San
Isidoro de Sevilla
(560-636).
Arzobispo, Doctor
de la Iglesia,
teólogo, historiador.
Reconocido como el hombre mas sabio de su época.
Fiesta: 4 de abril
"Isidoro"
significa: "Regalo de la divinidad" (Isis: divinidad.
Doro: regalo)
Nació en Sevilla el año 556. Su padre
llamado Severiano, nacido en Cartagena, probablemente era de una
familia romana, pero estaba emparentado con los reyes visigodos.
Isidoro era el menor de cuatro
hermanos. Sus dos hermanos, Leandro y Fulgencio también llegaron a
ser santos. Su hermana Santa Florentina, fue abadesa de varios
conventos. ¡La santidad se comparte y se fortalece cuando los lazos
familiares son santos!
Su hermano Leandro que era mucho mayor
que él, se encargó de su educación porque quedaron huérfanos
siendo Isidoro un niño. Parece ser que Leandro era muy severo, porque
cuenta una leyenda, que siendo Isidoro muy niño huyó de su casa para
escapar de la severidad de su hermano. Luego volvió por voluntad
propia, lleno de buenos propósitos. Leandro lo encerró para impedir
que se escape de nuevo. Probablemente lo envió a un monasterio para
seguir estudiando.
Un día se acercó a un pozo para sacar
agua y notó que las cuerdas habían hecho hendidura en la dura
piedra. Entonces comprendió que también la conciencia y la voluntad
del hombre pueden vencer las duras dificultades de la vida. Entonces
regresó con amor a sus libros.
Isidoro llegó a ser uno de los hombres
mas sabios de su época, aunque al mismo tiempo era un hombre de
profunda humildad y caridad. Fue un escritor muy leído. Se lo llamó el
Maestro de la Edad Media o de la Europa Medieval y primer
organizador de la cultura cristiana. La principal contribución de San
Isidoro a la cultura, fueron sus Etimologías
u Orígenes, una "summa" muy útil de la ciencia
antigua condensando, mas con celo que con espíritu crítico los
principales resultados de la ciencia de la época, siendo uno de los
textos clásicos hasta mediados del siglo XVI.
Fue un escritor muy fecundo: entre sus
primeras obras está un diccionario de sinónimos, un tratado de
astronomía y geografía, un resumen de la historia desde la creación,
biografías de hombres ilustres, un libro sobre los valores del
Antiguo y del Nuevo Testamento, un código de reglas monacales, varios
tratados teológicos y eclesiásticos y la historia de los visigodos,
que es lo más valioso en nuestros días, ya que es la única fuente
de información sobre los godos. También escribió historia de los vándalos
y de los suevos.
San Isidoro fue como un puente entre la
Edad Antigua que terminaba y la Edad Media que comenzaba. Su
influencia fue muy grande en Europa, especialmente en España.
Entre sus discípulos está San
Ildefonso de Toledo
Probablemente ayudó a su hermano
Leandro, obispo de Sevilla a gobernar la diócesis. Le sucedió en el
cargo cuando murió. Su episcopado duró treinta y siete años, bajo
seis reyes, completó la obra comenzada por San Leandro, que fue de
convertir a los visigodos del arrianismo al catolicismo.
Cuenta una graciosa leyenda que cuando
tenía un mes de vida, un enjambre de abejas invadió su cuna y dejó
en los labios del pequeño Isidoro un poco de miel, como auspicio de
la dulce y sustanciosa enseñanza que un día saldría de esos labios.
También decía San Ildefonso que
"la facilidad de palabra era tan admirable en San Isidoro, que
las multitudes acudían de todas partes a escucharle y todos quedaban
maravillados de su sabiduría y del gran bien que se obtenía al oír
sus enseñanzas".
Su principal preocupación como obispo
fue la de lograr una madurez cultural y moral del clero español. Fundó
un colegio eclesiástico, prototipo de los futuros seminarios, dedicándose
personalmente a la instrucción de los candidatos al sacerdocio.
Como su hermano, fue el obispo mas
popular y autorizado de su tiempo.
Continuó la costumbre de su hermano de
arreglar las cuestiones de disciplina eclesiástica en los sínodos,
cuya organización se debió en gran parte a San Leandro y San
Isidoro.
San Isidoro presidió el segundo
Concilio de Sevilla en 619, y el cuarto Concilio de Toledo, en 633.
Muchos de los decretos del Concilio fueron obra de San Isidoro,
especialmente el decreto que se estableciese un seminario en todas las
diócesis.
Su sistema educativo era abierto y
progresista, propuso un sistema que abarca todas las ramas del saber
humano.
Según parece, San Isidoro previó que
la unidad religiosa y un sistema educativo amplio, podían unificar
los elementos heterogéneos que amenazaba desintegrar España y
gracias a eso gran parte del país se convirtió en un centro de
cultura, mientras que el resto de Europa se hundía en la barbarie.
Otro de los grandes servicios que San
Isidoro prestó a la Iglesia española fue el de completar el misal y
el breviario mozárabes, que San Leandro había empezado a adaptar de
la antigua liturgia española.
San Isidoro se formó con lecturas de
San Agustín y San Gregorio Magno.
Su amor a los pobres era inmenso. En
los últimos seis meses aumentó tanto sus limosnas que los pobres
llegaban de todas partes a pedir y recibir ayuda.
Cuando sintió que iba a morir, pidió
perdón públicamente por todas sus faltas, perdonó a sus enemigos y
suplicó al pueblo que rogara a Dios por él. Distribuyendo entre los
pobres el resto de sus posesiones, volvió a su casa y murió
apaciblemente el 4 de abril del año 636 a la edad de 80 años.
La Santa Sede lo declaró Doctor de la
Iglesia, en 1722.
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