Georg Hegel
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Animado por su padre, un funcionario de hacienda, se matricula en la Universidad
de Tubinga, donde estudia para convertirse en pastor protestante. Allí entra en
contacto con Hölderlin, el poeta, y el filósofo Friedrich Wilhelm Joseph von
Schelling. Ante su escasa vocación religiosa decide que no ejercerá como
clérigo. Tras la muerte de su padre recibe una sustanciosa herencia que le
permite abandonar su trabajo como profesor. Estando en la Universidad de Jena
escribe "La fenomenología de espíritu". En octubre de 1806 los franceses invaden
esta cuidad, por lo que el filósofo se ve obligado a huir. A lo largo de estos
años fija su residencia en Baviera, donde publica artículos en el diario
Bamberger Zeitung. Años después se establece en Nuremberg. Allí dirigió una
escuela de enseñanza secundaria y contrajo matrimonio con Marie von Tucher. En
1812 la primera parte de su ensayo "Ciencia de la Lógica" sale a la luz y cuatro
años después consigue entrar en la cátedra de Filosofía de la Universidad de
Heidelberg. En 1818 se traslada definitivamente a Berlín. Dos años después
presenta "La filosofía del Derecho", la última obra que escribe antes de su
muerte. También es autor de otros trabajos genéricos como: "Lecciones de
filosofía de la religión", "Lecciones sobre la filosofía de la historia" y
"Lecciones de la historia de la filosofía". Impresionado por muchos de sus
antecesores, siempre se declaró seguidor de Schelling, Spinoza ,Rousseau yKant ,
entre otros autores. Su pensamiento filosófico recluta las teorías de éstos,
aunque goza de verdadera independencia. Para unificar todas las nociones en que
se apoya parte de una noción única que representa lo Absoluto: la Idea. Este
concepto está unido a la realidad. El propio autor escribió "Todo lo racional es
real y todo lo real es racional". La Idea, por otra parte, atraviesa tres
estados que resumen su método dialéctico. El primero, tesis, que se refiere a
toda afirmación. De esta fase se deriva el segundo estado, Antítesis -negación
de la afirmación anterior-; hasta llegar al tercer estado, síntesis, que se
traduce en la conciliación de los supuestos contrarios.
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Georg Hegel (1770-1831) es el punto culminante del idealismo alemán. Con un
portentoso dominio del saber y con una profundidad inigualable, Hegel emprende
la empresa de mostrar el ser en su totalidad. La filosofía de Hegel es, pues, un
idealismo absoluto.
Después de Hegel, se producirá un brusco viraje del idealismo al materialismo.
La izquierda hegeliana transformará la grandeza del espíritu por la realidad
concreta de la materia.
Después de que Kant (1724-1804) expusiera su programa filosófico, toda la
filosofía posterior tenía, inevitablemente, que partir de él. Kant era el punto
de referencia inevitable, pero, a la vez, también era superar algunas de sus
ideas en algunos puntos. Será Hegel el que logre superar el sistema de
pensamiento kantiano.
1. INTRODUCCION
La filosofía de Hegel surge estrechamente vinculada con la situación social,
cultural y filosófica de su tiempo, a la vez que es una respuesta racional a los
problemas plan_teados por esa situación.
1.1 EL MARCO HISTORICO-SOCIAL
La filosofía de Hegel supone una lucha por la falta de la libertad y de la
razón. A su juicio, la situación histó_rico-social en que vivía estaba
necesitada de una mayor libertad.
1.1.1 LA SITUACION DE ALEMANIA
La guerra de los Treinta Años [1] dejó a Alemania atrasada tanto política como
económicamente. No existía un estado moderno, sino un estado carente de justicia
centralizada y fundamentado sobre un despotismo feudal. Además, el campesinado
aún era muy numeroso, la industrialización era mínima y carecía de una clase
media poderosa que pudiese transformar ese estado de cosas.
Alemania no era un Estado. La libertad estaba sometida y la censura atenazaba la
libertad de expresión. Se atacaba la cultura y todo lo que significaba
"ilustración".
Hegel vivió la Alemania de su tiempo como un ataque a sus aspiraciones
democráticas y a la libertad, y concibió la necesidad de un Estado moderno y
racional. Era preciso también, pues, una idea o concepto de Estado racional.
1.1.2 EL IDEAL DE LA "POLIS" GRIEGA
La "polis" griega aparece como un modelo frente a la situación de Alemania. En
la polis griega se cumplía la armonización del individuo con la sociedad: la
vida del hombre nacía, se desarrollaba y moría en la vida y en el "espíritu" de
la polis, hasta el punto de que el individuo no era nada separado de la
comunidad política, social y cultural de la ciudad.
En relación con esto, es muy importante el concepto de Volkgeist (espíritu del
pueblo). Este espíritu es el único concreto y efectivo, ya que el espíritu
individual no es sino abstracto. Para Hegel el espíritu del pueblo da plenitud
al individuo. Sin embargo, al parecer de este filósofo, está realización y
armonía resulta deficiente y meramente "formal", ya que el individuo todavía no
ha descubierto la conciencia de su propia individualidad y de su libertad. En la
polis griega sólo algunos llegaron a ser realmente libres.
1.1.3 EL CRISTIANISMO Y EL DESCUBRIMIENTO DE LA "SUBJETI_ VIDAD" Y DE LA
"CONCIENCIA"
Con respecto a la polis griega, el Cristianismo viene a significar,
negativamente , la disolución de la vida armónica y en comunidad social.
Positivamente , significa el descubrimiento del concepto de "subjetividad", que
será interpretado por Hegel como un momento absolutamente necesario para la
realización plena de la libertad y el desarrollo y perfección del espíritu. La
religión constituye para Hegel un aspecto fundamental de la vida de un pueblo.
El concepto de subjetividad vendrá a significar, en último término, una crítica
y un opuesto al concepto "positivización" que puede hacerse de la vida
político-social. El término "positividad" viene a significar un “límite” que se
le impone a la vida desde una realidad impuesta de un modo exterior y por la
fuerza de la tradición, sin estar fundada y justificada ante la propia razón. "Positividad"
vendría a equivaler a "alienación". El hallazgo de la subjetividad y su carácter
de principio racional y libre representará para Hegel un principio rector en la
organización social y política de la vida del espíritu.
1.1.4 LA REVOLUCION FRANCESA
La Revolución Francesa significó para Hegel el triunfo de la Razón. La
Revolución Francesa estableció el principio de que el pensamiento debe gobernar
la realidad y el orden políticosocial; Hegel también tenía la concepción de que
sólo puede considerarse como verdadera realidad aquella que realiza las
exigencias y los fines de la Razón.
Además, la Revolución Francesa se proponía aunar la vida en comunidad con el
principio de subjetividad: la realización de la libertad y el sentirse libre.
Sin embargo, la experiencia del Terror en la época de Robespierre mostró a Hegel
la tremenda dificultad de conjugar racionalmente la libertad del hombre y la
organización político-social en un equilibrio en el que ninguno de los polos sea
reducido y disuelto en el otro, pues en tal caso se acabaría con la libertad
objetiva y con la vida del Espíritu.
1.2 EL MARCO FILOSOFICO
La obra de Hegel puede considerarse como la madurez filosófica y cultural de la
tradición occidental. Su filosofía pasa por ser el último gran sistema
filosófico, en el que confluyen prácticamente todas las filosofías anteriores.
El propio Hegel interpretó así su sistema, como el estado de maduración y unidad
interna de todo el pensamiento anterior a él (así lo hace en sus Lecciones sobre
la historia de la filosofía ).
La filosofía de Hegel se basa en la relación entre los dos conceptos
fundamentales de la filosofía anterior: la Naturaleza (en la filosofía griega) y
el Espíritu (en la filosofía cristiana y, a partir de Descartes, en la filosofía
moderna). Hegel pretende la unidad interna y la conexión entre Naturaleza y
Espíritu, de modo que pueda elaborarse una teoría unitaria, total y cerrada
sobre la realidad en su totalidad. Pero para ello Hegel necesitaba revisar y
superar la filosofía de Kant, que era la que había alcanzado mayor madurez pero
que, en cambio, ofrecía mayores dificultades para ese proyecto de sistema
filosófico unitario, cerrado y total.
Kant veía como insuperables las siguientes cuestiones:
*La distinción entre el entendimiento y la razón . El entendimiento para Kant
sólo alcanzaba a los fenómenos, a lo finito y limitado. La razón, aunque tiende
hacia lo absoluto y lo infinito, no puede alcanzar esa plenitud.
*La distinción entre fenómeno y noúmeno . Esta distinción supone que el orden de
la realidad está dividido, sin que sea posible elaborar una teoría absoluta y
total sobre la realidad en su integridad.
*La distinción entre el ser y el deber ser . Esta distinción establecía una
radical distinción entre la teoría (el pensamiento) y la praxis (la acción).
*La escisión entre lo finito y lo infinito (mundo/Dios, Naturaleza/Espíritu).
Aristóteles concebía la filosofía como la tendencia a un saber universal y
necesario de la realidad de lo total. Para Kant esta tarea será algo
inalcanzable para la limitada razón humana (y por eso para Kant la filosofía era
una crítica) . Hegel, corrige a Aristóteles afirmando que la filosofía tiene que
dejar de ser "tendencia" al saber para ser un efectivo y pleno Saber; y corrige
a Kant diciendo que tiene que ser ciencia (y, por lo tanto, no crítica, sino
sistema): el sistema absoluto de la totalidad de lo real (un sistema racional.
2. LA DIALECTICA
2.1 SENTIDO DE LA DIALECTICA
El término "dialéctica" [2] , aunque no fue Hegel el primero en utilizarlo (lo
habían hecho ya, por citar dos ejemplos, Platón y Kant), sirve para caracterizar
toda su filosofía llamándola método dialéctico o naturaleza dialéctica de la
realidad .
2.1.1 CARACTER CONCRETO E HISTORICO DE LA DIALECTICA
Ya habíamos hablado de que la filosofía de Hegel nacía unida a un marco
histórico y social determinado, en el que Hegel denunciaba la falta de libertad
del hombre. El término "dialéctica" es utilizado por Hegel para comprender y
expresar la situación real del mundo. En la dialéctica de Hegel queda patente,
pues, una voluntad de actuación sobre una realidad escindida, contradictoria y
alienaba que lucha por superar esa situación.
La dialéctica expresa, pues, tanto la contradicción del mundo existente cuanto
la necesidad de superar los límites presentes en un afán de superación movido
por la necesitad de una realización total y de un modo efectivo de la libertad y
de la infinitud.
2.1.2 LA DIALECTICA COMO ESTRUCTURA DE LA REALIDAD
Pero también habíamos visto que la filosofía de Hegel estaba inserta en un marco
filosófico muy preciso. En ese sentido, en cuanto expresión de la filosofía de
Hegel, dialéctica significa la radical oposición de Hegel a toda interpretación
fragmentaria de la realidad y del conocimiento.
El carácter dialéctico de lo real significa que cada cosa es lo que es, y sólo
llega a serlo en interna relación, unión y dependencia con otras cosas y, en
último término, con la totalidad de lo real.
La dialéctica de Hegel concibe la realidad como un todo, sin que ello afecte
para nada a la relativa independencia de cada cosa en su singularidad.
Esta concepción se opone a la interpretación empírica de la experiencia. Frente
a la supuesta autonomía de los hechos tal y como son dados en la experiencia, la
estructura dialéctica de lo real acaba por mostrar que los hechos no son sino el
resultado de un juego interno de relaciones que son las que, en última
instancia, constituyen las cosas, a pesar de que aparentemente pueda parecer que
los hechos tengan una independencia.
Pero el carácter dialéctico de lo real no sólo significa que tenga una relación
interna, sino, más profundamente aún, que cada cosa sólo es lo que es en un
proceso continuado. Es decir, la realidad, en cuanto dialéctica, no es fija ni
determinada de una vez por siempre, sino que está en un constante proceso de
transformación y cambio, cuyo motor es, a la par, tanto su interna
contradicción, limitación y desajuste en relación con su exigencia e intención
de totalidad, infinitud y absoluto, como la interna relación en que está con
otra realidad, que aparece como su contrario
La realidad en cuanto dialéctica está, pues, regida y movida por la
contradicción, internamente relacionada y constituida como oposición de
contrarios. De este modo, cada realidad particular remite a la totalidad, al
todo, y sólo puede ser comprendida y explicada en relación al todo. Y, por otra
parte, cada realidad, casa cosa, no es sino un momento del todo, que se
constituye en el todo, pero que también queda asumida y disuelta en el todo.
Según sus propias palabras, "lo verdadero es el todo".
2.1.3 LA DIALECTICA COMO ESTRUCTURA DEL CONOCIMIENTO
El carácter dialéctico de la filosofía hegeliana tiene igual alcance en lo que
se refiere al conocimiento o al saber ("conocimiento dialéctico" o "método
dialéctico").
Para Hegel, por su propia concepción de la filosofía como "el conocimiento
efectivo de lo que es en verdad", la teoría acerca de la realidad requiere
indagar lo que es el conocimiento, el saber, el pensar (recuérdese que la
relación ser-pensar ha sido una cuestión fundamental a lo largo de la historia
de la filosofía.
Para Hegel el conocimiento tiene una estructura dialéctica. Y tiene esa
estructura, en definitiva, porque la realidad es dialéctica y, por tanto, el
conocimiento también es dialéctico, en cuanto que es una dimensión de lo real y
en cuanto que se configura dialécticamente al manifestar adecuadamente la
naturaleza dialéctica de la realidad. Pero, en verdad, las distinciones entre
conocimiento y realidad, pensar y ser, etc., son, según Hegel, inadecuadas,
justamente en razón del carácter dialéctico de la realidad en general y del
principio hegeliano de que "lo verdadero es el todo". Lo que hay, en cualquier
caso, es la relación interna y estructural entre el ser y el pensar, o, lo que
es lo mismo, entre el objeto y el sujeto. Veamos ahora tres puntos fundamentales
de la estructura dialéctica del conocimiento:
*El conocimiento, estructuralmente, consiste en la relación sujeto-objeto, de
modo que cada uno de los momentos de esta relación sólo lo es por beneficio o
consideración del otro. Pero con la peculiaridad de que cada uno de ellos niega
y contradice al otro, dándose entre ellos una desigualdad y desajuste (que de
ser definitivos e insuperables harían imposible una plena verdad), desigualdad
que impone un proceso de transformación en el que se tienda a la igualdad o
identidad.
*El proceso encaminado a superar la diferencia entre objeto y sujeto tiende a la
identidad de ambos. Es decir, se tiende a la reducción de uno al otro. Sólo en
la identidad total que se alcanza en la total reducción es posible alcanzar uno
conocimiento total y absoluto, es decir, un conocimiento que sabe la totalidad
de lo real. Hegel, pretende hacer de la filosofía un sistema para llegar a un
conocimiento absoluto. Sólo un conocimiento total y que sepa la totalidad de un
modo absoluto merece, según Hegel, el nombre de verdadero conocimiento (él lo
llama ciencia). El conocimiento dialéctico es un conocimiento absoluto; y no
sólo porque llega a saber la totalidad de lo real, sino porque además sabe cada
realidad particular "en relación al todo y como formando un momento del todo".
Así sólo gracias al conocimiento o saber absoluto adquiere validez y sentido
cada conocimiento provisional, relativo y parcial. El conocimiento dialéctico
es, pues, un conocimiento absoluto. Esta tesis epistemológica está conectada
estrechamente con la tesis ontológica de que lo verdadero es el todo.
* En la reducción a la identidad absoluta en que se alcanza el verdadero y pleno
conocimiento dialéctico tiene lugar la disolución de uno de los momentos
estructurales del conocimiento en el otro. Hegel interpretará está disolución y
reducción como la reconversión del objeto en el sujeto: será, pues, en el sujeto
y como sujeto como se alcance la identidad absoluta. La identidad será una
identidad en y del sujeto. Pero con esa reducción no sólo se cumple una
reducción epistemológica (del objeto de conocimiento al sujeto de conocimiento),
sino también una reducción ontológica (del ser en el pensar). Y siendo el Sujeto
del saber, en último término, pensamiento, razón o idea, la reducción al sujeto,
la reducción del ser al pensar, convierte la filosofía hegeliana en un idealismo
absoluto. No se trata tanto de la reducción del ser al pensar, cuanto de la
interpretación de lo real, del ser, como Idea o Razón: "Todo lo real es
racional"; "el que lo verdadero sólo es real como sistema o el que la sustancia
es esencialmente sujeto, se expresa en la representación que enuncia lo absoluto
como espíritu, el concepto más elevado de todos y que pertenece a la época
moderna... Sólo lo espiritual es lo real".
2.2 ESTRUCTURA DE LA DIALECTICA
Hemos visto que para Hegel la dialéctica no se limita a ser un método del
conocimiento, sino que es algo más. La dialéctica constituye la naturaleza y
estructura de lo real, y por ello es por lo que constituye el modo de proceder
del conocimiento.
La estructura y esencia de la dialéctica es un todo complejo constituido por
tres momentos o aspectos implicados entre sí (y es ésta la auténtica
interpretación, y no que sean tesis, antítesis y síntesis términos, por otro
lado, que Hegel nunca utilizó tres pasos sucesivos):
- Lo que se ha llamado tesis (el aspecto o momento abstracto o intelectual).
Suele interpretarse la tesis como una afirmación cualquiera, una realidad, un
concepto. Pero esta afirmación lleva en su entraña un contrario, ya que la
realidad no es estática, sino dinámica.
- Lo que se ha llamado antítesis (el aspecto o momento dialéctico o
negativo-racional). Suele interpretarse como la negación de la afirmación
anterior, ya que es esa contradicción el motor de la dialéctica. Este momento
negativo es lo que hace dinamizar la realidad.
-Lo que se ha llamado síntesis (el aspecto o momento especulativo o
positivoracional). Suele interpretarse como la superación del conflicto, la
negación de la negación anterior. Los dos momentos anteriores son a la vez
eliminados y conservados, es decir, elevados a un plano superior. La síntesis
conserva todo lo positivo que había en los momentos anteriores. Por eso la
síntesis es enriquecimiento y perfección, es la seguridad de que la realidad
está en constante progreso. La síntesis se convierte inmediatamente en tesis del
proceso siguientes, a la que se opondrá la antítesis para dar lugar nuevamente a
una síntesis que será a la vez la tesis del proceso siguiente: todo está en
constante progreso dialéctico.
Esto tres momentos de la dialéctica hegeliana están vertebrados y constituidos
en una estructura cuya adecuada comprensión se alcanza mediante lo que podríamos
denominar categorías fundamentales de la dialéctica:
- Inmediatez-mediación.
- Totalidad.
- Negatividad-contradicción
- Superación.
3. LA FILOSOFIA DE LA HISTORIA
Hegel intenta comprender dialécticamente lo que ha sucedido en la historia y
para ello somete y contrasta toda su armazón doctrinal con los sucesos
históricos de cada época.
Para Hegel la reflexión sobre la historia supone una interpretación: la
imparcialidad es imposible. Hay que interpretar la historia desde la
racionalidad; hay que atender a los hechos para discernir el proceso racional
que se da en la historia.
La filosofía de la historia es la consideración reflexiva de la historia en
cuanto que es el espíritu el que dirige esa historia. Hay que contemplar los
hechos, pero interpretándolos a la luz del espíritu tal como se desenvuelve en
el tiempo.
3.1 LA VISION RACIONAL DE LA HISTORIA. LAS CATEGORIAS
Para Hegel la razón rige el mundo y, por tanto, la historia ha transcurrido
racionalmente. La razón es, pues, la sustancia de la historia. Si la historia ha
transcurrido racionalmente, esto significa que ha transcurrido de acuerdo con
unas categorías o leyes, y es necesario que el historiador se enfrente a la
historia con esas armas para poder explicar de forma convincente y racional la
historia.
Esas categorías son las siguientes:
a) Variación . Se pone de manifiesto si nos fijamos en el cambio de individuos,
pueblos y Estados que se van sucediendo: "Vemos un ingente cuadro de
acontecimientos, pueblos, Estados e individuos en incesante sucesión. Cuando uno
desaparece viene otro al momento a ocupar su puesto".
b) Negatividad . El espíritu en su andadura histórica no cesa de destruirse y
construirse constantemente. Esto significa que las etapas históricas tienen un
desarrollo interno dialéctico que las hace desaparecer para transformarlas en
otras más ricas y potentes: es la dialéctica aplicada a la historia. Cada
estadio histórico se muestra como un individuo y, como tal, nace, florece,
madura, decae y muere. En la muerte de un estadio reside el motor de cambio del
proceso histórico, pues lleva en sí el germen de un nuevo estadio. En este
sentido hay que entender la frase "De la muerte surge la vida". Esta idea la
explicaban antiguamente a través del ave Fénix: de sus cenizas surge una vida
rejuvenecida y fresca.
c) Razón . La historia se desenvuelve en el terreno del espíritu. El espíritu es
una conciencia no sólo del sujeto, sino también del objeto (Hegel llamaba a esto
"conciencia de sí". Y esta conciencia de sí es la libertad, es decir, la
autoconciencia.
d) Libertad . Es el principio fundamental que hace posible la historia. Sólo
teniendo conciencia de la libertad se puede ser libre (de los tres tipos de
libertad que distingue Hegel natural, de capricho y racional, Hegel se refiere a
la libertad racional). Pero no basta con tener conciencia de la libertad, sino
que es necesario hacerla realidad, objetivarla. Esta libertad se objetiva a
través del Estado.
Para saber cómo se objetiva la libertad, es necesario saber lo que es el
espíritu objetivo. El espíritu subjetivo concluye en la conciencia de libertad,
pero hace falta que se den las condiciones objetivas que hagan posible el
ejercicio de la libertad. Estas condiciones son el derecho, la moralidad y la
eticidad, de las cuales no vamos a hablar [3] , que constituyen el espíritu
objetivo. El Estado es la perfecta expresión de la racionalidad y de la
libertad, y, por tanto, representa la forma más alta del espíritu objetivo.
El Estado representa para Hegel la única realidad capaz de lograr y realizar
plenamente la libertad. En el Estado se inserta plenamente lo individual y lo
universal. El capricho individual no es libertad. Sólo en el Estado el hombre
tiene existencia racional. Estas ideas de Hegel han motivado que algunos lo
acusaran de totalitarista. Hegel dice que pensar que el Estado no hace más que
coartar la libertad de los individuos es pensar de forma negativa e idealista,
ya que sólo el Estado es la única garantía de la libertad y de que los
individuos vivan libremente. Lo demás sería pensar que el capricho individual
puede ser elevado al rango de libertad [4] . Esto hizo que Hegel criticase
algunas de las teorías sobre el Estado de pensadores anteriores (crítica de los
que piensan que el hombre era libre en el estado de naturaleza y que el Estado
no hace sino coartar la libertad, y crítica de la teoría de Estado Patriarcal).
3.2 LA HISTORIA COMO EXPLICITACION DEL ESPIRITU EN EL TIEMPO
Para entender mejor esta noción de historia, veamos por separado los conceptos
de "espíritu" y "explicitación en el tiempo"
*Espíritu
Espíritu no es lo opuesto a la materia. Es lo más fuerte, profundo y real de lo
existente. Es el espíritu del mundo o espíritu universal, la fuerza de todas las
fuerzas, la profundidad de todas las profundidades. Es la reconciliación del
hombre con la realidad, la reconciliación del sujeto pensante con el objeto
pensado.
No es nada estático. Por el contrario, va evolucionando dialécticamente:
espíritu subjetivo (descubrimiento de sí), espíritu objetivo (realización
práctica: aquí hay que colocar a la historia) y Espíritu Absoluto (encuentro
definitivo del hombre con la realidad, del sujeto con el objeto).
*Explicitación en el tiempo
El espíritu poco a poco se va desarrollando, se va expresando en medio de un
proceso siempre progresivo, sin poder volver atrás.
Por eso la historia es:
- El paso de todo la parcial hacia la totalidad.
- El tiempo que dura el enriquecimiento progresivo de los seres, de la verdad,
de la libertad...
- El encuentro y reconciliación del sujeto con el objeto, del hombre con la
realidad.
La historia es la cumbre en el Espíritu Absoluto: es la total superación de todo
proceso, la máxima unidad de contrarios, la culminación y la plenitud de todo
ser, la expresión máxima de la Libertad, de la Verdad, del Pensamiento...
3.3 LA HISTORIA COMO ESCENARIO DE DIOS EN EL MUNDO
La razón dialéctica es la que rige el mundo, y, por tanto, la historia universal
ha transcurrido racionalmente.
La comprensión filosófica de la Historia se convierte para Hegel en una
justificación del protagonismo de Dios en la Historia, en lo cual todo lo
negativo aparece como algo subordinado al Todo, al plan total del Espíritu.
Hegel tiene una visión teológica de la historia que implica que todos los
acontecimientos crueles, injustos y bárbaros que se han producido en la historia
no tuvieron más remedio que hacerse. Fueron unos instrumentos en manos del
Espíritu del Mundo.
Esa Razón infinita es la que opera en la historia de la humanidad por la cual
esa Razón infinita se realiza a sí misma.
Hegel no se fija en lo penoso del camino histórico, sino en la meta, en el fin
con que se han llevado a cabo esos sucesos desagradables. Para Hegel, esa meta,
es el Espíritu, y e fin que persigue el Espíritu es la conquista de la libertad.
3.4 LA HISTORIA COMO AVANCE DE LA CONCIENCIA DE LA LIBERTAD
La historia es el proceso de desarrollo de la libertad. Este proceso es el mismo
que el desenvolvimiento de la verdad parcial hacia la totalidad hasta llegar a
la Verdad total. La historia universal es para Hegel un conjunto de fases o
épocas históricas que se van sucediendo dialécticamente en un progresivo avance
de la realización de la libertad a través del Estado, que no sólo no coarta la
libertad de los individuos, sino que es la única forma de que los individuos
vivan en libertad.
Hegel distingue tres estadios en este progreso de la conciencia en libertad que
constituye la trama de la historia:
*Oriente . Es el primer período, la infancia de la humanidad, que se caracteriza
por la ausencia de libertad. Los orientales no saben que el hombre como tal es
libre, y, como no lo saben, no lo son. Solamente un hombre era libre: el
déspota. Es la época de despotismo en la que el poder del Estado se concentra en
un solo individuo. El individuo, pues, está absorbido por el Estado. En la
relación individuo-colectividad prevalece el elemento comunidad. Pertenecen a
este periodo China, India, Persia, Asia Menor y Egipto.
*Occidente: Grecia y Roma . Es el segundo periodo, que contiene la historia del
mundo grecorromano. Es la etapa de la adolescencia de la humanidad. Se inicia la
conciencia de la libertad, y por ello se lucha por la libertad. Pero entre
Griegos y romanos sólo sabían que algunos hombres eran libres, pero no que el
hombre como tal lo fuera. Por ello se dio la esclavitud. Sigue prevaleciendo el
elemento comunitario sobre el elemento individual (polis griega).
*Pueblos germánicos . Representan la ancianidad de la humanidad. Es un periodo
que se prolonga desde la llegada del Cristianismo hasta la época actual (de
Hegel, se entiende). La libertad, que surgió con el Cristianismo, no llegó a
tener inmediata expresión en las leyes y en las instituciones porque con el
triunfo cristiano perduró la esclavitud. Ha sido necesario un largo proceso de
desarrollo de los pueblos antes del reconocimiento explícito de la libertad. Se
produce la reconciliación de la escisión sujeto-objeto = individuo-colectividad.
Sólo las naciones germánicas han llegado a la conciencia de que el hombre es
libre como hombre. Es la etapa de madurez de la Historia: todos somos libres.
Todos los hombres se sienten y son libres (abolición de la esclavitud), y
realizan su libertad a través del Estado.
¿Qué medios utiliza el espíritu para realizar este fin? A primera vista, pueden
parecer los menos adecuados. Se trata de los pequeños intereses, necesidades y
pasiones humanas que aparecen constantemente en la Historia. Hegel afirma
incluso que sin pasión nada grande se ha realizado en el mundo. Pero ¿cómo puede
el Espíritu, con esa enorme masa de intereses y pasiones individuales realizar
el fin universal de la historia? Es verdad que sin pasión no se hace nada serio
en la historia, pero las pasiones de las grandes figuras de la historia son
utilizadas como instrumentos del Espíritu del Mundo y muestran la "astucia de la
razón". La razón hace que el interés particular de la pasión sirva de cebo a la
realización del interés universal. Sus instrumentos son los grandes personajes
históricos, los hombres cuyo fin individual incluye el fin universal del
Espíritu. Tales hombres (Alejandro Magno, Julio César, Napoleón) no tenían
necesariamente conciencia de que sus fines particulares eran sólo momentos del
fin universal.
La institución que asegura la consecución del fin al que se dirige la historia
es el Estado. Este es algo así como el material con el que se construye la
historia y llega al fin último del Espíritu. El Estado es la realización de la
libertad, la unión de la voluntad universal del Espíritu y de la voluntad
subjetiva del individuo. Sólo en la obediencia al Estado es el hombre
verdaderamente libre. Por eso los grandes individuos históricos han sido los
creadores de los grandes Estados.
En resumen, el pensamiento hegeliano se ha desplegado dialécticamente conforme a
los tres momentos:
- Tesis: la meta de la historia universal es el progreso en la conciencia de
libertad.
- Antítesis: los medios para lograr ese fin son las pasiones y egoísmos de los
individuos.
- Síntesis: la unión de ambos momentos y el ámbito de realización de la libertad
es el Estado.
CONCLUSION
Hay que tener muy en cuenta que:
- Hegel no intenta justificar ninguna forma política concreta. Lo único que
intenta justificar es la racionalidad del Estado. El que algunos grupos
políticos hayan querido justificar su propia doctrina (totalitarismo) apoyándose
en Hegel es otra cuestión.
- La interpretación que hace Hegel del Estado hay que situarla dentro de una
época determinada y tal vez no valga para otra época.
[1] Fue una guerra general europea que duró desde 1618 a 1648. Fue la guerra que
hizo perder la hegemonía europea a los Austrias para pasar a los Borbones.
[2] El diccionario de María Moliner da las siguientes acepciones del término
dialéctica:
1 Relativo a la argumentación o a la discusión.
2 Arte de razonar.
3 Arte de discutir o argumentar con discursos.
4 Tendencia de la mente hacia las ideas puras y hacia la investigación de la
verdad.
5 Desarrollo de una idea mediante el encadenamiento de razonamientos o de
hechos.
[3] Se puede acudir al lugar correspondiente del apartado "El concepto de
Espíritu y sus formas" en el capítulo del libro de Anaya dedicado a Hegel.
[4] El ejemplo de esto sería que hay que conducir de acuerdo con unas leyes