Gracias Señor

por todo lo que me diste

en este año que terminó

 

 

Gracias por las alegrías, porque me estimula a continuar caminando.

Gracias por los sinsabores y disgustos, porque permitieron que en la adversidad no cese de crecer.

Gracias por los encuentros, porque me permitieron vibrar y sentirme que tengo vida.

Gracias por los desencuentros, porque me acercaron más a Vos.

Gracias por el trabajo, porque me permite  sentir que tiene sentido lo que hago.

Gracias por las personas que me acompañan en mi trabajo, porque juntos, buscamos Y concretamos espacios de construcción en un tiempo tan difícil para nuestro país.

Gracias por el dolor de varias partidas definitivas de la familia, porque esto me acercó aún mas a mis primos hermanos.

Gracias porque acompañás y cuidas de mamá, ya que cada día,  en su semipostración me enseña que, aún en la enfermedad es posible vivir la alegría, la dulzura y la entrega al otro.

Gracias por tomar conciencia de mis imperfecciones, porque ello me alienta a continuar buscando tiempos y espacios para mejorar.

Gracias por permitirme que cada día busque creer y crecer en Vos, porque esto es la raíz de mi constante caminar.

En fin, Señor, gracias por todo aquello que permitiste que viviera, bueno o no, agradable y desagradable, alegrías y tristezas, quietud y  ansiedad, broncas y plenitudes, porque absolutamente todo junto me hacen decirte, una vez mas:

Gracias Señor por la vida

Gracias Señor por creer

Gracias Señor por buscarte

Gracias Señor por querer que Vos crezcas en mí.

Por todo esto:

Muchas gracias Señor