No darás falso testimonio contra mí

 

Generalmente, cuando se pregunta lo que dice el octavo mandamiento, toda persona responde: "No levantarás falso testimonio". La Biblia dice la misma cosa con otras palabras:

"No darás falso testimonio contra tu prójimo" (Ex 20, 16).

¿Cuál es el sentido de este mandamiento? ¿Cómo responde al clamor del pueblo? ¿Cuál es la causa de la opresión que quiere atacar y combatir? También aquí es válido repetir el comienzo de los diez mandamientos: "Yo soy Yavé tu Dios, el que te sacó de Egipto, país de la esclavitud. Por eso no darás falso testimonio contra tu prójimo".

El sistema del Faraón era la mentira instalada en el poder. Proclamaba al pueblo: "Yo soy el hijo de Dios" y, en nombre de esta mentira, oprimía y explotaba al pueblo impunemente. En nombre de esta mentira, hacía lo que quería y los pobres estaban imposibilitados de conseguir sus derechos. La ganancia del Faraón, de los reyes y de los grandes compraba a los jueces y abogados. Y, en el tribunal, nadie defendía el derecho de los pobres, del huérfano y de la viuda (Is l' 23; Jer 2, 8; Am 2, 6; 5, 7; 6, 12; Miq 3, 1-4; 3, 9-11; 7, 1-3). Los responsables para la aplicación de la justicia habían transformado la propia ley de Dios en instrumento de mentira (Jer 8, 8). El sistema jurídico estaba podrido.

Desapareció el amor a la verdad. Esta era la situación creada por los reyes de Judá y de Israel. Ello nos da una idea de cuál debía ser la situación del pueblo de los pobres allá en Egipto, en la "casa de la esclavitud". Pues los reyes de Palestina copiaban el modelo del Faraón de Egipto.

En esta situación de absoluta falta de recursos para que los pobres pudieran conseguir hacer respetar sus derechos en la justicia; en esta situación en que el falso testimonio era casi normal, Dios declara al grupo de Moisés: "Yo soy Yavé, tu Dios, el que te sacó de Egipto, país de la esclavitud. No darás falso testimonio contra tu prójimo" (Ex 20, 2.16). Con este mandamiento lo que se quiere alcanzar es 10 siguiente:

1. No imitar el ejemplo dado por el sistema corrupto y tener el coraje de defender al hermano, sobre todo al pobre, en los tribunales de justicia.

2. Luchar para crear una nueva organización en que sea posible que a todos se les haga justicia. Y que ya no sea posible que alguien levante falso testimonio contra su hermano. En el código de la alianza, la Biblia da una serie de normas de cómo lograr esto concretamente (Ex 23, 1-9).

Además de eso, lo que se quiere promover con la observancia de este mandamiento es que la sinceridad sea nuevamente base de las relaciones entre las personas. Sin la sinceridad y sin el amor a la verdad, la posibilidad del diálogo es destruida en su raíz y la convivencia social se torna imposible. Jesús vino a revelar esta intención del Padre. El dice: "Oigan sí, cuando es sí, y no, cuando es no" (Mat 5, 67).

La organización igualitaria del pueblo en comunidades fraternas no es sólo una cuestión de economía y de política. Es también una cuestión de conversión sincera de cada uno a la verdad. "La verdad les hará libres". Aquellos que caminan y luchan con Yavé por una nueva sociedad deben practicar la sinceridad, el amor a la verdad. Así renuevan la sociedad a partir de su base y crean condiciones para una nueva justicia.

¿Y hoy? Las cosas llegaron a un punto tal que ya no se puede confiar en las palabras oficiales. Los grandes aparecen en la televisión y dicen las más grandes mentiras. En la práctica de la justicia, pronunciada delante del Crucifijo y con la mano puesta en los Evangelios, los pobres llevan las de perder casi siempre, o porque la ley está en contra de ellos o porque los jueces se dejan comprar. Se creó un sistema de total inseguridad, sin justicia para nadie, donde los que deben velar por la seguridad provocan la inseguridad del pueblo, y donde ya no se sabe lo que es verdad y 10 que es mentira. El octavo mandamiento no es observado.

El octavo mandamiento parecería que no sirve más que para castigar a los niños que, por el miedo de apenar a sus padres y profesores, esconden a veces la verdad y levantan falso testimonio. Pero es absolutamente necesario luchar por una nueva estructura jurídica y social que favorezca la práctica de la justicia y el amor a la verdad; una nueva estructura jurídica que cree seguridad y defienda los derechos pisoteados del pueblo oprimido.