X.- ALGUNAS
NORMAS
MUY GENERALES PARA EL
PLAN DE ESTUDIOS DE LOS SEMINARISTAS
Los
Seminaristas para poder ingresar en el Seminario han de tener terminados los
estudios normales exigidos para una carrera civil. Así una vez admitidos,
todos han de cursar una determinadas materias repartidas en diversos años
siendo obligatoria la asistencia a clase.
No
obstante si por razones especiales se ha de admitir a un Alumno que no haya
terminado los estudios civiles, se debe entonces proveer
a ese alumno de los estudios mínimos llamado Curso de Humanidades en
donde durante un año deberá estudiar al menos Religión, Lengua Castellana,
Latín, Geografía e Historia, Griego, Literatura y Matemáticas y ser
examinado de todas estas materias para acceder a los cursos siguientes del
Seminario.
En
El Seminario cada Trimestre se ha de proceder a examinar a los alumnos de los
conocimientos adquiridos, pudiendo ser los exámenes orales u escritos. Al
final de cada año los Seminaristas deben sufrir un examen de todas y cada una
de las asignaturas.
Las
calificaciones se expresarán por décimas, pero para merecer el aprobado hay
que tener al menos un 6 entre 10.
La
equivalencia de las notas es:
6
= Meritus ; 7 = Benemeritus ; 8 = Valde meritus ; 9 = Meritissimus ; 10 =
Meritisimus cum laude.
Los
estudios del Seminario comienzan con el Curso Filosófico, cuya duración debe
ser de dos años, aunque si bien puede reducirse a un año. Se ha de enseñar
la filosofía Racional, la tradicional y cristiana, escolástica y tomistica
consiguiendo en las clases frecuentar las disputas y repeticiones en forma
soligística.
En
definitiva en el Curso de Filosofía hay que estudiar: Introducción a la
Filosofía, Lógica, Cosmología, Psicología, Teodicea, Ética y Social,
Historia de la Filosofía y lectura de diversos autores.
El
Curso Teológico que comprende 4 años se debe estudiar:
Teología
Dogmática y Moral, Sagrada Escritura y su exégesis, Historia Eclesiástica y
Patrística, Elocuencia Sacra, Ascética y Mística,
Derecho Canónico, Música y Canto Eclesiástico, Teología Pastoral,
Catequística, Liturgia Doctrinal y ceremonial, Bellas Artes y Arqueología,
Urbanidad, Educación Física
La
selección de los alumnos, que se ordena a escoger los que dan señales de
vocación, tiene por fin, en último término, prepararles convenientemente
para que salgan un día sacerdotes, según el espíritu de Jesucristo y
trabajen con celo en la salvación de las almas.
Entre
los valiosos medios con que cuenta el seminarista, para su formación en el
Seminario, ocupan un lugar preferente los superiores, estos, conscientes de su
responsabilidad, delante de Dios y de los hombres, se consagran a la recta
educación de los alumnos.
No
obstante, esta dedicación, exige la cooperación generosa y laboriosa de los
seminaristas, sin la cual la diligencia de los superiores será estéril.
La
formación sobrenatural del seminarista exige de él una voluntad activa y
resuelta -lo cual supone amor y sacrificio- que luche contra las inclinaciones
de la naturaleza viciada y se ejercite particularmente en la oración, en el
estudio, en la humilde obediencia a los superiores, en la piedad filial para con
Dios, en la caridad con los iguales e inferiores y en las virtudes propias de su
vocación: amor a la disciplina eclesiástica y a las almas.
El
tiempo de formación en el seminarista será: el año de espiritualidad es
prueba de la vocación; el primero de filosofía, es crisis; el segundo de
filosofía, de resolución de la vocación; Los cursos de teología deciden la
santidad: el primero la orienta; el segundo fija el grado de ella; el tercero la
alcanza y el cuarto la consolida. (Véase Borgonovo. Manual Ascético del
Seminarista).
Por
tanto, el seminarista ha de pensar en la obligación que tiene de someterse
completamente a la disciplina, la cual comprende, no solo la guarda de los
Mandamientos de la ley de Dios y los de la Santa Madre Iglesia, sino también el
fiel cumplimiento de las obligaciones de su estado o condición de vida, y que
esta es la prueba del amor que profesa a Jesucristo.
NOTA: (Para Completar este estudio recomendamos leer detenidamente en esta pagina de Mercabá "La Biblioteca Católica digital", en "400 - Iglesia" , en "460 - Sacramentos", en "466 ORDEN SACERDOTAL" del 466-1 al 466-97.)
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