CAPITULO IX

LA REFORMA DE LA VIDA RELIGIOSA

 

1.- Nueva y veterana.

1.1.- Los Cartujos:

Si consideramos el desarrollo de la vida religiosa, vemos que en el siglo XV hay un periodo en el cual, a nivel de las órdenes religiosas, se fundan pocas y desaparecen muchas.

Debemos destacar, en esta época, a los cartujos que tienen su máximo esplendor. Entre los máximos exponentes podemos destacar: Pietro Petroni (+1361), Ludolfo di Sassonia (+1337), autor de Liber de Vita Christi. Stefano Maconi (+1424), general de obediencia romana., el cardenal Nicolás Albergati (+1443), el gran escritor Dionigi el Cartujo (+1471).

1.2.- Las reformas en las huellas de la tradición:

En el interior de las comunidades monásticas hubieron intentos de reforma, como las Costumbres de Subiaco de 1380, que llevaron una abreviación del oficio divino, compensada por la Lectio divina, un mayor control de los monjes con la posibilidad de condenar con penas corporales.

Algunos monasterios se inspiraron en estas normas, como la unión de Melk, en la cual faltó una organización centralizada con carácter congregacional.

En el monasterio de Kastl, en Baviera, fueron aprobadas las costumbres que además fueron utilizadas por Costanza e influyeron mucho sobre 23 abadías reformadas directa o indirectamente por Kastl.(.Costumbres castellenses. 1380-1410). A partir de 1492 la reforma se hace estéril tal vez por .la pompa y la soberbia de los abades..

2.- Comunidades nuevas.

En los siglos XIV-XV las fundaciones nuevas no faltaron, aunque fueron pocas.

2.1.- Olivetanos y s. Francisca Romana:

Los Olivetanos constituyen la Congregación de  S. María del Monte Oliveti fundada por B. Bernardo Tolomei, y por un grupo de jóvenes nobles en 1313. El origen de la orden fue sobre todo eremítico, colocándose en el interior de la orden Benedictina. Aprobada por Clemente VI (1344) lo desarrolló muy rápido. A pesar de la muerte de 80 monjes durante la peste del 1348, la congregación ve la apertura de 43 nuevos monasterios entre 1344 y 1450.

La estructura por tanto no es fraccionada, sino unitaria. El centro es el Monte Oliveto, con su abad, que no tiene un cargo vitalicio (anual y después trienal), ayudado por un capítulo anual que elige al prior y los visitadores.

Ligada a los Olivetanos está s. Francisca Bussa de los Ponciani, llamada Francisca romana (1384-1440). Los padres habían decidido para ella el matrimonio. Pero ella quería una vida espiritual que unía contemplación y testimonio caritativo. Recoge un grupo de Oblatas en el convento romano de Tor de Specchi. Para permitir la unión de oración y caridad no impuso votos solemnes ni clausura. Ella constituirá un punto de referencia para la historia de la vida consagrada femenina.

2.2.- La división de los Jerónimos:

San Jerónimo en los siglos XIV-XVI estuvo de actualidad por ser considerado un humanista y también un eremita. Por esto se formaron muchas comunidades de Jerónimos.

La rama más importante de los Jerónimos fue la española fundada por Fernando Yañez de Figueroa y Pedro Fernández Pecha, que después de algunos años de eremitismo, en 1370 se transfirieron a la Iglesia de S. Bartolomé de Lupiana (Guadalajara). Comenzó una orden aprobada por Gregorio XI (1373) y después por Benedicto XIII (1414). Se formó una estructura unitaria, pero flexible: en el centro el prior general y su consejo; debajo los monasterios dotados de una cierta autonomía. Los monjes se dedicaban al culto divino, a la contemplación y al trabajo. Unidos a la corte, fueron confiados a ellos los monasterios madrileños de Ntra. Sra. del Prado (1441), San Jerónimo el Real (1462), y después por Felipe II, San Lorenzo del Escorial (1562).

2.3.- Los Jesuatos:

Eran una comunidad laical (pobres de Cristo), fundada por Juan Colombini (+1367). Eran laicos que vivían en la humildad, en el gozo como nuevos pobres por amor a Cristo y respetaban las oraciones del Padrenuestro y del Avemaría y proclamaban la invocación .¡Oh Jesús, o Jesús!. En vida del fundador se contentaron con una aprobación oral, que establece al menos una mínima estructura, ordenando que no fueran en peregrinación perpetua, sino que vivieran en un lugar fijo. Después se clericalizaron y comenzaron a decaer.

2.4.- Los Mínimos:

Es una orden mucho más importante, que fue fundada por S. Francisco de Paula (1416-1507), eremita. Reunió en Paula (Calabria) algunos compañeros que intentaban vivir su mismo ritmo penitencial: estricta Cuaresma y limosna. Era un testimonio importante de penitencia evangélica, que tenía como contenido la oración, el ayuno y la caridad. Los superiores se llamaban .correctores., para significar que la vida consagrada es estímulo para una mayor generosidad. La difusión de la orden fue notable hasta llegar a un máximo de 457 conventos y 12.000 miembros.

2.5.- Los canónigos seculares de San Jorge en Alga:

Entre 1402 y 1404 en Venecia los religiosos de extracción noble, se reunieron en comunidad con el fin de restaurar el ideal sacerdotal. El animador fue Gabriel Condulmer, futuro Eugenio IV. Ludovico Barbo, les apoyó. De ella formó parte s. Lorenzo Justiniani. Su finalidad era llevar una vida de perfección sin votos, sin regla, viviendo en pobreza y mendigando. La norma decisiva de su vida era el Evangelio y la caridad.

Tenían una síntesis de vida devota, humilde, y solitaria, unida a la solemnidad de las celebraciones litúrgicas. Su ideal era el de los presbíteros de vida común, sin votos pero para realizar una más plena vida común. Su difusión fue prodigiosa. Influyeron en Sta. Justina y sobre el clima de su tiempo. Decaen en el s. XVII y son suprimidos por Clemente VIII en 1668 y sus bienes utilizados para la guerra de Candia.

3.- La Observancia.

El movimiento de reforma más importante en los siglos XIV y XV tiene como elemento inspirador el .retorno. a los orígenes, es decir a la regla primitiva que debía ser observada. Estaban convencidos de que la vitalidad de una experiencia se debía a la .regla., considerada sancionada o inspirada por Dios, y por tanto capaz de conducir al religioso a la santidad. Fueron diversas para comunidad las modalidades de la restauración.

3.1.- Las comunidades monásticas:

En el interior de la comunidades monásticas, la Reforma viene de lo alto, no fue un simple retorno a la forma primitiva, sino que llevó importantes cambios institucionales, como la excepción de la .stabiblitas. - que constituye la esencia del voto benedictino -, de la autonomía de la abadía y de la abolición del cargo vitalicio del abad. Por tanto más monasterios crearon congregaciones subordinadas a un consejo supremo (definitorio) para escoger abad y visitadores.

3.1.1.- Los benedictinos negros:

San Benito de Valladolid (1390) constituye la primera observancia en torno a la cual se reunieron otros 8 monasterios. Sus características son:

·Se introduce la inclusio perpetua, es decir la clausura como la de las Clarisas con rejas y torno.

·La vida en el interior del monasterio tiene la impronta de un clima contemplativo: lectio divina, meditación, liturgia, silencio.

Santa Justina de Padua fue, no obstante la congregación más importante. Ludovico Barbo, para poder incidir en un tejido amorfo, abolió el cargo de abad vitalicio, la inamovilidad de los monjes, que podían ser trasladados de un monasterio a otro según las exigencias respectivas, contraviniendo en tal caso al propio voto de .stabilitas. e impidiendo la autonomía de cada abadía. Consigue plasmarlo todo en una sola congregación, puesta bajo el capítulo anual y de los .definidores.. De esta manera, las interferencias exteriores eran anuladas con todas las ventajas de la vida espiritual y fraterna. Define la uniformidad en la liturgia (el nuevo breviario fue aprobado en 1447), abolida la doble mesa del abad y del convento, puestos bajo control los gastos y la posesión del dinero. Prohibidas las vestiduras buscadas, los valiosos arreos de los caballos. Se acentuó por tanto la clausura que comportó en particular la exclusión del apostolado femenino.

El Barbo sustrae del movimiento monástico los capisayos de la .devotio moderna.. Difunde la Imitación de Cristo y escribe una obra muy importante, Forma orationis et meditationis. En ella fija para cada día de la semana un argumento.

El monasterio de Bursfeld fundado en 1093 se había relajado en el siglo XIV. Una reforma fue llevada a cabo por Juan Dederoth que en un viaje a Basilea y a Italia había conocido el movimiento de reforma. La reforma de este monasterio se caracterizó por el mantenimiento del cargo vitalicio del abad, de la autonomía de elección del abad y del capítulo compuesto solamente por prelados, sin conventuales.

3.1.2.- Los benedictinos blancos:

Los Cistercienses conocerían el fenómeno de la observancia en España a comienzos del 1425 por obra de Martín de Vargas, un Jerónimo autorizado para reformar a los hijos de s. Bernardo. Influenciado por Barbo fundó el monasterio del monte Sión, llegando más tarde con la incorporación de algunos monasterios a Congregación (1434) reconocida por la orden en 1493. Tres años después surge la congregación de s. Bernardo en Italia siempre estructurada sobre le modelo de Sta. Justina que incorporó 45 monasterios italianos de 85.

Eugenio IV impuso un monje de Sta. Justina también en Camaldoli para establecer el modelo de Padua. La iniciativa no tuvo resultado. Fue más efectivo el intento de Pedro Donato, que había constituido en la república veneta en 1474 una congregación de observancia con un abad .ad tempus.. Era la congregación de s. Miguel de Murano. Sucesivamente se restauró el elemento eremítico por obra de Paolo Justiniani y Pedro Quirini. El primero todavía no satisfecho, dejó Camaldoli en 1520 y fundó el monasterio de Monte Corona. De suyo este monasterio debía depender de Camaldoli, pero en el capítulo de 1523 por el rechazo de Justiniani de mitigar la pobreza y el espíritu de penitencia, se produce una ruptura con la consiguiente formación de una congregación monástica de eremitas camaldulenses.

También en Vallombrosa se produjeron unas intervenciones papales para constituir una congregación de observancia. La dificultad mayor era la pérdida de poder del abad y la obligación de respetar las antiguas reglas. En 1485 fue fundada la congregación de Sta. María de Vallombrosa que de hecho poco a poco absorbió a la orden.

3.2.- Los mendicantes:

3.2.1.- Crisis de los mendicantes:

En el siglo XV hay una decadencia de todas las ordenes mendicantes. Las causas son diversas:

3.2.1.1.- Reclutamiento de niños:

Era una práctica común para los padres ofrecer un hijo a un convento y a una orden (.Donati., .oblati.), para que fuese educado y después siguiese la vida religiosa. Era una práctica seguida por los benedictinos y por muchas órdenes mendicantes, aunque rechazada por los cartujos y cistercienses.

Alejandro III había definido que una profesión religiosa antes de los 14 años no era vinculante; Celestino III prescribió que el niño a la edad de la discreción podía dejar el hábito monástico. El capítulo de Lyon de los franciscanos de 1325 había exigido los 14 años para la admisión en la orden. Es claro que el abuso se refería a los oblatos niños y no a los adultos, que, sin hacer profesión de los votos vivían con los hermanos, con el hábito pero sin capucha.

Esta costumbre era seguida por otras órdenes masculinas y femeninas, siendo muy criticada. Juan de Capistrano había suplicado al papa Eugenio IV eliminar de la orden las tres P: Pecunia, pueri, petulantia.

3.2.1.2.- Desórdenes en el campo de la pobreza:

Es uno de los nudos cruciales, denunciados por la bula Exivi de Paradiso (1312), según la cual los mandamientos de la regla obligaban bajo pena de pecado grave, y entre ellos estaba en particular el uso pobre de las cosas permitidas por la regla.

A los dominicos les estaba prohibido toda propiedad individual; debían contentarse con objetos pobres; fuera del convento debían andar a pie, pidiendo limosna puerta a puerta, y no tener .locum incertum.. Esto estaba codificado en el capítulo de Bolonia de 1220 de hecho el primitivo fervor se había perdido, y había sucedido que cada uno tenía para sí heredad, estipendio, ofrendas, réditos.

Es superfluo hablar de los franciscanos, de los cuales son conocidas la polémicas acaloradas de los espirituales, entre los agustinos se había introducido la costumbre de dar un estipendio a los religiosos según los diversos cargos. También los carmelitas habían compartido esta costumbre.

La mendicidad había llegado a ser molesta por la multiplicación de los que la hacían. Y el contraste existente entre esto y las riquezas que habían en los monasterios.

3.2.1.3.- Disgregación de la vida comunitaria:

Las comunidades de los mendicantes se modelaban sobre la comunión fraterna y de los bienes a imagen de la Comunidad de Jerusalén. Mesa, oración, bienes, dormitorio, todo era común. Pero con el tiempo había invadido el abuso de solicitar y conceder dispensas. A los lectores dominicales se les concedía un .socius., habitación más confortable, la posibilidad de usar caballería y de ausentarse de trabajos gravosos. A los maestros franciscanos  algunas veces, otras veces al socius, se les concedía un .famulus. y varias exenciones. Lo grave era que muchas dispensas podían ser obtenidas por dinero. Habría por tanto los .magistri bullati., que podían llegar a los grados sin subordinarse al curriculum ordinario. Urbano V concedió 45 bulas de este tipo.

3.2.2.-La observancia de los mendicantes:

Mientras que para los monjes la recuperación viene de arriba, para los mendicantes, sobre todo los franciscanos, el movimiento de renovación surge desde abajo. Otra diferencia se refiere a la relación institucional y a la colocación en la orden. Entre los mendicantes los conventos reformados formaban una provincia autónoma dentro de la orden, mientras dentro del universo monástico se formaron congregaciones autónomas, así como también entre los franciscanos.

Desde el punto de vista del desarrollo se pueden aislar algunas líneas comunes:

·las casas que quieren vivir en la observancia son reunidas por el padre general en una provincia, están supeditadas al provincial y gobernadas por medio de un vicario (o custodio, o comisario) con todas las facultades de un provincial;

·las provincias tienen una autonomía que:

·unas veces origina una orden nueva, con un general propio

·otras veces, el movimiento de la observancia, contagia a las demás provincias que son así conquistadas por el movimiento de renovación.

Desde el punto de vista de los contenidos las congregaciones de la observancia se caracterizan por:

·una vida más austera y retirada;

·una pobreza más auténtica y severa;

·la vuelta a la vida común;

·un clima de oración más intenso;

·una menor consideración del valor de los estudios.

3.2.3.- Los franciscanos:

A pesar de que se inspiraron en los espirituales, los primeros observantes en Italia evitaron toda forma de extremismo. Después de algunos intentos infructuosos, Paoluccio de Vagnozzo Trinci de Foligno, con el permiso del ministro general de la orden intenta reabrir el eremitorio de Brogliano. No adoptó un hábito distinto y no se retira de la obediencia.

Características de la observancia franciscana en la primera fase fueron:

·construir pequeñas fraternidades;

·la vida semieremítica;

·la renuncia a los bienes inmuebles, rentas, dispensas.

En una segunda fase, con la entrada de las .cuatro columnas. (Bernardino, Capistrano, Alberto de Sarteano y Santiago de la Marca) serían las siguientes:

·alternancia entre vida retirada y apostolado;

·apertura al estudio.

Bernardino de Siena llevó como herencia a la observancia su apertura intelectual, una moderación y una aversión a la conflictividad, extraordinaria y una gran sensibilidad a los temas del humanismo.

En Francia la primera fundación será en Mirebeau-en-Poitou (1388). A diferencia de lo ocurrido en Italia, se prefiere sustraer a los observantes de sus respectivos ministros y reunirlos bajo la obediencia de un vicario general, norma que fue aprobada en Costanza (1415). Los hermanos permanecieron en el convento, se dedicaban a la oración y al trabajo manual y salían sólo para la predicación. Fue menor el reclamo eremítico.

En España comenzó la observancia en 1390 con una modalidad más cercana a la italiana, aunque los orígenes fueron independientes. Un gran impulso provendrá de Pedro de Villacreces. La reforma se difunde en Hungría, Bosnia (Bernardini), en Polonia, Austria, Bohemia, Lituania, Holanda, Irlanda e Inglaterra.

Entre los conventuales y los observantes se produjo una larga fase de conflictividad. Un provisional acuerdo se realizará en el Capítulo General de Asís de 1430, en el cual se decide volver a la pobreza de los orígenes, renunciando a los bienes y mobiliarios, rentas y exenciones. Pero el ministro general Guillermo de Casale rápidamente pide al papa ser liberado de la promesa hecha. Se comenzó el camino hacia la autonomía con la elección de dos vicarios generales, uno para la familia Cismontana y otro para la Ultramontana (1446). La división definitiva tuvo lugar con León X y su bula Ite vos, concediendo independencia total a los observantes. Desde este momento la observancia será otra orden.

3.2.4.- Los dominicos:

Durante el cisma se habían dividido en dos obediencias con dos superiores generales. El general de Avignon, J. De Puinoix, había intentado introducir normas típicas de la Reforma como:

·      obligación del dormitorio común;

·      la pobreza, para la cual los hermanos debían de privarse de los bienes que poseían privadamente;

·      las habitaciones no podían ser ni designadas ni vendidas a los hermanos que podrían desembolsar la cifra correspondiente.

Es un conjunto de normas disciplinares muy rigurosas, a las que le faltaba el sentido interior. Este vendrá de S. Vicente Ferrer en su Tratado de la vida espiritual en el que invitaba a los hermanos a vivir con mayor rigor evangélico. No obstante este intento no conseguirá suscitar un movimiento de observancia como se producirá en la vertiente urbanista..

Raimundo de Capua, elegido maestro general urbanista en 1380, pensó que en cada provincia debía existir un convento para los que espontáneamente quisieran entrar en la observancia.

La reforma dominica fue guiada desde lo alto, pero encontró en la base una respuesta rápida. En el siglo XV se constituyeron las siguientes congregaciones: Lombardía, Teutónica, Castilla, Holandesa, Francia, S. Marcos de Florencia.

3.2.5.- Los Carmelitas:

Desde los orígenes se habían dividido en dos tendencias: ermítico-contemplativa y urbana-conventual.

El conventualismo, caracterizado por una interpretación menos rígida de la regla primitiva, por causas comunes a muchas otras órdenes, había degenerado en abusos contra la pobreza y la vida en común. A petición del capítulo general, Eugenio IV había concedido la primera bula de .Mitigación. (Romani pontificis), que concedía comer carne tres veces a la semana y atenuar el rigor de la vida del convento, permitiendo el recreo y pasear en los claustros y en las cercanías del convento. Posteriores retoques en este sentido vinieron de Pío II y Sixto IV. Estas bulas no tocaban la regla inocenciana de 1247, que permanecía en rigor, por lo que quien quisiera, podía volver al rigor primitivo. Y es a esta regla a la que se refiere el movimiento de renovación que fue doble:

3.2.5.1.- Las congregaciones de observancia:

Las mitigaciones no fueron aceptadas por todos los hermanos que por espíritu de perfección quisieron volver a la regla primitiva. Esta no era el texto de s. Alberto, sino el inocenciano de 1247 que englobaba al precedente.

Este fenómeno reformador germinó espontáneamente en el convento de la Selva de Florencia (1412-13), en Mantua (1423), en Gironda, Palermo y en algunos conventos ingleses, irlandeses y alemanes. Algunos de ellos se unieron en la Congregación Mantovana que consiguió la autonomía en 1492. Sus características eran:

·no aceptaban la mitigación en acto de abstinencia y ayuno;

·rechazaban los privilegios papales;

·el dinero debía depositarse en la caja común;

·era gobernada por un vicario general sometido al prior general.

Otra congregación surge en Francia con Luis d.Amboise, en el convento de Albi.

3.2.5.2.- Las acciones del general Soreth:

En la base de su reforma estaba el deseo muy realista de la vuelta ala observancia de la regla mitigada, por otra parte en su obra de Reforma había una mirada al pasado, a la tradición, pero también al futuro, como surge de la influencia de la Devotio Moderna, que se manifiesta en los siguientes puntos: interioridad, afectividad, separación del mundo, cristocentrismo, concepción ascética de la vida espiritual, con insistencia en la obediencia, humildad, amor al silencio, paciencia, y rechazo de la mística abstracta. Gracias a él, la meditación fue considerada como el medio para realizar el ideal contemplativo.

3.2.6.- Los agustinos:

La peste negra había provocado un desastre terrible entre los agustinos que perdieron a muchos hermanos. La renovación tuvo muchos focos. Comenzó con la provincia de la observancia de Lecceto, después Sajonia, que será la de Lutero, la de s. Juan en Carbonare, España, que incorporó todos los conventos de la península Ibérica, Monte Ortona, Perugia, Lombardía, Génova, Deliceto, Zampani o Calabrese y Dalmata.

3.2.7.- Los siervos de María:

Habían nacido como una orden de pobres contemplativos, transformándose después en orden mendicante-apostólica. La reforma comenzó con la vuelta al monte Senario, decidida en el capítulo de Ferrara de 1404. El convento estaba puesto bajo la jurisdicción inmediata del prior general; el superior provincial podía hacer la visita canónica, pero no cambiar a ningún hermano; en el interior del convento se observaba la abstinencia perenne de la carne. Se abrieron otros conventos en Brescia, Vicenza, Cremona, para los cuales Eugenio IV decidió espontáneamente crear una provincia de la observancia (1440). En 1473 el monte Senario se separó de la observancia para poder atender a la contemplación. En 1486 se instituyó una congregación en Alemania.

4- La Devotio moderna.

4.1.- De las palabras a la historia:

Si el movimiento se inició en los Países Bajos con Gerardo Groote (+1384), haciendo un estudio más atento del periodo se ha demostrado la presencia de una espiritualidad similar pero independiente. .Devotio. significa la virtud de religión. El adjetivo moderno sigue el uso de la cultura del tiempo, que distinguía la escuela Occanista como .moderna. de la antigua, es decir de la escolástica de la época de oro (Sto. Tomás y S. Buenaventura). Es por tanto una espiritualidad de los siglos XV y XVI que propone una espiritualidad nueva, diversa y en contraste con respecto a la tradición renano-flamenca, que era más bien abstracta.

4.2.- La devotio moderna flamenca:

Inicia el movimiento Gerardo Groote de Deventer. Se había convertido, después de un periodo de vida disipada en contacto con los cartujos de Monnikhuizen. No permanece en la cartuja porque se sentía llamado a la vida apostólica, también rechazó siempre el sacerdocio. Era muy eficaz como predicador. También muy severo. Su desesperado interiorismo, le llevaba a condenar toda realidad creada. Consideraba pecado mortal asistir a la misa de un sacerdote concubino; toda relación sexual lo consideraba pecado, incluso en el matrimonio. A pesar de esto la influencia fue muy grande.



GROOTE

 

                                                Vita comune.                                     .Vita monástica.

 

F. Radwijns

Hermanas de la                        Hermanos de la            Canónigos regulares
Vida común                             vida común                    de Windesheim.



La .Vita Comune. desde el punto de vista estrictamente del léxico significa .popular., posible a todos, igual para todos. Desde el punto de vista histórico-espiritual se refiere a un estilo de vida .íntimo., que genera comunión; por tanto una vida absorbida en Dios, en la contemplación, hace al fiel capaz de ser .comunicativo., en cuanto puede indicar Dios.

Unido a Dios fue el comienzo de un complejo de experiencias de vida en común. Desde la unión con Dios sabrá engendrar una necesidad de comunión en su tiempo, testimoniado por tres comunidades.

Las Hermanas de la vida común: en 1374 Groote reúne en su casa 16 mujeres y jóvenes, que con sus sucesores se desarrollaron en una comunidad sin votos, pero viviendo en pobreza, castidad y obediencia. Renunciaban a los bienes patrimoniales, se prestaban a la cura de los enfermos, enseñaban a las jóvenes los trabajos domésticos. Cada casa tenía una superiora. Llegaron hasta la Revolución francesa.

El discípulo de Groote, Florencio Radewijns, en 1383 fundó los Hermanos de la vida común, una comunidad sin votos, reglas monásticas, estructura muy rígida. Los hermanos, además de la oración, se ocupaban de la transcripción y miniado de los libros, en casa, no en monasterios. Se ocupaban de la enseñanza a los niños, y a los jóvenes en internados, en los que existían gran espacio para la devoción. El colegio de Montaigu en París, fue uno de ellos, en él estudiaron Erasmo, S. Ignacio y Calvino.

Por deseo de alguno de estos .íntimos., se lleva a cabo una comunidad de vida separada del mundo. Para los Canónigos regulares de Windesheim, fundado en 1386, no se asume una regla .mendicante., porque era considerada demasiado dispersa.

Otras irradiaciones de la Congregación se produjo por medio de la influencia que tuvieron las lecturas de estos .devotos., representadas por copias manuscritas, florilegios y otros libros personales. Destacan el Breviloquium y el Soliloquium de Gerlac Peters, el Rosetum de Juan Mombaer y la Imitación de Cristo, sobre la que se discute la autoría, entre Tomás de Kempis y Juan Gersenio de Vercelli.

4.3.- Otros exponentes de la Devotio Moderna:

Una antigua tesis leía la historia de la Devotio como una serie de dependencias de un sólo arquetipo, el de los Países Bajos. La impresión es que se trata por lo contrario de un terreno fértil, que ha producido en diversas zonas, más o menos al mismo tiempo, fenómenos similares.

4.4.- Características relevantes:

Podemos señalar algunas líneas comunes a este ambiente:

·Tendencia antiespeculativa, sobre todo en relación a la mística; que la veína muy abstracta, panteísta

·tendencia práctico-afectiva: esta forma de espiritualidad preveía una referencia constante a Cristo para imitarle, para seguirle en sus virtudes, y para suscitar afecto; había por tanto una derivación moralizante evidente;

·tendencia metódica, que llevó a reglamentar los ejercicios de piedad; ejemplo el Rosetum de Mombaer, que aplicaba a la meditación un diseño de división, fraccionamiento, y esquematización de la oración.

·tendencia individualista e intimista, que dejaba poco espacio a la Iglesia y al apostolado, como si fuese una opción y no un empeño derivado del bautismo.