San Pío X, el Papa de la comunión frecuente

08-21

SANTORAL

1. DOMINICOS 2003

Instaurarlo todo en Cristo

La figura de san Pío X (1835-1914)  es muy relevante en la historia moderna de la Iglesia y en la historia de la espiritualidad. Nació cerca de Venecia, Italia, en un hogar muy pobre. Estudió las primeras letras acudiendo a la escuela, a pie y descalzo, desde siete kilómetros de distancias y con notable sacrificio.

Realizó con enorme interés los estudios sacerdotales, y a sus 23 años ya era sacerdote. Su paso por varias parroquias (en Salzano, Trevise, Mantua, Venecia) fue espectacular por la obra espiritual y humana que realizaba en cada caso. Hombre de espíritu, de convivencia, de cercanía, de amor, de servicio, de gratuidad.

Siendo arzobispo y patriarca de Venecia, a sus 68 años fue elevado al papado, y desde ese momento no descansó un solo día en su objetivo de “instaurar todas las cosas en Cristo”: Acción Católica, Reforma litúrgica, Comunión frecuente, Códigos de leyes, Reforma de la Curia, Instituto Bíblico, Doctrina Social de la Iglesia...

Realmente fue un hombre de enormes facultades, con sentido práctico y pastoral; y muy sencillo y austero en su vida.

Escuchemos su elogio de los Salmos bíblicos:

“Los salmos, compuestos por inspiración divina, han servido admirablemente, desde los orígenes, para fomentar la piedad de los fieles. Con ellos se ofrece continuamente a Dios un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de unos labios que confiesan su nombre...Tienen, además, los salmos una eficacia especial para suscitar en las almas el deseo de todas las virtudes... Quien sigue la salmodia, encuentra en los salmos un espejo en el que se contempla a sí mismo y revive sus más diversos sentimientos... ¿En quién no encontrarán eco los sentimientos de acción de gracias que ellos cantan por los beneficios recibidos de Dios, o las humildes y confiadas súplicas del alma que a Dios llama?” (San Pío X, Constitución “Divino afflatu”).


2. DOMINICOS 2004

San Pío X, Papa

La figura de san Pío X (1835-1914) es muy relevante en la historia moderna de la Iglesia y de la espiritualidad sacramental. Nació en un hogar muy pobre, cerca de Venecia. Estudió primeras letras acudiendo a la escuela, a pie y descalzo, a siete kilómetros de distancia. Luego cursó en Seminarios su carrera sacerdotal, y a sus 23 años ya era sacerdote. En el ejercicio de su ministerio, hizo un recorrido espectacular por varias parroquias de Italia, y en todas ellas su buen sentido, su cercanía a la gente y su caridad le hicieron sumamente querido y respetado.

Elevado sorpresivamente al papado, no cesó un solo día en su campaña o proyecto de “instaurar todas las cosas en Cristo”: Acción Católica, Reforma litúrgica, Comunión frecuente, Códigos de leyes, Reforma de curia romana, Instituto Bíblico, Doctrina social de la Iglesia. Realmente fue un hombre de enormes facultades, y las puso, con sentido práctico, al servicio de la pastoral eclesial y del Reino de Dios.