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A TODOS LOS ENAMORADOS

 

       Estimados amigos:

                                  Hace unos días comenzamos esta ESCUELA DE NOVIOS con la pretensión de ayudaros a reflexionar en el amor auténtico, y a colaborar un poco en vuestra formación. Decíamos que las cosas del amor y del matrimonio hay que hablarlas en serio y con tiempo. El noviazgo no es sólo un tiempo de diversión o de experimentar emociones. Hay que hablar de cosas bonitas y de cosas serias, que también deben ser bonitas. Os estáis conociendo el uno al otro, y debéis ir construyendo unos esquemas mentales que encajen bien y hagan posible la armonía. Todo lo bueno y lo malo empieza generalmente en la cabeza, y después pasa al corazón, y entra en juego la voluntad. Otras veces sólo hay corazonadas irreflexivas que lanzan a la persona a una actuación espontánea sin pensar más allá. Otras veces el pensamiento está falto de afecto, y la voluntad no siempre funciona como debe. Por eso es necesaria la reflexión.

 

       En esta segunda entrega de mi ESCUELA DE NOVIOS quiero ofreceros un testimonio, un ejemplo de amor humano, de cariño fraternal, para que lo comentéis y saquéis vuestras conclusiones. Si queréis podéis comunicarme vuestros criterios sobre el caso. Leed despacio la historia, y daros un tiempo para hablar tranquilamente sobre lo que os sugiere. Es la siguiente:  

 

 


 

 

¡¡¡¡¡¡¡¡¡AL SERVICIO DEL AMOR!!!!!!!!!!!!!1

 

 

En una tarde muy caliente, un pobre paralítico sentóse como habitualmente hacía en uno de los bancos de una plaza en Viena, Austria, para pedir limosna como siempre. Él se mantenía del producto de las limosnas y para atraer a los peatones tocaba su viejo violín, tenía esperanzas en el efecto de su música sobre los corazones más generosos.  Su perro, fiel compañero y amigo inseparable, agarraba con su boca una bolsita, para que allí fueran depositadas las limosnas que le entregaban.

Aquella tarde, entretanto, las limosnas no llegaban. Sin dar ninguna atención al paralítico, el público pasaba de largo, apresurado y distraído. Nadie parecía escuchar sus canciones, y mucho menos percibir su presencia en aquella plaza. Esta situación hacía aumentar aún más la infelicidad del paralítico, que tanto necesitaba de las limosnas para su supervivencia

De repente, al lado del minusválido acercóse un caballero bien vestido, que lo  miró con compasión. Viendo al infeliz dejar el instrumento ya cansado y sin ánimos, reparando también en una lágrima que le bajaba por sus mejillas, acercóse un poco más y metiendo una moneda de plata en su mano, pidió permiso para tocar su violín.

Ajustó las cuerdas, preparó el arco y empezó a tocar.

El público, ahora atraído por la belleza de la música, empezó a aproximarse. Aglomeró tanta gente que llegó a  formarse una multitud.  Las monedas de cobre, plata y hasta algunas de oro fueron llenando  la bolsa a tal punto que el perro mal podía sostenerla.

El pueblo amontonado aplaudía la música, pero mucho más al gesto del artista. Éste después de haber tocado una melodía que fue cantada por el público, entusiasmado, depositó el instrumento a las rodillas del paralítico, ahora feliz, y desapareció sin dar tiempo a que le agradeciera o hiciese alguna pregunta. Pero la indagación quedó:

"¿Quién es este hombre que tan bien sabe tocar?" fue la pregunta que se escuchó de todos los lados.  La curiosidad tomó cuenta del pueblo. El paralítico también estaba curioso, además de extremadamente agradecido.



De repente, en medio de la multitud, alguien informó con conocimiento.  "Este hombre es Armando Boucher, el célebre violinista que solamente  toca en los grandes conciertos, pero hoy, parece haber también  colocado su arte al servicio del amor."

 

Permitidme que os formule tres preguntas:

+ ¿Qué os parece este modo de actuar del célebre violinista?

+ ¿Abunda en nuestra vida ordinaria este modo de obrar?

+ ¿Se agota el amor en la relación de pareja, o hay otros horizontes más amplios en donde podemos vivir el amor a otro nivel?

 

 

OS RECOMIENDO UN LIBRO: “El secreto de la felicidad”, de Phil Bosmans. Editorial Planeta-Testimonio.

 

UNA PELICULA: “La vida es bella”.

 

Si queréis enviar una colaboración para este espacio con mucho gusto la publicaremos si puede hacer bien a los demás.

 

                         Un saludo de vuestro amigo: Juan García Inza

                                                      juangainza@hotmail.com