Clonación.
La noticia que conmovió al mundo
Entrevista
a D. Alvaro Rocha Genie, Catedrático de Bioética, Universidad Americana de
Managüa. Doctor en Medicina y Cirugía, Doctor en Filosofía (en Diario “La
Prensa”, Managüa, Nicaragüa).
El 27 de febrero del año 1996, un embriólogo escocés, hasta ahora
desconocido, Iam Wilmut, conmueve al mundo con la clonación de una oveja
adulta. Esta oveja fue producida del ADN de la glándula mamaria de una oveja.
Según dicen los medios de comunicación, es la primera clonación de un
animal adulto.
Aunque el experimento obtuvo éxito hace ya varios meses, los científicos han
esperado a comprobar que la oveja se desarrollara con normalidad, y sólo
hasta el mes pasado salió publicado con sus detalles técnicos en la revista
Nature.
El éxito del experimento ha planteado, de modo realista, y no como futurible
de ciencia-ficción, la posibilidad de clonar otros animales o al hombre a
partir de algunas de sus células. Evidentemente, el análisis ético de la
situación es completamente distinto en ambos casos.
ENTREVISTA
P= ¿Nos podría decir usted cuáles son los términos técnicos que
permitirían entender el tema de la Clonación?
R= Pienso que mínimamente son necesarios saber lo que es el ADN, Genoma, Gen,
Células no-diferenciadas y diferenciadas, y la Clonación en si misma.
1. El ADN (Acido desoxirribonucléico) es el mapa de la vida, el perfil
genético de cada individuo. Es una unidad indivisible. Su famosa hélice
doble, es una larga cadena construida por la unión de cuatro moléculas
simples. El orden en la cual se unen entre sí determina la información
contenida en el AND. Se encuentra en el núcleo de cada célula.
3. Genoma: la noción de genoma humano remite a la vez al conjunto de genes de
cada individuo entendido en su doble aspecto de material genético (moleculas
de ADN) y de información genética- y al conjunto de genes que constituyen la
especie humana.
4. Genes: son cadenas de ADN construidas por cientos o miles de moléculas
simples. Cada gen contiene instrucciones para hacer otro tipo de molécula,
como las proteinas, por ejemplo, que son moléculas complejas. Algunas
proteínas se encargan de activar o desactivar otros genes, los que influyen a
su vez sobre otros genes, creando complejos mecanismos de retroalimentación.
5. El ADN en cada una de las células contiene toda la información para
producir una persona. Sin embargo, en una célula solo algunos -y no todos- de
los genes se activan para producir determinado tejido u órgano, estas son,
precisamente las Células diferenciadas, son todas aquellas células que se
encuentran en cualquier tejido en un ser animado: por ejemplo, las células de
la piel, del hígado, etc.. En cambio, las Células no-diferenciadas: son el
esperma y el óvulo.
6. La clónación: es la reproducción exacta de un ser vivo, producto de
avanzadas técnicas de Ingeniería genética. Clónicos significa
etimológicamente “individuos genéticamente iguales”, porque provienen de
un organismo único de reproducción.
P= Habla usted de “ingeniería genética”, cómo la definiría?
R= No es una ciencia, sino un compendio de técnicas para aislar y modificar
los genes. Es obligado decir que sirve para hacer progresar los conocimientos
biológicos y, para originar sustancias útiles para el bienestar de la
humanidad. Bastaría pensar en las consecuencias extraordinariamente positivas
en muchos terrenos, como la terapéutica humana y animal, la ganadería, la
agricultura, etc.
P= Pasemos a hablar del tema que nos traía hasta acá, díganos ¿cómo puede
“clonarse” un ser vivo?
R= Hay posibilidades de hacerlo, antes que nada porque cada célula contiene
todos los cromosomas con las instrucciones genéticas codificadas para formar
un individuo completo, por eso, el animal clónico es una verdadera copia de
otro individuo.
P= Veamos si le he entendido. Entonces cada célula de mi cuerpo es capaz de
ofrecer la posibilidad de hacer otro individuo igual que yo. ¿es así?
R= Sin meternos a mayores matices, diríamos que sí.
P= Entonces, ¿por qué el ser humano no se reproduce normalmente por
clonación?
R= Dios dispuso mecanismos para que cada célula diferenciada posea en su
núcleo una programación o código que bloquea adecuadamente los genes para
que cada célula se mantenga en su sitio en su forma terminal. Puede servir de
ejemplo si le digo que existe un tumor conocido como “teratógeno” que, de
alguna manera, hace saltar ese mecanismo de seguridad, desarrollándose en el
todo tipo de tejido: huesos, nervios, pelos, etc.
P= Volviendo al tema, los medios de información hacen suponer que los
trabajos experimentales en clonación llevan ya muchos años haciéndose
¿qué nos puede decir al respecto?
R= Que están en lo cierto. Ya desde el año 1952, dos científicos, Briggs y
King, obtuvieron ranas clónicas por fecundación de huevos con núcleos
celulares procendentes del intestino de renacuajos embrionarios. Años más
tarde, en 1966, Gurdon, de la universidad de Oxford, utilizó ranas africanas
para los experimentos, mediante el uso de células intestinales de renacuajo
adulto...y así, a lo largo de estos últimos años se han ido multiplicando
trabajos de este tipo, logrando pequeños avances cada uno.
P= Vayamos ahora al experimento del biólogo escocés, ¿qué hizo él,
podría explicarlo en palabras sencillas?.
R= Lo intentaré:
1ro.. Extrajeron células de las glándulas mamarias de una oveja adulta
2do. Desecaron las células. Esto aparentemente alteró las condiciones
bioquímicas alrededor del núcleo (donde se encuentra el ADN), y de alguna
forma alteró el complicado mecanismo de "represión" genética que
determinaba cuál de los genes debían permanecer desactivados y cuales no,
llevando a creer a la célula en cuestión que había retornado a un estado en
el cual todo era posible (hasta regresar a su pasado indiferenciado).
3ro. Los genes que habían sido desactivados en su desarrollo normal, fueron
nuevamente activados.
4to. De aquí para adelante la cuestión fue más simple. Los biólogos usaron
métodos estándares de alta-tecnología: extrajeron el núcleo de un óvulo
sin fertilizar; luego, colocaron junto a éste una de las células mamarias de
la oveja; le dieron una descarga eléctrica que permitió la fusión de ambas
células; otra descarga puso en acción el mecanismo de reproducción al huevo
con el material genético recibido de fuera.
5to. Esto, según parece, forzó a la reproducción de células en todas las
direcciones, al modo como lo hace una célula germinal.
En pocas líneas. El equipo de Wilmut extrajo células vivas de un animal
adulto. Luego, aislaron el núcleo y lo trasplantaron a un óvulo sin núcleo.
Este último paso fue el más difícil del experimento que requirió mucha
habilidad quirúrgica, innumerables ensayos y una gran paciencia. El
experimento de Wilmut de clonar una oveja adulta salió adelante sólo
después de 277 intentos.
P= Ahora díganos ¿qué tuvo de particular el experimento de Wilmut, si ya se
habían logrado otras clonaciones?.
R= Pues que la clonación la consiguió no de células germinales en proceso
primario de diferenciación, sino de una célula completamente diferenciada
-de la ubre- de una oveja adulta; es decir, de una célula no reproductora, y
con ese material genético produjeron un ejemplar idéntico a la oveja que
donó las células. Estos consiguieron burlar el mecanismo represor o
diferenciador celular del que ya le había hablado antes, logrando una “copia”
de la oveja donante. Lo más sorprendente del experimento es que estos
biólogos consiguieron crear las condiciones para que el ADN de la célula
diferenciada (la de la ubre de la oveja) se comportara igual que una célula
germinal (óvulo fecundado).
P= ¡Impresionante! Mientras usted explicaba el procedimiento con las
descargas eléctricas me hizo recordar la famosa novela de Mary Shelley, en la
que creó al famoso personaje de terror, Frankestein. Pero ¿será posible
algún día clonar a un ser humano?.
SOBRE LA CLONACIÓN DE SERES HUMANOS
R= Pues mire, hace un año, quizá lo recuerda, unos científicos
estadounidenses clónaron células de embriones humanos; no fueron viables y
el experimento no pasó de ahí. Por supuesto, hubo un enorme revuelo
internacional. Eso ya le dice a usted que con respecto a la clonación de
seres humanos, la cuestión es completamente distinta. Con el hombre, no
tienen sentido ni los objetivos ganaderos ni los de producción de sustancias
de interés farmacéutico. Y, desde el punto de visto médico, no alcanza
objetivos preventivos ni terapéuticos.
P= ¿Se ha hecho alguna clonación humana con el procedimiento de Wilmut?
R= No. Precisamente ellos están abriendo la puerta para que esto pueda
ocurrir. Hasta ahora no hay noticia de ninguna universidad o centro privado de
investigación que haya presentado un niño procedente de una clonación de un
adulto. Pero pienso que esto se debe, mas que por las dificultades
científicas, al grado de riesgo y polémica científica y moral que esto
significaría.
P=¿Entonces piensa usted que la ciencia puede producirlo ?
R= No sólo que lo puede lograr, sino que además del caso que le acabo de
mencionar, ha habido noticias que se han hecho experimentos con otros
procedimientos en esta línea en seres humanos. Por ejemplo, un científico,
llamado Shettles, publicó hace unos años en la revista Journal of Obstetrics
and Gynaecology, del año 1976, un estudio en el que demuestra que consiguió
clonar en un tubo de ensayo una célula humana, la que multiplicó hasta
producir un embrión. El experimento consistió en tomar de un varón el
núcleo de una célula, eliminando a su vez también de un óvulo humano. Una
vez realizada la microcirugía se insertó el núcleo de la célula masculina
en la femenina. Ulteriormente, se comprobó que este óvulo manipulado se
comportaba como uno fecundado por un espermatozoide. Pasado el tiempo, el
óvulo fecundado artificialmente, se dividió sucesivamente y, de continuar el
proceso hubiese dado lugar al cabo del tiempo, tendríamos hoy una persona “fabricada”
que sería la copia exacta del donador del núcleo puesto en el óvulo, puesto
que aquél es portador del patrimonio genético del individuo.
LA POSIBILIDAD DE FABRICAR HOMBRES IDÉNTICOS EN EL LABORATORIO NO ES, DE
NINGUNA MANERA, UN ARGUMENTO DE CIENCIA-FICCIÓN
No obstante todavía persisten serios problemas de caracter
científico-técnico: los seres clonados envejecen más rápidamente que los
seres normalmente procreados.
UN SER CLONADO ENVEJECE MÁS RÁPIDO
Este hallazgo fue publicado por el mismo Iam Wilmut en la misma revista en el
año 1999. A la edad efectiva de Dolly habría que agregarle la edad de la
oveja de la cual se extrajo la célula donante. Esto se puso en evidencia a
partir de un examen exhaustivo de los telómeros las extremidades de sus
cromosomas. Los telómeros pierden un poco su longitud en cada división
celular. Y el tamaño de los cromosomas de Dolly son menores que las ovejas a
su edad. Actualmente los científicos consideran que los telómeros son una
especie de “relój biológico” que permite medir el envejecimiento y la
senectud. Así, técnicamente un megalómano millonario de 70 años sería
clonable una, dos y mil veces, pero el nuevo clon tendrá desde su nacimiento
la edad fisiológica de sus células, en ese caso, 70 años. Este hallazgo
cierra toda eventual reproducción de seres humanos adultos por clonación.
Dolly tendría en el núcleo de sus células ADN de una oveja, y en la
mitocondria ADN de otra. Se trata, por tanto, de una mezcla de genomas que
permiten afirmar que en realidad la famosa oveja es una quimera, es decir, el
resultado de una extraña mezcla genética de dos individuos.
Además, aunque el estado de salud de Dolly es considerado muy satisfactorio
los exámenes realizados a nivel molecular de sus células habían revelado ya
algunas sorpresas que se alejan de la normalidad dentro de su especie. Así,
recientemente se anunció que las terminaciones de sus cromosomas, fragmentos
de ADN que se denominan telómeros, son más cortos de lo normal. Este hecho
se asocia normalmente con un envejecimiento prematuro.
P= ¿Ha pensado en que esta cuestión se complica cuando entran en juego los
motivos sentimentales?. Al conocer la existencia de Dolly, la oveja duplicada,
una mujer expresó su deseo de que se obtuviera una célula de su padre
difunto, para poder gestarlo de nuevo y recuperarlo. Y padres que han perdido
a su hijo pudieran querer tenerlo realizando una copia a partir de una célula
del fallecido. ¿Qué piensa usted?
R= Es inevitable la polémica sobre este tema. Y esto se debe a que en la
sociedad moderna existe una dóble “lógica” al tratar temas del campo
genético: de una parte, la lógica del sentimiento, que hace del deseo un
absoluto; de otra, la lógica de la técnica, que no renuncia a algo factible.
Durante millones de años la vida humana ha sido concebida en la cálida
oscuridad del seno materno; ahora es concebida en la fría luz de aparatos
mecánicos. Se tiende muy fuertemente a pensar que lo que se puede hacer
técnicamente lo es también moralmente.
P= Pero no me ha contestado qué le parecen esas peticiones en concreto...
R= Pues verá, estas peticiones carecen completamente de sentido: lo que se
obtendría sería un ser humano distinto, físicamente igual al fallecido,
pero que sería OTRO, no el difunto; del mismo modo que los hermanos gemelos
idénticos son iguales físicamente, pero son personas distintas, con un
comportamiento propio, que puede ser muy dispares si la educación y el
ambiente en que se desarrollan es diferente. "Recuperar" a un
difunto no es más que una mera ilusión; simplemente fabrica un ser humano
físicamente igual al fallecido, nada más. Pero, esta acción constituiría
de parte de los padres una doble traición, primero hacia el niño muerto y
olvidado prematuramente, y hacia el que viene a reemplazarlo, ya que no sería
generado para que fuera él mismo, sino para paliar la ausencia de otro.
Por otra parte, aunque en nuestro país aun no existe legislación al
respecto, todos los científicos consideran semejante intento una aberración
carente de sentido y proscrita por una práctica médica mínimamente ética.
Además, esta práctica lesionaría el derecho básico del hombre a ser hijo
de sus padres y a ser fruto del amor de un matrimonio que constituye la
familia donde él madurará física y humanamente.
P= Todavía no le entiendo muy bien. ¿Por qué la ciencia no puede hacer todo
lo que está a su alcance para desarrollarse?
R= Mire, usted estará de acuerdo conmigo si le digo que con el ser humano no
se puede hacer cualquier cosa que resulte factible. Un ejemplo concreto
reciente le puede ayudar a entender esto. Hace varios años las instituciones
de carácter biológico, médico, filosófico y político de U.S.A rechazaron
un supuesto éxito científico alcanzado por los investigadores Jerry L. Hall
y Robert J. Stillman de la Universidad de George Washington, en la clonación
(fabricación en serie de gametos idénticos, por escinsión de un embrión
sencillo) de seres humanos. A la vista del desacuerdo general, el Centro donde
se llevaron a cabo estos trabajos anunció la inmediata suspensión de los
experimentos.
Hay quienes discuten incluso la novedad del logro. Pero es necesario resaltar
que la mayoría de la críticas se han formulado en nombre de criterios no
puramente científicos. Condenan la índole aberrante y caprichosa de una
investigación, que rememora las experiencias del más puro nazi (lo que
constituye para nuestro siglo un paradigma del más absoluto).
P= Técnicamente hablando ¿se podría clonar a los muertos ?
R= Quizá, siempre y cuando la persona acabe de fallecer, según el doctor
Randall Prather, experto en el tema de la Universidad de Missouri. Se requiere
de ADN de un donante, por lo que la célula debe contar con una membrana
intacta alrededor de ella y éstas empiezan a deshacerse después de morir.
Pero en teoría, clonar a un muerto podría ser.
P= Luego, si es posible científicamente, ¿sería lícito hacerlo?
R= Ya le he dicho que no. No todo lo que sea posible científicamente es
moralmente lícito. La ciencia tiene sus límites insuperables, que se derivan
no sólo del orden ético sino también del orden mismo de la naturaleza de
las cosas.
LA CIENCIA DEBE SER SIEMPRE UNA BÚSQUEDA DEL CONOCIMIENTO DE LA VERDAD POR EL
BIEN INTEGRAL DE LA PERSONA HUMANA.
Insisto en que la investigación científica y, especialmente la genética
humana, no es un valor absoluto, en el sentido de que, de cualquier modo que
se desarrolle, está siempre éticamente justificada. En el caso caso que nos
corresponde analizar, cualquier medio o método que ofenda la dignidad de la
persona y del matrimonio es inaceptable.
P= Qué se podría decir a los padres que deseen clonar a su hijo muerto?
R= Dos cosas podríamos recordarles. Primero que los hijos no son un derecho
que se pueda comprar como se adquiere un objeto, sino un don. Es, sin lugar a
dudas, el don más excelente del matrimonio, una persona humana. El hijo no
puede ser considerado como un objeto de propiedad. Repugnaría la idea de
disponer de un supermarket donde se ofrecieran a las personas con poder
adquisitivo como se adquieren cualquier artículos de compra y venta. A esto
conduciría el reconocimiento de un pretendido "derecho al hijo".
Todo lo contrario, quien verdaderamente posee un derecho es el hijo,
EL DERECHO
1) A NACER DE MODO HUMANO Y NO EN UN LABORATORIO;
2) SER EL FRUTO DEL ACTO ESPECÍFICO DEL AMOR CONYUGAL DE SUS PADRES, Y
3) SER RESPETADO COMO PERSONA DESDE EL MOMENTO DE SU CONCEPCIÓN.
Y segundo, que siendo más realistas les recordaríamos que el hijo clonado,
aunque sea físicamente idéntico al muerto, tendría otra personalidad,
sería otra persona, no ganarían nada. Además, que no piensen solo en ellos.
Que piensen en la persona producida de esa manera: hoy, que se habla tanto de
autoestima, cualquiera se podría imaginar qué sentimientos surgirían en él
al descubrir que ha sido traído al mundo por una sola razón, la de recuperar
la imagen de otro, de quien él no es más que “su fotografía”.
P= ¿Que le diría a las parejas que, siendo incapaces de procrear un hijo,
deseen tenerlo por este método?
R= Habría que recordarles lo que enseña Evangelio: que la esterilidad
física no es un mal absoluto. Los esposos que, tras haber agotado los
recursos legítimos de la medicina, sufren por la esterilidad, deben unirse
espiritualmente a la Cruz del Señor, fuente de toda fecundidad espiritual. Es
maravilloso ver cómo muchos matrimonios en esa situación manifiestan su
generosidad adoptando niños o realizan servicios abnegados en beneficio de
los más necesitados.
P=¿Que diría usted a las personas solteras que deseen tener un hijo clonado?
R= Nuevamente que el hijo es un don, no un producto. Los hijos no son
mercancías dispuestas al mejor postor. Lesionarían el derecho del niño a
nacer de un padre y una madre ligados entre si por el matrimonio. Todo hombre
tiene el derecho a nacer en el seno de una familia, entre otras cosas, porque
es ahí donde toda persona descubre por primera vez el amor y una gama de
actitudes y valores vinculados con el amor, como el compartir, el diálogo, el
perdón, la caridad, la solidaridad, la misericordia, la amistad, la
reconciliación y otras tantas. El hogar es un pequeño reducto de amor
incondicionado, el primer ambiente donde cada persona es amada por sí misma,
donde se le ama “porque sí”, tal como es, a pesar que no corresponda,
como suelen decir: “no se le pasa factura”, se le da un cheque en blanco
de cariño y respeto.
P= En diversos medio de comunicación ha aparecido como un riesgo el hecho de
que gente egocéntrica, engañados por la ilusión de vivir más, pidan
clonarse, qué diría usted al respecto?
R= Usted lo ha dicho. Eso no es más que una mera fantasía sin ninguna base
real, producto de la intoxicación de filmes con efectos especiales. Un
egocentrista es capaz de creerselo todo. Imagínese usted si esta gente
pudieran clonarse, no sabríamos qué hacer con tantos duplicados.
P= Pero cómo es posible que el tema de la clonación haya creado tales
expectativas?
R= Supongo que se debe a una simple confusión de términos, esos que está
manejando la mass media para hablar sobre la clonación. Hasta este punto
hemos hablado, con sentido lógico, del individuo "clonado" como un
"hijo", es decir, como un sujeto distinto al que dona el material
genético. Cuando se lea que lo engendrado por medio de esa técnica es el
"mismo" hombre donante, se está haciendo referencia al
"mismo" genética o físicamente, pero de ninguna manera al mismo
psicológica o espiritualmente. Recordemos que la persona no es solo cuerpo. Y
aún siendo iguales en apariencia, serían dos personas distintas en su
historia personal y en el desarrollo de todas sus potencialidades. Cada hombre
es un ser irrepetible.
No es extraño que algunos que aprovechen esta confusión para captar la
atención del público ingenuo.
P= Ahora pasemos a las preguntas teológicas. Nos podría dar alguna cita de
la Biblia que fundamente lo que nos ha dicho de los derechos del fruto de la
concepción:
R= Podría ser la siguiente: Génesis 4,1, que dice así: “He adquirido un
varón con el favor de Yave”. El Papa lo interpreta del modo siguiente (cfr.
Carta Apostólica Mulieris Dignitatem, nro. 18): “La exclamación de Eva,
madre de todos los vivientes se repite cada vez que viene al mundo una nueva
creatura”. Luego , esa es la voluntad de Dios, que cada hombre tenga una
madre y un padre, sólo así engendrarán con “el favor de Yave”. Más
adelante continúa el texto del Papa: “La maternidad está unida a la
estructura personal del ser mujer y a la dimensión personal del don”.
P= En su opinión, la Iglesia Católica de ninguna manera aprobaría la
clonación humana. ¿Significaría eso abandonar experimentos y técnicas
científicas nuevas en el campo de la Genética? ¿Se da cuenta de lo que esto
significa?
R=Yo no he dicho que la Iglesia “es contraria a la clonación” sin más.
La técnica de la clonación puede ser buena cuando se intenta conseguir
beneficios si se hace con virus, bacterias, levaduras, plantas, animales…
pero jamás está justificada en seres humanos. La Iglesia muchas veces tiene
que decir "no" a técnicas científicas, pero no por ser contraria
al progreso, sino porque apoya incondicionalmente la dignidad de la persona
humana y porque todo progreso que atenta contra la dignidad del hombre no es
un verdadero progreso.
P= Hay quienes se han preguntado si tendrían los clones humanos almas, y
manifiestan sus dudas al respecto. ¿Qué nos podría decir usted?
R= Antes que nada habría que decir que el caso que plantea es aún
hipotético. Como los científicos coinciden en que un clon humano y su
donante de ADN serían personas separadas, es posible deducir teológicamente
que cada uno de ellos tendría, con su propio cuerpo, un alma, infundida por
Dios, evidentemente. Si supusiéramos que son simples fabricaciones de
maniquíes no tendría razón tanta defensa de los "clones humanos".
P= Pero es que el "clon" no es más que una creación humana, ya que
ha sido producida en un laboratorio.
R= El científico que hace un "clon humano" produciría, no crearía
un ser humano. El único que crea es Dios. Y, como producir personas no es lo
mismo que producir objetos, no se puede aceptar sin más que esté en las
manos de un científico el traer hombres al mundo. El ser humano, según el
orden de la naturaleza debe ser engendrado, de ninguna manera producido. En
ese sentido se puede decir que el científico, si rompe el curso natural de la
concepción de una vida humana, se apropia un poder sobre la persona que nadie
ni nada le puede conceder... En un alarde de poder tecnológico éstos
jugarían a ser Dios, lo cual es sumamente peligroso. La misma naturaleza,
salida de las manos de Dios, podría tarde o temprano pasar la factura, como
generalmente sucede.
P= Muchas personas se preguntan ¿cómo puede permitir Dios esa manipulación
de la vida?
R= Esa pregunta suena un poco a reclamo, algo así como “dónde está Dios
cuando los hombres hacen eso”. Dios deja al hombre a que obre con libertad y
responsabilidad. Por eso el “progreso” de la biotecnología no puede ir
por donde le plazca, porque cuando menos se lo espera uno, se devuelve
violentamente contra los seres humanos, en formas de armas biológicas,
químicas, atómicas, de tristes recuerdos. El clamor a la “libertad” en
esos ambientes cerrados de laboratorios alcanza unos extremos insospechados,
hasta el abuso caprichoso y prepotente de manipular la vida humana en el
momento mismo de mayor fragilidad.
Nunca se debería hablar de verdadero derecho a investigar en el ser humano, o
de derecho a tener hijos de cualquier manera, cuando lo que está en juego es
un evidente mal moral. Y lo que está mal, sigue estando mal, aunque mil voces
coreen lo contrario. También ante esas “libertades”, parafraseando al
Santo Padre (Cruzando el umbral de la Esperanza, pp. 68) "Dios se hace
impotente". Dios lo puede permitir, como permite todos los males en el
mundo, porque en su bondad, respeta el don de la libertad que El mismo nos
dio.
P= Pero hay científicos que siguen adelante en sus experimentos...
R= Quizá algunos científicos no caigan en la cuenta del error de lo que
hacen; pero tarde o temprano llegará la hora en que muchas personas se vean
obligadas a reclamar la grandeza del ser humano sobre la grandeza de la
técnica. Esperemos que para ese momento no se haya avanzado demasiado por el
camino de su destrucción moral.
P= La opinión de mucha gente es que la Iglesia es “subjetiva” y “autoritaria”
al aprobar o desaprobar ciertos avances de la ciencia ¿Usted qué les diría?
R= Pues, que cada uno debería reflexionar por si mismo: Si son católicos
bastaría que recordaran que la Iglesia Universal cuenta con la asistencia
divina que la protege desde su fundación. Y si no lo son, que descubran por
si solos que la Iglesia -Universal- en los muchos siglos de su existencia, en
su papel de maestra de la fe y de moral ha sido providencial y ha evitado los
excesos de una visión de corto plazo que a veces domina en las personas.
Aparte de esto, quizá alguno le ayude saber que el Santo Padre está al tanto
de los grandes avances de la ciencia, y que no dice cosas a la ligera: desde
hace muchos años cuenta con el consejo cualificado de una Academia de
Ciencias de la que forman parte ochenta científicos de renombre internacional
-26 de ellos son Premios Nobel- de las más variadas ramas del saber:
química, física, botánica, biología, geología, estadística, geofísica,
oceanografía, genética, agronomía, biología molecular, ciencias
neurológicas, bioquímica, historia, filosofía de las ciencias, ecología,
demografía, astronomía, matemáticas.
El precursor de la Pontificia Academia de las Ciencias fue el «Linceorum
Academia», fundado en Roma en 1603 y en la que participó Galileo.
Actualmente es la única Academia de las Ciencias con carácter supranacional
existente en el mundo. Tiene como fin: honrar la ciencia pura dondequiera que
se encuentre; asegurar su libertad y favorecer las investigaciones, que
constituyen la base indispensable para el progreso de las ciencias. La
Academia se encuentra bajo la dependencia del Santo Padre. Forman parte de
ella, como he dicho antes, 80 Académicos de nombramiento pontificio,
propuestos por el Cuerpo Académico y elegidos sin discriminación de ningún
tipo entre los más insignes cultivadores de ciencias matemáticas y
experimentales de cada país. Entre los miembros de la academia se encuentran
Rita Levi Montalcini italiana y Premio Nobel 1986, Kenichi Fukui japonés y
Premio Nobel 1981, Sune Bergström, sueco y Premio Nobel de 1982 y una larga
lista académicos que han obtenido este reconocimiento.
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