Lino Dolan, O.P.

Prior Provincial, Provincia Dominicana
de San Juan Bautista del Perú

SOBRE LA VIDA CONSAGRADA

Y SU MISIÓN EN LA IGLESIA Y EN EL MUNDO

EXHORTACIÓN APOSTÓLICA DEL PAPA JUAN PABLO II

 

Observaciones Generales:

Para aquellos que ya han leído el Documento del Papa, publicado el 25 de Marzo, sobre la Vida Consagrada, juntamente con la Guía para su lectura, publicada por la CLAR (Conferencia Latinoamericana de Religiosos), esta exposición pueda servir como un estímulo para una mayor profundización sobre este tema que es de vital importancia para nuestra propia vida hacia adentro, como comunidad religiosa, como también para nuestra misión hacia afuera, como Orden de Predicadores. Para aquellos que todavía no hayan tenido el tiempo de leer los documentos de que voy a hablar, quizás sirva esta conferencia para animarlos a buscar el tiempo necesario porque se trata de un tema de suma importancia para poder definir la manera de vivir nuestra vocación de tal forma que sea un signo dinámico de la presencia de Cristo aún presente en la historia.

El enfoque del Papa, desde el párrafo inicial de su Introducción, y que corre a través de toda su exposición es Trinitaria - Cristológico: es un Don del Dios Padre a la Iglesia, a través del Espíritu, enraizado en los ejemplos y enseñanzas de Cristo. Entonces, todos los que profesan los consejos evangélicos actualizan los rasgos característicos de Cristo, virgen, pobre y obediente y, como tal, hacen visible a todos los fieles el misterio del Reino presente y actuando en la historia.

Es evidente que el Papa, al recoger las deliberaciones del Sínodo de los Obispos, realizado en Octubre de 1994, con la participación también de religiosos y religiosas, representantes de la vida consagrada del occidente y del oriente, ha preferido hacer una consideración de la vida consagrada como una realidad teologal y no una consideración a partir de las experiencias y vivencias concretas de los que profesan los consejos evangélicos.

Esta opción del Papa, de considerar la vida consagrada como un don de Dios, vivido en cada época y de múltiples maneras, hace que el documento presente la dimensión universal de la vida consagrada, dejando a cada persona consagrada y a cada Instituto la tarea de comparar su propias vivencias, en la vida diaria y en sus propios ambientes socio - eclesiales, a la visión propuesta. Al respecto, el documento del Secretariado de la CLAR sugiere que sería importante leer este documento del Papa a la luz del Vaticano II y los documentos del Episcopado latinoamericano de estos últimos 30 años y no tomarlo como una superación de lo ya expresado, especialmente en lo referente a la originalidad e identidad del carisma fundacional de cada Instituto y la singularidad y diversidad de las culturas en que se vive y se promueve la vida consagrada.

Es importante notar, también, que el documento está dirigido hacia todos los Institutos de Vida Consagrada y no solamente a los Institutos religiosos de votos públicos. En este sentido, el Papa, reconociendo los méritos de lo existente, abre las puertas a promover y recibir nuevas formas de vivir los consejos evangélicos, inclusive para la vida matrimonial aunque no sean precisamente inscritas o reconocidas como vida consagrada.

Es evidente que el Papa se fija en el estilo de vida monástico - contemplativo como fundamento de la vida consagrada, con énfasis especial en el modo de vivirla en las Iglesias orientales. Sin embargo, insiste varias veces y de distintas maneras que toda clase de vida consagrada, en todas sus manifestaciones históricas, son obra del Espíritu. Cada carisma institucional es un don de Dios para el bien de la Iglesia para poder cumplir su tarea según las exigencias de cada momento histórico.

Aunque aparecen en varias partes del documento, los temas del seguimiento de Cristo y la vivencia radical del Evangelio no dominan la presentación del Papa tal como nos acostumbramos a estudiar en autores sobre la Vida Religiosa. Más bien, es el aspecto de la gratuidad de la llamada de parte de Dios y de la respuesta de los llamados que marca y domina en el pensamiento del Papa. La Vida Consagrada es parte del Proyecto de Dios y forma parte integrante de su Iglesia, desde el principio. Siempre habían y siempre habrán hombres y mujeres que responden generosamente a la invitación del Señor a consagrar sus vidas a Dios. La forma de vivir la consagración total a Dios ha variado en sus manifestaciones históricas muchas veces, según las exigencias de cada época - y puede seguir variando - pero lo fundamental de la profesión de los Consejos Evangélicos, como signo escatológico del Reino, siempre perdura, sobre todo el vínculo sagrado de la Castidad que el Papa considera lo más esencial de estos Consejos.?

En su conjunto, el documento nos presenta una reflexión profunda y completa en un estilo homilético de la teología tradicional sobre la vida consagrada. Como el Papa ha recogido los temas tratado en el Sínodo, procura mencionar, como veremos más adelante, ciertos temas que requieren más reflexión de parte de las personas consagradas, por ejemplo, el papel de la mujer consagrada, la figura del hermano religioso y la opción por los pobres. También se aprecia la importancia dado a recordar los mártires que han sabido ser fiel aún en tiempos de persecución.

Importante también. es resaltar como el Papa promueve e incentiva la colaboración mutua entre Institutos de Vida Consagrada y la importancia que da a las Conferencias de Religiosos y Religiosas. Asimismo, en el documento, el Papa indica la importancia de la relación entre religiosos y laicos y, al mismo tiempo, el diálogo inter religioso con personas y grupos de otras religiones.

Por supuesto, se insiste en la relación subordinada a los Pastores pero en el espíritu de diálogo. En este mismo sentido se pide que los Obispos valoren y respeten la autonomía de los Institutos. Es en este punto que el Papa hace referencia del papel profético de la vida religiosa.

EL DOCUMENTO:

INTRODUCCIÓN:

El Papa nos informa que el ha participado con mucha atención en las sesiones del Sínodo sobre la vida y misión de la Vida Consagrada. Escribe esta Exhortación con la finalidad de animar y alentar a todos los de vida consagrada para que se animen frente a los desafíos de nuestros tiempos.

Este Sínodo, sobre la Vida Consagrada, completa la serie de Sínodos sobre los distintos estados de vida dentro de la Iglesia, es decir, el sacerdocio, el laicado y, ahora, los religiosos. Esta referencia a la vida consagrada como estado de vida es interesante en el sentido que va más allá de lo definido en el Derecho Canónigo que solamente reconoce 2 estados de vida en la Iglesia, el clerical y el laical.

Desde la misma Introducción, el Papa lista taxativamente todas las formas de vida consagrada, incluyendo nuevas formas no contempladas todavía en el Derecho Canónigo, a que se hará referencia en su Exhortación. Reconoce a todas como obras del Espíritu. Con toda la historia de las formas de vida consagrada en mente y a partir del concepto de la vida consagrada como don del Padre para la Iglesia, propone tratar la materia en lo que el llama la "triple dimensión" de la consagración, la comunión y la misión.

CAPÍTULO I: LA CONSAGRACIÓN - O, LA CONFESIÓN DE LA TRINIDAD

Desde el principio, el Papa establece que "el fundamento evangélico de la vida consagrada se debe buscar en la especial relación que Jesús, en su vida terrena, estableció con algunos de sus discípulos". La iniciativa de este seguimiento especial de Cristo viene del Padre bajo la acción del Espíritu, dando así un carácter trinitario y escatológico a la vocación de consagrados. Y, en un estilo propio de los Padres orientales, propone la consideración de un «icono» - la escena de la Transfiguración en el Monte Tabor, bellamente desarrollada - para ejemplificar y fundamentar su presentación. Como nos dice, con claridad, el texto de la Guía preparado por la CLAR: "El texto asume la transfiguración de Cristo en el Monte Tabor como espejo en que la vida consagrada se puede mirar. Por una lectura teológica - espiritual, a modo de la patrística, de este perícope de la Transfiguración, el documento resalta cuatro aspectos de la vida consagrada: como alabanza de la Trinidad, como camino pascual, como estar en la Iglesia y para la Iglesia y como guiado por el Espíritu de Santidad."

1. ALABANZA DE LA TRINIDAD:

El Papa enfoca el compromiso de los Consejos Evangélicos desde el deseo explícito de compartir la experiencia de Cristo como virgen, pobre y obediente y, de esta manera conformarse con Cristo mismo. Todo esto es posible solamente bajo la acción del Espíritu quien, por medio de los carismas particulares de cada Instituto, orienta el desarrollo de la obra del Padre y explica las múltiples formas de vida consagrada. En este punto, el Papa explica los votos desde una perspectiva trinitaria.

2. CAMINO PASCUAL:

"En la contemplación de Cristo crucificado se inspiran todas las vocaciones": con estas palabras, el Papa comienza a enfocar la vida consagrada desde su identificación con el Cristo sufriente, haciendo de cada uno de los consagrados "un signo verdadero de Cristo en el mundo". Es en este punto, al hablar de la necesidad de hacer visible su presencia en la vida cotidiana que el Papa "recomienda vivamente" el uso del propio hábito o, según las circunstancias, un símbolo adecuado como modo de hacer visible que son consagrados. El pueblo creyente necesita ver el símbolo del Reino.

También es en este contexto que el Papa insiste en el valor de la vida consagrada como signo escatológico, sobre todo en la opción por la virginidad, como "anticipación del mundo definitivo". En este contexto, propone a María como modelo de consagración y seguimiento.

3. EN LA IGLESIA Y PARA LA IGLESIA:

En esta reflexión, el Papa explícita la pertenencia "indiscutible a la vida y a la santidad de la Iglesia" de la vida consagrada que describe como "una singular y fecunda profundización de la consagración bautismal" y como " un desarrollo de la gracia del Sacramento de la Confirmación". El Papa insiste en el valor de cada uno de los estados de vida cristiana - laical, sacerdotal y religioso - cada uno contribuyendo con su especialidad un servicio a la Iglesia. La vida consagrada refleja, en forma especial, la santidad de la Iglesia en el espíritu de las bienaventuranzas. La vida religiosa tiene una relación especial con María, la virgen esposa y fiel discípula.

4. GUIADOS POR EL ESPÍRITU DE SANTIDAD:

La vida consagrada, en primer lugar, es una llamada a reflejar la santidad de la Iglesia. Es como un camino privilegiado para la santidad. Esta condición exige la fidelidad al carisma fundacional. Es muy interesante que utiliza la figura de Santo Domingo de Guzmán quien hablo solamente con Dios o de Dios para ejemplificar la cualidad de santidad de que él habla en su exposición.

En esta parte, el Papa hace una llamada a todos los Institutos a "reproducir la audacia, la creatividad y la santidad de sus fundadores como respuesta a los signos de los tiempos que surgen en el mundo de hoy" .A continuación nos hace recordar la necesidad de utilizar los medios de oración y ascesis para lograr la conversión y la santidad propias al estado de vida.

 

 

 

CAPÍTULO II: SIGNO DE COMUNIÓN EN LA IGLESIA

- COMUNIDAD Y FRATERNIDAD

En este segundo Capítulo, el papa trata del segundo gran tema de su exhortación - la relación de la Vida Consagrada con la Iglesia y lo hace bajo tres consideraciones: valores permanente, continuidad en la obra del Espíritu o fidelidad en la novedad y mirando al futuro.

1. Valores permanentes:

El Papa enfoca la atención sobre la vida consagrada desde la perspectiva trinitaria de la misión de Cristo y desde la comunidad apostólica, considerada como "modelo en el que la Iglesia siempre se ha inspirado". La Iglesia es esencialmente un misterio de comunión cuyo origen es la comunión trinitaria.

La vida fraterna es una vida compartida en el amor y es un signo de la comunión eclesial. Para lograr la unidad en comunidad es importante "poner todos los bienes en común" y realizar los Capítulos o reuniones necesarias para actualizar el propio carisma y patrimonio espiritual.

Aquí el Papa define el papel de la Autoridad como guía de los hermanos y hermanas en el camino espiritual y apostólico. Su función es de ayudar a consolidar la comunión fraterna, superando el individualismo tan dominante hoy.

El cuidado solícito de los ancianos es importante no solamente como un deber en caridad o en reconocimiento de su entrega en el pasado sino porque ellos, los ancianos, ofrecen un testimonio y, de diferentes modos, siguen comunicando sus valores a la comunidad.

Es la fraternidad que juega un papel fundamental en la renovación espiritual, en el testimonio y en el cumplimiento de la misión de las comunidades apsotólicas.

Como signo de comunión, el Papa exhorta a los de vida consagrada a "sentir con la Iglesia" y, entre varios ejemplos, propone a la actitud de Santa Catalina de Siena quien refirió al Papa como el «dulce Cristo en la tierra». Es un llamado del Papa al sentido de obediencia a los Pastores que manifestaban los fundadores de los Institutos, sobre todo en relación al Sumo Pontífice.

En el párrafo nº 49 del documento, hay una delicada presentación para definir la relación de los Obispos con los Institutos de Vida Consagrada. Mientras que insiste de que los Obispos reconozcan y promuevan los distintos carismas presentes y trabajando en sus diócesis, también insiste que loa Institutos de Vida Consagrada pongan sus carismas a la disposición de los Obispos a través de diálogo y en el espíritu de colaboración con la Iglesia local.

En este mismo sentido y relacionado con los conceptos de testimonio de comunidad fraterna, el Papa dedica una parte de su carta a promover el diálogo y la colaboración, animados en la caridad, entre los Obispos y las Conferencias de Religiosos y Religiosas. También debe haber diálogo continuo entre los Superiores de los distintos Institutos y con los laicos.

Es importante que el Papa haya reconocido y resaltado la importancia de las Conferencias Nacionales de Religiosos y Religiosas como instancias de comunicación y coordinación con no solamente las Conferencias Episcopales sino también con los organismos de la Santa Sede debido a algunas tensiones que habían surgidas recientemente, sobre todo con la CLAR en América Latina.

Como respuesta a las inquietudes expresadas durante el Sínodo, de parte de las religiosas, el Papa busca destacar y resaltar los valores y las contribuciones de las mujeres en la vida religiosa. Inclusive El Papa insiste que "urge dar algunos pasos concretos, comenzando por abrir espacios de participación a las mujeres en diversos sectores y a todos los niveles, incluidos aquellos procesos en que se elaboran las decisiones, especialmente en los asuntos que las conciernen más directamente."

2. COMUNIDAD EN LA OBRA DEL ESPÍRITU: 

FIDELIDAD EN LA NOVEDAD

En una forma muy particular, el Papa dedica unos acápites a considerar los valores y dificultades en algunas formas particulares de vida consagrada. En primer lugar, habla de la vida de las monjas de clausura, valorando su vocación como signo de la unión exclusiva de la Iglesia - Esposa con el Señor y como un modo particular de vivir la Pascua. Recoge las recomendaciones del Sínodo y repite las orientaciones del Pío XII y el Concilio en cuanto a la promoción de las Federaciones de Monasterios de clausura.

En segundo lugar, dedica unas palabras a los grupos de Hermanos no clericales, cuyos Institutos desempeñan valiosos servicios dentro y fuera de la comunidad. Por eso, recomienda que se les llamen en adelante Institutos religiosos de hermanos y no Institutos laicales.

En tercer lugar, recoge el eco del Sínodo de aquellos que han solicitado que, en los Institutos mixtos de varones, es decir de sacerdotes y no - sacerdotes, y ordena que se estudie la posibilidad de reconocer a todos los miembros con igualdad de derechos, exceptuados los que derivan de Orden Sagrado. Se refiere a Órdenes, como la nuestra, que se han pedido que se considere la posibilidad de elegir, como superiores, también a los hermanos cooperadores.

Por último, el Papa habla de nuevas formas de vida consagrada, adaptadas a las necesidades de nuestros tiempos.

3. MIRANDO HACIA EL FUTURO

Esta sección del documento presenta un análisis de la situación actual de la vida religiosa, desde las dificultades que surgen de una crisis vocacional y la necesidad de evaluar y reorganizar sus obras apsotólicas.

Después, animando a los Institutos de enfrentar la situación con fe y coraje, el Papa habla de la Formación, inicial y permanente y, en una forma especial, ofrece orientaciones para los formadores. También hace referencia a las situaciones críticas que surgen en el desarrollo de una vocación y recomienda apertura a las ayudas espirituales y psicológicas necesarias.

CAPÍTULO III: SERVITIUM CARITATIS: 

LA VIDA CONSAGRADA - EPIFANÍA DEL AMOR DE DIOS EN EL MUNDO

Como Jesús fue consagrado y enviado a cumplir la misión del Padre, los que profesan los consejos evangélicos, siguiendo de cerca a Cristo, están consagrados y enviados a participar en esa misma misión iniciada por el Señor. La misión pertenece esencialmente a la vida consagrada. El espíritu que tiene que dominar la misión de la vida consagrada debe ser de comunión y diálogo con los otros componentes eclesiales.

A partir de esta pequeña orientación, el Papa desarrolla en 4 acápites su pensamiento sobre la misión de los Institutos de Vida Consagrada.

1. EL AMOR HASTA EL FIN

El Papa, partiendo del texto de San Juan (13, 1 -1, 4 - 5), evoca la escena del lavado de los pies de los Apóstoles en la Ultima Cena para desarrollar su pensamiento sobre la misión de amor ejercido por los religiosos. La figura de Cristo, sirviente de los sirvientes, encarna el modelo de entrega humilde de y de solidaridad propia de los discípulos de este Maestro. Es un servicio para todos pero expresado especialmente a los más pobres. Es interesante que el Papa utiliza, sin comillas, un texto del Documento de la reunión del CELAM de Santo Domingo que asume y amplía el famosos texto de PUEBLA sobre los rostros sufrientes para ejemplificar el servicio de que está hablando..

El aporte específico de los consagrados y consagradas es su testimonio de vida. Ellos hacen visible la presencia amorosa y salvadora de Cristo, el consagrado y enviado del Padre.

Además del servicio a las Iglesias locales, el Papa presenta la figura de los misioneros a los que no conocen a Cristo, la misión ad gentes. Al respecto, hace referencia a la necesidad de la inculturación y el diálogo inter - religioso.

Al hablar de la nueva evangelización, el Papa insiste que evangelizar "exige de los consagrados y consagradas una plena conciencia del sentido teológico de los retos de nuestro tiempo." Por eso, es necesario una fidelidad al carisma fundacional, la comunión con todos aquellos en la Iglesia que están comprometidos en la misma empresa y la cooperación con todos los hombres de buena voluntad.

Es aquí, donde el Papa reitera la necesidad de una verdadera opción preferencial por los pobres, por los de situación de mayor debilidad. Exhorta a los Institutos de adoptar un estilo de vida humilde y austero. Dice el Papa: "Servir a los pobres es un acto de evangelización y, al mismo tiempo, signo de autenticidad evangélica ... "

Y, en una manera especial, siguiendo una larga tradición, el Papa encomienda a la consideración de los Institutos la misión especial del cuidado de los enfermos.

 

2. UN TESTIMONIO PROFÉTICO ANTE LOS GRANDES RETOS

Al abordar el tema del carácter profético de la Vida Religiosa que aparentemente fue destacado durante el Sínodo, el Papa recurre a la figura del Profeta Elías quien vivía en la presencia de Dios, contemplando en silencio su paso y defendiendo con valentía los Derechos del Señor. Se hace urgente en nuestro mundo el testimonio profético por parte de las personas consagradas.

La coherencia entre el anuncio y la vida, junto con la plena sintonía con el Magisterio y la disciplina de la Iglesia aseguran una presencia profética auténtica. La misma vida comunitaria es un signo profético en un mundo, como lo nuestro, que es tan individualista.

Al respecto, el Papa hace memoria de aquellos hombre y mujeres que han sido fieles en su vocación, hasta el martirio. Pide que los Institutos de vida Consagrada recojan los nombres y los testimonios de las personas que pueden ser inscritas en el Martirologio del siglo XX.

De manera un poco extensa, el Papa trata los tres votos como respuestas a los desafíos presentados en nuestro tiempo por una cultura hedonista, un materialismo ávido y unas concepciones de libertad que no tienen relación constitutiva con la verdad y las normas morales. Esta presentación merece que se la trate más profundamente en otro momento.

En el mismo sentido, se nos presenta la dimensión comunitaria como un signo contrario al espíritu de discordia y división que está dominando el pensamiento de nuestros tiempos.

Toda esta situación requiere una auténtica espiritualidad que, habiendo dejado todo por Cristo, aspira a la santidad. Al respecto el Papa repite las fuentes tradicionales que aseguran un desarrollo sano de la vida cristiana: la palabra de Dios, la meditación, la sagrada liturgia, sobre todo la Misa y la Liturgia de las Horas y, por supuesto, una devoción especial a la Virgen Madre de Dios.

3. ALGUNOS AREÓPAGOS DE LA MISIÓN

Los campos de la educación la cultura y los medios de comunicación reciben un impulso especial del Papa como campos de misión especialmente importantes no solamente por que tradicionalmente ha estado presente la Iglesia, dando testimonio en ellos sino porque son campos de suma importancia en una nueva evangelización. Por eso, el Papa promueve la presencia de los consagrados en los centros educativos, de todos los niveles, en los centros culturales y, sobre todo, en los medios de comunicación.

4. COMPROMETIDOS EN EL DIÁLOGO CON TODOS

En esta última acápite del Capítulo III, el Papa vuelve a tocar el tema de la importancia del diálogo ecuménico y el diálogo inter religiosos con otros hombres y mujeres buscando a Dios desde otras religiones que comparten la búsqueda y el esfuerzo para actualizar a Dios en el mundo..

CONCLUSIÓN

Frente a la incomprensión de la sociedad moderna en cuanto al valor de la vida consagrada, no hay respuesta si no viene de la fe en Jesús. A la gratuidad de la salvación en Jesús, se responde solamente con fe .La vida consagrada es una respuesta de fe en total gratuidad.

Y, para terminar, el Papa se dirige en forma particular a la juventud, a las familias, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad y, al final, a las personas consagradas. A todos les piden generosidad y continuidad. ¡que tengan fe en el futuro!

Y termina todo con 2 oraciones: una a la Santísima Trinidad y otra a María.

Evidentemente, esta ha sido una presentación muy genérica. El documento, sin duda, merece una mayor profundización para poder captar todas las implicancias para la vida religiosa hoy y en el futuro. Además, y quizás sobre todo, requiere un análisis desde las experiencias de vida religiosa vividas en América Latina en estos últimos tiempos. Sin embargo, el documento nos ofrece bastante materia muy profunda para nuestra meditación. Desde esta consideración teológica, ideal y tradicional, hace falta que nosotros suplimos los aspectos de las experiencias nuevas, la práctica y las posibilidades de actualizar nuestro carisma sin perder la fidelidad al carisma fundacional recibido de Nuestro Padre, Domingo de Guzmán.

LINO DOLAN, O.P.

EL 15 DE MAYO DE 1996