pues GUILLERMO II DE ALEMANIA tuvo de dimitir, y Alemania quedó reducida a
una República de landers.
[7] Reducido a 100.000 soldados.
[8] Puñalada a Alemania, de la que el pueblo alemán no tuvo conciencia dado el caos en que vivía sumergido (hasta que sí caigan en la cuenta los nacional-socialistas de HITLER, 10 años después).
[9] De la dinastía de los HABSBURGO-LORENA, último emperador de Europa.
[10] El cual quedó reducido a Austria, perdiendo el resto de 16 nacionalidades distintas (Hungría, Chequia, Eslovaquia, Rumanía, Bulgaria, Serbia, Herzegovina, Bosnia, Croacia, Eslovenia, Albania, Macedonia…).
[11]
En la que KARL SEITZ fue su primer presidente, a partir de 1919.
[12] Ultimo sultán del Imperio turco.
[13]
Entregando:
-Siria
y Líbano, a Francia,
-Arabia,
Irán, Jordania e Israel, a Inglaterra.
Una Israel donde empezaron a surgir los grupos terroristas, de 65.000 miembros activos contra la presencia británica en la zona.
[14] En la que KEMAL ATATURK será su primer presidente, a partir de 1923.
[15]
Que habían arrojado una cifra total de 60 millones, divididos entre:
-7
millones de incapacitados,
-10
millones de muertos,
-15
millones de mutilados,
-28
millones de jóvenes europeos inútiles (enfermos, hambrientos, desplazados,
infértiles…).
[16]
Que habían arrojado unas cifras de gastos directos de:
-25.000
millones $ y 23.000.000 soldados desplegados, por parte de Alemania-Austria,
-23.000
millones $ y 9.000.000 soldados desplegados, por parte de Reino Unido,
-17.000
millones $ y 3.000.000 soldados desplegados, por parte de Estados Unidos,
-13.000
millones $ y 19.000.000 soldados desplegados, por parte de Francia-Rusia.
[17]
Que había arrojado una cifra total de 260.000 millones $ de gastos
indirectos (6 veces la suma de todas las deudas nacionales desde 1700).
Y es que eran infinitos e irreparables los costes en casas destruidas, granjas arrasadas, carreteras bombardeadas, vías de ferrocarril explotadas, líneas de telégrafos anuladas, ganados muertos, bosques pulverizados, barcos perdidos…
[18]
Donde los vencidos lo habían perdido todo, y donde a nivel de vencedores:
-Francia
se había hecho con Alsacia, Lorena, el Sarre y dinero reparador alemán,
-Reino
Unido se había quedado con los restos del Imperio turco,
-Japón
había heredado innumerables islas del Pacífico,
-Estados
Unidos había pasado a tener manos libres para intervenir donde
quisiera.
Vencedores que ya se dieron cuenta de estos desequilibrios respecto a los vencidos, pero que habían creado la Sociedad de Naciones-1919 para que todo el que quisiera acudiese a ella, para solucionar y reajustar sus problemas.
[19] Desertando incluso de la Sociedad de Naciones que ellos habían promovido.
[20] Al que trataba de aislar mediante alianzas con sus fronterizos Bélgica-1920, Polonia-1921, Checoslovaquia-1924, Rumanía-1926 y Yugoslavia-1927 (aparte de seguir costeando un costoso e inútil ejército terrestre que les intimidara).
[21]
Porcentaje que:
-en
el eje Viena-Berlín había supuesto la pérdida de un 65%,
[22] Como se ve en el caso de su flota naval (que se multiplicaba por 6 en construcción de buques, submarinos…). Y es que los Estados Unidos habían rechazado la idea de un Banco Central, para seguir creciendo de forma voluble y sin un freno centralizador.
[23]
Que habían optado por:
-no
subir los propios impuestos,
-pedir
dinero prestado a los Estados Unidos (a pesar de los altos intereses de
Washington).
Aparte de:
-darle
a la máquina del dinero, multiplicando el papel moneda… y la subida
de precios,
-intentar
aumentar las exportaciones, devaluando la moneda nacional… y la
estabilidad financiera.
[24]
Pues Alemania no podía pagar los 126.350 millones $ impuestos como reparación
de guerra. Y los Estados Unidos decidieron asumir esa cantidad y que:
-Alemania
pudiese re-industrializarse en sus valles del Ruhr,
-Alemania
fuese pagando impuestos especiales de esa industrialización, a los Estados
Unidos,
-la
moneda a pagar por Alemania a Estados Unidos fuese el marco-oro, fijo e
inamovible.
[25]
Al invertirse en construcción todo el cobro de intereses de los países
europeos.
[26]
Provocada por la falta de liquidez bancaria ante los préstamos otorgados:
-a
los países europeos, que seguían reconstruyéndose tras la guerra,
-a
los propios ciudadanos norteamericanos, que se habían endeudado en
pisos e hipotecas.
[27]
En la que saltaron todas las alarmas y sucesivos datos negativos de:
-falta
de créditos,
-reducción
de la inversión y consumo,
-menor
demanda de materias primas,
-aumento
del desempleo,
-devaluación
de precios y monedas.
[28] Como fue el caso del Arancel Smoot-Hawley, aprobado con el fin de ayudar a los agricultores norteamericanos.
[29]
Registrando las caídas de:
-un
33%
en su comercio mundial,
-un
50%
en su producción industrial.
[30]
A lo largo de 4 momentos fundamentales:
-en
1851, cuando NAPOLEON III DE FRANCIA configuró el primer régimen moderno sincrético
post-liberal, de carácter autoritario nacional y perpetuación dictatorial.
Se trató de un II Imperio napoleónico que mezcló el neoliberalismo,
autoritarismo, conservadurismo, electoralismo, propaganda de masas y
modernización económica. Jamás propuso nada nuevo, y mucho menos el
colectivismo o el uso de la violencia.
-en
1880, cuando PAUL DEROULEDE fundó la Liga de los Patriotas, nuevo tipo
de nacionalismo que despreciaba la democracia parlamentaria y se orientaba
hacia la relación directo líder-masas. Trataba de armonizar los intereses
de las clases sociales (de tenderos, peones…) con promesas de regulación
económica. Proponía además un cesarismo carismático (de un único líder
autoritario) para romper la ligadura de los partidos, y una mística de
disciplina nacional.
-en
1890, cuando el MARQUES DE MORES fundó el Partido de los Amigos de
Mores, círculo radical parisino que trató de combinar el socialismo económico
limitado, el racismo y la acción directa. Sus pequeñas pandillas de
matones eran ya violentas, y su antisemitismo logró calar y movilizar las
clases populares.
-en 1903, cuando FRANÇOIS BIETRY fundó el Partido Nacional Socialista Francés, expresión política del nacional-sindicalismo que propugnaba el sindicato anti-marxista Federación Nacional de Francia.
[31]
A lo largo de 3 momentos fundamentales:
-en
1882, cuando GEORG RITTER VON SCHONERER fue el padre del Nacional Socialismo centroeuropeo, publicando un Programa de Linz donde invocaba al militarismo y expansión
imperial.
-en
1898, cuando MAURICE BARRES fundó el Partido Nacional Socialista Checo,
y en su La Tierra y sus Muertos
defendió una especie de racismo darwinista. Puso además su confianza en la
intuición política y la emoción popular, y bregó por el radicalismo económico,
anti-semitismo, culto a los héroes y caudillaje carismático.
-en 1913, cuando los OBREROS DE LOS SUDETES fundaron el Partido de Trabajadores de Alemania, orientado hacia una política interclasista. Abogaron por la democracia y radicalidad, así como por la sustitución de los ejércitos permanentes por milicias nacionales. Pronto empezaron a contaminarse por el racismo y la idea de un imperialismo pangermánico.
[32]
Al mismo tiempo que toda la política nacional-socialista europea había
empezado a movilizarse, así como a introducir en sus programas el nuevo
cientificismo que sus más afines pensadores venían fraguando. Se trató de
un nuevo pensamiento que alentaba la racialidad, la jerarquía, el
subconsciente, la publicidad y la violencia.
Fue
el caso de las radicales filosofías incorporadas de:
-NIETZSCHE,
que en su Así habló Zaratustra-1883
defendía la idea de un super-hombre, nuevo dios del mundo,
-HENRI BERGSON, que en su Conciencia-1889
bogaba por sustituir el viejo racionalismo por un nuevo vitalismo,
-FREUD,
que en su Estudios sobre la Histeria-1893
descubría lo no racional de la psicología humana,
-LE BON, que en su Psicología de Masas-1895
hablaba de una psicología de las multitudes, forjada en torno a mitos,
-SOREL,
que en su Reflexiones sobre la
Violencia-1906 aludía a movilizar revolucionariamente la sociedad.
[33] Del término fascio (lit. haz), que MUSSOLINI aplicó a su Partido fascista.
[34] De hecho, la llegada de MUSSOLINI y HITLER al poder, así como sus primeros años de gobierno, tuvieron que realizarse con coaliciones multipartidistas. No obstante, sus totalitarismos eran totalmente contrarios a la derecha del s. XIX y XX.
[35]
Rayando un corporativismo con el que sólo una minoría de los militantes
del partido estaba de acuerdo.
[36]
Recompensado con todo tipo de insignias militares, para reforzar el combate
ciudadano constante.
[37]
Llevada a cabo por medio de los ex-combatientes de la I Guerra Mundial.
[38] En el sentido del darwinismo social, de lucha por la supervivencia de la especie.
[39] Haciendo hincapié en los mítines, marchas, símbolos visuales, rituales ceremoniales, estandartes… y todo tipo de elementos que apelaban al factor religioso de la nueva comunidad mística nacional.
[40] Superior al hombre espiritual del s. XVIII y al hombre material del s. XIX. Pues ahora se trataba de crear súper-hombres.
[41] Siendo Alemania el único caso que puso en práctica todos estos contenidos totalitarios.
[42] Algunas de ellas con monarquías constitucionales, como Bulgaria, Grecia, Albania, Yugoslavia y Rumanía.
[43]
Como se ve en el caso de:
-Polonia,
llena de ucranianos, alemanes y lituanos,
-Yugoslavia,
llena de húngaros, búlgaros, albaneses y macedonios,
-Rumanía,
llena de turcos, búlgaros y húngaros.
[44]
De las que un 23%
eran alemanes, un 5%
magiares, un 3,5%
rutenos, un 2,5%
judíos.
Particularmente fue importante la población alemana en los Sudetes, que en unos primeros instantes no estaba dispuesta a que sus nuevos amos fuesen checos. No obstante, poco a poco empezó a sacar tajada de esta situación, al manejar su protección arancelaria frente a las renacientes industrias austríaca y alemana. Hasta que acabó convirtiéndose en la principal participante en el gobierno republicano checoslovaco.
[45] Sobre todo los eslovacos y los húngaros.
[46] Sobre todo:
-los checos,
partidarios de la Iglesia protestante desde la
figura de su líder JAS HUS,
-los rutenos, pertenecientes a la Iglesia
uniata oriental.
[47]
Perdiendo:
-2/3
de su territorio, cediendo Transilvania a Rumanía, Eslovaquia a Chequia
y el Banato a Yugoslavia, tras el Tratado de Trianon-1920,
-3/5
de su población masculina, tanto en muertos como en atrapados en
Chequia (1 millón), Rumanía (1,7 millones) y Yugoslavia (0,5 millones).
[48] Tras los fracasados intentos de democracia occidental de MIHALY KAROLYI en 1918, y de república soviética de BELA KUN en 1919.
[49] De hecho, más de 1 millón de familias campesinas recibieron entre 1-10 ha. de tierras.
[50] Como se ve en CAROL II DE RUMANIA, que desde 1930 centralizó el país en torno a la Iglesia ortodoxa, la familia y la ética laboral (hasta que en 1940 los fascistas obliguen al monarca a exiliarse, y proclamen la política de partido único del Guardia de Hierro).
[51] Hasta que en 1929 surja el Partido Guardia de Hierro, fascista rumano que arengaba a resistir a la URSS.
[52] Que fue quien dio a Yugoslavia el nombre de Reino de Yugoslavia, en un esfuerzo por unir todos sus dominios. Experimento que duró hasta 1934, en que le peguen un tiro en Marsella.
[53] En las que dominaban los serbios (43%), croatas (23%) y eslovenos (8,5%), aparte de magiares, rumanos, alemanes, macedonios, gitanos, albaneses, judíos…
[54] Como fueron la Iglesia católica, Iglesia ortodoxa, el Islam…
[55]
Como se ve en el caso de la administración, en algunos lugares trilingües
(y eso que Serbia y Croacia hablaban la misma lengua).
[56]
Como se ve en el asesinato de STEPHAN RADIC, jefe del Partido Campesino
croata.
[57] Con derrocamiento incluido del último monarca luso, MANUEL II DE PORTUGAL.
[58] Sucediéndose en apenas pocos años hasta 8 presidentes de República, 38 presidentes de gobierno y 45 cambios completos del Consejo de ministros.
[59] Sobre todo tras la Guerra Civil española-1936, en que SALAZAR se dio cuenta de la necesidad de reforzar su poder.
[60]
Al unirse a la policía nacional la milicia política Legión
Nacional.
[61] De hecho, el único movimiento juvenil de masas que surgió en Portugal, el de los Camisas Azules de ROLAO PRETO, fue disuelto en 1934, tras el destierro a su fundador y condena intelectual que se hizo de la “fascistización de la juventud”.
[62] Como fue el caso de la Nacional Sindicalista, que se coaligó con los anarco-sindicalistas para intentar un golpe revolucionario contra el régimen salazarista, resultando aplastados en 1935.
[63]
Lo que acabó en rotundo fracaso:
-desanimando
la combatividad de los trabajadores,
-provocando
la reacción de unas temerosas clases medias terratenientes.
[64] A cambio de apoyo financiero.
[65] Como se ve en los artículos que tituló Dios no existe, La querida del cardenal… O como se ve en su abstemia, discursos gesticulados, carencia del sentido del humor.
[66] Esto último en 1924, cuando sus seguidores fascistas asesinaron al socialista MATTEOTTI, y esto le puso a él contra las cuerdas (optando por la salida de radicalizar sus posturas, y convertir su programa en dictatorial).
[67] Símbolo de la justicia romana imperial, consistente en unos haces de madera con un hacha en medio. Lo que ya hablaba de los propósitos fascistas: devolver a Italia la gloria imperial.
[68]
Liderada por FARINACCI, e insistente en una dictadura de la milicia
socialista y comunista.
[69]
Liderada por ROCCO y CARLI, e insistente en un régimen totalitario.
[70]
Liderado por ROCA y BOTAI, y que fue el que más adelante pidió la
institucionalización del régimen fascista.
[71] Liderado por GRANDI y PANUZZI, e insistente en un sindicato vertical que conservara la esencia sindical.
[72] A nivel de saber lo que quieren pero careciendo de estructura para llevarlo a cabo. El problema es que cada grupo tenía sus propias características y no era fácil conseguir la unidad.
[73] Enfrentándose a los izquierdistas, dado el miedo real a una revolución soviética en Italia. Así, la gente empezó a sentirse segura y tranquila, y el número de militantes del partido se disparó a los 800.000.
[74] Tendentes a la disolución democrática y totalitarismo en la Cámara de Representantes, tras la apabullante mayoría electoral.
[75] A través de:
-la milicia de partido,
dotada de todo tipo de armamento,
-la Sección Balilla, de niños fascistas,
-el Consejo fascista, controlador del Senado italiano,
-la Cámara
fascista, controladora del Parlamento italiano.
[76]
Bajo la idea de volver a convertir a Hispania en colonia romana, aparte de
venderle armamento por importe del 8%
del PIB.
[77] Sin ningún plan específico, y donde su principal problema consistía en coordinar su propio Partido fascista. Lo cual fue solucionando tras la implantación que hizo de una propia squadristi-milicia oficial de partido (semi-autónoma respecto a ella misma, pero poco a poco bajo el control general del ejército italiano).
[78]
Tras:
-las
elecciones generales de 1924, donde MUSSOLINI obtuvo el 70% de los escaños,
-el
asesinato del opositor MATTEOTTI, por parte de su propia squadristi-milicia
de partido.
[79]
Entre otras cosas por temor a una Alemania:
-que
veía con malos ojos la cesión que Inglaterra y Francia hicieron a Italia
de ciertas fronteras africanas,
-que
iba acumulando un armamento al que Italia nunca podría ofrecer resistencia.
A lo que siguió que Italia tuvo que aceptar:
-la
ideología del racismo, que en las escuelas se transformaba en
diferencias culturales y nunca biológicas,
-el
establecimiento de una República Social Italiana neofascista, en la que
tuvo que ir reproduciendo el modelo administrativo alemán.
[80]
Donde intentó reforzar la presencia italiana en Albania, Rumanía y Hungría.
[81]
Donde dio un ultimátum al gobierno griego, bombardeando la isla griega de
Corfú.
[82] Sustituyendo los 13 sindicatos nacionales por 22 corporaciones.
[83]
Sin dar preeminencia a ninguna, pero sí sabiendo conjugar
interesadamente:
-las
radicales teorías sindicalistas de GRANDI y ROSSONI,
-las
radicales teorías militaristas de FARINACCI,
-las
radicales teorías nacionalistas de ROCCO y CARLI.
[84]
Apartando del escenario político, para ello, a más de 200.000 radicales.
[85] Por influjo de su filósofo más recurrido, GIOVANNI GENTILE.
[86] Como forma de compensar a la Iglesia las expropiaciones que se le habían hecho en sus tierras y propiedades urbanas.
[87] Que MUSSOLINI pone en manos de la Iglesia, para que sea ella la que controle la idoneidad de los profesores y docentes en primaria y secundaria.
[88]
Para crear así una Italia viril, con disciplina militar a la romana.
[89] Nombre tomado de las famosas revueltas de esclavos del Imperio romano.
[90]
Pues Alemania estaba sumida en una suma de viejos principados
completamente desorganizados, y cada uno sobreviviendo por su cuenta. A lo
que se sumó la crítica que hicieron los ex-militares de la I Guerra
mundial de:
-que
su ejército nunca había sido derrotado en el campo de batalla,
-que
los políticos habían apuñalado por la espalda a los alemanes, al dejarse
convencer por socialistas y judíos.
[91] Unidades desmovilizadas del ejército alemán.
[92] Condado escogido para almacenar todo el aparato del gobierno provisional alemán, sobre todo por su gran bagaje cultural del s. XIX, donde figuras como BACH, GOETHE, SCHILLER, LISZT… habían ido concentrando a toda la flor y nata de la mentalidad alemana.
[93] Germen de la nueva Alemania federal, y pivotada en torno a los derechos sociales más elementales (vivienda, opinión, sindicatos, reparación familiar…).
[94]
Lo que fue difícil, pues la mayoría de la sociedad era pro-monárquica
hasta el tuétano, glorificando las viejas glorias imperiales y sometiendo a
raya a los huelguistas de izquierdas.
[95]
Mediante el sufragio universal, adjudicándose un diputado por cada 70.000
votos.
[96] Financiando todas las escuelas según los % de fieles de cada Iglesia en cada lugar.
[97]
Pues tras el Tratado de Versalles-1919 Alemania tuvo que ceder:
-todas
sus colonias africanas, del Pacífico, de China y del territorio ruso,
-sus
fronterizas Sudetes, Sarre, Danzing, Alsacia y Lorena,
-una
suma de 126.350 millones $, a ritmo de 475 millones $ anuales.
[98] Y es que Alemania mantenía intacto toda su tejido industrial pre-I Guerra mundial, pues toda la guerra se había producido en suelo no alemán, y sus fábricas y minas no habían sufrido bombardeo alguno.
[99]
Basado no en las reservas metálicas sino en la hipoteca general sobre la
riqueza nacional.
[100]
Que en las elecciones de 1930 había sido barrido del mapa, con resultados
calamitosos.
[101]
Que en las elecciones de 1930 había ganado las elecciones, pero sin mayoría.
[102]
Partido Católico, fundado en el s. XIX como reacción católica a la
persecución anti-católica de BISMARCK.
[103]
Que se echó en cara al comunismo.
[104] Surgido recientemente, 20 años atrás, y que vivía los momentos de mayor fuerza difusiva.
[105] Decisión tomada por el Partido Zentrum como forma de mostrar su patriotismo, y como también había hecho tras la I Guerra Mundial. Pues de siempre el Partido Católico había sido acusado de pro-romano y falta de patriotismo.
[106]
Pues una parte de ellos:
-estaba
a favor, como el obispo de Maguncia (que pidió el apoyo públicamente),
por la grave crisis social alemana y el gran miedo hacia los bolcheviques;
-estaba
en contra, como mostró la inmensa mayoría en la Declaración de Fulda-1932, en que los obispos alemanes alertaron
del peligro de HITLER.
[107]
De hecho, eso había sido así en parte, y los militares alemanes nunca
aceptaron que habían perdido, y transmitieron esa idea al pueblo.
[108] Iniciada en 1860, desde que empezaran a prender los Discursos a la Nación Alemana-1808 de FICHTE, en que se hablaba de la superioridad de la raza alemana sobre el resto de razas existentes.
[109]
De hecho, muchas alemanas trabajaban como sirvientas en las casas de los judíos.
[110]
Los obtenidos durante la I Guerra Mundial, cuando lucharon heróicamente de
parte alemana.
[111] Al tiempo que se prohibía el contacto matrimonial, médico… con ellos.
[112] En una persecución estatal orquestada a través de la estrategia de la escalera: ir ascendiendo la escala de la violencia, disimuladamente de escalón en escalón, pero con diferencias de vértigo del último al primero de los pasos dados.
[113] De hecho, hasta para las autoridades fue difícil saber el número total de judíos acusados, juzgados y condenados. Pues junto a los judíos se eliminó también a muchos gitanos, homosexuales, comunistas, testigos de Jehová... Además, los grandes exterminios tuvieron lugar fuera de Alemania, en los territorios ocupados de Polonia y Rusia.
Lo que no quita que fuese el peor genocidio de la historia. Como se vio en el comandante en jefe de las SS, HEINRICH HIMMLER, que sospechaba que la guerra se iba a perder, y aún así llegó a la conclusión de que:
-“la gran misión
de Alemania es dejar limpia Europa de población indeseable”,
-“aunque se tenga que recurrir a la solución final de eliminación masiva”.
Eliminación ordenada por HIMMLER, y llevada a la práctica mediante el sistema más barato de eliminación que era la cámara de gas y el horno de fuego.
[114]
Lo que le llevó, cuando se hizo con el poder, a poner ese miedo en
circulación, mediante la creación de:
-una
Gestapo que sustituyera a la inútil Cripo, a nivel de policía no sólo
nacional sino también secreta,
-una
SS que sustituyera a la inútil SA, a nivel de milicia paralela y
secreta de partido, respecto al ejército nacional.
[115]
Sobre todo los conceptos de:
-nación,
como fuerza histórica superior,
-soberanía
nacional, como residente en la voluntad del pueblo,
-hombre
nuevo, que busca su extrema autonomía,
-libertad
y unidad radical para el pueblo, superando las distinciones de clase,
-diferencias
raciales entre pueblos, como inherentes a la cultura humana.
[116]
Sobre todo las ideas de:
-revolución
anti-capitalista, a desarrollar a escala mundial,
-lucha
constante, por parte del pueblo,
-adopción
de naciones vecinas, desposeídas y proletarias,
-proyección
internacional de un nuevo mito ideológico, como alternativa a las
ortodoxias imperiales,
-genocidio
masivo, táctica usual del comunismo en Rusia, Camboya, China, Turquía…
Un comunismo soviético que había servido de 1ª aplicación práctica de las ideologías totalitarias, que fue copiado por HITLER, y que por sus similitudes pasó a convertirse en el enemigo nº 1 de Alemania. Pues, en efecto, HITLER reconoció públicamente que sus únicos rivales revolucionarios “se hallaban en la Unión Soviética”.
[117] Ministro de economía cuando HITLER fue llamado a colaborar con el gobernante Partido Zentrum, y que decidió integrarse en su organigrama nazi.
[118] Círculo de grandes empresarios alemanes.
[119] Subordinando la economía al interés nacional, colectivizando las estructuras y aludiendo al interés colectivo. Lo que no supuso todavía suprimir el tejido económico privado, “pues lo que hay que nacionalizar es a la población”.
[120] Con todo tipo de regulación y controles estatales, desmantelamiento de grupos de presión privados, cambio de las reglas del juego, eliminación de toda élite económica, creación de una única clase social con un mismo balance económico…
[121] Surgido a finales del s. XIX, y como consecuencia del romanticismo (de donde habían surgido en Europa los nacionalismos, el colectivista-comunista, y el regionalista-socialista).
[122]
Pues ya había una parte de católicos del Zentrum en su contra, por la
ideología nietzscheana que había empezado a respirar HITLER.
[123] Para los que pidió su encarcelamiento y la censura total de su prensa (que luego extenderá a la censura de toda prensa no nazi).
[124]
Al que necesitaba para adquirir porcentajes aplastantes de población, y al
cual prometió:
-la
defensa de la escuela confesional,
-respetar
los acuerdos con la Santa Sede,
-mantener
en su puesto a los funcionarios católicos (y en contra de lo que había
hecho BISMARCK).
Tras este 2º acuerdo HITLER-Zentrum, la mayoría de católicos empezaron a pasarse decididamente al partido nazi.
[125]
Con la idea de suprimir la República de Alemania, y concentrar todo
el poder en el canciller. Pero para eso necesitaba conseguir:
-todo
el apoyo del Zentrum (cosa que consiguió),
-eliminar
a los votos contrarios (mediante la Ley de Excepción, en que se eliminó al Partido demócrata por
[126]
Pues el Tratado de Versalles-1919
había reducido mucho las fronteras y dominios de Alemania, como lección
que se le dio tras la I Guerra Mundial. HITLER, nada más salir elegido como
fürer, empezó a negociar el tema de las fronteras dentro y fuera de
Alemania:
-tratando
de restituir el orgullo y derechos arios, heridos desde entonces,
-comenzando
a promover el concepto global de nación aria.
Por otro lado, cabe recordar que el propio padre de HITLER no llegó a conocer la unificación alemana de BISMARCK, sucedida 60 años atrás. De ahí que HITLER comenzara por crear una Pequeña Alemania (la auténtica), y desde ahí fuese extendiendo su modelo hacia una Gran Alemania (la del Imperio austriaco, dominadora sobre toda Europa central y del este).
[127] Los landers eran las comunidades autónomas alemanas, con propios parlamentos.
[128] Golpe definitivo de HITLER, pues en la práctica se convertía en el final del Zentrum, dirigido y movido por los párrocos de las localidades.
[129] Que nadie secundó. De todas formas, ese fue sólo el detonante final, pues HITLER hubiera perseguido de igual manera y totalmente a los judíos, sus conejos de indias.
[130] Con expulsión de judíos, e impedimento de acceso a los católicos.
[131] Aquí es donde se pidió a los judíos llevar la estrella de David para estar siempre distinguibles, y se impulsó el emblema de la esvástica, como emblema nazi por excelencia.
[132]
De hecho, el nuncio PACCELI estuvo amenazado de muerte por el
gobierno nazi. Además, el partido nazi sabía frenar a la Iglesia con diplomacia,
como la de ser ellos los que explicaron las leyes anti-judías en Roma,
acusando a los judíos de ser corrosivos, anti-alemanes y anti-cristianos.
Pero esta diplomacia exterior y miedo interior que desarrollaba el
partido nazi quedaba siempre al margen de sus programas, como se ve en la
labor que sistemáticamente hacía la prensa alemana:
-criticando
coercitivamente a la Iglesia,
-presentando
a judíos sonrientes en los guetos, o entrevistando sólo a los jefes de
barracones de los campos de concentración (a los que alimentaban y
cuidaban).
[133]
Con la idea de:
-no
provocar una masacre más, la católica alemana,
-no
evitarla, como les ocurrió a los obispos holandeses, que publicaron la
condena con todas sus letras.
La decisión que tomó el gobierno nazi, al respecto, fue la de leer la condena papal en las misas, pero no publicarla ni transmitirla por escrito.
[134]
Que en esa noche se elevó al número de 91, nada más que en Berlín.
[135]
También alemán en el pasado, y parte de lo que HITLER había reclamado
para ser devuelto, tras haber dado por acabado el viejo Tratado de Versalles-1919.
[136] Pues su padre estaba empeñado en que siguiera la carrera de agente de aduanas, mientras él decía que quería ser pintor.
[137] Que su profesor de historia LEOPOLD POETSCH le enseñó.
[138] Al encontrarse un día en la calle de Viena, por casualidad, con un judío de tirabuzones (y no por medio de ideas que fue preconcibiendo).
[139]
Tras el peligro nº 1 que era el marxismo, y el
peligro nº 2 que era el judaísmo.
[140] Pues en él todos gritaban en alemán, pero cada uno desde la minoría no alemana que representaban.
[141]
Como cabo en el I Regimiento de Munich, y la misión
de disparar gases químicos al enemigo (lo que le hizo pasar unos meses en el
hospital, para curarse de los gases introducidos en sus ojos).
[142]
El de oficial educador del ejército, con la misión
de levantar la moral de los soldados.
[143] Con el carnet nº 7, de 100 seguidores que tenía el partido.
[144]
Como eran:
-el
Partido democristiano, sin la idea de unidad nacional, clave para poder
levantar Alemania,
-el Partido pangermanista, basado en la idea común de patria e
identidad, pero alejado e incapaz de recuperar las masas obreras.
[145]
Gracias sobre todo a su retórica.
[146] El 9 noviembre 1923, coincidiendo con el V aniversario de la Capitulación de Alemania.
[147] Lo que saltó a las noticias en toda Alemania, e hizo que el movimiento de HITLER fuese conocido y admirado por su talante martirial en toda Alemania.
[148] Pues HITLER apenas había obtenido un puñado de escaños.
[149] De ahí que ningún judío pueda ser miembro de la nación alemana, y que todo no alemán no pase de ser huésped en Alemania (recibiendo en este caso leyes especiales y no comunes).
[150]
Frente a la pequeña Alemania de los
HOHENZOLLERN, o la Alemania de las minorías de los HABSBURGO.
[151] Sin más dilación, y sin ningún estudio sobre sus orígenes al respecto (pues HITLER nunca quiso analizar las raíces alemanas, sino que las dio por supuestas).
[152] Nunca por su mayor ciencia o inteligencia.
[153] A las que concedió HITLER toda la magia y atención de la nación, y no tanto a sí mismo. Pues el propio pueblo (de raza única) debía ser el propio motor de su futuro (guardando intacta la sangre), sin que se reprodujera en su seno miembro débil alguno (mediante la esterilización, si hacía falta).
[154] De corte naturalista y sofista griega (que hablaba del derecho subjetivo de los fuertes para dominar a los débiles).
[155]
Basada en desfiles de camisas pardas y negras, alzamiento de brazos… Lo que
nada tuvo que ver con la parafernalia italiana de MUSSOLINI. Pues:
-el
fascismo italiano trataba de recuperar el fasces de flagelos y hacha de la Roma Imperial,
-el nazismo alemán trataba de poner el estado al servicio de los fines
sociales y racistas del Partido.
[156]
Alejada de toda modernidad liberal y comunismo
obrero.
[157]
Copiada del modelo de los marxistas de Viena, y de
la llevada a cabo por Inglaterra en la I Guerra Mundial.
[158] Explicando para ello que el alma alemana presente en el Fausto de GOETHE es la sucesora de aquella clásica alma apolínea equilibrada de la Antigüedad.
[159]
De forma:
-más
racial y colectivista en la zona norte y prusiana,
-más emocional e individualista en los landers
del sur.
De ahí que la Alemania protestante del norte votara mucho más a HITLER que
en la Alemania católica del sur.
[160] CHEVALLIER, J. J; Grandes textos políticos desde Maquiavelo a nuestros días, ed. Aguilar, Madrid 1962, p. 385.