CHISTES
¡Papá,
papá, vinieron a preguntar si aquí vendían un burro!
¿Y qué les dijiste, hijo?
Que no estabas.
La
maestra dice:
A ver niños, si yo digo "Estoy buscando marido", ¿En qué tiempo
estoy hablando?
Se para Jaimito y le dice:
Tiempo perdido, maestra.
Estaban
dos niños cada uno con un trompo y uno le dice al otro:
A ver, baila el trompo.
Y el otro le contesta:
No sabo.
El otro le dice:
No se dice "no sabo" se dice "no sepo".
En ese momento una señora estaba escuchando la conversación de los niños
y les dice:
No se dice ni no sabo ni no sepo.
Los niños le preguntan:
Entonces, ¿Cómo se dice?
La señora les contesta:
No sé.
Y los niños le dicen:
Entonces, por qué se mete en lo que no le importa.
Una
mujer y un hombre se ven envueltos en un accidente de tránsito, en uno
realmente aparatoso. Ambos autos quedaron totalmente demolidos, pero
asombrosamente ninguno de ellos sufrió heridas. Después de forzosamente
salir de sus autos, la mujer dice:
Entonces,
usted es un hombre, qué
interesante, ¡Yo soy una mujer, Wow!
Sólo
mire a nuestros autos, no ha quedado nada de ellos, pero afortunadamente
estamos ilesos. Esto debe ser una señal de Dios para que nos conociéramos
y vivamos juntos en paz por el resto de nuestros días.
Estoy
completamente de acuerdo con usted, replicó el señor, esto debe ser una
señal de Dios.
La
mujer continúa: Y observe esto, he aquí otro milagro, mi coche está
completamente destruido pero esta botella de vino no se rompió. De seguro
Dios quiere que nos la bebamos y celebremos nuestra buena suerte.
Entonces,
le pasó la botella al señor. El caballero asintiendo con la cabeza, abre
la botella y se da varios tragos monumentales. Luego se la devuelve a la
mujer. La señora toma la botella, inmediatamente le pone la tapa y se la
regresa al hombre. El hombre entonces le pregunta:
¿Es
que usted no va a beber?
La
mujer se limita entonces a decir:
No,
creo que yo esperaré hasta que llegue la policía.
La
maestra le pregunta a Jorgito:
¿Por qué llegas tarde?
Ay maestra, es que venía en mi caballo y que se sienta y ya no se quiso
parar.
Bueno, ¿Y tu Pedrito por qué llegas tarde?
Ay maestra, es que venía en mi caballo y que se sienta y ya no se quiso
parar.
Bien, ¿Y tu Pepito por qué llegas tarde? ¡Tú no tienes caballo!
Ay maestra, pues con tanto caballo sentado no podía pasar.
El
presidente de una empresa le dice a su gerente general:
El lunes próximo, a eso de las 10 de la noche el cometa Halley se hará
visible, es un acontecimiento que ocurre cada 78 años. Reúna al personal
en el patio de la fábrica, todos usando cascos de seguridad, que allí
les explicaremos el fenómeno.
Si llueve, el raro espectáculo no podrá ser visto a ojo desnudo, en cuyo
caso entraremos en el comedor donde será exhibido un documental sobre el
mismo tema.
El gerente al jefe de producción:
Por orden del presidente, el lunes a las siete aparecerá el cometa Halley
sobre la fábrica. Si llueve reúna a los empleados con cascos de
seguridad y llévelos al comedor, donde tendrá lugar el raro fenómeno lo
que sucede cada 78 años a ojo desnudo.
El jefe de producción al supervisor:
A pedido de nuestro gerente general, el científico Halley de 78 años,
aparecerá desnudo en el comedor de la fábrica usando casco de seguridad,
pues va a ser presentado un documental sobre el problema de la lluvia en
los ojos.
El supervisor a su asistente:
Todo el mundo desnudo, sin excepción, deberá estar en el patio el lunes
a las siete, donde el famoso guitarrista Halley mostrará el documental
"Bailando bajo la lluvia". El show se presenta cada 78 años.
Y por último el asistente a sus empleados:
El jefe cumplirá 78 años el lunes, habrá una fiesta en el patio y en el
comedor amenizada por el grupo Halley sus cometas.
Soy
un seminarista y ahí le envío un chiste. A ver qué puntuación le
otorga:
Era
un padre judío al que su hijo le traía cada semestre muy malas
calificaciones. Un día decidió darle un ultimatum a su hijo: ¡Como
vuelvas a traer malas calificaciones voy a tener que llevarte a un colegio
cristiano! Y no sabía qué excusa poner a los rabinos para que siguiesen
admitiendo a su hijo.
El
siguiente semestre el niño judío volvió a traer las mismas
calificaciones: todo suspenso. El padre dijo: A partir de mañana
estudiaras en un colegio católico, a ver si aprendes. Y así lo hizo.
El
primer semestre trajo unas calificaciones inmejorables: todo sobresaliente.
El padre asombrado preguntó al hijo: "¿Pero cómo en el colegio de
los rabinos traías todo suspenso y en el colegio cristiano has aprobado
todo? ¿A qué se debe este cambio?"
A
lo que el niño respondió: "Verás papá. El primer día de clase nos
llevaron a una iglesia y allí ví a un hombre casi desnudo clavado en una
cruz. Pregunté a uno de los niños mayores: Oye, ¿quien era ese?. Y me
respondió: "Ese era un judío igual que tú". Y entonces pensé:
Vaya, en este colegio no se andan con chiquitas, y comencé a
estudiar."
Este
era una vez que un señor llega borracho a su casa a las 4 de la mañana,
y como no tenía llave se dirigió al patio de su casa, de repente ve que
el perro de su casa tiene un lorito muerto en la boca, y el tipo dice:
¡Dios mío!, si es el lorito de la señora del lado.
Al señor le dio pena y puso al lorito en la jaula de la vecina y se
acuesta a dormir. Al otro día se despierta y ve que su esposa está
llorando y le pregunta:
¿Amor, por qué estas llorando?
Y le dice su esposa:
Es que se murió la vecina del lado.
Y dice el esposo:
Cómo va a ser, si ayer la vi bien y en perfectas condiciones.
Y le dice la esposa:
Es que le dio un infarto esta mañana. Porque ayer había enterrado al
lorito que se le murió y se le apareció en la jaula esta mañana.
Está
la maestra en la escuela y le solicita a los
alumnos llevar artículos para su botiquín de primeros auxilios. Al día
siguiente llega Juanito con alcohol, y la maestra le dice:
Muy
bien, Juanito, ¿Y para qué sirve el alcohol?
Juanito
responde:
Pues
para desinfectar heridas y hacer asepsia antes de las inyecciones.
La
maestra:
Muy
bien.
Entonces,
llega Lupita con un tanto de algodón, y la maestra pegunta:
Lupita,
¿Para qué sirve el algodón?
Y
Lupita responde:
Maestra,
en esta presentación se hacen motitas y con el alcohol se desinfectan las
heridas.
Muy
bien, dice la maestra.
En
eso llega Pepito con un tanque de oxigeno, y la
maestra le pregunta:
Pepito,
¿Un tanque de oxigeno? ¿Y para qué sirve?
Pepito
responde:
La
verdad, no sé pero cuando se lo quité a mi abuelita me dijo:
¡No
te lo llevessssssss!
Primera
escena: Un enanito diciendo groserías.
Segunda escena: Un enanito diciendo groserías
Tercera escena: El mismo enanito diciendo groserías.
¿Cómo se llama la obra?
VULGARCITO.
Dos
amigos, Luis y Juan se fueron en un viaje de camping. Luego de una buena
comida y una botella de vino se despidieron, se acostaron y se fueron a
dormir. Algunas horas más tarde, Luis se despertó y codeó a su fiel
amigo:
Juan, mira el cielo y dime qué ves.
Juan contestó:
Veo millones y millones de estrellas.
Y eso, ¿Qué te dice?
Juan pensó por un minuto y dijo:
Astronómicamente, me dice que hay millones de galaxias y potencialmente
billones de planetas, astrológicamente, veo que saturno está en leo,
cronológicamente, deduzco que son aproximadamente las tres y diez; Teológicamente,
puedo ver que Dios es todopoderoso y que somos pequeños e insignificantes
y, meteorológicamente, sospecho que tendremos un hermoso día mañana.
¿Y a ti qué te dice?
Juan calló por un minuto y luego dijo:
Eres un tonto, ¡Alguien nos robó la carpa!
Estaba
un hombre caminando por la playa, de repente alzó los ojos al cielo y con
toda la devoción que pudo, pidió a Dios que le concediera un deseo. Dios
al verlo se apiadó de él.
Pedid
y se os dará, exclamó una voz desde lo alto.
Mira
Dios, tengo una novia que vive en España, yo vivo en Mallorca y me cuesta
mucho ir a verla, ¿No podrías construirme un puente que una las islas
con la península?
Eso
que me pides, respondió Dios, es un trabajo muy materialista. Tendría
que erguir grandes pilares de hormigón que profanarían mis océanos.
Debería emplear cientos de toneladas de hierro y asfalto, reflexiona hijo
mío, pídeme algo que me honre y glorifique. A lo que el hombre respondió:
Me
he divorciado tres veces, me gustaría tener el don de saber escuchar a
las mujeres, comprenderlas, saber por qué dicen no cuando quieren decir sí
y viceversa, qué quieren decir cuando callan, por qué lloran sin
motivos, ¿Cuál es el secreto para hacer feliz a una sola mujer?
Dios
desde lo alto carraspeó y respondió a su deseo con una pregunta:
¿Y de cuántos carriles dices que quieres el puentecito?
Una
señora pasea
con su hija en la tarde y un borracho les grita:
¡Señora, su hija se ve bien fea!
Y la señora le contesta:
¡Es que la belleza la tiene por dentro!
Y el borracho le responde:
¡Entonces, pélela!
En
un concurso de aves les toca el turno a 3 extranjeros:
El primero lleva un halcón le saca la capuchita y lo suelta a volar. A
los pocos segundos el halcón estaba bastante alto, saca una pajita del
bolsillo y la tira al aire, el halcón baja en picada alcanzando la
velocidad de 120 Km. y logra recoger la pajita antes de que ésta caiga al
suelo, le dan un puntaje de 8 puntos.
Ahora le toca el turno al segundo, éste trae un águila real, le quita la
capucha, la suelta a volar y cuando está bien alto, saca una pajita, la
parte en dos y la tira al aire, el águila baja en picada a la velocidad
de 160 Km. y logra recoger los dos pedazos antes de que toquen el piso, le
otorgan 9 puntos.
Le toca el turno al tercero, éste trae un lorito de su granja y se le
escucha gritar:
¡Sácame ya esta porquería de la cabeza que no veo nada!
Cuando lo hace el loro se escapa a volar, cuando va muy alto el amo saca
una pajita, la parte en tres y la tira al aire, el loro baja en picada
alcanzando la vertiginosa velocidad de 240 Km., y cuando se va acercando
al piso le grita al dueño:
¡Tira más paja infeliz, que me mato!
Hubo
un robo en una joyería de la capital. Llega la policía y encuentra las
ventanas rotas y a un viejito mendigo cerca de la puerta. Los policías
dicen:
¡Este es el ladrón! Llevémoslo a la pileta del parque para que
confiese.
Lo llevan y lo meten de cabeza dentro del estanque; lo sacan y le
preguntan:
¿Dónde están las joyas?
El viejito no contesta nada, entonces lo vuelven a meter durante más
tiempo. Lo sacan de nuevo:
¿Dónde están las joyas?
Nada que contesta, lo meten la tercera vez, durante dos minutos, entonces
el viejito levanta una mano; un policía dice:
¡Ya va a hablar!
Lo sacan y le preguntan:
A ver, ¿Dónde están las joyas? ¿Qué tiene que decir?
Contesta el viejito:
Que llamen a un buzo porque yo no veo nada en el estanque.
Jaimito
estaba en el salón de clase con sus compañeros, como la profesora no
llegaba, todos los alumnos comenzaron a hacer alboroto. Cuando llegó la
profesora vio el desorden que había y comenzó a interrogar a los niños.
Juanita, ¿Qué haz hecho tú?
Yo dibujé en la pizarra.
Pedrito, y tú, ¿Qué hiciste?
Yo tiré mi pupitre contra el suelo.
Jaimito, y tú, ¿Qué hiciste?
Yo tiré serpentina por la ventana.
Caramba, aprendan de Jaimito que no es un
malcriado como ustedes.
Pero al pasar unos minutos, tocan la puerta de la clase y entra una niña
toda golpeada, la profesora le pregunta:
¿Quién eres?
Yo me llamo Serpentina.
Seguro
que sabes chistes buenísimos. ¿Por qué no los mandas y disfrutamos
todos con esas ocurrencias? Pondremos una calificación cada mes al mejor
chiste.
juangainza@hotmail.com
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