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El Martirio según Orígenes

Pequeña reflexión sobre un fragmento de texto

INTRODUCCIÓN

Orígenes fue un hombre de fe, el se esfuerza en desarrollar a partir de la Sagrada Escritura la respuesta a los cuestionamientos de su tiempo y a sus propios cuestionamientos . Quiere fundar la piedad de su tiempo en la fe en Jesucristo, que ha de ser el primer paso de un proceso ascendente a la contemplación del Misterio.

La exhortación al mártirio tiene como antecedente la persecución de Maximinio por los años 235-238 y la dedicó a un amigo suyo, Ambrosio y a un presbítero de Cesarea. Orígenes sufrió muchos suplicios durante la persecución de Decio por el 250-251, al parecer murió también mártir, durante el reinado de Séptimo Severo.

La exhortación al martirio esta marcada por un interés pastoral, que junto con el libro sobre la oración forma una conclusión práctica de toda su obra, donde pretende hacer de nuestra vida una imitación de Cristo. La exhortación al martirio es como una biografía espiritual o diario de su alma, es la transparencia de su fe en medio de las contrariedades que le acompañaron siempre. Orígenes todo lo justifica desde la Biblia, es por eso que utiliza tantas citas bíblicas en sus escritos.

La exhortación al martirio se desarrolla en cinco partes: En la primera parte hace un llamado a la madurez: ¡Cuántos cristianos vacilan ante la tribulación, no aguantan la cruz de Cristo y sólo lo siguen mientras hace milagros!. En la segunda parte nos plantea que no hay Dios mas que el que es, el único, ante quien no hay términos medios, por lo cual la apostasía, que es renegar de Dios , es el mayor pecado. En la tercera parte nos recuerda las palabras de Jesús : "¡Ánimo! Yo he vencido al mundo" y nos habla de la fidelidad a la Alianza hecha en nuestro bautismo a pesar de las dificultades . En la cuarta parte nos dice que hay que ver el proceso de ascenso a Dios como un estímulo donde se nos muestra que Dios siempre asiste a los mártires. En la quinta y última parte nos dice que el martirio es acción de gracias a DIos, perdón de los pecados , ofrenda salvadora por el mundo, seguridad del gozo eterno.

La lectura que proponemos en seguida esta tomada de la cuarta parte.
 

DE LA EXHORTACION AL MARTIRIO

Si hemos pasado de la muerte a la vida, al pasar de la incredulidad a la fe, no debemos extrañarnos de que el mundo nos aborrezca. Todo aquel que no ha dado este paso de la muerte a la vida, sino que permanece en la muerte, es incapaz de amar a los que han pasado de la casa tenebrosa de la muerte, por así decirlo, a los edificios de la luz de la vida, hechos de piedras vivas. Jesus dio su vida por nosotros, y por eso nosotros debemos dar la nuestra, no digo solamente por él, sino también por nosotros mismos, y pienso que aun por aquellos a quienes nuestro mártirio será motivo de edificación. Ten presente, cristiano, que ha llegado para nosotros el momento de gloriarnos. Dice en efecto, el Apóstol: "Y más aun, nos gloriamos hasta en las tribulaiones, sabiendo que la tribulación engendra constancia; la constancia, virtud acrisolada; y la virtud acrisolada, esperanza; y esta esperanza no defrauda. Porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado." Aceptemos con entusiasmo los sufrimientos de Cristo pues es cierto que los sufrimientos de Cristo rebozan sobre nosotros, también por Cristo reboza nuestro consuelo; y que abunden sobre nosotros estos sufrimientos, si es que deseamos aquel consuelo prometido a todos los que lloran, el cual seguramente superará los sufrimientos, ya que, si hubiera una exacta proporción, no estaría escrito: "Si es cierto que los sufrimientos de Cristo rebozan sobre nosotros, también reboza nuestro consuelo". Los que estan asociados a los sufrimientos, en la medida en que compartan la pasión de Cristo, estarán asociados a su consuelo. Así lo habéis aprendido del apóstol que dice, lleno de confianza: "Sabemos que como participáis en el sufrimiento, también participáis en el consuelo." Dice Dios por boca del profeta: "En el tiempo de gracia te he respondido, en el día de salvación te he auxiliado." ¿Y qué mejor tiempo de gracia que aquel en que, por nuestro amor a Dios en Cristo, somos conducidos publicamente bajo custodia en este mundo, en realidad como vencedores más que como vencidos? En efecto, los mártires de Cristo despojan con el a los principados y potestades, con Él triunfan sobre los mismos y, de este modo, al participar en su sufrimiento, tienen parte en lo que el alcanzó por su fortaleza en padecer. Por tanto, el día de salvación no es otro queaquel en que de este modo salís de este mundo. Tened presente, con todo, esta recomendación que os hago: A nadie deis nunca motivo de escándalo, a fin de no hacer caer en descrédito nuestro ministerio, antes al contrario acreditaos siempre en todo como verdaderos servidores de Dios, por vuestra mucha constancia, diciendo: Y ahora, Señor, ¿qué esperanza me queda? Tú eres mi confianza.

PREGUNTAS

¿Que implica aceptar a Cristo en nuestra vida según el texto?

¿Por qué si padecemos con Cristo, también seremos consolados?

¿A qué te invita el texto en tu vida?