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Aprendimos cómo vencer al adversario
en el nombre de Jesús

Dr. Roy Rosedale

 


El Dr. Roy Rosedale ha servido en Campus Crusade for Christ tanto aquí como en el exterior por 29 años, y enseña en cursos sobre misiones, evangelismo y guerra espiritual en International School of Theology. Se graduó de University of California-Davis y Mennonite Brethren Biblical Seminary. También tiene un título de D. Miss. de Fuller Theological Seminary.


 

La guerra espiritual, o tratar con lo demoníaco, es un tema que suele evitarse. Sin embargo, es una realidad que está siempre presente para todos los soldados de las primeras filas del ejército de Dios. Tenemos aquí el relato de un misionero sobre cómo el Señor lo guió a él y a su esposa a luchar contra el enemigo-y a vencer sobre sus tácticas engañosas. Sus experiencias en Indonesia y en Estados Unidos son cruciales para todo aquel que esté preparándose para el ministerio.

"Ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos." (Ap. 12:11)

Mi preocupación por este tema surgió de mis experiencias con lo demoníaco como misionero en el exterior y también en Estados Unidos. En los últimos años he notado un crecimiento del ocultismo en el mundo occidental así como la aparente incapacidad de la iglesia de reconocerlo o de enfrentarlo. Por lo tanto, quisiera aportar toda la información que pueda, con la esperanza de que aumente el nivel de conciencia y ayude a que los cristianos entiendan cómo combatir estas fuerzas en el nombre de Cristo. A. R. Tippett escribe:

Usted ha pedido a un antropólogo que estudie la posesión de espíritus en otras culturas... Aparte del hecho de que Estados Unidos es una nación multiétnica, con cientos de unidades homogéneas que contribuyen su propio folclore y valores, creo que todo lo que se menciona en este artículo podría encontrarse en Los Angeles, por ejemplo. Si fuera así, mi análisis tendría sólo un interés teórico. Pero tengo otra preocupación: me pregunto si las iglesias cristianas han brindado a sus miembros una fe adecuada para este tipo de confrontación cada vez mayor con las fuerzas espirituales. (citado por Montgomery, Demon Possession, p. 167)

La preocupación de Tippett está justificada. Un equipo de ministerio cristiano que trabaja con grupos étnicos en Los Angeles hace poco me llamó por teléfono para que los ayude con el creciente problema de la brujería que enfrentan en esa ciudad.

El tema de lo demoníaco es el que menos nos gusta. Sin embargo, es la realidad de la vida en la tierra y la guerra a la cual el Señor Jesucristo nos ha llamado. Si bien todo el mundo sufre los efectos de la dominación de Satanás sobre este planeta, aquellos obreros cristianos que están más activos en la transferencia de reinos-sacar a personas del reino de Satanás y llevarlas al reino de Cristo-son los enemigos de primera línea de Satanás, los que "saquean sus bienes" (Mt. 12:29). Como tales, si ellos no saben cómo luchar y ganar, sufrirán un acoso que tal vez ni siquiera reconozcan que proviene del adversario. "Hay muchas cosas que sufrimos en el mundo físico, el mundo emocional y el mundo mental debido a que estamos sujetos a los ataques de Satanás contra nosotros como embajadores de Cristo." (Pentecost, Your Adversary the Devil, p. 147)

Antes de hablar de derrotar lo demoníaco, he aprendido que es sabio invocar la sangre de Cristo sobre mi vida y mi familia, así como la vida de la persona a la que estoy hablando. A Satanás no le gusta que los cristianos aprendan que pueden eludir sus artimañas, e intenta una represalia "para que no lo intentemos." Si he "invocado la sangre" no ocurre nada. Si bien los teólogos pueden cuestionar la eficacia de "invoca la sangre," no conozco a ninguna persona con verdadera experiencia en lo demoníaco que no haya aprendido rápidamente que le conviene hacerlo. Así como la sangre sobre los dinteles protegió a los israelitas del "ángel de la muerte" (posiblemente Satanás, a quien se le dio libertad para "hacer lo suyo"), la sangre de Cristo sobre nuestras vidas es el símbolo de que estamos en su reino, bajo su protección. Es el símbolo comprendido, respetado y que no se discute en el mundo invisible. En una situación de maldad extrema en Indonesia, cuando ni siquiera el nombre de Cristo detuvo al enemigo, logró hacerlo la invocación de la sangre.

La universalidad de lo demoníaco

Desde la antigüedad, prácticamente cada cultura ha tenido una tradición oral o escrita que indicaba un conocimiento de las realidades espirituales (Unger, Demons in the World Today, p. 10). Casi todos informan tener un conocimiento desde mucho tiempo atrás del Dios Supremo que su pueblo solía conocer pero no conoce ahora (Neil, A History of Christian Missions, p. 1) y todos informan tener un conocimiento de dioses malévolos que atormentan, que deben ser aplacados y que otorgan poderes a cambio de la veneración. Las diversas culturas también reconocen la presencia de espíritus de sus ancestros (Koch, Demonology Past and Present, p. 24, 25). El temor del mundo espiritual, junto con el deseo de controlar esas fuerzas para beneficio propio, existe hoy en todo país pagano, además de los que tienen un "cristianismo" externo pero raíces históricas en el ocultismo. En Francia sólo, se estima que se gastan uno doscientos millones de dólares al año en brujos, hechiceros, adivinos, pociones de amor, etc. (Davis, Contemporary Counterfeits, p. 33).

Terminología

La palabra "ocultismo" o "lo oculto" significa "oculto del ojo," y simboliza los métodos de Satanás, el "Señor de las tinieblas," y sus seguidores. "Demonio" significa "uno que arranca, como con garras," y "dividir, despedazar." (Koch, Demonology Past and Present, p. 23). Esto describe tanto el propósito como el efecto de los seres demoníacos con relación a la humanidad. El adversario literalmente "asecha" como un cazador (Pentecost, p. 96).

Las formas en que los hombres pueden tener trato deliberado con el adversario están listadas y prohibidas por Dios en Dt. 18:9-11: "No aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas." Si estas cosas no fueran posibles, Dios no las habría listado ni las hubiera prohibido.

Aquellas personas cuyas mentes y cuerpos sirven como canales para la información y el poder de lo demoníaco o espíritus de difuntos-fuentes del dominio de Satanás que están fuera de ellas-son conocidas en todo el mundo, en la jerga de cada país, como "brujos" o "hechiceros." El hecho que todas las culturas tengan una palabra para este tipo de persona testifica del carácter común de la experiencia de la humanidad con los brujos y los fenómenos ocultistas. Hay numerosas prácticas de brujería en todo el mundo, que se diferencian según el lugar y la cultura, pero en general estas prácticas se reducen a dos grupos: "centrales" y "periféricas;" en la jerga común: "blanca" y "negra."

La posesión espiritual central (aceptada por la comunidad) es el "brujo blanco," que opera para el bien del grupo comunitario. Los brujos blancos contactan a los espíritus de los difuntos a fin de obtener ayuda e información para miembros de la comunidad. Estos son llamados médiums que encuentran niños perdidos, ayudan a la policía, sanan, etc. Estos brujos se comportan normalmente en la sociedad, y suelen ser personas morales. Son llamados "blancos" porque su brujería parece buena. Muchos de estos brujos creen que su "don" viene de Dios, aun cuando los haga participar a ellos y a otros en prácticas prohibidas por Dios.

Por otra parte, rechazado por la sociedad y operando en la periferia, está el "brujo negro," temido y odiado universalmente. Este tipo de brujo funciona como un servidor de Satanás, obrando el mal contra otros (A. R. Tippett, citado por Montgomery, p. 149). Son llamados "negros" por que su gobernadores es el "Señor de las tinieblas" (el nombre que se ha puesto Satanás), y sus obras son reconocidas como "negras" o malas, hechas en la oscuridad o donde no se ven, y emanan de Satanás. Su poder está en relación directa con su adoración y obediencia a él. Los brujos negros suelen ser, aunque no siempre, notablemente perturbados psíquicamente y a menudo están endemoniados. Llevan vidas de odio, rencor y encono-lo cual los impulsa a echar maldiciones sobre otros. "Un brujo periférico usa y es usado por espíritus demoníacos" (Tippett, citado por Montgomery, p. 149). La brujería se centra en la sexualidad y el poder, y a menudo fusiona a ambos (Nugent, citado por Phipott, A Manual of Demonology and the Occult, p.88). Anton LaVey, el fundador de la iglesia satánica, dijo: "Nadie jamás siguió estudios en ocultismo . . . sin tener la gratificación del ego y el poder personal como un objetivo." (LaVey, Satanic Bible, p. 10).

Los brujos blancos y negros difieren de los satanistas (que son también brujos) en que creen que sólo están "usando" fuerzas ocultistas o satánicas para conseguir sus propios objetivos, y simplemente hacen todo lo que es necesario (en términos de veneración, ritos, etc.) a fin de obtener "poder." En contraste, los satanistas adoran activamente a Satanás como dios y desean ser usados para manifestar el mal, haciendo cosas tan viles que se han convertido en un problema de acatamiento de la ley (Frattarola, "America's Best Kept Secret," Passport Magazine, p. 2). El verano pasado, la policía y los alguaciles de los condados de Los Angeles y Orange recibieron un seminario de todo un día sobre cómo identificar personas involucradas en el ocultismo. Un agente de libertad vigilada cristiano me trajo el grueso manual que fue usado. Igualmente peligrosos son los satanistas secretos que operan más arriba en la sociedad.

La magia ilustra dos principios de la demonología: el poder y la perversión de la voluntad de Dios. La magia invariablemente apunta a comandar o manipular lo sobrenatural para obedecer la voluntad del mago (Philpott, p. 109). A través de la magia, el hombre busca solucionar problemas alineándose con el enemigo de Dios, y a veces está dispuesto a ser destruido por Satanás antes que adorar a Dios. Los poderes mágicos pueden conseguirse participando en el ocultismo-una invitación a los demonios-e invariablemente involucra dar lealtad a Satanás a cambio del "poder," aun cuando el "don" sea de sanidad. (Unger, p. 82).

"La magia blanca es usada ampliamente en ciertas partes de Europa, y "hacer un pase mágico" sobre el ganado se considera más barato, rápido y confiable que llamar a un veterinario.

La expresión "magia negra" se refiere al arte de producir efectos sobrenaturales solicitando la ayuda en forma deliberada de demonios, y específicamente del diablo. Es la forma más terrible y poderosa del arte ocultista, y se especializa en la magia para la persecución y la venganza, pero también emplea poderes diabólicos para la defensa y la sanidad personal. Un ejemplo de esta práctica nefasta se encuentra en los hechizos de muerte que echan los hechiceros en pueblos como los papuanos de Nueva Guinea y en Indonesia. Pero la magia negra no está limitada a regiones primitivas. El encantamiento (brujería) para la persecución y venganza, además de defensa y sanidad, aún se practica hoy en países civilizados, en todo lugar donde el ocultismo ha florecido mediante instrucciones hereditarias y donde haya circulado la influencia demoníaca y/o la literatura sobre la magia, dando instrucciones para conjuros, embrujos y hechizos-es decir, cómo contactar y utilizar a Satanás (Unger, p. 83).

Cómo difieren los milagros de Cristo de la magia

Tanto Cristo como Satanás realizan "milagros," sucesos o efectos del mundo físico que se apartan de las leyes conocidas de la naturaleza o que trascienden nuestro conocimiento de estas leyes. Los milagros causados por fuerzas demoníacas son conocidos como "magia" o "hechicería." La magia es el resultado logrado por una persona que, conscientemente o inconscientemente, usa espíritus demoníacos para alcanzar sus objetivos personales. La "hechicería" es la magia de alguien que conscientemente usa poderes demoníacos para lograr resultados que desafían leyes naturales. Todos los que tienen trato con los poderes demoníacos a fin de alcanzar objetivos personales son conocidos como "brujos." Los poderes de los brujos individuales varían según su nivel de conocimiento y dedicación a Satanás, así como el poder de un hombre piadoso para lograr los propósitos de Dios está en relación directa con su adoración de Cristo y su cercanía de Él, la Fuente de su poder.

Los poderes ocultos pueden conseguirse firmando un acuerdo con Satanás, a menudo con la propia sangre. Esto no es nuevo; Isaías 28:15 habla de "Hacer un convenio con Seol." Quienes han hecho este pacto pasan a formar parte de un grupo de brujos de Satanás. Que los poderes mágicos hayan sido pasados a través de una línea hereditaria nos es evidencia de un "don psíquico," según lo entiende incorrectamente el mundo, sino más bien una convergencia de fuerzas demoníacas desde afuera de la persona que han tenido acceso a usar a esa familia, y los pecados de los padres han afectado la "tercera generación"-y más, si cada generación mantiene el pecado (Unger, p. 82).

Los milagros de Cristo y de Satanás son similares sólo en que ambos demuestran un poder personal, ambos expresan los valores de sus reinos respectivos y ambos usan a humanos cooperadores como agentes de su poder. La similitud termina aquí. Satanás promueve la voluntad propia del hombre a fin de conseguir una influencia profunda, la usa para destruir a otros y, con el tiempo, lo destruye a él. Los "milagros" fraudulentos de Satanás son más numerosos que los milagros de Cristo porque su apelación tiene una base más amplia, a la naturaleza de pecado del hombre. No se requiere una pureza de vida.

Los milagros de Cristo, en el pasado y en el presente, son demostraciones de amor y de misericordia-la personalidad de Cristo. Las obras de Satanás, por otra parte, están ideadas para generar pavor y temor. Los milagros de Cristo reflejan su preocupación por la humanidad y especialmente por los miembros de su reino. Al demostrar su misericordia y su poder superior, sirven para convencer a la gente de su amor, su realidad, su supremacía sobre Satanás y el perdón que ofrece. La respuesta humana a Cristo extiende el gobierno de su reino. A diferencia de Satanás, Cristo no fuerza a nadie.

Los milagros de Cristo incluyen sanidades (que yo he experimentado), provisión inusual para sus hijos (también lo experimenté), milagros extraordinarios como el crecimiento instantáneo de piernas cortas (que he visto), el control sobre la naturaleza (que he experimentado), echar demonios de personas (en lo que he participado), y la intervención de ángeles, visibles cuando son necesarios, para ayudar a cristianos y hacer avanzar el reino de Cristo. Un ejemplo son los "hombres altos, brillantes como la luz, que sostenían espadas flameantes," que vieron los ladrones tailandeses vigilando el edificio donde estaba el proyector de la película "Jesús" en Tailandia. Esta descripción es similar a avistamientos en otros lugares y tiempos.

Mi introducción a la guerra espiritual

Mi introducción a la guerra espiritual ocurrió en 1961, dos años después que me casé con Eleanor. Yo era un cristiano relativamente nuevo, y ella había sido creyente desde su adolescencia. Una noche me dijo que no podía dormir porque "detrás de sus ojos" veía unos rostros feos y cambiantes que no podía eliminar ni orando ni parpadeando. Era algo que la había perturbado desde su tierna infancia, y no podía entender su origen porque nunca había visto siquiera una película de terror. Si bien yo no tenía ningún trasfondo en esto, Dios tuvo la bondad de darme discernimiento, y entonces hice algo que nunca había hecho antes-hablé en voz alta directamente contra esas fuerzas, diciendo: "Satanás, en el nombre de Jesús, no le hagas eso a Eleanor nunca más." Los rostros desaparecieron, y así terminó un problema que había persistido desde la niñez (Nota: lo que Eleanor veía desde su tierna infancia ella describió como los tipos de rostros que aparecen en las gárgolas y máscaras del diablo, que son representaciones de lo demoníaco que se encuentran en todo el mundo.)

El lector tal vez se pregunte, como hice yo, cómo un niño pequeño podría ser afligido de esta forma. Luego aprendí que hay una cosa común que se llama "herencia del mal," en el cual los pecados de los ancestros han abierto la puerta a manifestaciones demoníacas que "se prenden" a la línea familiar, y pueden oprimir desde el nacimiento. También puede ser causado por la gran cercanía del niño a una persona abiertamente malvada o aun inconscientemente poseída (a menudo un pariente), por el pecado propio continuo del niño, por una maldición directa puesta sobre la familia o por la gran cercanía de un objeto o lugar endemoniado. Todas estas cosas tienen su origen en el pecado persistente (cooperación con el adversario) que le da una fortaleza y el derecho legal de acosar. Esto se refiere también a "problemas de personalidad" de la familia, como odio, amargura, ira, mal carácter, etc. La única excepción posible del pecado como origen es cuando Dios permite el acoso como un "combate de entrenamiento" para un cristiano, para que la persona puede aprender a luchar, a vencer y a ayudar a otros, en el poder de Dios.

Unos años después, en una conferencia de Campus Crusade, una mujer cristiana le confió a Eleanor que, a pesar de la oración ferviente, había estado atormentada cada noche por varios años por pesadillas vívidas de violencia que ocurrían a personas que ella quería. Gracias a su propia experiencia, mi esposa pudo decir: "Sé de dónde viene eso, y el Señor Jesucristo lo va a detener." En su Nombre habló contra Satanás. Temprano a la mañana siguiente, la mujer llamó alborozada: "¡Funcionó! ¡Funcionó! ¡Se acabó! ¡No tuve una pesadilla! Oh, gracias a Dios." Una postal que recibí de ella un año después confirmó que no sólo no había tenido más pesadillas sino que estaba ayudando a otras personas que sufrían de problemas similares. Dios había permitido que las intenciones de mal de Satanás fueran para bien, capacitándola para ayudar a otros.

Muchos cristianos sufren de opresión (no posesión) de cosas que tenían una gran influencia en ellos antes de su conversión. Este es un problema que se reconoce muy poco en la iglesia. En estos casos, la gente suele necesitar oraciones específicas para destruir esa influencia.

Mi segunda experiencia en la realidad del conflicto espiritual ocurrió cuando era un joven seminarista preparándose para ser un misionero. Si bien pueden haber habido muchos libros sobre reconocer y vencer lo demoníaco, no los conocía ni pensaba que necesitaba conocerlos. Pero Dios, en su misericordia, permitió alguna instrucción extracurricular que nos salvó a nosotros y a otros muchas veces.

En 1964, mi hijo de dos meses pasó por una cirugía de emergencia por una hernia estrangulada. Volvió del hospital con una diarrea constante y burbujeante que no respondía a ninguna medicación. Fue un tiempo difícil para nosotros, ya que ocurrió entre períodos de clases, con toda la carga de los exámenes y artículos del seminario además del trabajo de tiempo completo. Eleanor estaba agotada también, de una enfermedad anterior, de la enseñanza, del nacimiento, de pasar en limpio mis artículos, del cuidado de 24 horas de un niño enfermo, de pañales para lavar, etc. Una noche de sábado, mientras ella planchaba mi camisa para el domingo, comenzaron a correr lágrimas de fatiga y de desazón por sus mejillas. Por adentro, clamó: "¿Por qué, Dios? ¿Por qué?" Con una autoridad incuestionable, Dios respondió en su mente: "Esto NO viene de mí. Tu pleito yo lo defenderé, y yo salvaré a tus hijos." (Isaías 49:25). De pronto se dio cuenta de la naturaleza del problema y, alentado por la esperanza y la ira, corrió a la habitación de Michael y susurró: "¡Satanás, en el nombre de Jesús, deja tranquilo a mi hijo y sal de esta casa!" El burbujeo cesó inmediatamente.

Agradecidos, asombrados y conscientes de que acabábamos de aprender algo inmensamente importante, decidimos contarlo a nuestra clase de adultos de la Escuela Dominical. Con Michael en nuestros brazos, contamos la experiencia a la clase, regocijándonos en el poder de Cristo sobre el adversario. Apenas habíamos terminado de hablar cuando se escuchó un sonido burbujeante del cuerpo de Michael, lo cual hacía que nuestro testimonio pareciera ridículo. Cómo Satanás había tenido la libertad de volver a atacar nos resultaba desconcertante, en el momento preciso en que podía causar más daño a nuestro testimonio. Sin embargo, sabíamos que Dios nos había ayudado y que nos volvería a ayudar. Lo hizo. La próxima cosa que nos enseñó Dios es que nuestra orden no excluía otro ataque en otro lugar de parte de Satanás. Comenzamos a darnos cuenta de la necesidad de "cubrir las bases." También es importante prohibir al adversario que vuelva o que envíe algún otro espíritu "parecido," algún "refuerzo" u otros acoso.

El adversario siempre busca una escapatoria legal a través de la cual volver a meterse para atacar nuevamente y confundir. Por lo tanto, es prudente eliminar verbalmente las posibilidades de las escapatorias. Digo "verbalmente" porque nunca experimentamos que simplemente "pensar" una orden tuviera algún efecto. No es que Satanás no pueda leer nuestras mentes; obviamente puede hacerlo, porque si no no podría transmitir y recibir información, lo cual hace claramente. Más bien, creo que la clave está en que la palabra hablada tiene poder, para bien o para mal, y que Dios quiere que sus hijos sean canales directos a través de los cuales pueda hablar Cristo, continuando lo que comenzó en la tierra-venciendo al adversario y liberando a las personas.

Muchos años después de los problemas de la infancia de Michael, estaba en la ciudad de México para enseñar en un instituto de estudio bíblico. Una matrimonio de misioneros mexicanos en la habitación al lado de la mía tenía una bebé que lloraba incesantemente, día y noche, como si estuviera sintiendo el dolor de un alfiler de seguridad abierto. Sin embargo, un médico dijo que no podía encontrar ninguna razón para su molestia. Todos estábamos exhaustos por su llanto. Sin estar completamente seguro, pero recordando la experiencia de Michael, fui con un colega mexicano a orar por el bebé, y dije a Satanás que la dejara tranquila si era el causante de su molestia. Dejó de llorar inmediatamente y se durmió plácidamente. Los padres agradecidos me dijeron que este llanto inusual había ocurrido cada vez que habían asistido a un conferencia de capacitación bíblica, lo que hacía que fuera imposible que se concentraran. La doble victoria fue que abrió a toda la conferencia a la discusión de la realidad de lo demoníaco y cómo enfrentarla. Este es un tema de verdadera preocupación en áreas donde el espiritismo y la brujería están extendidos, como ocurre en México. Sin embargo, estos son temas que no suelen abordar los teólogos de Occidente.

También en México, mi primo, el Dr. Jerold Reed, y su esposa, Nancy, misioneros evangelistas de largo plazo y plantadores de iglesias en ese país, me llevaron a mí y a mi esposa a una iglesia de avanzada ubicada en un lugar de mucha oposición al cristianismo, y nos presentó una mujer mexicana y su joven hija. La niña había sufrido la penuria increíble de haber sido maldecida abiertamente en la calle del pueblo por una bruja negra conocida, a plena de vista de los transeúntes, porque sus padres eran cristianos.

Inmediatamente, la niña había comenzado a aullar como un perro, incapaz de reconocer a nadie y sin que nadie pudiera razonar con ella. Cuando el espíritu la dejó, no tenía ninguna memoria de la experiencia. Esto es típico de una posesión con un trance demoníaco, como en las bailarinas derviches remolineantes de India, y la posesión en trance vudú de Haití, en los que "la víctima no recuerda nada después" (estudio de Herskovit, informado por Tippett. Montgomery, p. 155). El demonio entraba y salía de la niña mexicana a voluntad, aullando cada vez. Los padres confundidos y sus amigos cristianos pasaron horas orando, pero no hubo liberación. En la aldea, la situación era una lucha abierta entre las fuerzas que todos reconocían-Satanás y Dios, y Satanás parecía estar ganando.

Cuando vimos a la niña, el espíritu no estaba en ella, así que no manifestó nada salvo un aturdimiento trágico. Oramos por ella de una forma que no la asustara y luego oramos en forma privada con su madre, prohibiendo que volviera el espíritu. En ese tiempo yo no sabía que un espíritu al que se le impidiera volver intentaría enviar a otro "parecido" a él, porque así obedecía lo que se veía forzado a obedecer porque la autoridad de Cristo es superior, pero violaba el propósito de forma tal que continuaba el acoso y la confusión y causaba desaliento en los que estaban orando. Expliqué a la madre que, como Cristo estaba en ella, tenía la autoridad para vencer toda manifestación demoníaca diciéndole que se fuera en el nombre de Cristo. Nancy nos dijo después que el espíritu volvió la mañana siguiente (un espíritu "parecido") y la madre le había ordenado que se fuear en el nombre de Jesús, lo cual detuvo los aullidos y restauró a su hija inmediatamente.

Universalmente, y desde la antigüedad, los brujos negros han sido las personas más odiadas y temidas en todas las sociedades, ya que eran capaces de destruir las vidas y las propiedades de otras personas con manos demoníacas invisibles.

En un simposio sobre este tema, el Dr. G. W. Peters, ex director del Departamento de Misiones de Dallas Seminary, dijo:

Termino mi estudio afirmando que el demonismo es real y la posesión, opresión e influencia demoníaca un hecho terrible. Si bien hay mucho misterio alrededor de todo el fenómeno, funciona y opera en el nivel de la personalidad inteligente. Hay una maldad inteligente en este mundo. (Montgomery, p.219)

Satanás es un mentiroso y un destructor. Todo lo que hace es para engañar, para contaminar y para destruir. Los demonios son seres espirituales porque no tienen cuerpos de carne y sangre. Son personales porque tienen un intelecto y conocimiento y pueden influir las vidas de los hombres. Y quieren tener comunión con los hombres, especialmente un cuerpo donde habitar, mediante el cual puedan demostrar sus propias personalidades (Philpott, p. 80-81, 92)

El exorcista Dick Van de Veer, en una conversación personal, dijo:

Por cada aflicción conocida por la humanidad parece haber espíritus correspondientes multiplicados que asuelan la tierra: ira, odio, amargura, celos, temor, dolor, deshonestidad, violencia, asesinato, crueldad, terquedad, desobediencia, egoísmo, guerra, lucha, ingratitud, impiedad, ceguera espiritual, rebeldía, homosexualidad, inmoralidad, lujuria, palabras soeces, chismería, avaricia, orgullo, etc., además de las enfermedades causadas o falsificadas por los espíritus.

La invasión directa ocurre cuando las personas buscan deliberadamente lo oculto. Es menos directo, pero más actual, el control que ocurre como resultado de dos cosas: participación en el pecado, y un esquema mental pasivo. (Penn-Lewis, War on the Saints, p. 51)

Lo demoníaco en Indonesia

Poco después de llegar a Indonesia en 1969 para comenzar el ministerio de Campus Crusade for Christ, dirigí un estudio bíblico en mi hogar para líderes laicos indonesios. Como no conocía bien el idioma, hablaba a través de un intérprete. Aunque no lo sabía en ese momento, uno de los hombres que invité era temido por los demás, y era considerado malo, aunque trabajaba en la Sociedad Bíblica y era un anciano en una de las iglesias más grandes de Bogor. Después de mi mensaje hubo un tiempo de oración en el idioma indonesio. Cuando este hombre "oró"-aun cuando Eleanor y yo no podíamos entender sus palabras y no había nada en su tono que indicara alguna alarma-me sentí muy inquieto. A la mente de Eleanor vino la orden de Dios: "¡Detenlo!" Ella susurró por lo bajo: "¡Satanás, en el nombre de Jesús, detente!" No había forma de que el hombre, que estaba sentado lejos de ella, pudiera haberla oído, pero se empezó a confundir y de pronto su voz se cortó. Después supimos que su "oración" en realidad era una serie de maldiciones sobre mí, Jesucristo y Campus Crusade. Los otros indonesios, aunque estaban horrorizados, no intervinieron por temor a que los maldijera a ellos también. En Indonesia, una maldición es una amenaza muy real y no simplemente una "superstición," como creen ingenuamente muchos occidentales. En Occidente, donde en Cristo el poder existe para vencerlo, Satanás ha mantenido un "perfil bajo" astutamente, simulando que no existe. Pero en el mundo que no tiene a Cristo, donde no hay forma de vencerlo, ha agredido a las personas de muchas formas, creando un gran temor.

Un contacto adicional con el hombre, que vivía en una casa justo detrás de nosotros, mostró que era un adversario que siempre estaba hablando el mal y que era elocuentemente agresivo. Hasta la Sociedad Bíblica parecía tener miedo de echarlo por temor a una maldición. Me propuse amarlo igual. Venía de un trasfondo de espiritismo y brujería al que nunca había renunciado, a pesar de profesar el cristianismo, y tenía fetiches colgados en su casa. El propósito de un fetiche es llevar la presencia demoníaca para proteger al dueño y dañar a sus enemigos. Pero Satanás no tiene amigos, no da "favores gratis." Para este hombre, el precio era el tormento periódico de su cuerpo-y, a través de él, su familia. Cuando los espíritus estaban dentro de él, el hombre se enfurecía y gritaba, tiraba los muebles, golpeaba las paredes de su casa hasta dieciocho horas cada vez, una proeza física imposible con la fuerza humana. Hacia el final de mi tiempo en Indonesia, sin embargo, durante uno de sus ataques el hombre pronunció repetidamente y patéticamente mi nombre, rogándome que fuera a ayudarlo. A decir verdad, sentía temor. Nunca había estado cerca de un hombre violentamente endemoniado, y no tenía la seguridad de qué pasos dar.

"¡No había nada en mi capacitación del seminario que me hubiera preparado para un momento así!"

Pero, con la esperanza de que el hombre se hubiera arrepentido, fui, llevando a dos hombres fieles conmigo para fortaleza física y espiritual adicional. Le suplicamos que se arrepintiera y renunciara a sus fetiches, pero no quiso hacerlo. Sólo esperaba que yo pudiera darle alivio de los espíritus atormentadores. Me fui, con tristeza.

Pensaba que ambos habíamos perdido. Todo el vecindario musulmán había escuchado a este hombre endemoniado llamando al misionero cristiano en busca de ayuda-pero seguía poseído. Sentía una gran necesidad de sabiduría, que no tenía. ¿Estaba realmente impenitente, o simplemente atemorizado? ¿Había un pacto con Satanás en el cual los espíritus lo matarían si renunciaba al espiritismo o destruía los fetiches? Me sentía como un jugador de las ligas menores en un campeonato mundial.

Si volviera a encontrarme con algo similar, creo que ignoraría al hombre y en el nombre de Jesús echaría a los espíritus de él (atándolos para que no afligieran a nadie más), demostrando de esa forma la superioridad de Cristo, y dejaría al hombre que libremente se arrepintiera o no. Si fuera impenitente, los espíritus tendrían el derecho legal de volver a entrar y atormentarlo. Para los no cristianos en el exterior, que son conocedores de los poderes espirituales, les puede parecer que los misioneros occidentales adoran a un Dios que está confinado a un libro, que dice cosas consoladoras pero no tiene ningún poder en el mundo real. Para personas acostumbradas a los verdaderos poderes de la hechicería demoníaca, la idea de un "dios" que no hace cosas (o no quiere hacer cosas) tangibles es contradictorio; no puede ser Dios y ser inactivo. Algunos, por ejemplos lo hindúes, lo agregan a la lista de deidades que veneran, "sólo por las dudas," pero si los pueblos paganos no tienen ninguna razón-salvo por doctrina-para creer que Cristo es más poderoso que Satanás, son reacios a comprometerse con Él por temor a caer en desgracia de las deidades malévolas de cuyo poder están seguros. A menudo, sólo una confrontación de poder entre Cristo y Satanás puede quebrar ese miedo. La incapacidad de la mayoría de los misioneros de tener una confrontación con los poderes demoníacos es una de las principales razones por las que el crecimiento del cristianismo ha sido lento. G. F. Vicedom escribe:

"Hay una cosa que me impresiona profundamente: cuán irrelevante era la teología reformada tradicional para estas personas (en Ceilán) y su situación, y cuán raramente esta teología hablaba a sus necesidades reales, por ejemplo cuestiones que tenían que ver con Satanás, demonios, ángeles, encantamientos... Estos eran asuntos vitales para los cristianos de estas zonas." (The Mission of God, p. 134)

Las personas que están involucradas en la brujería suelen tener un gran temor de Satanás, ya que han tenido un trato íntimo con él. Sin embargo, su deseo de una ventaja temporal es tan grande que están dispuestos a tomar riesgos, a hacer cualquier trato que sea necesario-a menudo un renunciamiento deliberado de su propia alma-a fin de alistar la ayuda ocultista para conseguir "amor," poder, dinero, acoso demoníaco y/o la destrucción de los que odian.

Aprendemos a hacer guerra espiritual

Para nosotros, aprender a hacer guerra espiritual fue un proceso gradual. Dios al principio permitió sólo ataques que habíamos aprendido a sospechar, luego nos estiró permitiendo algunos ataques que estaban más disfrazados. Por ejemplo, justo antes de comenzar cada viaje misionero a Java, uno de nuestros hijos casi invariablemente se enfermaba, generalmente con una fiebre alta repentina. Aprendimos a hablar en voz baja contra el adversario. No era necesario "saber con seguridad" porque nada se perdía al hacer esto. A menudo, la temperatura del niño bajaba en minutos. Si no ocurría, sabíamos que su enfermedad era estrictamente física y tomábamos las medidas adecuadas. Pero tomar el paso espiritual primero a menudo traía resultados inmediatos, ahorrando tiempo, preocupación y desdicha.

En Indonesia, en 1971, nuestros tres hijitos tuvieron inflamación séptica de la garganta. Karen y Mike respondieron rápidamente a los antibióticos, pero Robin no. Sus síntomas de inflamación séptica siguieron por un mes: malestar general, baja fiebre de noche, manchas blancas-grisáceas en una garganta muy dolorida. El médico estaba perplejo y preocupado, como nosotros. Una noche, mientras estaba sentado al lado de la cama de Robin mientras ella dormía, su cabecita caliente por la fiebre, oré pidiendo sabiduría. Y entonces tuve la impresión repentina de que sus manifestaciones de la enfermedad eran un truco y que, a diferencia de Mike y Karen, que eran físicas y por lo tanto respondían al medicamento físico, la "enfermedad" de Robin no era tal, y por eso los antibióticos no la habían ayudado. En voz baja dije: "Satanás, si estás causando los síntomas de la inflamación séptica en Robin, en el nombre de Jesús, te ordeno que ceses y que no vuelvas." En diez minutos su temperatura se sentía normal, y cuando se despertó la próxima mañana no había manchas blancas, garganta dolorida ni fatiga. Había sido un truco astuto. Enfrentamos a un adversario muy astuto y necesitamos continuamente la sabiduría de Dios.

Mencioné antes que los objetos a veces llevan la presencia demoníaca. Esto es cierto si han estado conectados con un rito ocultista. Un joven matrimonio recién llegado con un bebé lo aprendió a las malas en Jakarta. Se quedaron con un impresor amigo mío, hijo de misioneros, que les advirtió que no compraran "recuerdos interesantes." Peters dice:

"Ha ocurrido que el transporte de un ídolo (fetiche) ha llegado a producir serias alteraciones físicas, destrucción y aún muerte en el nuevo lugar." (Montgomery, p. 200)

"Satanás tiene trucos astutos. Este tipo de opresiones contra los misioneros son comunes-distraen, agotan, roban el tiempo, la paz mental y el bienestar del misionero. Muchas veces, el misionero no se da cuenta del origen, así que continúa un sufrimiento innecesario."

Pero en la tienda de regalos del Hotel Indonesia, el nuevo misionero vio una hermosa espada de borde ondulado en una vaina trabajada-llamada "kris"-y la compro. El impresor le dijo que se deshiciera de ella pero no quiso hacerlo, descontando la advertencia como una superstición. En cambio, colgó el kris en una pared al lado de la cuna del bebé en el dormitorio. Esa noche, mientras los adultos estaban en la sala de estar, el bebé lloró y se escuchó un aullido como de un animal que venía del dormitorio. El misionero corrió y, cuando entró vio una forma amorfa y transparente, pero claramente visible, de un hombre indonesio inclinándose sobre la cuna que se dio vuelta para mirarlo. Atemorizado, el misionero exclamó: "¡Jesús!" y el espíritu desapareció. El tocado particular identificó al espíritu como proveniente de la isla de Bali. Después, ni el obrero indonesio más pobre quiso aceptar el caro kris como regalo. Todos sabían lo que representaba. Finalmente, el kris fue destruido y quemado, la única forma en que su poder ocultista puede ser roto.

Es muy interesante que Occidente considera a Oriente "supersticioso," mientras que Oriente considera a Occidente "ingenuo."

Vencemos una maldición de muerte

La situación individual más difícil que enfrentamos en Indonesia fue una maldición de muerte contra Eleanor. Pero nada puede tocar a un cristiano que Dios no permita para buenos propósitos, y esa experiencia luego nos permitió ayudar a alguna familias aquejadas por la brujería negra en California.

Había salido en un viaje de ministerio cuando ocurrió esto, como suele pasar con este tipo de ataques. Eleanor había notado más temprano en ese día que una ex criada había entrado a nuestro patio, había ido atrás y luego había salido, sin hablar con nadie. La habíamos echado porque Eleanor la había encontrado robando repetidamente. Más tarde ese día, al borde del pasto en la calle, Eleanor notó algo desagradable que era parte también de un rito de maldición, aunque no era consciente de su significado en ese momento. Pero esa noche, cuando entró en nuestra sala de estar, se vio abrumada por una repentina conciencia espeluznante de estar rodeada por un círculo de adversarios malévolos e invisibles, mirándola a ella. Llena de temor, susurró: "¡Jesús!" Luego: "¡En el nombre de Jesús, salgan de acá! ¡No importa lo que sean, salgan de acá!" Pero no cambió nada. Aterrorizada susurró: "Oh, Dios, muéstrame qué debo hacer." Se postró sobre el suelo de baldosas ante Él, con los brazos cubriendo su cabeza, y Él le hizo decir lo que nadie le había enseñado, lo que hizo retroceder al adversario: "La sangre, Señor, la sangre... sobre mí, sobre los niños, sobre Roy, dondequiera esté, esta casa, oh, no sé lo que está ocurriendo, pero la sangre, Señor, la sangre." Las fuerzas que la habían rodeado comenzaron a retirarse hasta que desaparecieron. Se sentó, llorando, y agradeció a Dios por haberla librado. Luego supimos que la empleada que habíamos echado había comprado una maldición de muerte de una bruja negra. La intención era provocarle un paro cardíaco por el temor. Eleanor podía entender cómo podría ocurrir eso, especialmente si la víctima tenía que ver lo que la rodeaba-que Dios en su misericordia no permitió. Quienes no son cristianos no tienen forma de disipar estas fuerzas. Literalmente, mueren de miedo. Pero, hasta donde yo sé, ningún cristiano ha muerto. Invariablemente claman pidiendo por su Rey y Él los rescata. (He oído que esta incapacidad de matar a los cristianos frustra de tal forma a los brujos indonesios que algunos ya no intentan hacerlo.) Lo que yo creo es que así como los brujos invocan a Satanás y consiguen ayuda demoníaca, cuando los cristianos invocan a Jesús, los ángeles de Dios acuden en su ayuda. Es posible que Mt. 11:2 se refiere a esta lucha en lo invisible que se refleja en la tierra ya sea en guerras, luchas, hambre o bendición-y tal vez los ángeles de Dios permanecen inactivos a menos que los cristianos oren.

La brujería en Estados Unidos hoy

Durante mis 20 años en el ministerio, mi esposa y yo experimentamos muchos ataques grandes y pequeños del adversario, pero nada fue tan severo como lo tuvo lugar aquí mismo, en Estados Unidos, en 1985. Según todas las definiciones fue manifiestamente brujería negra, un punto de vista sostenido por el Rdo. Ernest Heimbah del U. S. Center for World Mission, en Pasadena. Un ex misionero de largo plazo con experiencia en identificar y liberar a personas del ocultismo, dijo que los tipos de fenómenos que ocurrieron aquí no ocurren en ninguna sociedad a menos que haya brujas de alto nivel y experimentadas, con vínculos estrechos con Satanás, practicando brujería negra. Ningún brujo novato puede provocarlos, y Satanás no tiene libertad en los asuntos de hombres que simplemente lo "hacen," que es la razón por la cual son tan raros en Occidente. Necesita tener un agente humano sumamente cooperador.

Por tres años, varias familias cristianas en un grupo de comunión de una iglesia, incluyendo el pastor, intentaron ayudar a un matrimonio muy extraño y atribulado que asistía a su iglesia, un matrimonio por el que sentían pena porque la mujer estaba muy deprimida con severos problemas maritales, y el hombre, si bien exteriormente amigable, era autoritario y centrado en adquirir riqueza y prestigio. A pesar de haber manifestado ser cristianos, de ser concurrentes regulares a la iglesia y estar empleados en una organización cristiana, vivían vidas que ofendían a los que los conocían bien. El hombre demostró ser un estafador y la mujer no ocultaba sus inclinación inmorales, palabras llenas de odio, peleas feroces con su esposo y amenazas de suicidio y asesinato.

La mujer era un ejemplo propio de un libro de texto de la "herencia del mal." Además de provenir de una línea tribal indígena notoria por su crueldad y el ocultismo, decía que su padre había sido un hombre malvado y abusivo que había cometido suicidio. Dijo que su odiada presencia siempre estaba en la casa con ella, a veces visiblemente. Cuando tenía doce años, su padre la llevó a lo que ella llamó una "bruja" para invocar espíritus sobre ella para que tuviera "dones" especiales, incluyendo un supuesto don de sanidad, usado sólo para su esposo.

La mujer dijo que en un tiempo había tenido una muñeca vudú, y los sucesos posteriores llevaron al grupo a creer que todavía la tenía y la usaba. Finalmente, el foco continuo y sin remordimientos de la mujer en su vida personal pecaminosa agotaron y enfermaron de tal forma a los diferentes miembros del grupo de comunión que decidieron que no tenía sentido seguir intentando ayudar al matrimonio. Decidieron que era momento de obedecer el mandato bíblico: "No os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho" (1 Co. 5:11). Informaron al matrimonio que no querían tener más contacto con ellos hasta que dejaran su pecado. Dos iglesias hicieron lo mismo. El matrimonio estaba furioso, especialmente la mujer. Entonces fue cuando "se desató el infierno."

Comenzaron a ocurrir fenómenos extraños en el hogar de cada familia que había cortado la relación con el matrimonio transgresor. En la casa del pastor, las luces se encendían y apagaban y los grifos se abrían y cerraban por su cuenta. Llegaban a su casa que había estado cerrada con llave y vacía para encontrar que la ducha estaba encendida al máximo, la sala llena de vapor y con juguetes tirados por el piso. Por más que cambiaron las cerraduras, varias veces llegaron a su casa para encontrar que sus puertas, que habían sido cerradas con llave y con pasadores, estaban completamente abiertas, sin ningún daño en las cerraduras o en las puertas. Otros fenómenos incluían camas que se sacudían y el sonido de pasos sobre el techo. En dos hogares, una voz indicaba al niño que "odiara a su padre y a su madre." Ocurrieron más cosas de las que pueden ser relatadas en una descripción tan corta como esta, pero lo peor de todo fue que en los cuatro hogares se vieron espíritus visibles pero transparentes, una vez por dos personas al mismo tiempo, lo cual probaba que no era una alucinación.

La mujer que más había intentado ayudar al matrimonio, y que había sido más locuaz en cuanto a la necesidad de ella y de su esposo de arrepentirse, sufrió los ataques más severos de todos, incluyendo cinco apariciones. Las primeras dos eran un hombre en una túnica negra, posiblemente el padre de la mujer transgresora. Cada aparición desapareció inmediatamente cuando gritó instintivamente: "¡Jesús!"

En cuanto a la manifestación de cristianismo del matrimonio, Heimbach dijo que las palabras y la asistencia a la iglesia no significaban nada... prácticamente toda iglesia y organización cristiana ha sido penetrada por personas malas a fin de obrar el mal desde adentro. Lo que debe notarse es el "patrón de vida."

Fue después de la aparición en el hogar de nuestro amiga que nos llamó a mi esposa y a mí, pidiendo ayuda desesperadamente. Le indicamos que le prohibiera volver, lo cual hizo, pero no sabíamos que también necesitábamos prohibirle que enviara un espíritu "parecido," así que volvió. Cuando nos dimos cuenta que teníamos que prohibir un espíritu "parecido," nunca volvimos a verlo. Sin embargo, vinieron tres otros, cada uno diferente, dejándonos perplejos en cuanto a cómo detenerlo. El último fue una figura terrible de maldición de muerte de Satanás mismo, y el corazón de nuestro corazón casi se detuvo. Se fue-no inmediatamente-cuando clamó a Jesús. Fue el fin de lo que nuestra amiga podía soportar. Misericordiosamente, Dios nos ayudó a entender que necesitábamos impedir el envío de todo "refuerzo" de todo tipo, para siempre. Entonces los fenómenos cesaron por completo. Hubo otras destrucciones sobre las vidas de personas. Un hombre que había rechazado las insinuaciones de la mujer sufrió la ruina física y financiera de la noche a la mañana, hasta que hablé contra eso en el nombre de Jesús. El día siguiente estaba bien y ganó $500.00. Un niño sufrió pesadillas con gritos durante todo un año, ya que los hijos del matrimonio transgresor se habían quedado con ellos por una semana, muchos antes de que empezaran los ataques. Alejé aquello de él en el nombre de Jesús y finalmente durmió plácidamente. Al reflexionar sobre el pasado, el grupo de comunión notó que cada "cosa" u objeto físico que la mujer les había dado estaba conectado con la tragedia que casi ocurrió en cada hogar. Sentían que había estado enviando maldiciones a través de objetos, una forma típica de la brujería.

Me doy cuenta que es casi imposible leer un relato como éste sin experimentar algo de temor, pero no es necesario que ningún cristiano tenga que enfrentar una situación difícil como esta jamás. Aun ahora, en voz baja, cualquier lector puede, en el nombre de Jesús, prohibir al adversario que haga algo a él o ningún miembro de su familia. Y ore la sangre sobre su familia. La única persona que conocí que permaneció ilesa a pesar de tratar de ayudar a la mujer, dijo a Eleanor que había orado la sangre sobre ella, su familia, sus mascotas, sus autos, su negocio, etc. cada día por tres años desde el primer momento que conoció a esta mujer transgresora.

La mujer había expresado frecuentemente odio y celos hacia los niños rubios, diciendo que ella quería tener hijos rubios. En cada familia, incluyendo la mía, después que el matrimonio se enteró que yo estaba involucrado, los niños rubios parecían estar afectado especialmente. Por ejemplo, mientras estiraba su largo cuerpo, mi hijo de 20 años, Mike, rompió una lámpara en su habitación-una situación no inusual, y él y Robin levantaron cuidadosamente las astillas y pasaron la aspiradora. Esa noche tarde Mike fue a la cama y gritó en dolor, pidiendo ayuda, diciendo que una astilla se había metido en su ojo. El ojo ya parecía ensangrentado y tenían muchísimo dolor. Eleanor lo examinó con una lupa pero no podía encontrar ninguna evidencia de penetración de una astilla o siquiera un rasguño. Pero Mike estaba obviamente con un dolor insoportable. Sin saber qué hacer, pidió a Dios que nos aclarara si debíamos ir a Emergencias o que nos diera la paz de saber que el ojo estaría bien sin tratamiento. De pronto, pensó en la otra posibilidad y dijo: "Satanás, si estás causando esto, en el nombre de Jesús deja de hacerlo." Mike se incorporó: "¡Mamá, se ha ido! ¡El dolor se ha ido!" La mañana siguiente no había no quedaba siquiera un enrojecimiento del ojo, que habría ocurrido si hubiera habido un rasguño. Era un truco. Si el doctor hubiera examinado el ojo en busca de la causa, podría haber habido un daño permanente.

La práctica de la brujería está creciendo en Estados Unidos, y hasta se enseña en las universidades. Un amigo cristiano sobrevivió una maldición de muerte por asfixia que le echó una bruja poderosa de Manhattan Beach que había aprendido sus habilidades ocultistas en un curso nocturno de la universidad U.C.L.A. Sabiendo que una persona así era peligrosa para toda la sociedad, pidió a Dios la conversión de la bruja o, si Dios sabía que no se iba a arrepentir, su muerte. En dos semanas estaba muerta como resultado de un sobredosis autoinducida.

Un serio problema en la iglesia es que muchos cristianos, y aun líderes cristianos, no conocen la realidad y el modus operandi de las personas involucradas en el ocultismo, ni quieren estarlo. Esto no es sorprendente, ya que han sido capacitados en el mundo occidental, pero quedan doblemente vulnerables por el hecho que los primeros "hechizos" hechos contra ellos por una persona así es para "cegarlos" a la participación de la bruja, y para que acaten los deseos de la bruja, especialmente si la persona ocupa una posición de autoridad sobre el brujo (por ejemplo, como empleador, jurado, juez, pastor, etc.). Esto ha dejado a la iglesia y a las organizaciones de misiones en una posición muy debilitada, ya que este tipo de personas ha hecho una penetración deliberada de las organizaciones cristianas con el objeto de hacer daños demoníacos en el área de las finanzas, juicio, personal, moral, contribuyentes, según Heimbach.

Como líderes cristianos, todos necesitamos tener un mayor discernimiento y sabiduría de Dios para las advertencias de peligro internas y para protección cuando enfrentamos al enemigo en una "confrontación" en la que Cristo sea el vencedor.

Cómo orar en la guerra espiritual

Jesús dijo: "todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo" (Mt. 18:18). Dios ha llamado a los cristianos a participar en atar a Satanás y desatar a las personas. Siempre debemos tener en mente que las personas en sí mismas no son el adversario; toda la humanidad tiene un solo adversario, y él es contra quien hacemos guerra.

Contra las fortalezas de maldad conviene ayunar y orar, unido a la mayor cantidad de cristianos posible, y pidiendo la sangre sobre todos los involucrados. En las situaciones cotidianas encontramos que estos pasos son eficaces.

  1. Pida a Jesús que perdone y bendiga a la persona con comprensión, y pídale que lo perdone y bendiga a usted también. No hay ningún momento en que ninguno de nosotros no lo necesitemos. Ore pidiendo su misericordia sobre las personas, aun las personas malas contra las que tiene que enfrentarse por sus acciones. Haga esta oración AMPLIAMENTE sobre las personas; para hacer esto vino Jesús a la tierra.

  2. Eche los perros. En el nombre de Jesús, hable lo más específicamente que pueda contra todo lo que usted perciba que es el problema, diciéndole que cese en el nombre de Jesús. Por ejemplo: "espíritu de amargura, en el nombre de Jesús deja tranquila la mente de esta persona." El cambio de actitud o de situación a menudo será dramático. Todos en algún momento necesitarán esto porque nadie está totalmente fuera del dominio de la influencia del adversario.

  3. Invoque la sangre de Cristo sobre usted y todo lo que tiene que ver con usted-familia, hogar, finanzas. Puede ser en una frase, pero debe ser hecho. Satanás se enoja cuando ha aprendido a vencer sus artimañas e intentará algún tipo de ataque traicionero si no está protegido. En nuestra experiencia, si no estábamos protegidos, solía haber una "convergencia" de circunstancias difíciles que no se deshacen fácilmente-como el pie quebrado de Mike al mismo tiempo que se descompuso el auto y recibimos un cheque de paga reducido. No teman. Simplemente mantenga su vida protegida.

  4. Dé a Dios municiones en la batalla por la mente. El comportamiento comienza en la mente. En todas las formas que pueda, dé a la persona (o a usted) Escrituras específicas relacionadas con el área de debilidad, para que Dios pueda hablar al corazón y reconfigurar la mente.

  5. Alabe a Dios continuamente porque pertenece a Cristo. Es apropiado y es una bendición para Él. "Dios habita entre las alabanzas de su pueblo." Qué bendición es estar alineado con el Dios de toda la creación, Aquel que representa la belleza y la vida, y que es el Vencedor. Y agradezca a Dios por el sacrificio de Cristo, quien con un costo tan grande hizo posible que la humanidad sea restaurada como hijos de Dios, teniendo comunión con Él y siendo útiles al Rey en vencer al adversario y establecer su reino en las vidas de las personas.

Traducción: Alejandro Field