Mensaje a los hombres que abusan de sus mujeres
Comprende que, aunque tu compañera se haya portado mal contigo, no hay excusas
para apelar a la agresión física o emocional. Entre seres racionales hay formas más
civilizadas de resolver los problemas.
Reflexiona para descubrir por qué reaccionas violentamente. Quizás algo de tu pasado te
molesta y ahora reaccionas debido a ello, más que por lo que tu esposa o novia hace.
Recuerda que ella no tiene la culpa de lo que te sucedió antes de que se conocieran. ¿Por
qué cobrárselo a ella?
Ten el valor de analizar honestamente tu comportamiento en el hogar y especialmente
hacia tu mujer. Comienza a creer que puedes cambiar si de veras te propones hacerlo.
Contempla la posibilidad de buscar ayuda profesional. Hay organizaciones que pueden
brindártela. Piensa también en algún amigo equilibrado, o en el sacerdote o pastor de tu
iglesia, o consulta a un buen psicólogo.
Aprende otros modos de reaccionar cuando te sientas enojado o frustrado. Habla con
hombres que hayan superado su conducta agresiva. Pregúntales cómo lograron cambiar.
Si eres alcohólico, únete a un grupo de Alcohólicos Anónimos. Existen también otros
grupos para ayudar a personas adictas al juego, al sexo o las drogas.
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Ayuda para las mujeres víctimas de la violencia doméstica
¿Las víctimas qué pueden hacer? ¿Las personas que saben que hay violencia
doméstica? Muchas veces se niega este problema, como si tuviera la culpa la mujer. La
tarea esencial es detener el ciclo de la violencia y prevenir que vuelva a ocurrir.
¿Cómo? Llamando a la policía, porque parece que es lo único que entiende el abusador.
Aunque éste se enfade, hay que hacerlo. La policía tiene obligación de proteger a la
víctima. Afortunadamente, las leyes están cambiando, porque antes no decían nada, debido
a una sociedad machista. Ahora hay un apartado para la violencia doméstica. La línea
nacional de ayuda "National Domestic Violence Hotline" en EE.UU. es: l-800-799-7223.
Otras fuentes de ayuda:
"National Coalition Against Domestic Violence", para dirigir a las víctimas al lugar donde
pueden encontrar ayuda en su comunidad. Dirección: P.O.Box l8749, Denver 802l8.
Teléfono: (303) 839-l852. "The Family Violence Prevention Fund", para las personas que
quieren tomar acción en su comunidad, contra la violencia doméstica. Dirección: 383 Rhode
Island Street, Suite 304, San Francisco, 94l03, U.S.A. Teléfono: (4l5) 252-8900.
"The National Resource Center on Domestic Violence, Battered Women's Justice
Project". Ayuda a conseguir asesoramiento legal, a las víctimas de la violencia doméstica
que han sido arrestadas. Dirección: 4032 Chicago Avenue South, Minneapolis, MN, 55407.
Teléfono: l-800- 903-0lll.
Hay que buscar y ofrecer medidas de seguridad y de apoyo para la víctima. Hoy en día
hay lugares donde la mujer golpeada puede ir con sus hijos. Es bueno que éstas sepan que
esos lugares existen. La mujer debe dejar su hogar hasta que intervenga la policía y lleve al
abusador a la cárcel.
Segundo, es esencial que los abusadores (y las víctimas) sepan que ese abuso es un
crimen, y que el sistema legal puede y debe intervenir en favor de la víctima; y que lo está
haciendo cada día más.
Lamentablemente como en todas las cosas, a veces no hay una intervención hasta que
ha habido un crimen, cuando ya el hombre mató a la mujer, quizás también a sus hijos y
después se suicidó. ¿Por qué esperar hasta que tenga lugar esa catástrofe? ¿Por qué? La
mujer debe entender que nadie tiene derecho a abusar de ella, como ella tampoco debe
abusar del marido. Nada de lo que haga o diga la víctima justifica el abuso, ni aunque la
mujer haya sido infiel. Sepárese, pero no la medio mate.
El esposo abusivo es totalmente responsable de su conducta. Elige actuar violentamente
porque está enfermo; Debe buscar ayuda.
Tercero: no esperar para actuar hasta que la situación amenace la vida.
Cuando un hombre golpea a su mujer una vez, piense que puede venir una segunda y
una tercera. No espere a que la maten, busque ayuda.
Tenemos que conocer los recursos de la comunidad. Hay lugares, recursos económicos,
para esas madres que tienen niños y que han sido maltratadas. Ellas mismas pueden ir al
juez.
Lo que puedes hacer si estás siendo maltratada:
a) Hay que valorarse lo suficiente para poder salir de una relación abusiva. No podemos
sentirnos responsables ni culpables por lo que está sucediendo, a no ser que realmente lo
seamos.
b) Quizás has sido entrenada durante tu infancia para obedecer ciegamente, aunque se
trate de una orden injusta, o fuiste víctima de la violencia. Lo único que aprendiste fue a
sentir miedo y a llorar como si no hubiese otra alternativa. Es hora de hacer un cambio en tu
vida, pero para poder hacerlo debes de consultar a un profesional para saber si hay algo en
ti, que inconscientemente provoca la violencia o que te empuja a querer ser abusada.
c) Si vienes de una familia disfuncional, a lo mejor aprendiste este tipo de
comportamiento de tu madre o viviste soportándolo por mucho tiempo. Sin embargo, no
tienes que continuar haciéndolo. Hay esperanzas para tu futuro; todavía puedes ser feliz.
¿Qué debes hacer concretamente?
a) Comienza por saber que no estás sola. Muchas mujeres han solicitado ayuda y han
encontrado el camino hacia una nueva vida para sí mismas y para sus hijos.
b) Reza para obtener las fuerzas y la sabiduría que necesitarás para cambiar esta
situación o, si no hay esperanza de cambios, para escapar de ella.
c) Habla con alguien de confianza: un familiar, una amiga, un sacerdote, un pastor, un
diácono o una religiosa. Aunque te resulte difícil hablar de problemas familiares íntimos,
confía en esa persona contándole toda la verdad. Si es necesario, busca ayuda profesional,
la de un consejero o psicólogo. Si tu esposo y tu están dispuestos a reconocer sus errores
y a cooperar, quizás haya esperanza para tu matrimonio. Lo mejor es que los dos juntos
busquen ayuda.
Si él se niega a buscar esa ayuda y tienes que permanecer en la misma situación por el
momento, haz un plan de seguridad que puedas utilizar en caso de presentarse otro
episodio de abuso. Se te sugiere esconder una llave del auto en un lugar fuera de la casa,
mantener una pequeña cantidad de dinero en un lugar seguro, buscar un lugar adónde ir en
caso de una emergencia. Cuando sospeches que podría ocurrir un episodio de violencia
física, sal de la casa inmediatamente y no regreses hasta que tengas la certeza de que ha
pasado el peligro.
En EE.UU.. las páginas amarillas tienen los teléfonos de los refugios para víctimas de la
violencia. El número 9ll es el que se utiliza para pedir ayuda de emergencia.
Si tu esposo o novio amenaza con matarte, los pasos que debes tomar son los
siguientes:
a) Mantén en lugar seguro una copia de todos tus documentos importantes: licencia de
matrimonio, cuenta bancaria, certificados de nacimiento de los niños y tuyo, etc.
b) Haz una copia de la llave de la casa y del auto y dásela a una persona de plena
confianza.
c) Ten en manos de una vecina tu pasaporte, tarjeta de crédito, y algunas ropas,
sábanas, toallas y otros utensilios de higiene personal.
d) Si planeas huir, no lo digas a tus hijos, pues podrían revelarle tus planes a tu esposo o
novio.
e) Debes sobreponerte al miedo de que "él" te va a encontrar y a castigar donde quiera
que te encuentres.
f) Busca un refugio donde puedas quedarte y recibir ayuda.
g) Una vez que hayas salido de la casa, no le llames para pedirle algo, pues así podrá
conocer tu domicilio.
h) Obtén una orden de restricción que le impida acercarse a ti. Distribuye copias entre tus
amistades y familiares.
i) No confíes en que la policía te protegerá todo el tiempo. Manténte alerta.
j) Si él se ha ido de la casa y decides quedarte en el hogar, cambia el número de teléfono
y la cerradura de las puertas. Si es necesario, pon obstáculos frente a la puerta de entrada
y ante las ventanas.
k) Cambia tu rutina diaria, la hora en que entras y sales.
l) Inventa una palabra clave que utilizarás con tus vecinos y familiares, para que recojan a
tus hijos en la escuela.
m) Si vives en EE.UU.. y te encuentras en peligro, llama al número de emergencia 9ll.
Enseña a tus hijos a hacerlo también.
n) Explícales a tus hijos que si su padre o padrastro llega al hogar y comienza a discutir
violentamente contigo, no intervengan. Deben ir a casa del vecino a pedir ayuda.
o) Pídele a una amiga que te acompañe si tienes que salir.
p) No creas en las promesas amorosas del abusador, si ya las ha roto otras veces. En
realidad él no tiene intenciones de cumplirlas y sólo quiere recuperar el control sobre ti.
q) Si tratas de aplacar al abusador complaciéndole, él siempre encontrará una excusa
para tornarse violento nuevamente.
r) Si tienes una discusión con alguien que abusa de ti, no la conviertas en una pelea, eso
le agradaría. Trata de llamar a los vecinos o a cualquiera que esté pasando por la calle
para que avise a la policía.
s) No protejas al abusador: Llama a la policía, llévalo a juicio, y no retires las acusaciones
contra él.
t) Mantén un récord de las veces que has tenido que llamar a la policía; díselo a tus
amistades, a tu familia y al pastor o párroco de tu iglesia.
Cuídate de caer en estos errores
Las mujeres que han sido heridas son muy vulnerables, porque tienen baja autoestima y
una gran necesidad de ser aceptadas y amadas. Buscando ayuda y aceptación a veces
caen en el error de unirse a grupos de feministas radicales, que las llevan a cometer errores
aún más graves: el aborto o el parricidio.
Debes saber que el aborto provocado es el asesinato deliberado de un diminuto ser
humano, que tiene tanto derecho a la vida y a la felicidad como tú. Entre los l8 y los 2l días
de concebido, su corazoncito comienza a latir y a bombear sangre, que quizás ni siquiera
sea del mismo tipo que la tuya. Su rápido desarrollo prenatal permite que a las diez
semanas ya tenga huellas digitales y a las l2 semanas, ya se puede apreciar su forma
humana. Parece como un diminuto Pulgarcito; todos sus órganos y los sistemas de su
organismo ya están funcionando.
También tienes que saber que el aborto provocado puede matarte o dejarte estéril y
quizás no podrás tener otro hijo cuando lo desees. Abundan las complicaciones debidas al
aborto. Por añadidura, si eres creyente sabes que Dios condena la matanza de seres
humanos inocentes. Si además eres católica debes saber que el aborto conlleva pena de
excomunión "latae sententiae".
Aunque no sufras complicaciones físicas inmediatas debido al aborto, seguramente
tendrás que sufrir el Síndrome postaborto en algún momento de tu vida. A veces cuando las
mujeres abortan, al principio sienten alivio porque creen que han resuelto un problema. Sin
embargo, pasados unos meses o a veces hasta años, sufren amargamente por esa
decisión que tomaron en un momento de desesperación. Ninguna mujer puede privar a su
hijo del derecho a nacer sin sufrir las consecuencias.
Conviene también saber que algunos anticonceptivos, como ciertas píldoras, el
dispositivo intrauterino (el DIU) y el Norplant, por ejemplo, son en realidad métodos
abortivos. No sólo pueden provocar un aborto en las primeras etapas del embarazo, sino
que además pueden ser dañinos para tu salud. No hagas de tu hijo por nacer otra víctima
de la violencia ni dañes tu cuerpo con artefactos y fármacos anticonceptivos o abortivos.
Los anticonceptivos y el aborto simplemente le facilitan a tu novio o esposo utilizarte
como objeto sexual para satisfacer sus deseos, a costa de tu salud física, emocional y
espiritual, y sin tener que aceptar ninguna responsabilidad. La mejor alternativa para las
mujeres solteras es la abstinencia sexual y para las casadas la planificación natural de la
familia cuando existen motivos serios para no desear tener hijos. Los modernos métodos de
planificar la familia de manera natural no sólo preservan la integridad física y espiritual de la
mujer, sino que exigen el respeto y la colaboración del hombre.
Otro error en que caen las mujeres que han sido muy heridas y que no tienen una buena
formación religiosa ni se unen a grupos sanos de apoyo, es el de convertirse a la "New
Age" o Nueva Era. Se podrían aducir muchos testimonios de personas que se hicieron
grave daño por experimentar en la Nueva Era. (Consulta nuestra sección sobre la Nueva
Era)
Muchas mujeres se involucran en prácticas de espiritismo, que ahora está de nuevo tan
en boga, al cual llaman "canalización". Así ellas procuran llenar su vacío espiritual. También
acuden a adivinos y cartománticos buscando luz para enderezar la propia vida, algo que
sólo se encuentra en el verdadero Dios.
Esas pobres mujeres se dejan fascinar por supuestos poderes espirituales. Creen recibir
mensajes del "más allá", sin darse cuenta de que son víctimas de vividores que negocian
con lo religioso, lo psíquico y lo trascendente. Las supuestas artes que pretenden
comunicación con los muertos están reñidas con la verdadera religión.
Entristece ver cómo las personas que se involucran inocentemente en prácticas ocultistas
creen que esas experiencias y manifestaciones esotéricas provienen de Dios. Piensan que
una vaga sensación de amor, paz y unión con el Universo es siempre una experiencia de
unión con Dios. Equivocadamente creen que sin haberse arrepentido de sus pecados para
vivir en gracia de Dios, pueden disfrutar de la comunión con Él.
Tales ingenuas se quedan con un espejismo en lugar de llegar a conocer en toda su
plenitud el amor transformador y poderoso de Dios, el único que de verdad puede sanarlas.
En palabras de San Juan de la Cruz: "Como el agua extingue un fuego, así el amor limpia
de todo pecado."
Si te equivocaste al escoger como compañero a quien luego te hirió profundamente,
todavía estás a tiempo de corregir ese error y ser feliz. Si eres cristiana, entrega tu corazón
a Jesús, el único que jamás te defraudará.
Perdónate a tí misma y a las personas que te han herido
"El perdón, ciertamente, no surge en el hombre de manera espontánea y natural.
Perdonar sinceramente en ocasiones puede resultar heroico. Aquellos que se han quedado
sin nada por haber sido despojados de sus propiedades, los prófugos y cuantos han
soportado el ultraje de la violencia, no pueden dejar de sentir la tentación del odio y de la
venganza. La experiencia liberadora del perdón, aunque llena de dificultades, puede ser
vivida también por un corazón herido, gracias al poder curativo del amor, que tiene su
primer origen en Dios-Amor. La inmensa alegría del perdón, ofrecido y acogido, sana
heridas aparentemente incurables, restablece nuevamente las relaciones y tiene sus raíces
en el inagotable amor de Dios." (Juan Pablo II, l-l-97)
¿Qué significa perdonar?
PERDONAR/QUE-ES: "Perdonar no es lo mismo que justificar, excusar u olvidar.
Perdonar no es lo mismo que reconciliarse. La reconciliación exige que dos personas que
se respetan mutuamente, se reúnan de nuevo. El perdón es la respuesta moral de una
persona a la injusticia que otra ha cometido contra ella. Uno puede perdonar y sin embargo
no reconciliarse, como en el caso de una esposa continuamente maltratada por su
compañero." ("A definition of forgiveness", por Robert Enright, "The World of Forgiveness",
octubre/noviembre de l996.)
"El perdón permite liberarse de todo lo soportado para seguir adelante. Usted se acuerda
del frío del invierno, pero ya no tiembla porque ha llegado la primavera".
"El perdón opera un cambio de corazón. Debemos ponerle fin al ciclo del dolor por
nuestro propio bien y por el bien de futuras generaciones. Es un regalo que debemos
proporcionarles a nuestros hijos. Podemos pasar del dolor a la compasión. Cuando
perdonamos, reconocemos el valor intrínseco de la otra persona".
"El perdonar no borra el mal hecho, no quita la responsabilidad al ofensor por el daño
hecho ni niega el derecho a hacer justicia a la persona que ha sido herida. Tampoco le
quita la responsabilidad al ofensor por el daño hecho... Perdonar es un proceso complejo.
Es algo que sólo nosotros mismos podemos hacer...Paradójicamente, al ofrecer nuestra
buena voluntad al ofensor, encontramos el poder para sanarnos...Al ofrecer este regalo a la
otra persona, nosotros también lo recibimos."
¿Por qué debemos perdonar?
Un psicólogo norteamericano, Robert Enright, afirmó que las personas que han sido
profunda e injustamente heridas pueden sanar emocionalmente perdonando a su ofensor.
El insigne fraile dominico Henri Lacordaire dijo: "¿Quieres ser feliz un instante? Véngate.
¿Quieres ser feliz toda la vida? Perdona".
Un discípulo de Jesús le preguntó: "¿Maestro, cuántas veces he de perdonar a mi
hermano? ¿Siete veces?" "Siete veces no, setenta veces siete", le contestó Jesús.
Perdonar es un don de Dios. La oración sincera, procedente de un corazón limpio de
pecado, ayuda a "desmantelar" la ofensa, a perdonar al que nos hirió.
Los primeros pasos hacia el perdón
A menudo una mujer que ha sido víctima de maltratos físicos o emocionales durante
mucho tiempo, siente ira contra sí misma por todo lo que permitió que le sucediera. La
primera persona a quien ella debe perdonar es a sí misma.
"Para poder perdonar a su agresor, la víctima debe comprender que lo sucedido fue una
ofensa. Debe reconocer que ella es tan valiosa como todas las demás personas, y que sus
necesidades y sentimientos son importantes. Si intenta perdonar antes de valorarse, su
perdón no será apropiado. Hasta que la víctima comprenda el valor que tiene como
persona, no se respetará a sí misma." ("Forgiveness and the intrinsic value of persons",
Margaret R. Holmgren, "American Philosophical Quarterly, octubre de l993.)
"Desde el punto de vista psicológico, según el psiquiatra norteamericano Richard
Fitzgibbon, hay tres formas básicas de lidiar con la ira: l. Negarla. 2. Expresarla de muchas
maneras mientras disimulamos que no estamos ofendidos. 3. Perdonar. El Dr. Fitzgibbon y
otros psiquiatras y psicólogos, aplican una terapia que induce al paciente a perdonar, y
comprueban que hay una mejoría considerable. Aquí se ve que la verdadera Ciencia
coincide con el Evangelio de Cristo. Estos son los pasos terapéuticos que ellos
recomiendan:
l. Confrontar la rabia interior, la vergüenza, la herida. La persona puede estar deprimida
sin saber por qué, hasta que descubre la causa, oculta por muchos años o sólo por horas.
2. Reconocer la fuente de la herida, y descubrir el porqué.
3. Elegir perdonar. Aunque haya base para la ira y la venganza, no se elige eso, sino
perdonar. Y no tiene que ser sólo por motivos religiosos, sino también por instinto de
conservación: le va a hacer bien psíquica y físicamente.
4. Buscar una nueva forma de pensar sobre esa persona que nos ha hecho mal. Cuando
lo hacemos, por lo general descubrimos que es un ser vulnerable, probablemente con
heridas.
"Debemos liberarnos del dominio que la persona que nos ha herido ejerce todavía sobre
nosotros mediante nuestro odio. Perdonar libera la memoria y nos permite vivir en el
presente, sin recurrencias constantes al pasado doloroso.
"Todo insulto recibido puede convertirse en una nueva oportunidad de crecimiento
interior, una gracia que nos envía Dios, porque al perdonar somos canales de Su
misericordia. Pero además, como dice el "Padre Nuestro", la oración que el mismo Cristo
nos enseñó, cuando perdonamos también nosotros somos perdonados por Dios. Si
rabiamos por una ofensa, si planeamos vengarnos por un insulto, si el odio se aloja en
nuestra alma, el adversario (Satanás), habrá ganado la batalla arrastrándonos al mal
mayor."
A la pregunta sobre por qué perdonar, los creyentes respondemos que la experiencia de
haber sido perdonados muchas veces por Dios nos compromete a perdonar a nuestros
semejantes.
Descubre tu valor y tu dignidad como hija de Dios
Su Santidad Juan Pablo II dijo: "Si las niñas ya en la más tierna infancia son marginadas
o consideradas menos valiosas, sufrirán en grave menoscabo la conciencia de su dignidad
y se verá comprometido inevitablemente su desarrollo armónico."
A veces los padres están enfrascados en sus propias batallas, y no se dan cuenta de que
no les están dando a sus hijos el amor y la atención que necesitan. Existen también
infinidad de casos de maltratos físicos, sexuales y psicológicos que dejan hondas huellas
no sólo en el cuerpo sino también en el alma de los menores.
Quizás en tu infancia no recibiste todo lo que necesitabas para tu desarrollo psicológico y
espiritual. Debido a esto, no te valoras debidamente a ti misma. Si es así, no sabes poner
ciertos límites a las demás personas, y en particular a tu abusivo esposo o compañero. A
veces hasta quizás inconscientemente llegaste a creer que no merecías un trato mejor.
No culpes a tus padres por los errores que cometieron contigo, pues ellos también quizás
eran personas muy heridas. Los errores que cometen los padres a veces pasan de
generación en generación. Sin embargo no temas, el perdón y el amor de Dios se extienden
hasta las mil generaciones.
Medita sobre el verdadero significado de las palabras de Jesús: "Ama a tu prójimo como a
ti mismo". Esto quiere decir que para poder amar a tu prójimo, debes amarte primero,
aunque no solamente, a ti misma. ¿Cómo vas a poder amar o valorar apropiadamente a
ninguna otra persona, si no te valoras y te amas a ti misma?
Tampoco dejes que lo que otras personas digan o piensen de ti determine el valor que te
vas a dar a ti misma. El rechazo padecido, la culpabilidad malsana, la vergüenza y los
abusos nos llevan a creer que no tenemos valor como personas.
Debes "anclarte" en el amor de Dios, que todo lo perdona y todo lo sana. Cuando
comiences a experimentar el amor de Dios por ti, comenzarás a amarte a ti misma y a
sanarte.
Promesa de gran valor pedagógico: "Sólo por hoy"
Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el problema de mi
vida todo de una vez.
Sólo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto, seré cortés en mis maneras, no
criticaré a nadie, y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie, sino a mí misma.
Sólo por hoy seré feliz con la certeza de que he sido creada para la felicidad, no sólo en
el otro mundo, sino también en éste.
Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias sin pretender que las circunstancias se
adapten a mis deseos.
Sólo por hoy dedicaré diez minutos de mi tiempo a una buena lectura, recordando que así
como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, la buena lectura lo es para la salud
del alma.
Sólo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie.
Sólo por hoy creeré firmemente - aunque las circunstancias me indiquen lo contrario - que
la paternal providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie más existiera en el mundo.
Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo a gozar de lo bello
y a dejarme conquistar por la bondad. Puedo hacer bien durante doce horas; lo que me
abrumaría pensar que tengo que hacer durante toda la vida.
Libros que podrían serte útiles
•"Sanación interior", por Mons. Alfonso Uribe Jaramillo y "Perdonar y sanidad interior" de
Betty Tapscott y el Padre Robert DeGrandis, S.S.J. Se pueden obtener del Centro
Carismático El Minuto de Dios en Bogotá, Colombia, Carrera 73 No. 8l-27, Apartado Aéreo
No. 56437, Bogotá D.E., Colombia. Tels: 25l3990 y 25l7756. Edición: Editorial Carrera 7a.
Calle 23 No. 4-65, Bogotá, Colombia. Tel: 2839205.
•"Luces en la oscuridad", para los que han sufrido abuso sexual y las personas que les
ayudan. Puede obtenerse por $8.95 de Resurrection Press, tel: (en EE.UU..):
l-800-89books.
•"No más codependencia" de Melody Beattie.
•"Cómo trabajar los sentimientos", de Miguel Lucas, Librería San Pablo, Calle l8 No.
69-67, Urbanización industrial Montevideo, Santafe de Bogotá, Colombia. Tels: 4ll3976 y
4ll40ll.
•"Sobreponiéndonos a una pérdida significativa", Darwin Eduardo. Edit.. Católica.
•"Amor incondicional", John Powell S.J., Editorial Diana, México.
•"El ministerio de sanación", Francisco Muñoz, Publicaciones Kerigma, México.
•"Cómo sanar las ocho etapas de la vida", varios autores, Editorial Patria S.A. de C.V.,
México.
•"La felicidad es una tarea interior", John Powell, S.J., Editorial Diana, México.
•"Perdonar y sanidad interior", varios autores, Centro Carismático "El Minuto de Dios",
Bogotá, Colombia.
•"Escuela de Perdón", Diego Jaramillo, ídem.
•Audio cintas (3) del Dr. Jesús Arina "Orientando a la familia", de las cuales se citó
extensamente en este sitio. Costo: $l5 más gastos de envío ($3 dólares). Se pueden
obtener escribiéndole al P.O. Box 55-8821, Miami, FL 33255, EE.UU.
Si has cometido el aborto:
•"Un camino hacia la esperanza"; lo puedes obtener de Vida Humana Internacional (VHI).
•"Cómo sobrevivir a un aborto", P. McKinney y J. Lessard, VHI.
•"Sanando las relaciones con bebés abortados", varios autores, Centro Carismático "El
Minuto de Dios", Bogotá, Colombia.
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Testimonios de mujeres maltratadas
Testimonio de Charlotte Fedders
Charlotte Fedders aparentemente lo tenía todo: casada con un próspero y buen mozo
abogado, madre de cinco hijos saludables, casa con cinco dormitorios, socia de un
exclusivo club, etc. Pero detrás de esa fachada se escondía algo horrible: el abuso físico y
emocional al que su esposo la sometía a ella y a sus hijos. Durante 17 años aguantó en
silencio.
Finalmente, Charlotte se armó de fuerzas para abandonar a su abusivo marido, y ahora
es una campeona en la defensa de mujeres maltratadas. Ha publicado un libro titulado
"Shattered Dreams" y ha testificado ante el Congreso. Tiene como metas elevar la
conciencia sobre el problema y obtener reformas legislativas en el área de la violencia
doméstica. Dice: "Quiero ayudar a que comprendan que ninguna persona tiene derecho de
aterrorizar a otra".
"Al principio era joven...él era buen tipo. Me consideraba bonita, inteligente y digna de ser
amada. El día de la boda caminamos felices por la nave central de la Iglesia: contamos con
la bendición de Dios para nuestra unión".
"Luego vinieron las palabras amenazadoras... Me hacía sentir, fea, bruta, indigna del
amor de Dios y de los humanos. Comencé a llorar todas las noches".
"Más tarde llegaron los golpes...Él me decía que me los merecía...Pensé que quizás él
tendría razón...Yo recordaba que había prometido ser su esposa para siempre.
"Finalmente abrí los ojos y me llegó la liberación. El problema no era mío, sino de él. Una
mañana de primavera me decidí a comenzar mi vida de nuevo, sola. Lo dejé y hablé. Me
dije que nunca más viviría ese tipo de violencia y así ha sido".
Testimonio de una codependiente
"Hasta el día en que me dí cuenta de todo lo que le había permitido a mi esposo durante
años, sentía una falsa seguridad en mí misma. Pensaba que había hecho todo lo mejor
posible dando una y otra vez, ignorando y pasando totalmente por alto mis propias
necesidades; muriendo a mí misma para vivir en paz. No me explicaba por qué jamás había
podido alcanzar esa paz, especialmente en lo que a mi matrimonio se refiere.
"Mientras más daba, perdonaba y soportaba, más infeliz era. Creía que sacrificándome,
sufriendo un calvario, llegarían a cambiar las cosas y mi matrimonio llegaría a ser feliz. No
me daba cuenta de que me estaba destruyendo a mí misma y a mi esposo, por lo que le
permitía.
"Estaba cooperando con el mal, recompensándolo a él por cometerlo. Una y otra vez
durante mi matrimonio por largos años, toleré injusticias, no sólo contra mi persona, sino lo
que es aún peor, contra nuestros hijos. Llegué a considerarme una víctima y a sentir lástima
de mí misma. Creía erróneamente que todo esto me ennoblecería, me haría mejor cristiana.
¡Qué equivocada estaba!
"En el fondo todo era orgullo. Pensaba que tenía la potestad de hacer cambiar a mi
esposo, simplemente dedicando todas mis energías y mis constantes esfuerzos a hacerlo.
Cifré mi felicidad en él por completo, olvidándome totalmente de mí misma.
"No sé cómo se estableció el patrón de la codependencia, pero ruego a Dios que me
ayude a superarlo.
"Dios tiene que liberarnos de nuestro orgullo, de nuestras ideas equivocadas, de nuestra
falsa seguridad, para poder construir un nuevo yo. Quizás esto quiso decirnos Jesús con la
imagen de no echar vino nuevo en odres viejos.
"Ruego a Dios que me ayude a aprender lo que es la verdadera humildad, el verdadero
amor. Debo hacerle comprender a mi esposo que continuaremos haciéndonos daño si
permanecemos juntos de este modo. Debo concentrarme en trabajar en mí misma, el único
ser al que puedo cambiar. Debo aplicarme la segunda parte del mandamiento, `Amarás a tu
prójimo como a ti mismo.'
"Dios mío, siento que muere hoy la persona que era, y comienza a nacer una muy
distinta. ¡Moldéame como Tú quieres que sea! Si me tomas de la mano no tendré miedo. Le
pido a nuestra Santísima Madre la Virgen María, que interceda por mí y me dé su maternal
protección.
"Yo quiero ser, Señor amado, como el barro en manos del alfarero. Toma mi vida, hazla
de nuevo, yo quiero ser un vaso nuevo."
Testimonio de "Liza" (no es su verdadero nombre)
Sí, estaba embarazada con mi tercera hija y necesitaba ayuda. Tenía 32 años y estaba
separada de mi esposo. Pero, ¿cómo iba a explicarles a mis otros hijos que la bebé que
llevaba en mi seno no era de su padre? ¿Cómo iba a explicarles a mis colegas que una
doctora tan exitosa como yo y que sabía todas las respuestas a los problemas se
encontraba en esa situación? ¿Cómo entenderían ellos que una psiquiatra como yo estaba
en crisis?
La idea del aborto pasó por mi mente. Pero siendo médico conocía sus consecuencias.
La consejera del Centro Kababaihan Ng de Manila me sugirió que diera a la criatura en
adopción. Pensé entonces que esta opción era suficiente para resolver mi problema, pero la
consejera, con cuidado y paciencia, me guió para que profundizara en mi vida pasada. Su
última pregunta me sacudió. Me preguntó si había sido víctima del abuso sexual cuando era
niña. Mi cuerpo comenzó a temblar. Por primera vez en mi vida me di cuenta de que tenía
que enfrentarme a mi pasado, en el cual había sido maltratada sexualmente siendo
pequeña.
Estaba en la escuela primaria cuando mis dos tíos empezaron a maltratarme de esa
forma. Al principio estaba confundida y llena de temor. No tenía palabras para describir mis
sentimientos. Mantuve el secreto. Ocurrió una y otra vez. No podía hacer nada. De manera
que no opuse resistencia. Empecé a aceptar lo que ocurría a medida que ellos se
alternaban para "usarme" como si fuera una objeto. Comencé a aislarme. Me sentí sucia
como la basura, pero no me importaba. Caí en la promiscuidad y mis hijos fueron
engendrados por diferentes hombres.
Me casé por conveniencia, para que "alguien" fuese el padre de mis hijos. A los dos años
nos separamos. Había sido golpeada por él. Me sentía sola.
Fue entonces cuando empecé a ver de nuevo a mi antiguo novio, el padre de mi primer
hijo. Quede embarazada y decidí llamar al Centro Kababaihan Ng de Manila, cuyo número
vi en un cartel de un cobertizo.
Durante las sesiones de consejería, me dí cuenta de que estaba atrapada en un círculo
vicioso de maltrato y que necesitaba librarme de él. Estaba sufriendo del Desorden del
Síndrome Post Trauma y, como psiquiatra, no me había dado cuenta de que me estaba
ocurriendo a mí. Había perdido mi autoestima como persona.
Por medio de la oración comprendí cuánto me ama Dios y cuál es el plan que tiene para
mí. Comprendí también que Él solucionaría todos mis problemas si yo "buscaba primero Su
Reino y Su Justicia". Comprendí en ese instante cuán valiosa soy y cuánto había
maltratado a mi cuerpo -- templo de Su Espíritu.
Las sesiones me ayudaron a tomar la decisión de transformar mi pasado en algo de lo
cual aprender. Ahora miro hacia delante, hacia una nueva vida completamente entregada a
Dios.
El mes pasado, cuando estaba preparando a mi familia para aceptar mi situación, tuve la
pérdida. Cuando por fin, por primera vez en mi vida, me sentía entusiasmada anhelando el
nacimiento de mi hija con tanta alegría, resultaba que no nacería ninguna bebé. La bebé
que me había salvado y que había transformado mi vida mientras descansaba durante dos
meses en mi seno, había muerto.
Lloré e hice duelo por la pérdida. Pero en mi corazón sabía que Dios quería que
experimentara Su presencia en aquel embarazo. Es verdad que no vi el rostro de mi bebé,
pero sentí que Dios me decía que Él no me había abandonado. "He creado a tu bebé a Mi
imagen para atraerte de nuevo hacia Mí". Gracias a mi hija..., a mi hija no nacida... lo he
comprendido.
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La Violencia contra los Niños
¿Qué es el maltrato infantil?
El maltrato a los niños/as es un grave problema social, con raíces
culturales y psicológicas, que puede producirse en familias de cualquier nivel económico y
educativo.
El maltrato viola derechos fundamentales de los niños/as y por lo tanto, debe ser
detenido, cuanto antes mejor.
¿Cuáles son las formas de maltrato a niños/as? Pueden distinguirse varias formas de
maltrato, que los adultos ejercen sobre los niños:
•La negligencia que se expresa en desprotección, descuido y/o abandono.
•El maltrato físico que es toda forma de castigo corporal e incluye también, el encierro o
la privación intencional de cuidados o alimentos. El abuso sexual, consistente en obligar o
persuadir a un niño/a para que participe en actividades sexuales adultas, frente a las que
no puede dar un consentimiento informado.
•El maltrato emocional, que acompaña a todas las otras, pero que puede ejercerse
independientemente de las demás. Por ejemplo, mediante amenazas aterrorizantes,
descalificaciones, desvalorizaciones y/o ausencia de expresiones cariñosas.
•Por último, el peor maltrato que se le puede dar a un ser humano en desarrollo que
todavía no ha nacido, es el aborto. Se mata bajo el amparo de la ley (en EE.UU. y otros
países donde se ha legalizado el aborto provocado) a criaturas inocentes en el vientre de
sus madres, mediante métodos crueles, dolorosos e inhumanos que la ley no permite se
utilicen para matar animales.
Maltrato de infantil- sólo estas palabras nos horrorizan. ¿Cómo puede alguien causar
intencionalmente dolor a un niño inocente y desamparado? Sin embargo, esto sucede
legalmente 4,500 veces al día en EE.UU., cada vez que una criatura es víctima del aborto.
Si se dejan a un lado las palabras y la retórica sobre el aborto, hay que hacerle frente a
la horrible realidad. Los niños por nacer que no son deseados por sus padres, son
quemados, envenenados, cortados y despedazados en el claustro materno. Los niños
prenacidos no difieren en nada de los recién nacidos, solamente son más jóvenes. Muchos
podrían vivir si nacieran prematuramente. Todos sufren horribles dolores antes de morir
abortados. ¿Es acaso un derecho de la mujer el poder decidir sobre la vida o la muerte del
ser inocente que lleva en sus entrañas? ¿ O es tal supuesto "derecho" un caso de maltrato
infantil o de verdadero homicidio, con un nombre diferente?
El Dr. Phillip Ney, psicólogo experto en el Síndrome Postaborto, ha declarado:
"Recientes evidencias indican que muchas mujeres conservan un sentimiento de
culpabilidad por mucho tiempo después que abortan. El sentimiento de culpabilidad es una
causa importante del castigo físico excesivo y del infanticidio. El aborto también disminuye
la autoestima de la mujer, según demuestran estudios de madres que maltratan a sus hijos."
(P.Ney, M.D., "Relación entre el aborto y el abuso de los niños", Canada Journal of
Psychiatry, Vol. 24, l979, pp.6l0-620.)
Cómo identificar a los niños maltratados
Los indicadores de conducta
El comportamiento de los niños maltratados ofrece muchos indicios que delatan su
situación. La mayoría de esos indicios son no específicos, porque la conducta puede
atribuirse a diversos factores. Sin embargo, siempre que aparezcan los comportamientos
que señalamos a continuación, es conveniente agudizar la observación y considerar el
maltrato y abuso entre sus posibles causas.
•Las ausencias reiteradas a clase.
•El bajo rendimiento escolar y las dificultades de concentración.
•La depresión constante y/o la presencia de conductas autoagresivas o ideas suicidas.
•La docilidad excesiva y la actitud evasiva y/o defensiva frente a los adultos.
•La búsqueda intensa de expresiones afectuosas por parte de los adultos, especialmente
cuando se trata de niños pequeños.
•Las actitudes o juegos sexualizados persistentes e inadecuados para la edad.
Los indicadores físicos:
•La alteración de los patrones normales de crecimiento y desarrollo.
•La persistente falta de higiene y cuidado corporal.
•Las marcas de castigos corporales.
•Los "accidentes" frecuentes.
•El embarazo precoz.
Abuso sexual.
El maltrato y el abuso no siempre presentan huellas físicas fácilmente visibles, pero
siempre dejan su marca en la conducta. La observación sensible, la actitud receptiva y la
escucha atenta, son los mejores recursos para identificar al niño/a maltratado.
Los maestros requieren de especial sensibilidad para detectar si un niño es objeto de
maltrato, porque frecuentemente éste por verguenza o para proteger a otros miembros de la
familia encubre la situación. Hay que tener presente que para quien está creciendo en un
ambiente violento, la violencia no es cuestionada e incluso, puede parecer el único modo de
expresar los afectos. Un padre y/o una madre agresivos y/o abusadores, significan un
peligro real para la salud y la vida del niño, pero generalmente son su principal o único
referente afectivo. Además, la violencia de los padres produce un sentimiento contradictorio
de afecto, rechazo y dependencia emocional en el niño.
A veces, el niño/a denuncia explícitamente el maltrato que sufre. La actitud receptiva de
los docentes puede animar a estos niños/as a confiarse. En estos casos es indispensable
disponer una escucha atenta y sobre todo:
•Creer en la palabra del niño/a.
•No culpabilizarle en ningún caso.
•Investigar la verdad.
•Consultar con otros profesionales.
•Recurrir a las autoridades correspondientes.
Cómo ayudar a las víctimas del maltrato
La mejor manera de ayudar a detener el maltrato del niño/a es:
•Identificando los casos de maltrato.
•Realizando intervenciones en las situaciones detectadas, a través del gabinete o de
docentes sensibles y capacitados.
•Derivando y/o denunciando los casos de maltrato a los organismos pertinentes.
Aquí proponemos algunas líneas de trabajo que la escuela puede desarrollar con los
niños y sus familias:
•Realizar tareas de sensibilización y capacitación.
•Realizar talleres reflexivos.
•Desarrollar acciones de difusión y sensibilización entre los niños, las familias y la
comunidad acerca de los derechos del niño.
•Articular con la currícula, actividades dirigidas a revisar el problema críticamente.
•Estimular la confianza y la autoestima de los niños/as.
•Para desarrollar con éxito la función preventiva, la escuela como institución debe ser
capaz de revisar sus propias actitudes hacia el control de las conductas de los niños y
adolescentes.
•Ofrecer a los alumnos el espacio y las oportunidades para experimentar formas no
violentas de resolución de los conflictos. Llevar a cabo asambleas, consejos de aula y todo
medio que estimule la participación democrática en la vida escolar.
Un mensaje para los que pierden la paciencia
Lo primero es que Ud. sepa que sólo Ud. puede controlar su propia violencia.
Cuando se sienta a punto de perder el control recuerde:
•Procure poner distancia entre Ud. y el menor, aún dentro de su mismo hogar.
•Si le es posible, dé una caminata lo suficientemente larga que le permita recobrar la
calma.
•Si no puede salir de su casa, concentre su energía en alguna labor fuerte que le ayude a
descargar su cólera.
•Tómese unos minutos para hacer ejercicios y relajarse.
•Llame a alguien de su confianza y converse un rato mientras se tranquiliza.
•Piense en algo agradable que le ayude a aliviar su tensión.
•Tenga presente que su problema no es único. Muchos otros han pasado por lo mismo y
han logrado vencer. ¿Por qué no usted?
•Busque ayuda profesional.
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