En la descripción de este cofre de antiguos testimonios, que son las
catacumbas, nos limitaremos a indicar, siguiendo primeramente el itinerario de
los peregrinos, los lugares y las cosas más significativos, sin repetir lo que
ha sido dicho acerca de las catacumbas en general en la primera parte de este
sitio Internet.
La escalera de ingreso
Se baja a las catacumbas por una escalera de ingreso moderna, construida en
buena parte sobre el lugar de la anterior del IV siglo, abierta en tiempos del
papa Dámaso a fin de permitir a los peregrinos llegar con facilidad a las tumbas
de los mártires. A lo largo de las paredes del primer tramo de la escalera se
han pegado numerosos fragmentos de las lápidas que cerraban los lóculos.
La estatua del Buen Pastor
En el rellano, donde la escalera gira a la derecha, se encuentra una estatua del
Buen Pastor, copia del original del siglo IV, guardada en los Museos Vaticanos.
El Buen Pastor con la oveja sobre los hombros representa a Cristo Salvador y al
alma que El ha salvado. Es el símbolo más frecuente del amor de Cristo y el más
querido por los primeros cristianos. Revestía para ellos la misma importancia
que tiene para nosotros el Crucifijo.
La lápida de Agripina
A lo largo de las paredes de la escalera están pegadas algunas inscripciones
funerarias. En una de ellas el día de la muerte es llamado "el día en que la
difunta ha entrado en la luz" ("cuius dies inlúxit"). "Agripina entregó
(el alma a Dios)... Entró en la luz... sepultada en los Idus de ...". El
cristianismo había sabido transformar en luz el lúgubre concepto pagano de la
muerte.
Los grafitos
En el fondo de la escalera, sobre la pared protegida por un cristal, comienza
una serie de grafitos, esculpidos con una punta de hierro sobre el revoque del
muro. Son nombres de personas, palabras o también pequeñas frases de invocación
a los mártires, que los peregrinos fueron escribiendo cuando visitaban las
catacumbas. Los grafitos son frecuentes junto a las tumbas de los mártires.
Así, en la pared externa de la Cripta de los Papas leemos estas expresiones:
"¡Oh, San Sixto, acuérdate en tus oraciones de Aurelio Repentino!..." "¡Oh,
Almas Santas, acuérdense de Marciano, de Suceso, de Severo, y de todos nuestros
hermanos!" "Felición, PBR (presbítero), pecador". Leemos también la
expresión admirativa con la que un desconocido compara la Cripta de los Papas
con la Jerusalén celestial: "Jerusalén, ciudad y ornamento de los mártires de
Dios..."
A la izquierda está la apertura que introduce en la Cripta de los Papas.