JURISDICCIONES ORTODOXAS SIN COMUNION CON CONSTANTINOPLA

IGLESIA ORTODOXA RUSA EN LAS CATACUMBAS

O VERDADERA IGLESIA ORTODOXA RUSA

“TIKHONISTAS”

                        El 16/29 de Julio de 1927, el Metropolita Sergio de Nizhni - Novgorod, quién en aquel tiempo actuaba como “locus tenens” (es decir como suplente) del Patriarcal Trono de Moscú, hizo su tristemente célebre “Declaración” de lealtad al Gobierno Soviético, solidarizándose con “alegría y aflicción”. Este documento fue publicado en el diario oficial soviético “IZVESTIA”, el 06/19 de Agosto del mismo año, y fue la causa de la pública escisión ocurrida en el seno de la Iglesia Rusa que dura hasta el presente. En las palabras de un historiador eclesiástico de este período, los años de la Declaración fueron “un punto crucial, de aquí en adelante, el conjunto de la vida de la Iglesia procedió bajo el signo de aquel año”    

                        Esta división no es meramente la separación de dos Iglesias organizadas de modo totalmente diferente (aunque también lo sea), sino que básicamente es una división entre dos puntos de vista distintos sobre lo que es la Iglesia de Cristo y como ella debería actuar en este mundo pecador, donde su principal misión es conducir a los fieles al Inmaculado Reino de los Cielos.

                        La mentalidad de la Iglesia Ortodoxa Rusa en las Catacumbas en la URSS, es mejor descripta por uno de sus propios miembros, I M Andreyev, un activo partícipe en los eventos ocurridos en la Iglesia en el año 1927, el cuál mas tarde describirá la formación de la Iglesia en las Catacumbas por aquellos años.

                        “De acuerdo al testimonio de un amigo cercano del Patriarca TIKHON, el Prof. Y Dr. en medicina M.A.ZHIZHILENKO (él fue medico de la prisión de Taganka en Moscú), el Patriarca, poco antes de morir, comenzó a persuadirse con gran temor, que el límite de la “Política de Demandas” del Régimen podrían ir mas allá del límite de la Fidelidad a Cristo y a su Iglesia, expresando la idea de que probablemente el único camino para perseverar en la Fidelidad, podría ser en un futuro cercano, el “ir a las Catacumbas”. Consiguientemente, el Patriarca Tikhon, bendijo a Zhizhilenko y lo persuadió de aceptar secretamente los votos monásticos, y entonces, en un futuro próximo, llegado el caso de que el Líder de los Jerarcas de la Iglesia traicione a Cristo, y dé al régimen soviético libertad espiritual, él debería convertirse secretamente en Obispo.

Patriarca TIKHON

                        En 1927, cuando el Metropolita Sergio promulgó su “Declaración”, y después de la consumación del Cisma, el Prof. Zhizhilenko cumplió la voluntad del extinto Patriarca Tikhon, y se convirtió en el primer obispo secreto en las catacumbas, tomando el nombre de MAXIMO de Serpukhov.

                        Después del cisma del 27, los seguidores del Metropolita Sergio, o sea quienes aceptaron su “Declaración”, comenzaron a ser llamados “sergianistas”, mientras que aquellos que permaneciendo fieles a la Iglesia Ortodoxa y la rechazaron, fueron llamados “josefistas”, debido a que fue el Metropolita José de Petrogrado el único Jerarca de alto rango que junto a sus fieles rompió comunión con el Metropolita Sergio.

                        Todos los que protestaron contra la “Declaración”, fueron arrestados por los bolcheviques y acusados de ser “contra-revolucionarios” luego ellos fueron enviados a campos de concentración y/o al exilio.

                        En los primeros años de existencia, la Iglesia Ortodoxa Rusa en las Catacumbas, no tenía organización alguna ni administración posible, ya que fueron dispersados física y geográficamente, y solo estuvieron unidos por el nombre del Metropolita Pedro. El primer obispo en las catacumbas, Máximo, fue arrestado en 1928 y enviado al campo de concentración de Solovki, en 1930 fue enviado al campo de prisioneros de Moscú y allí fue fusilado.

                        Durante 1928, en los campos de concentración de Solovki, Svir, Belbaltlag, y en otros tantos campos de Siberia, ellos empezaron a realizar muchas ordenaciones secretas.

                        Después de la muerte de los Metropolitas Pedro y Cyril (ambos murieron en el exilio en 1936), la cabeza espiritual y administrativa de la Iglesia en las Catacumbas, que por aquel tiempo ya había logrado cierto grado de organización, recayó sobre el Metropolita José (aún cuando estaba exiliado).

Metropolita José de Petrogrado

Martirizado en 1938

                        Hacia finales del año 38, a causa de su liderazgo y conducción de esta sufrida Iglesia, el Metrop. José, fue ejecutado. Después de su muerte, la Iglesia comenzó a mantenerse aún mas en el mas estricto de los secretos, ocultando principalmente los nombres y paraderos de sus líderes espirituales.

                        En las vísperas de la II Guerra Mundial, la persecución religiosa en la Unión Soviética alcanzó su pico de máxima ferocidad, hasta incluso los “sergianistas”, con sus iglesias bien organizadas, estuvieron a punto de ser liquidados, mientras que de los ortodoxos en las catacumbas ya casi no quedaban  rastros. Solo los mas notables colaboracionistas, como el propio Metropolita Sergio, escaparon de ser encarcelados o exiliados. “El Metropolita Sergio por medio de sus actitudes acomodaticias y sus mentiras, no salvó a nadie ni a nada, excepto su propia persona”

                        Cuando Stalin, en orden a tomar ventaja del patriotismo y religiosidad del pueblo ruso durante la guerra contra Alemania, abrió numerosas iglesias que él mismo antes había clausurado y hasta llegó a permitir la elección de un Patriarca en 1943, de este modo comenzó un nuevo período en las relaciones entre la Iglesia y el Estado, transformando, de hecho, al Patriarcado de Moscú en una “Iglesia Estatal” esparciendo de este modo la propaganda comunista en nombre de la religión, y negando categóricamente todo tipo de persecución religiosa dentro de la URSS. Todos los grupos de ortodoxos cristianos de las catacumbas fueron despiadadamente erradicados cuando eran descubiertos por las autoridades, y sus miembros eran llevados a prisión por largo tiempo.

                        La mayor parte de la poca información que tenemos de este período de la Iglesia Ortodoxa de las Catacumbas nos llegó por la prensa soviética, pero casi nada sabemos de la actual organización, ni de sus líderes en este tiempo.

                        Durante el período de Khrushchev en 1959 se renovó la intensa persecución religiosa, fue durante este período que hasta la Iglesia Títere del patriarcado de Moscú estuvo nuevamente por ser liquidada. A la mayoría  de los “sergianistas”, les fueron cerrados sus iglesias, monasterios y seminarios.

                        La Verdadera Iglesia Ortodoxa fue la más ferozmente perseguida, al igual que otras iglesias “no registradas” por las autoridades soviéticas. Estos auténticos cristianos fueron conocidos por sus perseguidores bajo distintos nombres como ser: “josefistas”, “Tikhonistas” y la “Verdadera Iglesia Ortodoxa”. El período mas virulento de esa persecución se dio entre los años 59 al 64.

                        Hoy en día, no se tiene gran información sobre ellos, como por ej: sobre la conformación de sus jerarquía, etc, cabe destacar que los ortodoxos de las catacumbas no se diferencian en su liturgia de la Iglesia Ortodoxa Rusa -Oficial-

                        Según algunos, esta iglesia mantiene contactos con la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Exilio.