¿Por qué el sábado es el día de
la Virgen?
Fuente: Cristiandad.org
¿Por
qué la Iglesia consagró el sábado al culto de Nuestra Señora? Desde el
principio de los tiempos, la Santa Madre del Creador ha sido amada y venerada
al modo que Cristo deseó para Ella. A lo largo de su historia, la Esposa del
Señor buscó formas de honrarla y servirla adecuadamente. Conozca, pues, el
origen de esta costumbre instituida por el Papa Beato Urbano Segundo...
El Papa Beato Urbano Segundo, habiendo huido a Francia por causa del emperador
Enrique Tercero, que le perseguía, celebró Concilio en Claramonte, y ordenando
diversas cosas para la gobernación del clero, mandó que se rezase cada día el
Oficio de Nuestra Señora, y los sábados, si no hubiese Doble o Semidoble,
fuese rezado el de Ella. Fue el primer Pontífice que concedió Cruzada contra
infieles. Lo dice San Antonio de Florencia en su Segunda Parte Historial.
¿Por qué se dio el día del sábado a la Virgen? Hay algunas razones y
congruencias. Una es porque el día que padeció algún santo suele celebrarse su
fiesta, y la Virgen, si padeció martirio, fue el Viernes y el Sábado Santo. El
Viernes fue dedicado al martirio del Hijo, y vino bien que el Sábado siguiente
se dedicase al martirio de la Madre.
Es otra razón que, así como en el día del sábado cesó Dios las obras de la
Creación y descansó, en ninguna alma descansó así el Espíritu Santo, como en
la de Cristo y en la de su Soberana Madre. En las otras almas hubo alguna
repugnancia, a lo menos de Pecado Original, y algún venial, mas en la de
Cristo y en la de la Virgen no hubo tal repugnancia, pues ni hubo pecado
venial ni Original.
Es la tercera razón que Dios bendijo el día del Sábado; así la bienaventurada
Virgen María fue bendita por las tres Personas: el Padre la bendijo
escogiéndola por Hija, el Hijo la bendijo escogiéndola por madre y el Espíritu
Santo la bendijo escogiéndola por esposa. El ángel la bendijo cuando la
saludó, y todo el mundo la bendice, porque la reverencia y loa.
La quinta razón es porque el Sábado es medio entre el día del gozo, que es el
Domingo, y el día penoso, que es el Viernes; así la Virgen es medianera entre
Dios y los hombres.