RELIQUIAS DE LOS SANTOS

La Iglesia siempre respetó la costumbre de recogerse y orar ante los restos de quienes nos habían precedido con la señal de la fe. El culto de las reliquias de los santos es un estímulo para permanecer a la espera de nuestra propia Resurrección. Ellas nos recuerdan que el mismo Dios que nos dotó de un cuerpo corruptible, nos lo mutará por otro inmortal y glorioso. He aquí la razón de que las reliquias estén siempre presentes en las piedras de nuestro altares.

Estos restos mortales de Santa Teresita nos deben evocar, además, su mundo exterior, y, sobre todo su mundo interior: vida de familia, vocación, vida de comunidad, diseño de su "caminito de infancia" hacia la santidad, descubrimiento de su vocación al Amor en el corazón de su Madre la Iglesia... En suma, toda una oportunidad de revivir un sin fin de recuerdos o de adquirir mediante la lectura de su "Historia de un alma" o de su epistolario, un conocimiento más profundo sobre ella.

Pero, sobre todo, la presencia de estas Reliquias nos ha de provocar íntimamente hacia la vivencia de su mensaje, como una traducción viva y moderna del Evangelio.

(sacado del librito de la Misa de Acción de Gracias).