Poyecto de vida

El proyecto es como un camino para alcanzar la meta: es el plan que una persona se traza a fin de conseguir un objetivo. El proyecto da coherencia a la vida de una persona en sus diversas facetas y marca un determinado estilo, en el obrar, en las relaciones, en el modo de verla vida...

El proyecto de vida es la dirección que el hombre se marca en su vida, a partir del conjunto de valores que ha integrado y jerarquizado vivencialmente, a la luz de la cual se compromete en las múltiples situaciones de su existencia, sobre todo en aquellas en que decide su futuro, como son el estado de vida y la profesión.

La dificultad mayor para trazar el proyecto de vida reside en tener que tomar una decisión, en tener que elegir una dirección fundamental con exclusión de otra u otras direcciones fundamentales. Frecuentemente ante este compromiso se adopta una actitud de huida que conduce a la persona a un estado de indecisión, es decir, hacia un "conflicto existencial" que, al no ser resuelto, se convierte en crónico.

El miedo a la responsabilidad, la incapacidad de renunciar a alguna de las posibilidades presentadas, la influencia del ambiente social contrario a los compromisos definitivos. ..son frecuentemente las causas de este conflicto no resuelto.

Tener un proyecto de vida es fundamental. De lo contrario se vive sin rumbo, a la deriva; se vive sin sentido. Este es el drama en el que vive hoy mucha gente. Muchos de tus compañeros viven sin saber para qué viven, viven sin un sentido, sin un rumbo que encamine sus vidas. Viven a la deriva. Por eso mucha gente se estrella con la vida.

Por ello, es importante que elabores tu propio proyecto de vida. Hoy te invitamos a que lo hagas. Te invitamos a que te des cuenta de lo importante que es, a que te des cuenta de que lo necesitas, de que es vital.

Vas a necesitar tiempo para hacerlo. No importa. No será una pérdida de tiempo: será una inversión. Te vamos a proponer unos ritmos, unas etapas, unos tiempos, creemos que te van a ayudar a construir el proyecto.

Pídele a Dios que te ilumine, que te haga conocer su voluntad, que te muestre su proyecto sobre ti. Será el mejor camino para la felicidad. ¡No tengas miedo! Dios te ama más que nadie y quiere siempre lo mejor para ti. Ponte en sus manos... y deja que sea El quien te guíe.

 

Tu historia personal

Para elaborar tu proyecto de vida personal has partir de tu propia realidad, de tu historia. Has de caer en la cuenta de cuál es tu situación personal. Es importante que lo hagas bien. No tengas miedo a enfrentarte a tu propia historia. Sé realista. No te engañes. Piensa en lo que es y ha sido tu vida; no te imagines cómo te gustaría que hubiese sido. Acéptala. Es tu historia.

Esta una de las causas de la frustración de mucha gente. No se aceptan como son. y entonces han de fingir lo que no son. y viven en la mentira, entrando en una dinámica que sólo puede llevar a la frustración.

Acepta tu historia, tu vida. Dios no deja de amarte nunca. y Él te ama como eres y te invita a vivir la plenitud de la vida siendo su discípulo.

Piensa tu vida, en tu historia. Piensa

* Cómo eres. Rasgos típicos de tu temperamento: cualidades y defectos. ¿Hay elementos de tu persona, físicos o psíquicos, que vives "resignadamente" o incluso con disgusto? ¿Cuáles? ¿Por qué? ¿Te gustaría ser de otra forma, "sueñas" con esa otra forma, o más bien te aceptas como eres y tratas de aprovechar tus posibilidades? .

* Dificultades con que te encuentras en la vida de cada día.

* Tus miedos y tus ilusiones. Qué es lo que te hace sufrir y lo que te hace sentirte feliz. ¿ Qué experiencias de tu vida te cuesta más asumir, es decir, te producen desasosiego cada vez que las recuerdas?

* Describe el ambiente en el que vives: tu familia, tu barrio, tu centro de estudios o de trabajo, tu parroquia. ..Intenta descubrir en qué te ayudan y en qué te perjudican.

* Describe las personas que más influyen en ti, tanto positiva como negativamente.

* El momento actual que estás viviendo, ¿con qué decisiones y acontecimientos pasados está relacionado más directamente?

* Cuando piensas en el futuro, ¿qué sentimiento predomina en ti: la esperanza y la ilusión, o el temor y la desconfianza?

Tus ideales

Has contemplado tu historia, tu vida. La historia hay que asumirla como es, hay que aceptarla, con sus luces y con sus sombras. Porque, al fin y al cabo, es tu vida y tu historia. Y no es bueno vivir del recuerdo, no es bueno vivir anclados en el pasado. Hay que vivir el hoy ("a cada día le basta su propio afán"). Por eso, lo importante, no es lo que has sido sino lo que quieres ser.

* Es fundamental que, a la hora de trazar tu proyecto de vida, te pongas delante de Dios. Que descubras el gran amor que te tiene. Él no ha dejado de amarte nunca. Él permanecerá siempre fiel. Él te ama más que nadie. Deja que Él te ilumine. Porque Él tiene un proyecto para ti. Un proyecto de Amor que busca tu felicidad y tu salvación.

* Por ello, es necesario que empieces por aquí. Ponte en oración. Pídele al Señor que te ilumine, que te manifieste su voluntad. ¿Qué es lo que el Señor quiere de ti? ¿Cuál es su proyecto sobre tu vida? ¿Cuál es la misión que Él quiere que vivas en el mundo y en la Iglesia?

* ¿Tienes claro que "de nada te sirve ganar el mundo entero si se pierde tu alma", que el objetivo fundamental de tu vida es la vida eterna?

* ¿A qué estado de vida te llama el Señor? ¿Te quiere para el matrimonio? ¿Te quiere sacerdote? ¿Te quiere religioso o religiosa? ¿Cuál es el proyecto que el Señor tiene sobre tu vida? ¡Pregúntaselo! Pídele que te manifieste su voluntad.

 Porque no lo dudes, Él tiene un proyecto para ti.

¿A dónde quieres llegar? ¿Qué tipo de persona y de cristiano quieres ser? ¿Cuáles son los valores sobre los que quieres construir tu vida? Intenta fijarte en algún "modelo" de ser persona y de ser cristiano que te atraiga. ¿Cuáles son las virtudes que te gustaría imitar?

* ¿Cuáles son los intereses que te mueven, te impulsan a obrar? ¿Qué quieres que signifiquen en tu vida: el dinero, la comodidad, el placer, la aventura, el deporte, la amistad, el saber, el dominar, el deseo de agradar, el afán de servir, el prestigio, la responsabilidad, la búsqueda de la verdad, la libertad, la fe, el Evangelio, la servicialidad...

* ¿Qué actitud deseas tener ante el dolor, el sufrimiento, la enfermedad, la soledad... ?

* ¿Qué profesión te gustaría desarrollar? ¿ Cómo entiendes el trabajo?

 

Tus medios                      

Teniendo en cuenta tu historia y tus ideales has de tratar ahora de concretar lo que vas a hacer y los medios que vas a emplear. Si quieres actuar de una manera inteligente, habrás de tratar de descubrir lo que te ayuda y lo que te estorba para poder realizar el proyecto.

Si quieres ser eficaz habrás de ser concreto. No tengas miedo a lo concreto. Lo concreto es lo que compromete, y lo que compromete : es lo que hace crecer. No te fíes de ti mismo. No te hagas el "valiente". Sabes de sobra que eres débil. Lo has experimentado ya; muchas veces. Sé concreto. Marcate medios pequeños, concretos. Cuando se te queden demasiado pequeños ya te pondrás otros más grandes: así irás creciendo poco a poco.

* En tu vida de fe, en tu historia de amor con Dios: ¿qué medios concretos vas a poner para que tu fe crezca y profundice? Plantéate cosas concretas respecto a: la oración personal, la oración comunitaria, la participación en la Eucaristía, el Sacramento de la Penitencia, la participación en el grupo juvenil de la parroquia, el testimonio cristiano, lecturas formativas para la fe...

* En tu formación personal: el estudio, el trabajo... Plantéate qué puedes mejorar para ser más responsable y más feliz.

* En tus relaciones interpersonales: tu familia, tu novio o novia, tus amigos, tus compañeros, tus vecinos. Plantéate cosas concretas que puedes mejorar y que te ayudarían a crecer. Plantéate cosas concretas de servicio a los pobres que tú puedes hacer: los pobres, los enfermos, los ancianos... que haya tu lado, ¿qué puedes y debes hacer por ellos?

* En tu tiempo libre: ¿cómo debes vivir tu tiempo libre para que no te arrastre a la cultura de la muerte, sino que te ayude a ser más persona y mejor cristiano? ¿ Qué cosas debes cambiar? Plantéate tu actitud ante la TV, la diversión, el alcohol. ..

 

El seguimiento

Cuando una persona traza un proyecto, lo hace para llevarlo a la práctica. Para ello, es necesario tenerlo siempre presente, y, de cuando en cuando, contrastar la realidad con el proyecto para ir corrigiendo encauzando la propia vida o mejorar el proyecto en aquello que se vaya quedando pequeño.

Por ello, es importante que establezcas tiempos fijos para revisar tu vida. Al menos, deberías fijar un tiempo semanal para revisar tu vida. También sería bueno que, de cuando en cuando, hablases personalmente con tus educadores o con tus sacerdotes para que ellos te ayuden a discernir muchas cosas que a ti sólo te resultará difícil. No olvides que una persona no puede ser al mismo tiempo juez y parte. No tengas miedo a pedir ayuda y consejo. Sé humilde. Te hará bien.

 

Cuatro historias para que no te duermas

Te proponemos cuatro historias sacadas de la Palabra de Dios. Son historias para que no te duermas. Son la historia de Abrahán, la de la idolatría del pueblo de Israel, la de Jonás, y la de Timoteo. Cualquiera de ellas puede ser tu propia historia. ¿Cuál de ellas quieres que sea tu historia? En cada una de las historias hemos subrayado y escrito en letra cursiva algunas frases. Te invitamos a que, leyéndolas en su contexto, las medites, las lleves a tu vida.

contexto, las medites,

Te invitamos a que descubras los rasgos positivos que hay en cada historia que debes incorporar a tu historia y los rasgos negativos que hay en algunas. historias, para que te propongas evitarlos en tu historia.

Coge un papel. Haz dos columnas. En cada historia escribe "actitudes a imitar", "peligros a evitar". Incorpóralos a tu proyecto

 

La historia de Abrahán

Yahvé dijo a Abram: «Sal de tu tierra, y de tu patria, y de la casa de tu padre, y vete ala tierra que yo te mostraré. De ti haré una nación grande y te bendeciré. Engrandeceré tu nombre; y sé tú una bendición. Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a quienes te maldigan. Por ti se bendecirán todos los linajes de la tierra.» Marchó, pues, Abram, como se lo había dicho Yahveh, y con él marchó Lot. Tenía Abram 75 años cuando salió de Jarán. 

Fue dirigida la palabra de Yahveh a Abram en visión, en estos términos: «No temas. Abram. Yo soy para ti un escudo. Tu premio será muy grande.» Dijo Abram: «Mi Señor, Yahveh, ¿qué me vas a dar, si me voy sin hijos...?» Dijo Abram: «He aquí que no me has dado descendencia, y un criado de mi casa me va a heredar. »

Mas he aquí que la palabra de Yahveh le dijo: «No te heredará ése, sino que te heredará uno que saldrá de tus entrañas.» y sacándole afuera, le dijo: «Mira al cielo, y cuenta las estrellas, si puedes contarlas.» Y le dijo: «Así será tu descendencia.» y creyó él en Yahveh, el cual se lo reputó por justicia. Y le dijo; «Yo soy Yahveh que te saqué de Ur de los caldeos, para darte esta tierra en propiedad.»

Cuando Abram tenía 99 años, se le apareció Yahveh y le dijo: «Yo soy El Sadday, anda en mi presencia sé perfecto. Yo establezco mi alianza entre nosotros dos, y te multiplicaré sobremanera.» Cayó Abram rostro en tierra, y Dios le habló así: «Por mi parte he aquí mi alianza contigo: serás padre de una muchedumbre de pueblos. No te llamarás más Abram, sino que tu nombre será Abraham, pues padre de muchedumbre de pueblos te he constituido. Te haré fecundo sobremanera, te convertiré en pueblos, y reyes saldrán de ti. y estableceré mi alianza entre nosotros dos, y con tu descendencia después de ti, de generación en generación: una alianza eterna, de ser yo el Dios tuyo y el de tu posteridad. Yo te daré a ti ya tu posteridad la tierra en que andas como peregrino, todo el país de Canaán, en posesión perpetua, y yo seré el Dios de los tuyos.»

Dijo Dios a Abraham: «A Saray, tu mujer, no la llamarás más Saray, sino que su nombre será Sara. Yola bendeciré, y de ella también te daré un hijo. La bendeciré, y se convertirá en naciones; reyes de pueblos procederán de ella.» Abraham cayó rostro en tierra y se echó a reír, diciendo en su interior: ¿A un hombre de cien años va a nacerle un hijo? , ¿y Sara, a sus noventa años, va a dar a luz?» y dijo Abraham a Dios: «¡Si al menos Ismael viviera en tu presencia!»

Respondió Dios: «Sí, pero Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Isaac. Yo estableceré mi alianza con él, una alianza eterna, de ser el Dios suyo y el de su posteridad. En cuanto a lsmael, también te he escuchado: «He aquí que le bendigo, le hago fecundo y le haré crecer sobremanera. Doce príncipes engendrará, y haré de él un gran pueblo. Pero mi alianza la estableceré con Isaac, el que Sara te dará a luz el año que viene por este tiempo.» y después de hablar con él, subió Dios dejando a Abraham.

Yahveh visitó a Sara como lo había dicho, e hizo Yahveh por Sara lo que había prometido. Concibió Sara y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el plazo predicho por Dios. Abraham puso al hijo que le había nacido y que le trajo Sara el nombre de Isaac. Abraham circuncidó a su hijo Isaac a los ocho días, como se lo había mandado Dios. Abraham era de cien años cuando le nació su hijo Isaac. Y dijo Sara: «Dios me ha dado de qué reír; todo el que lo oiga se reirá conmigo.»

Después de estas cosas sucedió que Dios puso a prueba a Abraham y le dijo: «¡Abraham, Abraham!» El respondió: «Heme aquí.» Díjole: «Toma a tu hijo a único al que amas, a Isaac, vete al país de Moria y ofrécele allí en holocausto en uno de los montes, el que yo te diga.» Levantóse, pues, Abraham de madrugada, aparejó su asno y tomó consigo a dos mozos ya su hijo Isaac. Partió la leña del holocausto y se puso en marcha hacia el lugar que le había dicho Dios. Al tercer día levantó Abraham los ojos y vio el lugar desde lejos. Entonces dijo Abraham a sus mozos: «Quedaos aquí con el asno. Yo y el muchacho iremos hasta allí, haremos adoración y volveremos donde vosotros. » 

Tomó Abraham la leña del holocausto, la cargó sobre su hijo Isaac, tomó en su mano el fuego y el cuchillo, y se fueron los dos juntos. Dijo Isaac a su padre Abraham: «¡Padre!» Respondió: «¿qué hay, hijo?» -«Aquí está el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?» Dijo Abraham: « Dios proveerá el cordero para el holocausto, hijo mío.» y siguieron andando los dos .juntos.

Llegados al lugar que le había dicho Dios, construyó allí Abraham el altar, y dispuso la leña; luego ató a Isaac, su hijo, y le puso sobre el ara, encima de la leña. Alargó Abraham la mano y tomó el cuchillo para inmolar a su hijo.

Entonces le llamó el Ángel de Yahveh desde los cielos diciendo: ¡Abraham, Abraham!» El dijo: «Heme aquí.» Dijo el Ángel: «No alargues tu mano contra el niño, ni le hagas nada, que ahora ya sé que tú eres temeroso de Dios, ya que no me has negado tu hijo, tu Único.»

Levantó Abraham los ojos, miró y vio un carnero trabado en un zarzal por los cuernos. Fue Abraham, tomó el carnero, y lo sacrificó en holocausto en lugar de su hijo. Abraham llamó a aquel lugar «Yahveh provee». de donde se dice hoy en día: «En el monte "Yahveh provee"»

El Ángel de Yahveh llamó a Abraham por segunda vez desde los cielos, y dijo: «Por mí mismo juro, oráculo de Yahveh, que por haber hecho esto. por no haberme negado tu hijo, tu único, yo te colmaré de bendiciones v acrecentaré muchísimo tu descendencia como las estrellas del cielo y como las arenas de la playa, y se adueñará tu descendencia de la puerta de sus enemigos. Por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la tierra, en pago. de haber obedecido tú mi voz.»

 

La idolatría

Cuando el pueblo vio que Moisés tardaba en bajar del monte, se reunió el pueblo en torno a Aarón y le dijeron: «Anda, haznos un dios que vaya delante de nosotros, ya que no sabemos qué ha sido de Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de Egipto.»

Aarón les respondió: «Quitad los pendientes de oro de las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y vuestras hijas, y traédmelos.» y todo el pueblo se quitó los pendientes de oro que llevaba en las orejas, y los entregó a Aarón. Los tomó él de sus manos, hizo un molde y fundió un becerro. Entonces ellos exclamaron: «Este es tu Dios, Israel, el que te ha sacado de la tierra de Egipto.» Viendo esto Aarón, erigió un altar ante el becerro y anunció: «Mañana habrá fiesta en honor de Yahveh.» Al día siguiente se levantaron de madrugada y ofrecieron holocaustos y presentaron sacrificios de comunión. Luego se sentó el pueblo a comer y beber, y después se levantaron para solazarse.

       Entonces habló Yahveh a Moisés, y dijo: «jAnda, baja! Porque tu pueblo. el que sacaste de la tierra de Egipto. ha pecado. Bien pronto se han apartado el camino que yo les había prescrito. Se han hecho un becerro fundido y se han postrado ante él; le han ofrecido sacrificios y han dicho: "Estetu Dios, Israel, el que te ha sacado de la tierra de Egipto."» Y dijo Yahveh a Moisés: «Ya veo que este pueblo es un pueblo de dura cerviz. Se volvió Moisés y bajó del monte, con las dos tablas del Testimonio en su mano, tablas escritas por ambos lados; por una y otra cara estaban escritas. Las tablas eran obra de Dios, y la escritura, grabada sobre las mismas, era escritura de Dios. Cuando Josué oyó la voz del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: «Gritos de guerra en el campamento.» Respondió Moisés: «No son gritos de victoria, ni alarido de derrota. Cantos a coro es lo que oigo.» 

    

 

La historia de Jonás

La palabra de Yahveh fue dirigida a Jonás, hijo de Amittay, en estos términos: «Levántate. vete a Nínive, la gran ciudad, y proclama contra ella que su maldad ha subido hasta mí.» Jonás se levantó Rara huir a Tarsis. lejos de Yahveh, y bajó a .Joppe, donde encontró un barco que salía para Tarsis: pagó su pasaje y se embarcó para ir con ellos a Tarsis, lejos de Yahveh.

Pero Yahveh desencadenó un gran viento sobre el mar, y hubo en el mar una borrasca tan violenta que el barco amenazaba romperse. Los marineros tuvieron miedo y se pusieron a invocar cada uno a su dios; luego echaron al mar la carga del barco para aligerarlo. Jonás, mientras tanto, había bajado al fondo del barco, se había acostado y dormía profundamente. El jefe de la tripulación se acercó a él y le dijo: «¿Qué haces aquí dormido? ¡Levántate e invoca a tu Dios! Quizás Dios se preocupe de nosotros y no perezcamos.» Luego se dijeron unos a otros: «Ea, echemos a suertes para saber por culpa de quién nos ha venido este mal.» Echaron a suertes, y la suerte cayó en Jonás.

Entonces le dijeron: «Anda, indícanos tú, por quien nos ha venido este mal, cuál es tu oficio y de dónde vienes, cuál es tu país y de qué pueblo eres. Les respondió: «Soy hebreo y temo a Yahveh, Dios del cielo, que hizo el mar y la tierra.»

Aquellos hombres temieron mucho y le dijeron: «¿Por qué has hecho esto?» Pues supieron los hombres que iba huyendo lejos de Yahveh por lo que él había manifestado. y le preguntaron: «¿ Qué hemos de hacer contigo para que el mar se nos calme?» Pues el mar seguía encrespándose. Les respondió: «Agarrad me y tirad me al mar, y el mar se os calmará, pues sé que es por mi culpa por lo que os ha sobrevenido esta gran borrasca.» Los hombres se pusieron a remar con ánimo de alcanzar la costa, pero no pudieron, porque el mar seguía encrespándose en torno a ellos. Entonces clamaron a Yahveh, diciendo: «¡Ah, Yahveh, no nos hagas perecer a causa de este hombre, ni pongas sobre nosotros sangre inocente, ya que tú, Yahveh, has obrado conforme a tu beneplácito!» y , agarrando a Jonás, le tiraron al mar; y el mar calmó su furia. Y aquellos hombres temieron mucho a Yahveh; ofrecieron un sacrificio a Yahveh y le hicieron votos.

Dispuso Yahveh un gran pez que se tragase a Jonás, y Jonás estuvo en el vientre del pez tres días y tres noches. Jonás oró a Yahveh su Dios desde el vientre del pez. Dijo: Desde mi angustia clamé a Yahveh v él me respondió; desde el seno del seol grité, y tú oíste mi voz. Me habías arrojado en lo más hondo, en el corazón del mar, una corriente me cercaba: todas tus olas y tus crestas pasaban sobre mí. Yo dije: ¡Arrojado estoy de delante de tus ojos! ¿Cómo volveré a contemplar tu santo Templo? Me envolvían las aguas hasta el alma, me cercaba" el abismo, un alga se enredaba a mi cabeza. A las raíces de los montes descendí, aun país que echó sus cerrojos tras de mí para siempre, mas de la fosa tú sacaste mi vida, Yahveh, Dios mío.

Cuando mi alma en mí desfallecía me acordé de Yahveh, y mi oración llegó hasta ti, hasta tu santo Templo. Los que veneran vanos ídolos su propia gracia abandonan. Mas yo con voz de acción de gracias te ofreceré sacrificios, los votos que hice cumpliré. ¡De Yahveh la salvación! Y Yahveh dio orden al pez, que vomitó a Jonás en tierra.

Por segunda vez fue dirigida la palabra de Yahveh a Jonás en estos términos: «Levántate. vete a Nínive. la gran ciudad y clama el mensaje que yo te diga».Jonás se levantó y fue a Nínive conforme a la palabra de Yahveh. Nínive era una ciudad grandísima, de un recorrido de tres días. Jonás comenzó a adentrarse en la ciudad , e hizo un día de camino proclamando: «Dentro de cuarenta días Nínive será destruida.» Los ninivitas creyeron en Dios: ordenaron un ayuno y se vistieron de sayal desde el mayor al menor .

La palabra llegó hasta el rey de Nínive, que se levantó de su trono, se quitó su manto, se cubrió de sayal y se sentó en la ceniza. Luego mandó pregonar y decir en Nínive: «Por mandato del rey y de sus grandes, que hombres y bestias, ganado mayor y menor, no prueben bocado ni pasten ni beban agua. Que se cubran de sayal y clamen a Dios con fuerza; que cada uno se convierta de su mala conducta y de la violencia que hay en sus manos. ¡Quién sabe! Quizás vuelva Dios y se arrepienta, se vuelva del ardor de su cólera, y no perezcamos.» Vio Dios lo que hacían, cómo se convirtieron de su mala conducta, y se arrepintió Dios del mal que había determinado hacerles, y no lo hizo.

Jonás, se disgustó mucho por esto y se irritó; y oró a Yahveh diciendo: «¡Ah, Yahveh!, ¿no es esto lo que yo decía cuando estaba todavía en mi tierra? Fue por eso por lo que me apresuré a huir a Tarsis, Porque bien sabía yo que tú eres un Dios clemente y misericordioso, tardo a la cólera y rico en amor, que se arrepiente del mal.

Y ahora, Yahveh, te suplico que me quites la vida, porque mejor me es la muerte que la vida.» Mas Yahveh dijo: «¿Te parece bien irritarte?» Salió Jonás de la ciudad y se sentó al oriente de la ciudad; allí se hizo una cabaña bajo la cual se sentó a la sombra, hasta ver qué sucedía en la ciudad. Entonces Yahveh Dios dispuso una planta de ricino que creciese por encima de Jonás para dar sombra a su cabeza y librarle así de su mal. Jonás se puso muy contento por aquel ricino.

Pero al día siguiente, al rayar el alba, Yahveh mandó a un gusano, y el gusano picó al ricino, que se secó. Y al salir el sol, mandó Dios un sofocante viento solano. El sol hirió la cabeza de .Jonás, y éste se desvaneció; se deseó la muerte y dijo: «¡Mejor me es la muerte que la vida!» Entonces Dios dijo a Jonás: «¿Te parece bien irritarte por ese ricino?» Respondió: «¡Sí, me parece bien irritarme hasta la muerte!»

Y Yahveh dijo: «Tu tienes lástima de un ricino por el que nada te fatigaste, que no hiciste tú crecer, que en el término de una noche fue y en el término de una noche feneció. ¿y no voy a tener lástima yo de Nínive, la gran ciudad, en la que hay más de ciento veinte mil personas que no distinguen su derecha de su izquierda, y una gran cantidad de animales?»

                      

La historia de Timoteo

Doy gracias a Cristo Jesús. nuestro Señor, porque me ha sostenido con su fuerza y se ha fiado de mí hasta el punto de ponerme a su servicio. Yeso que en otro tiempo fui blasfemo y perseguí ala Iglesia con violencia. Pero como vivía sin fe y no sabía lo que hacía, Dios tuvo misericordia de mí, y la gracia (se volcó) sobre mí llenándome de fe y amor cristiano. Doctrina de fe que debe aceptarse sin reservas es que Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores, entre los cuales yo soy el primero. 

Precisamente por eso, Dios me ha tratado con misericordia y Cristo Jesús ha volcado en mí toda su generosidad, para ejemplo de aquellos que por creer en él alcanzarán la vida eterna. Al que es rey de los siglos, al Dios inmortal, invisible y único, honor y gloria por siempre. Amén.

Desecha los mitos profanos, que no son más que cuentos de viejas. Entrénate en una vida dedicada al servicio de Dios, porque el deporte corporal ofrece valores limitados, mientras que la entrega al servicio de Dios es útil para todo y cuenta además con la promesa de la vida tanto presente como futura. Doctrina de fe es ésta, y debe aceptarse sin reservas. Si, en efecto, nos fatigamos y luchamos, es porque hemos puesto la esperanza en Dios vivo, salvador de todos los hombres, en especial de los creyentes. Enseña y recomienda estas cosas.

El que difunde otras enseñanzas, el que no guarda el mensaje salvador de nuestro Señor Jesucristo, el que no acepta esta enseñanza como fundamento de una auténtica vida religiosa, está cegado por el orgullo y nada sabe. Padece el mal de las disputas y de los inútiles .juegos de palabras. Los que se afanan, en cambio, por ser ricos, se enredan en mil tentaciones se dejan dominar por un sin fin de insensatos v dañosos deseos que hunden a los hombres en la perdición y la ruina. La avaricia es la raíz de todos los males, y no faltan quienes, arrastrados por ella, han perdido la fe y ahora son presa de múltiples remordimientos.

Pero tú eres un servidor de Dios. Huye, por tanto, de todo eso y busca con ahínco la rectitud, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la dulzura. Mantén valerosamente el combate de la fe .Conquista la vida eterna a la que Dios te ha llamado; esa vida de la que tan noble profesión has hecho delante de muchos testigos. En presencia de Dios, que infunde vida a todas las cosas, y en presencia de Cristo Jesús, que rindió ante Poncio Pilato el más bello testimonio, solemnemente te pido: el mandato que has recibido guárdalo limpio v sin reproche hasta el día en que nuestro Señor Jesucristo se manifieste.

 Manifestación que al tiempo prefijado llevará a cabo Dios, el bienaventurado y único soberano, el rey de los reyes y señor de los señores: el único inmortal, el que habita en la luz inaccesible, a quien nadie ha visto ni puede nunca ver. Suyos son el honor y el poder por siempre. Amén.

No pierdas esto de vista: cuando se acerque el fin vendrán momentos difíciles. Los hombres se volverán egoístas, avaros, fanfarrones, soberbios, calumniadores, rebeldes a sus padres, desagradecidos, sacrílegos. Serán duros de corazón, desleales, difamadores, disolutos, inhumanos, malévolos, traidores, temerarios, engreídos; buscarán su propio placer en vez de buscar a Dios y querrán aparentar una vida religiosa. cuya autenticidad desmentirá su conducta. ¡Apártate de esa clase de gente!

Tú, en cambio, has seguido de cerca mi enseñanza, mi estilo de vida y mis planes. Has imitado mi fe, mi mansedumbre, mi amor y mi paciencia. Me has acompañado en las persecuciones y los sufrimientos, como los que padecí en Antioquia, en Iconio y en Listra. ¡Qué persecuciones tuve que soportar! Pero de todas me libró el Señor. Por lo demás, todo el que aspire a vivir como auténtico cristiano. sufrirá persecución. En cuanto a esos perversos y embaucadores, irán de mal en peor, engañando a los demás, pero siendo ellos en realidad los engañados. Por tu parte, permanece fiel a lo que aprendiste y aceptaste como perteneciente a la fe.

En presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de .juzgar a vivos y muertos y que ha de manifestarse como rey, te suplico encarecidamente: proclama el mensaje e insiste en todo momento tanto si gusta como si no gusta. Argumenta, reprende, exhorta, echando mano de toda tu paciencia y tu competencia en enseñar Tiempos vendrán en que no se querrá escuchar la enseñanza auténtica: en que, para halagarse el oído, los hombres se rodearán de maestros a la medida de sus antojos, se apartarán de la verdad y darán crédito a los mitos. Pero tú permaneces siempre alerta, soporta las contradicciones, trabaja en la extensión del mensaje de salvación, desempeña a la perfección tu ministerio.

Mi vida es como una ofrenda apunto de ser inmolada: ya llega la hora de la muerte. He luchado con valor, he corrido hasta llegar ala meta, he conservado la fe. Sólo me queda recibir la corona de salvación que el Señor, justo Juez, me entregará el día del juicio. y no sólo a mí, sino a todos los que hayan esperado su venida gloriosa con amor.