Cardedal critica el libro de Marina "Dictamen sobre Dios"

La obra de José Antonio Marina ha sido comentada recientemente en el semanario religioso valenciano «Paraula» por Olegario González de Cardedal, catedrático de la Universidad de Salamanca afirma en su artículo que la verdad «no parece preocupar» al autor de «Dictamen sobre Dios», quien asegura que la ética es el «vástago parricida de la religión». González de Cardedal denuncia la visión de Dios que ofrecen las páginas del libro, que lo presentan como «objeto cultural» y no realidad sagrada.

Olegario González de Cardenal, catedrático de Teología de la Pontificia Universidad de Salamanca, refiriéndose a la última obra de José Antonio Marina, «Dictamen sobre Dios» escribía la pasada semana en la publicación religiosa valenciana «Paraula»: «Quizá el error radical de este libro es que no cuenta con la cuestión clave de todo pensamiento fecundo: la verdad».

El libro de Marina -que ocupa por tercera semana consecutiva el primer puesto en número de ventas entre las obras de no ficción- es, según el teólogo, «una especie de mostrador donde todo es expuesto, todo es inventariado y casi nada analizado a fondo» y del que se deduce que a su autor la verdad «no parece preocuparle».

Religión y ética

El catedrático de Teología, considera, tras la lectura de «Dictamen sobre Dios», que «para el autor, la religión ha ido evolucionando hacia la ética y, según él, hoy queda agotada en ella» por lo que aquella cumpliría ya todas las funciones de la religión, excepto una: ofrecer salvación.

González de Cardedal opone a dicho argumento en «Paraula» que las grandes cuestiones que habría que tratar para dar «real razón de la conciencia religiosa de la humanidad y de la realidad a la que ella remite» son la creación, la revelación, la redención y la santificación, ya que todo lo demás son «precedentes o resultantes pero no la substancia», pues los tres «quicios» en torno a los que gira la «cuestión Dios » son la metafísica del origen, la antropológica del sentido y la escatológica de la salvación.

Parricida de la religión

El teólogo se sorprende por la «facilidad» con la que Marina llega a conclusiones como que la ética es el «vástago parricida de la religión», que posee una «universalidad y objetividad públicas de las que carece la religión» o que Dios es un «objeto cultural» y no una realidad sagrada. Esto lo hace, según el teólogo, sin «confrontarse» con la historia del pensamiento del último siglo donde autores como Husserl, o Guardini, entre otros, «han mostrado la irreductibilidad de la ética a la religión, y cómo ésta nos abre a un universo propio de experiencia».   

Juan Manuel Rodríguez
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