La sabiduría de Tocqueville

“El tipo de opresión que amenaza a las naciones democráticas es diferente a todos las que han existido antes en el mundo… (Veo) una innumerable multitud de hombres, todos iguales y parecidos, luchando incesantemente por procurarse los mezquinos y chatos placeres con que atiborran sus vidas…

Sobre esta raza de hombres se levanta un inmenso poder tutelar que se asigna a si mismo, y sólo a si mismo,  garantizar sus gratificaciones y vigilar sobre su destino. Su poder es absoluto, minucioso, regular, prudente y benévolo. Sería como la autoridad de un padre si su objetivo fuera , como aquella, preparar a los hombres para la edad adulta. No es así. Busca,  por el contrario, mantenerlos en una perpetua infancia. Le complace que la gente se divierta siempre que no piense sino en divertirse. Ese gobierno trabaja gustosamente por su felicidad pero quiere ser su único agente y el único árbitro  de la misma. Garantiza la seguridad de los hombres, prevé y atiende a sus necesidades, facilita sus placeres, se ocupa de sus principales preocupaciones, dirige su industria, regula la sucesión de la propiedad y subdivide sus herencias. ¿Qué le queda sino ahorrarles a todos la preocupación de pensar y la angustia de vivir?”

Alexis de Toqueville
Democracy in America

1835


UNDER WESTERN EYES  
Joseph Conrad (1910)

"En una revolución real -no en un simple cambio dinástico o en una reforma de instituciones- los mejores caracteres no salen al frente. Al principio, una revolución violenta cae en manos de fanáticos de mentalidad estrecha y tiránicos hipócritas. Después le llega el turno a todos los pretenciosos y fracasados intelectuales de la época.

Esos son los jefes y los líderes. Observe que he dejado fuera a los simples canallas. Los justos, los escrupulosos, los nobles, los humanos y las naturalezas devotas; los altruistas y los inteligentes pueden empezar un movimiento pero éste se las va de las manos. No son los líderes de una revolución. Son sus víctimas: víctimas del disgusto, del desencanto -frecuentemente del remordimiento.

Esperanzas grotescamente traicionadas, ideales caricaturizados -esa es la definición del triunfo revolucionario."