SALUD
 Sonia Asensio Carretero13/03/2003

 

Frutas

La fruta es, junto con las hortalizas, el alimento anticancerígeno más efectivo. El consumo abundante de frutas evita la mayor parte de los tipos de cáncer que afectan a los seres humanos.

Todas las frutas frescas son ricas en vitaminas y elementos fitoquímicos antioxidantes, capaces de neutralizar las sustancias cancerígenas que entran en nuestro organismo.

Estas son las frutas que se han mostrado más eficaces en la prevención del cáncer:

Aceite de oliva

Su consumo reduce el riesgo de padecer cáncer de mama cuando sustituye a otras grasas alimentarias. La acción anticancerígena del aceite de oliva se debe a su riqueza en sustancias antioxidantes y en ácidos grasos monoinsaturados, entre otros factores.

En cambio, el aceite de orujo sí contiene sustancias cancerígenas.

Cereales integrales

La fibra que proporcionan los cereales integrales acelera el tránsito intestinal. Además, retiene y arrastra las sustancias cancerígenas que pudiera haber en el conducto digestivo, y las elimina con las heces.

Al reducir el tiempo de contacto de esas sustancias nocivas con la mucosa del conducto digestivo, la fibra de los cereales y del pan integrales previene el cáncer de estómago y de colon. Al impedir que sean absorbidas las sustancias cancerígenas, protege contra otros tipos de cáncer, como el de páncreas o el de mama.

Además, los cereales integrales también actúan como anticancerígenos.

Hortalizas y verduras

Todas las hortalizas protegen contra el cáncer, en mayor o menor grado. Su riqueza en provitamina A, en vitamina C y en elementos fitoquímicos de acción antioxidante explica su efecto anticancerígeno. Las que aquí se citan son las más efectivas:

Yogur

Al contrario de lo que ocurre con la leche, cuyo consumo se relaciona con diversos tipos de cáncer, el yogur protege contra esta enfermedad, especialmente contra el cáncer de mama.

Su contenido en bacterias vivas (el de tipo ''bio'') y en ácido láctico explican en parte su efecto protector.

Legumbres

Las legumbres en general protegen contra el cáncer por su contenido en fibra y en elementos fitoquímicos anticancerígenos.

Soja y derivados

Tanto la soja como sus derivados, especialmente el tofu y la leche de soja proporcionan diversos elementos fitoquímicos de acción anticancerígena. Estas sustancias son hormonas vegetales (fitoestrógenos), que evitan los efectos indeseables de los estrógenos naturales, como por ejemplo su acción promotora del cáncer. Protegen sobre todo contra el cáncer de mama y de próstata.