SALUD
 Sonia Asensio Carretero20/03/2003

 

Carne

Numerosas investigaciones han puesto de manifiesto que el consumo de carne es un importante factor de riesgo para la mayor parte de los tipos de cáncer (de cerebro, de pulmón, de estómago, de riñón, de vejiga urinaria, de útero, de ovario y de próstata, entre otros).

Resultan particularmente favorecedoras del cáncer:

  • Las carnes rojas (de vacuno, de cordero y de cerdo).
  • La carne muy hecha o asada en la barbacoa.
  • La carne frita.
  • La carne salada y/o curada, como el jamón, el ''bacon'' y los embutidos.

Leche

El consumo habitual de leche, especialmente si es completa (no desnatada), se asocia, según diversas investigaciones, con la aparición de algunos tipos de cáncer: de mama, pulmón, colon, ovario, próstata y vejiga urinaria.

Una de las posibles explicaciones para ello es que la leche pueda transmitir el virus de la leucemia bovina, que es cancerígeno.

Bebidas alcohólicas

Todas ellas son favorecedoras del cáncer, incluso aquellas a las que se atribuyen propiedades medicinales, como el vino o la cerveza. Y no sólo inducen el cáncer cuando se ingieren dosis elevadas, sino también cuando se hace un consumo moderado de ellas.

Una sola copa de vino al día aumenta en un 250% el riesgo de padecer cáncer de mama en las mujeres.

Está demostrada la relación entre el consumo de bebidas alcohólicas en general y los cánceres de boca, laringe, esófago, mama, pulmón, hígado, páncreas, colon y vejiga urinaria.

Sin embargo, en muchas revistas se publica que un poco de cerveza y de vino ayuda a proteger nuestra salud contra el cáncer.

Huevos

Según las investigaciones, un consumo importante de huevos (en general, más de tres por semana) se relaciona con los cánceres de mama, estómago, pulmón, endometrio y ovario.

Factores que explican dicha relación:

  • Colesterol: su elevado contenido en los huevos, puede actuar como promotor del cáncer.
  • Grasa saturada: es la predominante en los huevos, lo cual constituye un factor favorecedor del cáncer.
  • Virus: las gallinas están muy a menudo contaminadas por virus de tipo leucémico, que podrían pasar a los huevos y ser causa de diversos cánceres. Aunque esta hipótesis no ha sido demostrada, es prudente consumir los huevos bien cocinados (hervidos). Además, así se evita también la infección por salmonella.

Marisco

Suele estar contaminado por los productos químicos vertidos al mar, los cuales son cancerígenos.

 

Pescado

Las pruebas estadísticas y experimentales de que el pescado pueda favorecer el cáncer son menos numerosas e importantes que las de la carne. Sin embargo, se ha encontrado relación entre el consumo habitual de pescado (especialmente salado o curado) y los cánceres de laringe, nasofaringe, endometrio y páncreas.

Dos factores al menos, pueden explicar la relación entre el pescado y el cáncer:

  • La contaminación química de las aguas con sustancias cancerígenas, la cual afecta a los peces.
  • El curado y salado del pescado, procesos en los que se forman nitrosaminas cancerígenas.

Especias

Una alimentación rica en especias picantes puede ser un factor de riesgo para ciertos tipos de cáncer, como el de boca y el de esófago. Según algunos estudios, el pimiento picante (chile) puede ser cancerígeno, aunque según otros, protege del cáncer.

Café

Su consumo se relaciona con el cáncer de vejiga urinaria y con la enfermedad fibroquística de la mama, que puede ser precancerosa.

Este efecto del café no se debe a la cafeína sino a algunos componentes de la esencia del café. Por eso el consumo de café descafeinado también aumenta el riesgo de padecer cáncer de vejiga urinaria.

Productos refinados

Cuando el pan blanco, la bollería y los productos de repostería refinados desplazan a los cereales integrales de la dieta, se favorecen diversos tipos de cáncer. Al menos estas tres características de su composición, explican su asociación con el cáncer:

  • Falta de fibra.
  • Gran contenido en azúcar.
  • Ácidos grasos trans: son un tipo especial de ácidos grasos que se encuentran habitualmente en la bollería industrial refinada y en los productos de repostería. Los fritos y las margarinas también los contienen. Además de elevar el nivel de colesterol y de favorecer la arteriosclerosis y el infarto, los ácidos grasos trans se relacionan con el cáncer de mama y con el endometrio.

Azúcar

El consumo abundante de azúcar blanco (sacarosa) se relaciona, en diversos estudios epidemiológicos, con el cáncer de colon, de estómago y de cuello uterino.

La fructosa, aunque presenta algunos inconvenientes cuando se consume en exceso, protege contra el cáncer de próstata.