MÓDULO: "LA CATEQUESIS EN LA IGLESIA

DOCUMENTO COMPLEMENTARIO:
"DIRECTORIO GENERAL PARA LA CATEQUESIS"

GUÍA DE LECTURA Y ESTUDIO

Por Hernando Sebá López


1. Cuando los estudiantes abordan el módulo titulado "La Catequesis en la Iglesia", lo primero que hay que anotar es que en el módulo se cita varias veces el "Directorio Catequístico General" publicado por la Congregación para el Clero en el año de 1971. Este documento ha sido reemplazado por otro titulado: "DIRECTORIO GENERAL PARA LA CATEQUESIS" publicado el 25 de agosto de 1997 por la misma Congregación para el Clero.

2. La Congregación para el Clero es el organismo del Vaticano que tiene a su cargo, entre otras funciones, el dar todas las directivas y orientaciones sobre la catequesis para la Iglesia universal.

3. Este nuevo Directorio es, hoy por hoy, el documento más importante sobre Catequesis en la Iglesia y que un estudiante de la Especialización no puede desconocer. Será, por tanto, un documento (libro) que hay que estudiar simultáneamente con el módulo.

4. El nuevo Directorio consta de:

- Una exposición introductoria y
- Cinco PARTES

INDICE

En esta "Guía de estudio" sólo se proponen algunos capítulos del "Directorio General para la Catequesis". Esto no quiere decir que los capítulos que no aparecen no sean importantes. No se incluyen porque se ha juzgado que son de más fácil lectura por parte del estudiante.

Exposición introductoria
PRIMERA PARTE
Capítulo I: La Revelación y su transmisión mediante la Evangelización
Capítulo II: La Catequesis en el proceso de la Evangelización
Capítulo III: Naturaleza, finalidad y tareas de la Catequesis
SEGUNDA PARTE
Capítulo I: Normas y criterios para la presentación del mensaje evangélico en la Catequesis
TERCERA PARTE
Capítulo I: La pedagogía de Dios, fuente y modelo de la pedagogía de la fe
CUARTA PARTE
Capítulo V: Catequesis según el contexto socio-cultural
QUINTA PARTE
Capítulo II: La formación para el servicio de la Catequesis

EXPOSICIÓN INTRODUCTORIA

Como su nombre lo dice, trata de introducir en la temática de la Catequesis:

- A partir de la Parábola del sembrador (Mc 4, 3-8) afirma, que la Iglesia continúa sembrando el Evangelio de Jesús, en el "gran campo de Dios" que es el mundo.

- Pero este mundo aparece, a un tiempo:

- Por eso la catequesis debe iniciar a los catequizandos en una lectura teológica de los problemas modernos.

EL CAMPO DEL MUNDO

- La realidad de este mundo muestra "el peso intolerable de la miseria". Por eso se debe suscitar en los cristianos el compromiso por la justicia por medio de una catequesis en la que la Doctrina Social de la Iglesia ocupe su puesto.

- La Iglesia busca siempre y promueve el desarrollo integral de las personas. En ese sentido tiene en el campo de los derechos humanos, una tarea irrenunciable cual es: manifestar y defender la dignidad inviolable de toda persona humana.

- La ciencia y las modernas tecnologías están ejerciendo un influjo poderoso en la cultura actual. Pero cada días se hace más evidente que este enfoque racional no lo explica todo. Se impone otro tipo de sabiduría para poder comprender el misterio del ser humano. Esto se logra con el pensamiento simbólico de gran importancia en la catequesis.

- Se constata, al mismo tiempo, un deseo actual de revalorizar las culturas autóctonas. Esto significa que la Catequesis tiene ante sí el gran desafío de la inculturación del Evangelio. Es decir, asumir todos los valores positivos de las culturas y examinar aquellos elementos que obstaculizan a las personas el desarrollo de sus auténticas potencialidades

- En la cultura actual se da el fenómeno, que se va extendiendo, de la indiferencia religiosa. También el ateísmo, aunque adopta formas diversas, crece. Una de las formas en que aparece es el secularismo entendido como una visión autónoma del hombre y del mundo que se explica por sí mismo sin que sea necesario recurrir a Dios.

- Pero, al mismo tiempo, se dan señales de una "vuelta a lo sagrado". Es un fenómeno ambiguo mezclado con el desarrollo de sectas y grupos religiosos de prácticas esotéricas. Esto presenta la urgencia de una Catequesis renovada y profunda.

- Se da, igualmente, un "relativismo ético", es decir, ya no hay verdades morales absolutas; todo se pone en tela de juicio y lo bueno y lo malo dependen de las situaciones y circunstancias.

Es necesario, para salir al encuentro de estas situaciones adversas, que la Catequesis propicie el encuentro con Dios.
 
 

LA IGLESIA EN EL CAMPO DEL MUNDO

- Los cristianos están inmersos en el mundo; allí actúan como la levadura, pero no están exentos de peligros.

- La renovación de la Catequesis ha dado buenos frutos porque ha dado origen a un nuevo tipo de cristianos más conscientes y más comprometidos con su fe.Un nuevo estilo de ser cristiano donde se nota:

- A pesar de lo anterior surge la pregunta: ¿En qué medida los cristianos están afectados por la atmósfera de secularismo y relativismo ético?

- Podemos destacar las siguientes situaciones:

- Todos ellos reclaman con urgencia el desarrollo de una NUEVA EVANGELIZACION.En estos ambientes la Catequesis constituye una clara prioridad.

- Asunto importante para valorar es cómo ha acogido la Iglesia los frutos del Concilio Vaticano II. En muchos sitios el Concilio ha producido excelentes frutos:

- A pesar de estos progresos se percibe que en muchos cristianos se ha debilitado el sentido de pertenencia a la Iglesia. Por eso, es urgente que la Catequesis insista mucho más en abordar una auténtica eclesiología de comunión.

- Vitalidad de la Catequesis en los últimos años:

- Problemas de la catequesis en los últimos años: - Es necesario una presentación más equilibrada de toda la verdad del misterio de Cristo.
- Existen ciertas lagunas doctrinales sobre la verdad de Dios y del hombre, sobre el pecado y la gracia y sobre los novísimos. - Se advierte la necesidad de una más sólida formación moral.
- Se advierte una inadecuada presentación de la historia de la Iglesia y poca relevancia de su Doctrina Social.
- La práctica catequética muestra una vinculación débil y fragmentaria con la liturgia.
- No se atiende debidamente a las exigencias y originalidad de la pedagogía propia de la fe.
- Falta inculturación del mensaje salvador en los diversos pueblos a los que se dirige.
- Se concede a las misiones (ad gentes) una atención marginal y de carácter ocasional.
 
 

LA SIEMBRA DEL EVANGELIO

- Saber leer los signos de los tiempos.Es necesario saber descubrir los signos de la presencia y del designio de Dios. Es un análisis que debe hacerse a la luz de la fe, con actitud de comprensión.

- La catequesis debe asumir, hoy, los siguientes desafíos:

"Este Directorio se propone indicar los principios teológico-pastorales de carácter fundamental - tomados del Magisterio de la Iglesia y particularmente del Concilio Ecuménico Vaticano II - por los que pueda orientarse y regirse más adecuadamente la acción pastoral del ministerio de la palabra y, en concreto, de la catequesis" (DGC, Prefacio, 9).

 

PRIMERA PARTE."LA CATEQUESIS EN LA MISIÓN EVANGELIZADORA DE LA IGLESIA"

CAPÍTULO I: "LA REVELACIÓN Y SU TRANSMISIÓN MEDIANTE LA EVANGELIZACIÓN"

El Directorio presenta en este primer capítulo el tema de la REVELACIÓN, tan importante para la formación de un catequista. Sobre este tema teológico hay que tener ideas muy claras y saber sacar de él toda la riqueza que tiene para que los catequizandos crezcan en madurez cristiana.

* La Revelación es el acto por el cual Dios se manifiesta personalmente a los hombres (cf. DV,2). Dios revela su "verdad íntima", su "secreto". Dios nos dice quien es El y qué quiere de nosotros. Y lo hace porque el ser humano es "capaz de Dios", es decir, por su naturaleza puede llegar a Dios, conocerlo y amarlo.

* Este designio "benevolente" de Dios comporta 3 elementos esenciales:

1. La manifestación de lo que Dios es, así como la verdadera vocación y dignidad de la persona humana.
2. El ofrecimiento de la salvación a todos los hombres. Ofrecimiento que es gratuito.
3. La definitiva llamada de Dios para reunir a todos los miembros de la humanidad realizando, así, la unión fraterna entre todos los hombres.
* Cuando Dios se revela utiliza una pedagogía. Se sirve de acontecimientos y palabras para comunicarnos su designio salvífico.

* Por tanto, se revela en el tiempo, es una revelación histórica; lo hace por etapas, es decir, es progresiva. (cf. DV, 2).

* Igualmente, la evangelización cuyo objetivo es transmitir al mundo la Revelación, se realiza con obras y palabras.
 
"La catequesis, por su parte, transmite los hechos y las palabras de la Revelación: debe proclamarlos y narrarlos y, al mismo tiempo, esclarecer los profundos misterios que contienen" (DGC, 39).

* Jesucristo es el mediador y la plenitud de la Revelación. Dios se reveló progresivamente, en el Antiguo Testamento, por medio de los profetas y de acontecimientos salvíficos. Pero, llegada "la plenitud de los tiempos", es decir, cuando está la humanidad madura para ello, Dios envió a su Hijo, Mesías, para revelarse plena y totalmente.
 
"Jesucristo, con su presencia y manifestación, con sus palabras y obras, signos y milagros, sobre todo con su muerte y gloriosa resurrección, y con el envío del Espíritu Santo de la verdad, lleva a plenitud toda la revelación" (DV, 4).

* Es tarea primordial de la Catequesis mostrar quién es Jesucristo: su vida y su misterio, y presentar la fe cristiana como seguimiento de su persona.

* Esto hace que la Catequesis debe ser "Cristocéntrica". El misterio de Cristo no es un elemento más junto a otro, sino que es el Centro a partir del cual, los demás elementos se jerarquizan y se iluminan.

* La Iglesia transmite la Revelación. La Revelación de Dios está destinada a toda la humanidad porque "Dios quiere que todos los hombres se salven..." (1 Tim 2, 4).

* Para realizar este divino designio, Jesucristo instituyó la Iglesia sobre el fundamento de los Apóstoles y enviándoles el Espíritu Santo les mandó predicar el Evangelio por todo el mundo.

* Toda la Iglesia vela por la conservación integra y la transmisión de la Revelación contenida en la Tradición y en la Escritura e interpretada auténticamente por el Magisterio de la Iglesia.
 
"La Iglesia, "Sacramento universal de salvación", movida por el Espíritu Santo, transmite la Revelación mediante la Evangelización: anuncia la buena nueva del designio salvífico del Padre y, en los sacramentos, comunica los dones divinos" (DGC, 45).

* La Tarea fundamental de la iglesia es la EVANGELIZACIÓN. Ella "existe para evangelizar" (EN, 14). Existe para, con su influjo, transformar y renovar, desde dentro, a toda la humanidad.

* El mandato misionero de Jesús comporta varios aspectos:
 
"anunciar" 
=
anuncio 
"hacer discípulos y enseñar"
=
enseñanza
"ser mis testigos"
=
testimonio
"bautizar"
=
hacer discípulos
"hacer esto en memoria mía"
=
sacramentos
"amaos los unos a los otros"
=
amor al prójimo.

Todos estos aspectos reflejan la realidad rica, compleja y dinámica que comporta la evangelización y son vías y medios para la transmisión del único Evangelio y constituyen los elementos de la Evangelización.

* La dinámica del proceso evangelizador, según el documento conciliar "Ad Gentes" es:

- testimonio cristiano
- diálogo y presencia de la caridad
- anuncio del Evangelio y llamada a la conversión,
- catecumenado e iniciación cristiana.
- formación de la comunidad cristiana, por medio de los sacramentos, con sus ministerios (cf. AG, 11-18).
La EVANGELIZACIÓN es el proceso por el que la Iglesia, movida por el Espíritu, anuncia y difunde el Evangelio en todo el mundo (DGC, 48).

* La misión evangelizadora de la Iglesia se traduce mediante seis acciones fundamentales que están señaladas con claridad en el número 48 del DGC.

* El proceso evangelizador está estructurado en etapas:

- Acción misionera para los no creyentes y para los que viven en la indiferencia religiosa.

- Acción catequético-iniciadora para los que optan por el Evangelio y para los que necesitan completar o reestructurar su iniciación.

- Acción pastoral para los fieles cristianos ya maduros, en el seno de la comunidad cristiana.

* El Ministerio de la Palabra. Es el elemento fundamental de la Evangelización.

* El ministerio de la Palabra transmite la Revelación por medio de la Iglesia, valiéndose de "palabras" humanas, pero referidas a las "obras", es decir, mediante la liturgia, el testimonio de vida de los cristianos y la acción transformadora que éstos realizan en el mundo.

* El ministerio de la Palabra se ejerce de "formas múltiples".

Las principales son:

- Convocatoria y llamada a la fe; se realiza mediante el "primer anuncio", dirigido a los no creyentes, a los bautizados que viven al margen de la vida cristiana y a los que pertenecen a otras religiones. El despertar religioso de los niños, en las familias cristianas, es también forma eminente de esta función.

- La función de iniciación: Se realiza esta función, fundamentalmente, por medio de la catequesis de los sacramentos de la iniciación, tanto si van a ser recibidos como si ya se han recibido.
La educación cristiana familiar y la enseñanza religiosa escolar ejercen una función de iniciación.

- La educación permanente de la fe: Se dirige a los cristianos iniciados en los elementos básicos, que necesitan alimentar y madurar constantemente su fe a lo largo de toda la vida.

- La función litúrgica: Este ministerio se expresa de forma eminente a través de la homilía. Otras formas son las diversas preparaciones inmediatas a los sacramentos y celebraciones sacramentales, sobre todo a la Eucaristía.

- La función teológica: desarrolla la inteligencia de la fe. La teología necesita confrontarse o dialogar con las formas filosóficas del pensamiento, con los humanismos que configuran la cultura y con las ciencias del hombre.

- La conversión y la fe: La fe cristiana es, ante todo, conversión a Jesucristo; adhesión plena y sincera a su persona y a su mensaje. Es encuentro personal con Jesucristo. La fe comporta un cambio de vida, una "metanoia": una transformación profunda de la mente y del corazón en todos los niveles de la existencia del cristiano.

* La fe y la conversión brotan del corazón, de lo más profundo del ser humano.

* La fe es un don de Dios. Nace en el fondo del corazón como fruto de la gracia que previene y ayuda, y como respuesta libre a la moción del Espíritu Santo que mueve el corazón y lo convierte a Dios.

* El proceso de conversión permanente,. La fe está destinada a crecer en el corazón de los creyentes. Es un proceso de maduración que dura toda la vida.

* En el proceso de conversión se pueden destacar varios momentos:

- El interés por el Evangelio. Se da cuando brota, como consecuencia del primer anuncio, un interés por Jesús y su mensaje.

- La conversión. El interés por el Evangelio necesita un tiempo de búsqueda, para poder llegar a una opción firme. Esta búsqueda prepara a la conversión.

- La profesión de fe: La conversión genera un deseo de conocer mejor a Jesús y su mensaje. La catequesis lo inicia en este conocimiento y en el aprendizaje de la vida cristiana, lo cual provoca un cambio de actitudes y costumbres. Entonces el discípulo de Jesucristo está preparado para hacer su profesión de fe.

- El camino hacia la perfección. La profesión de fe bautismal se sitúa en los elementos de un edificio espiritual destinado a crecer para llegar a la plenitud a la que está llamado todo bautizado.

Diferentes situaciones socio-reliogiosas ante la evangelización. Se pueden distinguir tres situaciones que piden respuestas diferenciadas.
Estas tres situaciones las ha analizado el Papa Juan Pablo II en su encíclica "Redemptoris missio", número 33.
- La situación de aquellos pueblos donde Cristo y su Evangelio no son conocidos. Esta situación reclama la misión ad gentes.

- La situación de comunidades cristianas que tienen gran fervor de fe y de vida, irradian el testimonio del Evangelio y tienen fuerte compromiso cristiano. Necesitan una intensa acción pastoral de la Iglesia.

- La situación de países de tradición cristiana, y a veces también en las Iglesias más jóvenes donde grupos enteros de bautizados han perdido el sentido vivo de la fe o incluso no se reconocen ya como miembros de Iglesia. Esta situación requiere una nueva evangelización.

* Estas situaciones socio-religiosas frecuentemente conviven juntas en un mismo territorio. No es fácil definir los confines entre atención pastoral a los fieles, nueva evangelización y acción misionera específica. Esta realidad hace la acción evangelizadora muy compleja y difícil.
 
"El modelo de toda catequesis es el catecumenado bautismal que es formación específica que conduce al adulto convertido a la profesión de su fe bautismal en la noche pascual. Esta formación catecumenal ha de inspirar, en sus objetivos y en su dinamismo, a las otras formas de catequesis" (DGC, 59).
"La catequesis de adultos, al ir dirigida a personas capaces de una adhesión plenamente responsable, debe ser considerada como la forma principal de catequesis, a la que todas las demás, siempre ciertamente necesarias, de alguna manera se ordenan" (DGC, 59).

 

RESUMEN

A lo largo de este primer capítulo del Directorio se han estudiado conceptos fundamentales como:

1. La Revelación como designio de Dios y sus características.
2. Jesucristo el gran mediador y la plenitud de la Revelación de Dios.
3. La transmisión de la Revelación por medio de la Iglesia.
4. La evangelización y su proceso.
5. El ministerio de la Palabra de Dios; funciones y formas de ese ministerio.
6. La conversión y la fe.
7. Diferentes situaciones socio-religiosas ante la evangelización.
De cada uno de estos siete temas el estudiante de la Especialidad debe estar en capacidad de mostrar que tiene ideas claras, y de explicar, oralmente o por escrito, algunas ideas relacionadas con ellos.
 
 

CAPÍTULO II: LA CATEQUESIS EN EL PROCESO DE LA EVANGELIZACIÓN

El capítulo segundo de la Primera parte, aunque un poco más breve que el anterior, es muy iluminador porque trata de clarificar el puesto de la catequesis en el proceso total de la evangelización y también las características de cada tipo de catequesis y en su relación con la enseñanza religiosa escolar (E.R.E.).

* Primer anuncio y catequesis. La finalidad del primer anuncio es, como su nombre lo indica, anunciar el mensaje de Jesús y provocar la conversión. Después entra a funcionar la catequesis para hacer madurar la conversión inicial y fortalecer la fe del convertido. Sin embargo, la frontera entre las dos acciones es difícil de delimitar. Muchas veces se admite en un proceso catequístico a personas no suficientemente convertidas y los primeros momentos de esta catequesis hay que dedicarlos a consolidar la opción por Jesucristo, o sea a reafirmar la conversión. A esta acción suele llamársele "catequesis kerigmática":
 
 

LA CATEQUESIS AL SERVICIO DE LA INICIACIÓN CRISTIANA

* La catequesis se configura como un momento esencial dentro de todo el proceso de la evangelización (cf CT, 18). La catequesis pretende dar una fundamentación a la opción por Jesucristo. En efecto, los convertidos, son "iniciados" en el misterio de la salvación y en el estilo de vida que nos propone el Evangelio. En otras palabras, la catequesis empieza a poner "los cimientos sólidos" del edificio de la fe.

* La catequesis de iniciación se sitúa, pues, entre la llamada a la fe y la acción pastoral que se desarrolla en las comunidades cristianas. La catequesis de iniciación está estrechamente vinculada a los sacramentos de iniciación cristiana: Bautismo, Confirmación, Eucaristía, especialmente al Bautismo. Efecto de este último es la profesión de la fe.
 
"La auténtica catequesis es siempre una iniciación ordenada y sistemática a la revelación que Dios mismo ha hecho al hombre en Jesucristo, revelación conservada en la memoria profunda de la Iglesia y en las Sagradas Escrituras y comunicada constantemente, mediante una "traditio" viva y activa, de generación en generación" (CT, 22)

* Características fundamentales de la catequesis de iniciación.

- Es una formación orgánica y sistemática.
- Es más que una enseñanza: es un aprendizaje de toda la vida cristiana.
- Es una formación básica, esencial, centrada en lo nuclear de la experiencia cristiana.
- Incorpora a la comunidad que vive, celebra y testimonia la fe.
- Por tanto, ejerce tareas de iniciación, de educación y de instrucción.
 
 
LA CATEQUESIS AL SERVICIO DE LA EDUCACIÓN PERMANENTE DE LA FE

* La educación permanente de la fe sigue a la educación básica y la supone. Para favorecer este proceso educativo permanente se necesita una comunidad cristiana que recibe en su seno a los iniciados para seguir sosteniéndolos y formándolos en su fe.

* Si esto no sucede el cristiano iniciado va perdiendo poco a poco el fervor de su fe inicial.

* La comunidad cristiana, en su proceso de formación, debe fortalecerse con un doble alimento: la Palabra de Dios y el Cuerpo de Cristo.

* La comunidad cristiana debe dar testimonio mediante una fidelidad a la acción del Espíritu Santo en cada uno de sus miembros.

* Formas múltiples de catequesis permanente: se pueden destacar las siguientes:

- El estudio y profundización de la Sagrada Escritura. La "lectio divina" es forma eminente de este estudio de las Escrituras.
- Lectura cristiana de los acontecimientos teniendo como fundamento el estudio de la Doctrina Social de la Iglesia.
- La catequesis litúrgica: tanto la que prepara a los sacramentos como la que favorece una vivencia profunda de la liturgia.
- La catequesis que se hace ante determinadas circunstancias de la vida personal, familiar, eclesial, social para ayudar a vivirlas desde la fe.
- Las iniciativas de formación espiritual.
- La profundización sistemática del mensaje cristiano.
"Es importante que la catequesis de niños y jóvenes, la catequesis permanente y la catequesis de adultos no sean compartimentos estancos e incomunicados... Es menester propiciar su perfecta complementariedad" (CT 45).

 

CATEQUESIS Y ENSEÑANZA RELIGIOSA ESCOLAR

* La relación entre Enseñanza Religiosa Escolar (ERE) y Catequesis es una relación de distinción y de complementariedad.

* Lo que le da a la ERE su característica propia es el hecho de estar llamada a penetrar en el ámbito de la cultura y de relacionarse con los demás saberes que se manejan al interior de los sistemas educativos.

Para captar bien esta posición sería recomendable leer en el Documento "La Escuela Católica" los números 25 a 32, donde se define a la escuela como "lugar de formación integral mediante la asimilación sistemática y crítica de la cultura" (n. 26). (Consultar también "Catechesi Tradendae" número 69 y "Dimensión religiosa de la educación en la escuela católica", números 66 a 73).
* De esta forma la ERE deposita el fermento evangélico en los demás elementos del saber científico, social y humanístico.

* Este importante cometido de la ERE le exige:

- Que aparezca como disciplina escolar con la misma exigencia de sistematicidad y rigor que las demás materias.
- Ha de presentar el mensaje y acontecimiento cristiano con la misma seriedad y profundidad con que las demás disciplinas presentan sus saberes.
- Si sitúa ante los saberes en diálogo interdisciplinario. Mediante este diálogo la catequesis funda, potencia, desarrolla y completa la acción educadora de la escuela.
* El contexto escolar y los destinatarios de la ERE. La ERE se desarrolla en contextos escolares diversos y depende, en gran parte, de las disposiciones de los gobiernos, de los Acuerdos con los Estados y de las decisiones de las Conferencias Episcopales.

* En las escuelas católicas la ERE es parte indispensable de su tarea educativa y fundamento de su propia existencia. "La razón profunda de la escuela católica... es precisamente la calidad de la enseñanza religiosa integrada en la educación de los alumnos" (CT, 69).

* La ERE en el marco de la escuela oficial y en la no confesional tendrá un carácter más ecuménico y de conocimiento interreligioso común. Incluso, podrá tener un carácter más bien cultural, dirigida al conocimiento de las religiones.

* De otra parte, la ERE deberá tener en cuenta la realidad cambiante de los alumnos, del hecho de la inestabilidad de la etapa de la vida en que están, para cumplir con su finalidad.

* A los alumnos creyentes les ayudará a comprender mejor el mensaje cristiano; a los que están en búsqueda o tienen dudas religiosas les informará qué es exactamente la fe en Jesucristo y sus implicaciones. Por último, para los no creyentes la ERE asume las características de un anuncio misionero del Evangelio.

* Educación cristiana familiar, catequesis y ERE al servicio de la educación de la fe. Los tres momentos o espacios formativos están relacionados, pero toca a las Conferencias Episcopales establecer las orientaciones para los diversos ámbitos formulando una actividades que son distintas y se complementan.
 
"La Educación Religiosa como disciplina escolar se presenta respaldada por la debida relevancia científica que le confieren la teología y las ciencias de la religión, porque además de experiencia y de hecho cultural la religión está constituida como una forma de conocimiento o de saber caracterizado, entro otros, por los requisitos del rigor y la objetividad" (Escuela y Religión pág. 24)

RESUMEN

En este segundo capítulo de la Primera Parte:

1. Se muestra el lugar de la catequesis en el proceso total de la evangelización.
2. Se muestra la relación que existe entre Primer anuncio y Catequesis.
3. Se muestra cómo la Catequesis está al servicio de la iniciación cristiana.
4. Se señalan las características fundamentales de la Catequesis de iniciación.
5. Se describe cómo la catequesis está al servicio de la educación permanente de la fe.
6. Se enumeran las múltiples formas de hacer catequesis permanente.
7. Se presenta la relación entre catequesis y Enseñanza Religiosa Escolar.
- su carácter propio
- el contexto escolar
8. Por último, se muestra cómo la familia, la escuela y la catequesis están al servicio de la educación de la fe.
De cada uno de estos ocho puntos el estudiante de la Especialidad debe estar en capacidad de señalar lo específico de cada uno de ellos.
 

CAPÍTULO III: NATURALEZA, FINALIDAD Y TAREAS DE LA CATEQUESIS

* Naturaleza eclesial de la catequesis. El verdadero sujeto de la Catequesis en la Iglesia que, como continuadora de la misión de Jesucristo Maestro y animada por el Espíritu, ha sido enviada para ser maestra de la fe.

* La Iglesia conserva fielmente el Evangelio, lo anuncia, lo celebra, lo vive y lo transmite en la catequesis a todos los que han decidido seguir a Jesucristo.

* La transmisión del Evangelio es acto vivo de tradición eclesial:

- La Iglesia transmite la fe que ella misma vive.
- La Iglesia transmite la fe de forma activa, la siembra en el corazón de los catecúmenos y catequizandos para que fecunde sus experiencias más profundas.
* La Iglesia, al transmitir la fe y la vida nueva, actúa como madre de los hombres, que engendra a unos hijos concebidos por obra del Espíritu Santo y nacidos de Dios.

* Finalidad de la Catequesis
 
"El fin definitivo de la Catequesis es poner a uno no sólo en contacto, sino en comunión, en intimidad con Jesucristo: sólo El puede conducirnos al amor del Padre en el Espíritu y hacernos partícipes de la vida de la Santísima Trinidad" (CT, 5).

* El Bautismo, sacramento por el que "nos configuramos con Cristo", sostiene con su gracia este trabajo de la Catequesis.

* La comunión con Jesucristo impulsa al discípulo a unirse con todo aquello con lo que el propio Jesucristo estaba profundamente unido: con su Padre, con el Espíritu, con la Iglesia, con los hombres sus hermanos.

* La finalidad de la Catequesis se expresa en la profesión de fe en el único Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo. El que, por el primer anuncio, se convierte a Jesucristo y le reconoce como Señor, inicia un proceso, ayudado por la Catequesis, que desemboca necesariamente en la confesión explícita de la Trinidad.

* Con la confesión de fe en el Dios único, el cristiano renuncia a servir a cualquier absoluto humano, o sea, a los ídolos que fabrica el mundo: riqueza, poder, placer, raza, Estado, etc., liberándose de esas esclavitudes.

* La profesión de fe sólo es plena si es referida a la Iglesia. El cristiano proclama el Credo en la Iglesia y a través de ella, puesto que lo hace como miembro suyo.

* El que proclama la profesión de fe asume compromisos que, no pocas veces, atraerán persecución.

* Las tareas de la Catequesis realizan su finalidad. Las tareas de la catequesis corresponden a la educación de las diferentes dimensiones de la fe. Para actualizarlas la catequesis se inspirará en el modo en que Jesús formaba a sus discípulos.

* Tareas fundamentales de la Catequesis:

- Propiciar el conocimiento de la fe: CONOCER. El que se ha encontrado con Cristo desea conocerle lo más posible y conocer el designio del Padre que él reveló. Este conocimiento ilumina cristianamente la existencia humana, alimenta la vida de fe y capacita para dar razón de ella en el mundo.

- La educación litúrgica: CELEBRAR. La comunión con Jesucristo conduce a celebrar su presencia salvífica en los sacramentos y particularmente en la Eucaristía.

- La formación moral: VIVIR. La conversión a Jesucristo implica caminar en su seguimiento. El testimonio moral, al que prepara la Catequesis, ha de saber mostrar las consecuencias personales y sociales de las exigencias evangélicas.

- Enseñar a orar: CONTEMPLAR. Aprender a orar con Jesús es orar con los mismos sentimientos que quedan reflejados en el Padre Nuestro.

* Otras tareas relevantes de la Catequesis.La Catequesis capacita al cristiano para vivir en comunidad y para participar activamente en la vida y misión de la Iglesia.

* La educación para la vida comunitaria. La vida cristiana en comunidad no se improvisa y hay que educarla con esmero. Para esto la enseñanza y el ejemplo de Jesús es decisivo.

* La Catequesis deberá fomentar, entre otras, las siguientes actitudes: humildad, sencillez, solicitud por los pobres y pequeños; por los que se han alejado de la Iglesia. Igualmente hay que ejercitarse en la corrección fraterna, en la oración en común, en el perdón mutuo. El amor fraterno aglutina todas estas actitudes.

* La Catequesis deberá cuidar, también, la dimensión ecuménica y estimulará actitudes fraternales hacia los miembros de otras iglesias y comunidades eclesiales.

* La iniciación a la misión. La Catequesis está abierta al dinamismo misionero. Se trata de capacitar a los cristianos para estar presentes de manera activa y comprometida en la sociedad, en la vida profesional, cultural y social.

* Igualmente, la Catequesis prepara para el diálogo interreligioso, que capacite a los fieles para una comunicación fecunda con hombres y mujeres de otras religiones.

* Algunas consideraciones sobre el conjunto de estas tareas. Sobre este conjunto conviene hacer varias consideraciones:

- Todas las tareas son necesarias. Si la catequesis descuidara alguna de ellas, la fe cristiana no alcanzaría todo su crecimiento.
- Cada una de estas tareas realiza, a su modo, la finalidad de la Catequesis.
- Las tareas se implican mutuamente y se desarrollan conjuntamente.
- Para llevar a cabo dichas tareas la Catequesis se vale de:
- La transmisión del mensaje evangélico
- La experiencia de la vida cristiana.


- Las diferentes dimensiones de la fe son objeto de educación tanto en su aspecto de "don" como en su aspecto de "compromiso".
- Cada dimensión de la fe debe ser enraizada en la experiencia humana, sin que permanezca en la persona como un añadido o un aparte.

* El catecumenado bautismal: estructura y gradualidad. La fe se desarrolla y crece, es decir, experimenta un proceso de maduración. Esto debido al impulso de la gracia de Dios y el cultivo que hace la Iglesia.

* La Catequesis, al servicio de ese crecimiento, es una acción gradual, se distinguen cuatro etapas:

- El precatecumenado: primera evangelización en orden a la conversión.
- El catecumenado: destinado a la Catequesis integral. Al inicio se hace la "entrega de los Evangelios".
- El tiempo de purificación e iluminación. Preparación más intensa a los sacramentos de la iniciación. Se hace la "entrega del Símbolo" y la "entrega del Padre Nuestro".
- El tiempo de la mystagogia. Se caracteriza por la experiencia de los sacramentos y la entrada en la comunidad cristiana. La palabra "mystagogia" significa: introducción al misterio pero con unos matices de iniciación, de acompañamiento y de hacer brotar la experiencia.
* El catecumenado bautismal, inspirador de la Catequesis en la Iglesia. Es importante aclarar que entre los catequizandos (niños que reciben el Bautismo y después, son catequizados y los catecúmenos (adultos que primero son catequizados y después son bautizados), y entre la catequesis posbautismal y la catequesis prebautismal, hay una diferencia fundamental. Esta diferencia proviene de los sacramentos de iniciación recibidos por los primeros, los cuales han sido ya introducidos en la Iglesia y hechos hijos de Dios por el Bautismo. La conversión se funda en el Bautismo recibido, cuya virtud deben desarrollar después.

* ¿Cómo el catecumenado bautismal inspira a la catequesis postbautismal?

- El catecumenado recuerda a toda la Iglesia la importancia fundamental de la función de iniciación.
- Esta función es responsabilidad de toda la Iglesia y no solo de catequistas y sacerdotes.
- El catecumenado está impregnado por el misterio de la Pascua de Cristo.
- El catecumenado es lugar inicial de inculturación.
- El catecumenado es un proceso formativo y verdadera escuela de fe.


RESUMEN

El capítulo tercero de la Primera Parte:

1. Analiza en primer lugar, la naturaleza de la Catequesis y afirma que es de naturaleza eclesial.
2. Luego estudia la finalidad: la comunión con Jesucristo.
3. Posteriormente, dice que las tareas de la catequesis realizan su finalidad.
4. Luego escribe las cuatro tareas fundamentales de la catequesis.
- el conocimiento de la fe.
- la educación litúrgica.
- la formación moral
- la formación en la oración.
5. Después describe otras 2 tareas relevantes de la catequesis:
- la educación para la vida comunitaria
- la iniciación a la misión.
6. Luego hace consideraciones sobre el conjunto de estas tareas.
7. Posteriormente, explica la estructura y la gradualidad del catecumenado bautismal y cómo él es inspirador de la catequesis en la Iglesia.

SEGUNDA PARTE. EL MENSAJE EVANGÉLICO

CAPÍTULO I: NORMAS Y CRITERIOS PARA LA PRESENTACIÓN DEL MENSAJE EVANGÉLICO EN LA CATEQUESIS

* La Palabra de Dios es la fuente de la Catequesis (cf. CT 27). La Palabra de Dios debe nutrir a todos los hijos de la Iglesia. La palabra de Dios es Jesucristo, cuya voz sigue resonando, por medio del Espíritu, en la Iglesia y en el mundo.

Esta Palabra llega a nosotros a través de "obras y palabras" humanas. Por eso permanece en estado "kenótico" y la Iglesia, guiada por el Espíritu, necesita interpretarla continuamente.

* La fuente y "las fuentes" del mensaje de la Catequesis. La Palabra de Dios (Tradición + Sagrada Escritura):

- es meditada y comprendida por el Pueblo de Dios
- se celebra en la liturgia
- resplandece en la vida de la Iglesia (testimonio de los cristianos)
- es profundizada en la investigación teológica
- se manifiesta en los valores religiosos y morales de las diversas culturas.
Todas estas son las fuentes, principales o subsidiarias, de la Catequesis. No deben ser tomadas en un sentido unívoco. Cada una tiene su propio lenguaje. Estas fuentes proporcionan a la Catequesis los CRITERIOS para transmitir el mensaje.

* Los CRITERIOS para la presentación del mensaje. Dichos criterios están íntimamente relacionados entre sí, pues brotan de una única fuente. Estos criterios son válidos para todo el ministerio de la Palabra. Aquí se refieren en relación con la Catequesis.

Primer criterio: El cristocentrismo del mensaje evangélico

Toda la Catequesis está referida a Jesucristo. El no solo transmite la Palabra de Dios: El es la Palabra de Dios. Esto significa que:

Segundo criterio: El cristocentrismo trinitario del mensaje evangélico

Jesús remite constantemente al Padre, del que se sabe Hijo único, y al Espíritu Santo, por el que se sabe Ungido.

El cristocentrismo conduce a la confesión de la fe en Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo

El cristocentrismo trinitario impulsa a cuidar en la Catequesis los siguientes aspectos:

Tercer criterio: Un mensaje que anuncia la salvación

El mensaje de Jesús sobre Dios es una buena noticia para la humanidad. Jesús anuncia la salvación, ese gran don de Dios que es liberación de todo lo que oprime al hombre.

En la explicación del kerigma, la Catequesis subraya los siguientes aspectos:

Cuarto criterio: Un mensaje de liberación

La Buena Nueva incluye un mensaje de liberación. Al anunciar el Reino, Jesús se dirigía de manera muy particular a los pobres (cf Las Bienaventuranzas). La Iglesia participa hoy de la misma sensibilidad que tuvo su Maestro. Todas las formas de pobreza preocupan a la Iglesia.

Para preparar a los cristianos a esta tarea, la Catequesis cuidará los siguientes aspectos:

Quinto criterio: La eclesialidad del mensaje evangélico

La Catequesis tiene su origen en la confesión de fe de la Iglesia y conduce a la confesión de fe del catecúmeno y del catequizando. La Catequesis no es otra cosa que el proceso de transmisión del Evangelio tal como la comunidad cristiana lo ha recibido, lo comprende, lo celebra, lo vive y lo comunica de muchas formas.

Cuando la Catequesis transmite el misterio de Cristo, en su mensaje resuena la fe de todo el Pueblo de Dios a lo largo de la historia. El Evangelio que la Catequesis entrega es uno solo, a pesar de hacerlo en lenguajes culturales muy diferentes.

La Catequesis alimenta el vínculo de la unidad creando la conciencia de pertenecer a una gran comunidad que ni el espacio ni el tiempo pueden limitar.

Sexto criterio: Carácter histórico del misterio de la salvación

La "economía de la salvación" tiene un carácter histórico pues se realiza en el tiempo. Por eso la Iglesia al transmitir el mensaje, guarda constante "memoria" de los acontecimientos salvíficos del pasado, narrándolos de generación en generación. A su luz interpreta los acontecimientos actuales de la historia humana.

El carácter histórico del mensaje obliga a la Catequesis a cuidar estos aspectos:

Séptimo criterio: La inculturación del mensaje evangélico

La Palabra de Dios se hizo hombre, situado en el tiempo y en el espacio, enraizado en una cultura determinada.

La "inculturación" de la fe es un proceso profundo y global y un camino muy lento. Se trata de la penetración del Evangelio en los niveles más profundos de las personas y de los pueblos, afectándolos hasta las raíces de sus culturas. En este trabajo de inculturación las comunidades cristianas deberán hacer discernimiento. Se trata de asumir lo que sea compatible con la fe y transformar lo que esté en contraste con el Reino de Dios.

En esta inculturación se le presentan a la catequesis diversas tareas:

Octavo criterio: La integridad del mensaje evangélico

La Catequesis debe transmitir el mensaje en toda su integridad y pureza. Por tanto se evitarán presentaciones parciales o deformadoras del mismo.

Dos dimensiones subyacen a este criterio:

En la compleja relación entre inculturación e integridad del mensaje cristiano, el criterio que debe seguirse es el de una actitud evangélica de apertura misionera para la salvación integral del mundo.

Noveno criterio: Un mensaje orgánico y jerarquizado

El mensaje que transmite la Catequesis debe constituir una síntesis coherente y vital de la fe. Se organiza en torno al misterio de la Santísima Trinidad, en una perspectiva cristocéntrica, ya que este misterio es la fuente de todos los otros misterios de la fe.

La armonía del conjunto del mensaje requiere una "jerarquía de verdades", en el sentido de que algunas verdades se apoyan en otras como más principales y son iluminadas por ellas.

Todas las dimensiones del mensaje cristiano participan de esta organicidad jerarquizada:

Décimo criterio: Un mensaje significativo para la persona humana

La Catequesis no solo muestra quién es Dios y cuál es su designio salvífico, sino que, como hizo el propio Jesús, muestra también plenamente quién es el hombre al propio hombre y cuál es su altísima vocación.

La relación del mensaje cristiano con la experiencia humana no es puramente metodológica, sino que brota de la finalidad misma de la Catequesis, que busca la comunión de la persona humana con Jesucristo

Por esta razón la Catequesis al presentar el mensaje debe preocuparse por orientar la atención de las personas hacia sus experiencias de mayor importancia.

En este sentido:

Principio metodológico para la presentación del mensaje Las normas y criterios señalados en este capítulo deben ser aplicados en las diferentes formas de catequesis.

La adopción de un orden determinado en la presentación del mensaje debe condicionarse a las circunstancias y a la situación de fe del que recibe la catequesis. De ahí la necesidad de investigar cuidadosamente y de encontrar los caminos y los modos que mejor respondan a las diversas situaciones.
 

RESUMEN

Este capítulo Primero de la Segunda Parte presenta dos importantes temas:

1. La fuente de donde dimana toda la catequesis en la Iglesia: la Palabra de Dios.
2. Los criterios que hay que tener en cuenta para presentar el mensaje salvador.
3. Son 10 criterios. Cada uno de ellos es definido y luego se describen los aspectos prácticos de cada uno.
El estudiante de la Especialidad debe estar en capacidad de analizar en profundidad cualquiera de los 10 criterios mencionados.
 
"Hoy es necesario tomar conciencia nuevamente del hecho de que todo cristiano, en virtud de su consagración bautismal, ha de ser difusor del Evangelio dentro del propio ambiente en todas las circunstancias de la vida. Por tanto, todo cristiano, en cierto sentido, es misionero a tiempo completo". (Juan Pablo II, 19 de septiembre de 1986).

 

TERCERA PARTE. LA PEDAGOGÍA DE LA FE

CAPÍTULO I: LA PEDAGOGÍA DE DIOS, FUENTE Y MODELO DE LA PEDAGOGÍA DE LA FE

* La Pedagogía de Dios. Dios es un educador genial. Es padre misericordioso que considera a las personas como son, las atrae hacia sí y las hace crecer progresiva y pacientemente hacia una madurez de hijo obediente y fiel a su Palabra.

* La Pedagogía de Cristo: Dios Padre entregó al mundo el don supremo de la salvación: Jesucristo. El continúa la "pedagogía de Dios". Los discípulos tuvieron la experiencia directa de los rasgos fundamentales de la "pedagogía de Jesús" y la consignaron, después, en los Evangelios.

* La Pedagogía de la Iglesia: La Iglesia es Madre y educadora de nuestra fe. A lo largo de 20 siglos la Iglesia ha generado una gran variedad de vías y formas originales de comunicación religiosa que conforman el patrimonio de pedagogía de la fe en continuidad visible con la pedagogía del Padre y del Hijo.

* La acción del Espíritu Santo en todo cristiano. Los discípulos, gracias al don del Espíritu Santo, conocen cada vez más el misterio de la salvación y crecen en todo hacia Cristo, cabeza de la Iglesia. Nadie puede ser maestro y pedagogo de la fe de otros, si no es un discípulo convencido y fiel de Cristo en su Iglesia.

* Pedagogía divina y Catequesis. La catequesis se inspira en la pedagogía de Dios y de este modo:

"La catequesis se configura como proceso, o itinerario, o camino del seguimiento del Cristo del Evangelio en el Espíritu hacia el Padre, emprendido con vistas a alcanzar la madurez en la fe según la medida del don de Cristo (Ef. 4, 4) y las posibilidades y necesidades de cada uno" (DGC, 143).

* Pedagogía original de la fe. La catequesis no confunde la acción salvífica de Dios, que es pura gracia, con la acción pedagógica del hombre, pero tampoco las contrapone y separa.

Los objetivos concretos que inspiran sus opciones metodológicas son:

* Fidelidad a Dios y fidelidad a la persona. Será auténtica aquella catequesis que ayude a percibir la acción de Dios a lo largo de todo el camino educativo y que a la vez propicie la respuesta libre de las personas.

* La "condescendencia" de Dios. Dios adapta su modo de hablar a nuestra condición terrena. La catequesis debe encontrar, igualmente, un lenguaje capaz de comunicar la Palabra de Dios a las variadas condiciones de los oyentes.

* Evangelizar educando y educar evangelizando. El catequista organiza su trabajo a modo de un itinerario educativo de calidad. Para este efecto el catequista debe conocer y poner en práctica los avances de las Ciencias de la Educación.
 

RESUMEN

El capítulo primero de la Tercera Parte es breve pero importante.

1. Señala cuál es la Pedagogía de Dios.
2. Cómo Jesucristo la continúa.
3. Cómo, a su vez, la Iglesia durante 20 siglos ha seguido creativamente el mismo estilo pedagógico.
4. Muestra cómo la Catequesis se inspira en la pedagogía divina.
5. De allí nace la llamada pedagogía original de la fe que no se confunde con otras pedagogías.
6. Por último, presenta la catequesis fiel a Dios y adaptada en su lenguaje a las variadas condiciones de los catequizandos.
Al terminar de analizar este capítulo el estudiante estará en capacidad de responder a la temática de los 6 puntos anteriores.
 
"Lo más importante del cristianismo no es una doctrina, sino algo que ha sucedido. Y lo que ha sucedido es, concretamente, que Jesús, el Cristo, que vino al mundo para inaugurar el reinado de Dios y fue crucificado por ello, SIGUE VIVO; y desde entonces el Reinado de Dios continúa extendiéndose, hasta que al final de los tiempos alcance toda su plenitud. Evangelizar será, por tanto, comunicar a toda la humanidad esa "Buena Noticia" y pedirle que haga suya la causa del reino. Dado que no se trata - al menos en primer lugar - de una doctrina, sino de un acontecimiento, parece lógico que para evangelizar no basten las palabras; tendrá que ser posible también algún tipo de comprobación. Por eso el Sínodo de los Obispos de 1971 afirmó que "la acción en favor de la justicia y la participación en la transformación del mundo se nos presentan claramente como una dimensión constitutiva de la predicación del Evangelio, es decir, como la misión de la Iglesia para la redención del género humano y la liberación de toda situación opresiva" (Luis González-Carvajal en "Evangelizar en un mundo postcristiano", Sal Terrae, 1993, p. 147).
"La fe, es un don de Dios mismo que viene al encuentro del hombre con la palabra de la Verdad absoluta; pero es, al mismo tiempo, la respuesta del hombre que busca sinceramente el encuentro con esa Verdad: el encuentro con Dios". (Juan Pablo II, 15 de octubre de 1991)

 

CUARTA PARTE. LOS DESTINATARIOS DE LA CATEQUESIS

CAPÍTULO V: CATEQUESIS SEGÚN EL CONTEXTO SOCIO-CULTURAL

* Catequesis y cultura contemporánea. La catequesis está llamada a llevar toda la fuerza del Evangelio al corazón mismo de la cultura y de las culturas (cf. CT, 53). Tarea muy difícil y exigente y que necesita una seria reflexión.

* Tareas de la Catequesis respecto a la inculturación de la fe. En el número 203 del texto se encuentran resumidas y muy claras, lo que impide resumirlas más.

* Proceso metodológico. La Catequesis debe proponer el Evangelio en profundidad, es decir, hasta las mismas raíces de las culturas. Este desafío supone: escuchar, discernir cuanto hay de valor evangélico, purificar lo que está bajo el signo del pecado, suscitar actitudes de conversión a Dios, de diálogo con los demás y de maduración interior.

* Necesidad y criterios de valoración. En su momento oportuno es necesario evaluar si en el proceso de catequesis se han infiltrado elementos de sincretismo. La catequesis correcta es aquella que logra la asimilación intelectual de la doctrina y al mismo tiempo alcanza al corazón y cambia la conducta.

* Responsables del proceso de inculturación. Implica a todo el pueblo de Dios y no sólo a algunos expertos. Por tanto, todos aquellos que viven en el mismo contexto cultural: pastores, catequistas, laicos, deben participar en esta encarnación del Evangelio.

* Formas y vías privilegiadas. La catequesis de jóvenes y adultos es una de las formas más aptas para la inculturación; sin embargo, no hay que desatender la que se hace con los niños.

Una vía privilegiada es la catequesis litúrgica por la riqueza de signos con que se expresa. También sigue siendo central el cuidado a la familia, agente primario de una transmisión inculturada de la fe.

* El lenguaje. Es importante que la catequesis entre en comunicación con formas y términos propios de la cultura de las personas a las que se dirige, pero valorando y respetando el lenguaje propio del mensaje: lenguaje bíblico, tradicional de la Iglesia y el doctrinal.

Es importante, también, encontrar un lenguaje adaptado a niños y jóvenes y de otras categorías de personas.

* Los medios de comunicación. Hoy por hoy, uno de los lenguajes más persuasivos es el de los "mass-media". Sin embargo, es importante equilibrar bien el lenguaje de la imagen y el de la palabra; lo mismo que propiciar una madurez crítica de los usuarios y la profundización personal de los que utilizan estos medios.

Otro instrumento primordial es el catecismo, sobre todo los catecismos locales donde se hacen las adaptaciones de la cultura propia de ese ambiente.

* Ámbitos antropológicos y tendencias culturales. La catequesis debe saber estar presente en aquellos "lugares" donde se dan los cambios culturales fundamentales: familia, escuela, trabajo, tiempo libre. Lo mismo que en aquellos ámbitos antropológicos en donde se difunden modelos de vida o pautas de comportamiento: cultura urbana, turismo, migraciones, mundo juvenil, etc.
Otro sector que ha de ser iluminado por el Evangelio, es el de los "aerópagos modernos": la comunicación, compromiso por la paz, derechos humanos, salvaguardia de la creación, la mujer, los niños, etc.

* Actuación ante las situaciones concretas. La catequesis ha de confrontarse con diferentes situaciones concretas:

* Tareas de las Iglesias locales. Las Conferencias Episcopales, a la luz de las directrices de este Directorio, deben revisar y poner al día las instituciones y medios de que disponen las Iglesias locales para este importante trabajo de la inculturación del Evangelio.

* Iniciativas bajo la guía de los pastores. Los legítimos pastores deben tomar iniciativas, entre otras:


RESUMEN

El capítulo V de la Cuarta Parte, breve pero sustancioso, presenta el decisivo tema de la inculturación de la fe.

1. Ubica a la catequesis en la cultura contemporánea.
2. Enuncia las tareas de la catequesis en la inculturación de la fe.
3. Señala el proceso metodológico y la necesidad de la valoración del proceso de inculturación.
4. Define quiénes son los responsables de este proceso y señala las formas privilegiadas más aptas para la inculturación.
5. Analiza los problemas relacionados con el lenguaje, los medios de comunicación y las tendencias culturales.
6. Señala cómo se debe actuar ante situaciones concretas.
7. Describe las responsabilidades de los pastores y de las Iglesias locales en este asunto.
El estudiante al finalizar este capítulo debe estar en capacidad de analizar y describir todos los problemas que la inculturación de la fe plantea a la Catequesis.
 
"Reconoce, ¡oh cristiano!, tu dignidad, pues participas de la naturaleza divina (2 Pe 1, 4), y no vuelvas a la antigua vileza con una vida depravada. Recuerda de qué cabeza y de qué cuerpo eres miembro. Ten presente que, arrancado al poder de las tinieblas (Col 1,13), se te ha trasladado al reino y claridad de Dios. Por el sacramento del Bautismo te convertiste en templo del Espíritu Santo.

No ahuyentes a tan escogido huésped con acciones pecaminosas, no te entregues otra vez como esclavo al demonio, pues has costado la sangre de Cristo, quien te redimió según misericordia y te juzgará conforme a la verdad, el cual con el Padre y el Espíritu Santo reina por los siglos de los siglos. Amén". (San León Magno, Papa). 


 

QUINTA PARTE. LA CATEQUESIS EN LA IGLESIA PARTICULAR

CAPÍTULO II: LA FORMACIÓN PARA EL SERVICIO DE LA CATEQUESIS

* La pastoral de catequesis en la Iglesia particular. La Iglesia particular debe contar con una adecuada pastoral de los catequistas. Para ello:

* Importancia de la formación de los catequistas. La calidad de la catequesis se pone en peligro con catequistas mal o mediocremente preparados. Y no solo la calidad de la catequesis, sino, lo que es más grave, la extensión del Reino de Dios en este mundo.
Esto quiere decir que los obispos deben dar absoluta prioridad a la formación de los catequistas laicos.

* Finalidad y naturaleza de la formación de los catequistas. El fin de la formación es lograr que el catequista sea la persona más apta para la transmisión del mensaje salvífico. La formación del catequista debe estar impregnada por la idea de que lo que busca el catequista es propiciar la comunión del convertido con Jesucristo.

Esta perspectiva cristológica incide directamente en la identidad del catequista y en su preparación. La formación tiene, también, una naturaleza eclesial por cuanto el catequista transmite el Evangelio en nombre de la Iglesia.

Criterios inspiradores de la formación de los catequistas. Los siguientes son los criterios inspiradores de dicha formación:

* Las dimensiones de la formación: el SER, el SABER, el SABER HACER: La dimensión más profunda es la del SER del catequista. La formación le ha de ayudar a madurar, ante todo como persona, como creyente, como apóstol.

Después viene lo que el catequistas debe SABER para ser un excelente apóstol: hay que conocer tanto el mensaje como el destinatario del mensaje. Hay que tener muy buenas bases teológicas y psicológicas.

Finalmente, está el SABER HACER, es decir, ser un buen pedagogo, buen comunicador, en una palabra ser excelente educador.

* Madurez humana, cristiana y apostólica. La madurez humana, es tarea de toda la vida y no siempre fácil. El catequista deberá crecer en equilibrio afectivo, en sentido crítico, en unidad interior, en capacidad de relación y diálogo, en trabajo en equipo, lo mismo que en capacidad de respeto y amor hacia los catequizandos.

El espacio de la catequesis debe alimentar y nutrir su fe, haciéndolo crecer como creyente, alimentando la espiritualidad propia del catequista.

La formación, igualmente, debe alimentar su conciencia apostólica, su sentido evangelizador.

* La formación bíblico-teológica del catequista. Además de testigo el catequista debe ser maestro que enseña.

La formación bíblico-teológica la proporcionará un conocimiento orgánico del mensaje cristiano, en torno al misterio central de la fe que es Jesucristo.

Esta formación debe tener las siguientes cualidades:

* Las ciencias humanas en la formación de los catequistas. Las ciencias humanas le proporcionan al catequista un conocimiento adecuado de la persona humana y de la realidad que vive.

Por eso el catequista debe tener conocimientos suficientes de psicología, sobre todo psicología evolutiva y psicología religiosa. Igualmente, las ciencias sociales le brindan el conocimiento adecuado de la realidad socio-política, económica y cultural y que incide en la recepción del mensaje evangélico.

* Criterios que pueden inspirar el empleo de las ciencias humanas en la formación de los catequistas. Ellos son:

* La formación pedagógica. Lo primero que hay que respetar es la pedagogía original de la fe. El catequista no es el dueño de la experiencia de la fe del catequizando; su tarea es la de cultivar el don de la fe, ofrecerlo, alimentarlo, ayudarlo a crecer.

Dicho esto, la formación tratará de que el catequista madure en su capacidad educativa: atención a las personas, a sus procesos de aprendizaje.

* La formación de los catequistas dentro de las comunidades cristianas. La comunidad cristiana es el espacio donde el catequista experimenta su vocación y donde alimenta su compromiso evangelizador.

La comunidad cristiana realiza varias acciones a favor de sus catequistas:

* Escuelas de Catequistas. Son de varios tipos:


RESUMEN

El capítulo II de la Quinta Parte estudia el fundamental problema de la Formación de los Catequistas.

1. Se señala, en primer lugar, las características de la pastoral de la Catequesis en la Diócesis.
2. Se señala la indiscutida importancia de la formación de los catequistas.
3. Se analiza la finalidad de dicha formación.
4. Se plantean los criterios que deben regular la formación de los catequistas.
5. Se presentan las 3 dimensiones de la formación: el SER, el SABER, el SABER HACER.
6. A continuación se presentan las áreas en que se hace la formación: 7. Se muestra el papel de las comunidades cristianas en esta formación.
8. Se describen los distintos tipos de Escuelas de Formación.
Al finalizar el estudio de este capítulo el estudiante debe:

1. Hacer un serio cuestionamiento de su situación ante las exigencias de su formación como catequista.
2. Revisar sus fortalezas y sus debilidades con relación al amplio panorama de su formación.
3. Tener ideas claras sobre los tópicos analizados en el capítulo.