REGINA COELI Y ALMA REDEMPTORIS
Son dos de las más hermosas antífonas marianas y, según parece, contemporáneas del Ave Maris Stella. Uno de estos pequeños poemas está lleno de alborozo y de lozanía, y el otro de solemnídad. El Regina coelí aparece a finales del siglo X. El Alma Redemptorís parece ser la obra de un monje de Reicheno, en Suabia, Hermán Contracto, que vivía en el siglo XI
Alégrate, Reina del cielo; aleluya.
Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya.
Ha resucitado, según predijo; aleluya.
Ruega por nosotros a Dios; aleluya.
Santa Madre del Redentor,
que siempre sigues siendo la puerta del cielo,
estrella del mar,
socorre al pueblo que cae
y que procura levantarse;
tú que engendraste, ante el asombro
de la naturaleza, a tu Santo Creador,
Virgen antes y después de haber recibido
aquel saludo de boca de Gabriel,
ten misericordia de los pecadores.