INGRATITUD

  "Es enemiga del alma, disipa los méritos, ahuyenta las virtudes, impide que nos aprovechemos de los beneficios; la ingratitud es un viento abrasador que seca el manantial de la piedad, el rocío de la misericordia, los canales de la gracia, es enemiga de la gracia y de la salvación. Nada es más desagradable a Dios. Cierra las vías que pueden comunicarnos sus dones; allí en donde se halla, la gracia no puede acercarse ni hacerse lugar. (Serm. 41, Barbier, T. I, p. 34.)"