CAPITULO VII

LOS DOS CONCILIOS
(1418-1449)

 

1.- El oriente cristiano hacia la unión.

1.1.- La sintonía:

El horizonte de la Iglesia bizantina se ha ido estrechando en los confines del imperio, minando al Este por el Islam, al Norte por los serbios y los búlgaros, al Oeste por los Angió, catalanes e italianos.

Para entender ala Iglesia Bizantina debemos insertarla en el contexto del imperio de Oriente. La lista dinástica es la siguiente:

 

Dinastía de los paleologi

 

Miguel VII (1261-82)

 

 

Andronico II (1282-1328)

 

 

Andronico III (1328-41)

 

 

Juan V (1341-90)

 

Juan V Cantacuzueno (1347-55)

Manuel II (1391-1425)

 

 

Juan VIII(1425-1448)

 

 

Constantino XI (1448-1453)

 

 

 

En la Iglesia de Oriente los emperadores tiene un papel especialmente importante, aunque no podemos hablar de cesaropapismo, en cuanto entre el emperador y la Iglesia debía reinar una relación armónica, que se encuentra expresado en un códice de la época de Basilio I. es cierto que el emperador es la .ley viviente.. Su soberanía es icono de la monarquía divino, y esto es por tres motivos:

·El emperador está inserto en la Iglesia y tiene una responsabilidad para proteger la fe ortodoxa.

·Su autoridad está limitada por la ley divina, por la ortodoxia y la filantropía.

·Entre los deberes espirituales de la autoridad eclesiástica y los poderes imperiales había diferencia.

1.2.- Los patriarcas:

En la práctica las relaciones entre el emperador y los patriarcas no fueron tan inmutables como se piensa.

LISTA DE PATRIARCAS DE CONSTANTINOPLA.

Juan XI Bekkos (1275-82)

Calixto I (segunda vez: 1354-63)

José I (segunda vez: 1282-83)

Filoteo Kokinnos (segunda vez: 1364-76)

Gregorio II (1283-90)

Macario (primera vez: 1377-79)

Atanasio I (primera vez: 1289-93)

Nilo (1380-88)

Juan XII (1294-1303)

Antonio IV (primera vez: 1389-90)

Atanasio II (1303-09)

Macario (segunda vez: 1390-91)

Nifone (1310-1314)

Antonio IV (segunda vez: 1391-97)

Juan XIII (1315-19)

Calixto II Xantopulo (1391)

Gerasimo I (1320-21)

Mateo I (1397-1410)

Isaia (1323-32)

Eutimio II (1410-16)

Juan XIV Kalekas (1333-47)

José II (1416-39)

Isidoro Bucheiras (1347-50)

Metrofane II (1440-43)

Calixto I (primera vez: 1350-53)

Gregorio III (1445-51)

Filoteo Kokinnos (primera vez: 1353-54)

 

 

El patriarcado se sentía dominar el mundo después del cisma del occidente, pero en realidad sabía que su jurisdicción era muy limitada.

La elección del patriarca se hacía en el sínodo endemousa (metrópoli vecina de Constantinopla), que proponía al emperador una terna de nombres. Este elegía uno, al cual le confería el bastón patriarcal. Después se hacía la consagración por parte del metropolita de Eraclea. Del 1275 al 1451 hubo 22 patriarcas, la mayoría de los cuales eran monjes.

1.3.- Los monjes:

El polo eclesial que más influencia tenía era el de los monjes, después del patriarca. Como cambios más representativos tenemos:

1. Disminuye la autoridad del igumeno en el monasterio, gracias a la introducción de un consejo de 15 miembros.

2. Aumentó la influencia de los grandes monasterios.

3. A partir del siglo XV se difunde la idioritmia, que llevaba la libertad y autonomía de vida de los monjes en el monaquismo, y que conllevaba una disminución de la obediencia.

4. Hubo una decadencia de las costumbres de los monjes.

5. Los monjes tomaron siempre posturas integristas y conservadoras, impidiendo a la ortodoxia abrirse a las influencias externas.

El fenómeno más significativo del monaquismo oriental en este periodo fue el Esicasmo y la consiguiente polémica palamita.

El Esicasmo es un sistema espiritual que conduce a la paz como medio para la contemplación. Este ideal, con elementos comunes al estoicismo y al platonismo, comportaba tres cosas:

1. la solitudine fuera del mundo;

2. el silencio como misterio que revela el mundo ultraterreno y futuro;

3. la quiete, que comporta el control de los pensamientos y la ausencia de los cuidados terrestres para alcanzar la oración pura y continua.

Este sistema se desarrolló entre los eremitas, fue teorizado por la escuela sinaítica, y trasplantado a Constantinopla con Simeón el Nuevo Teólogo, en el siglo XIV.

Gregorio Palamas (1296-1359) llevó al esicasmo a su culmen. Importante fue la obra triada para la defensa de los santos esicásticos, en la que se sostiene que los santos monjes podían llegar a ver con los ojos la luz increada que se irradia de Cristo sobre el monte Tabor. Para evitar la polémica, Gregorio sostiene que esta luz no era la esencia divina, sino su energía.

La controversia palamita nace del ataque del monje calabrés Barlaan, que conociendo Avignon, la escolástica y Petrarca, acusó a los eclesiásticos de:

·omfalopsichia (onfalo= ombligo).

·de errar en el conocimiento de Dios en cuanto:

·      o lo materializaban

·      o distinguían en Él la naturaleza de la energía.

·del mesianismo (sólo la oración y no los sacramentos o la vida ascética podían alejar a Satanás).

Barlaan fue condenado, el palanismo triunfó también la doctrina sobre la luz del Tabor y sobre la distinción entre esencia y energía fueron abandonadas.

1.4.- Los contactos entre las dos Iglesias:

Después del cisma del 1054 había elementos de división fuertes, pero también hay elementos de unión.

1.4.1.- Las diferencias:
1.4.4.1.- De carácter teológico:

a)   El Filoque.. Apareció en el siglo IV y se cristalizó con Carlo Magno. Fue individualizada por Focio como heterodoxa y desde el 1204 considerada como una herejía porque: era ilegítimo el cambio en el Símbolo apostólico, y porque introduce un segundo principio en la Trinidad.

b)  El primado del papa: porque va contra la Pentrarchia, y porque el papa es herético.

c)   El Purgatorio

d)  La afirmación de la teología escolástica, muy rigurosa y con una exigente base racional, encontró no preparado al Oriente.

1.4.4.2.- De carácter litúrgico-disciplinar:

Los orientales reprobaban a los occidentales: los ácimos, la Epíclesis, la ausencia de la barba, el crisma, el celibato eclesiástico, los vestidos litúrgicos, el signo de la cruz con la mano y no con los tres dedos, el bautismo por aspersión, el ayuno en los sábados de cuaresma, la omisión del Aleluya en cuaresma, la hostia redonda, la falta de respeto a la imagen de la Theotokos.

Los occidentales reprobaban lo mismo a los orientales, pero además les acusaban de no oponerse al divorcio.

1.4.4.3.- De carácter político-cultural:

Las cruzadas en general y en particular la del 1204; la recíproca ignorancia lingüística; la presencia de los comerciantes italianos que condicionaban los precios y el comercio; el saqueo de los catalanes del monte Athos.

1.4.2.- Los intentos de unión:

El concilio de Lyon (1274) falló en su intento de unión, porque Miguel VIII no había hecho una elección personal, con carácter político. No fue seguido por el pueblo, ni por el clero.

La situación se deterioró. Si los contactos volvieron fue por Bizancio, por lo emperadores que acudían a Occidente en busca de ayuda. Encontraron obstáculos en los monjes, y en la propia Roma, donde pretendían una sumisión pura y simple y no querían la convocación de un Concilio.

2.- El Occidente católico hacia la división.

2.1.- Hacia el concilio:

Costanza había puesto fin a una gran crisis, pero en realidad no había terminado otra, que fue provocada por dos factores:

·El decreto Frequens: Costanza había decidido la convocación .frecuente. de un concilio. Había transformado un evento extraordinario, en una estructura ordinaria de gobierno. Se tenía, por tanto, una confusión entre consilium, estructura ordinaria de gobierno, y el concilium, donde se debe recurrir para resolver los problemas graves de carácter general. Se tendía a transformar un evento de comunión en la Iglesia, en un parlamento.

·El concepto de representación: todo derivaba de una cierta interpretación del concepto de representación o representatividad, que en los concilios medievales era muy importante. La representación tenía tres sentidos:

a)   Delegación. Según Marsilio de Padova, el poder le viene al papa y a los obispos sólo por delegación, son como los procuradores y embajadores, pero sabemos que no en este modo, los obispos son la voz de la Iglesia, la representan pero no son delegados de las diócesis.

b)  Mimesis. Es la palabra usada por Platón para significar la reproducción en nuestro mundo sensible de los modelos externos. En nuestro contexto significa: una asamblea es representativa si en su interior reproduce lo varios elementos de la sociedad.

c)   Personificación. Cuando una sociedad se encuentra simbólicamente presente en su jefe. Un jefe de Estado en visita a otra nación representa a todo el Estado.

2.2.- Eugenio IV (1431-47) el papa de los dos concilios:

A la muerte de Martín V los cardenales del cónclave estaban de acuerdo en algunos puntos:

·que los Colonna serían demasiados fuertes;

·que se debía convocar un concilio como remedio a los males de la Iglesia;

·que se debía reforzar el colegio cardenalicio.

Los cardenales en el cónclave eran 19. Fue elegido Gabriele Condulmier, que tomó el nombre de Eugenio IV, era un hombre pío e irreprensible. Confirmó la convocación de un concilio, en Basilea.

3.- El concilio de Basilea-Losanna (1431-1449).

3.1.- Los problemas:

3.1.1.- El concilio visto desde Roma y desde Basilea:

Basilea estaba muy alejada de Roma. Porque los mensajes no podían pasar por Milán, debían hacer un largo camino, en el cual invertían un mes o más de tiempo. Además también estaban alejadas en cuanto a los objetivos: Roma estaba preocupada por la cruzada contra los hussitas, Alemania por la reforma de la Iglesia. Los contrastes entre los Colonna le parecían al papa algo monstruoso, pero esto era nada contra el odio popular, el nacionalismo, y el anticlericalismo difundido por Alemania. En Roma se pensaba arreglar el cisma griego. En Basilea se temía un cisma más ruinoso. Para la curia de Roma el concilio era una inútil perdida de tiempo, pero para Basilea era la acogida a la Iglesia.

3.1.2.- Participantes:

Estaban con el concilio todas las nacionalidades de Europa, comenzando por el emperador Segismundo, Francia, Castilla y su aliada, Inglaterra. Entre los cardenales, 15 estaban por el concilio y 6 por el papa. De parte de Eugenio IV estaban los estados italianos, excepto Milán.

3.1.3.- Organización del concilio:

a)   Los miembros. Para participar debían hacer un juramento, no podían recibir breves, ni alejarse del concilio. La libertad de expresión estaba garantizada.

b)  El reglamento. A diferencia de Costanza, en Basilea se excluye el principio del voto por naciones y prevalece el plenario conciliar. Se crearon 4 delegaciones: fe, reforma, paz, problemas generales. Las discusiones se hacían en comisión, compuestas de un igual número de representantes de las naciones y de los clérigos de todos los grados. Si después de una madura discusión no se llegaba a una unanimidad, entonces en sesión plenaria se debían exponer las tesis de la mayoría y de la minoría. En la asamblea general prevalecían el parecer de la mayoría delegaciones. En teoría el reglamento era bueno, pero en la práctica llevó a discusiones sin fin y tumultuosas, aunque la culpa no fue del reglamento.

c)   Los presupuestos. Es aquí donde el concilio entró en crisis. Prevalecieron las teorías del conciliarismo extremista. Se consideró .representante de toda la Iglesia. investido del poder de .Epekeia..

d)  Aspectos administrativos. Se organizó una administración muy articulada, los gastos eran enormes, se intentó imponer a todos un régimen de vida modesto, y para asegurar un sustento suficiente, el concilio intenta cobrar tasas sobre el quinto de todos los beneficios. Los deudores fueron castigados con la excomunión. Se creó una curia conciliar que comprendía la Penitenciaria, la Cámara (oficio de las finanzas), la Cancillería, la Sagrada Rota (tribunal de apelación contra las decisiones del papa) y la Cámara de Justicia. Rápidamente el concilio se saturó de súplicas, procesos, recursos, apelaciones. Los gastos aumentaron en proporción con la estructura burocrática.

3.2.- El concilio con el papa (1431-1437):

3.2.1.- Los difíciles comienzos: (1431-33).

A pesar de que la participación parecía escasa y teniendo la posibilidad de tener a los griegos en el concilio, Eugenio emanó dos bulas con el mismo título: Quoniam alto. La primera (12-11-1431) era un decreto de suspensión y de transferencia a Bolonia, su ejecución se dejaba al juicio del legado Cesarini. La segunda (18-12-1431), trataba de la transferencia incondicional.

El concilio responde que sin su consenso no se podía admitir ninguna transferencia. En la sesión siguiente se pide al papa la revocación del decreto. A pesar del escaso número de prelados, el concilio se sentía fuerte por el apoyo de los estados. El enfrentamiento entre Roma y Basilea continuó. En este momento podemos situar la Concordantia catholica (1431-33), de Nicolás de Cusa (+ 1464). En este escrito se refiere a la visión patrística de San Cipriano y San Agustín más que a la de los juristas recientes, que ponían al papa sobre la autoridad del concilio. Retomando a San Cipriano define a la iglesia como la unión de los hombres y de los ángeles en la Trinidad, una prolongación de Cristo, y por tanto su Cuerpo Místico y su esposa. La ley suprema de esta asamblea es la concordia. Para él, el papa es el representante de Cristo como jefe de la unidad de los creyentes. En cualidad su poder no difiere del de los demás obispos, pero es el primero sobre los otros. El concilio es la instancia suprema. Consiste en la concordancia, donación del Espíritu, y asegura la infalibilidad. El concilio representa a la Iglesia, deriva el poder de Cristo y está por encima del papa, por lo que reconocía como ecuménicos sólo a los concilios de los .cinco patriarcados..

El papa tenía a todos en contra, fue citado por rebeldía. Presionado por la situación romana (Fortebraccio había invadido el estado de la Iglesia), abandonado por los cardenales, al final cedió, y reconoció el concilio como legítimo pero no sus decretos. El trabajo conciliar prosiguió y fue notable.

3.2.2.- La fe:

Después del laborioso trabajo con los hussitas, el concilio consigue un acuerdo sobre la base de cuatro puntos:

·      La comunión bajo las dos especies es concedida (no impuesta) a quien lo demande.

·      Los pecados públicos serán sancionados por la autoridad jurisdiccional.

·      La predicación de la Palabra de Dios es libre, pero reservada a los sacerdotes bajo la autoridad de los obispos.

·      La Iglesia tiene el derecho de posesión, pero los bienes deben ser correctamente administrados. Cada clérigo puede aspirar a un mínimo vital.

3.2.3.- La paz:

La guerra había devastado Bohemia, pero también Francia. En el 1431 Juana de Arco había sido quemada en la hoguera. La guerra entre Inglaterra y Borgogna por un lado, y Francia, por otro, continuaba.

3.2.3.- La reforma:

Las propuestas de reforma no faltaron. Podemos resumirla según el destinatario así:

·      Concilio general. Durante el concilio, si el papa muere, el sucesor debe ser elegido por el concilio; el concilio debe ser único; el lugar del concilio decenal debe ser elegido por el propio concilio; todos deben participar; si el papa o cualquiera impidieran la labor del concilio deben ser .ipso facto. desposeído del ejercicio del poder papal.

·      Papa. Debe jurar la observancia de la Haec sancta e Frequens. El número de los cardenales es reducido a 24, todos sobre los 30 años, ninguno podía ser sobrino de un papa o cardenal viviente. Se establecen limitaciones de poder. Se abolen las tasas, también las del palio y de las bulas, que se consideran simonía.

·      Clérigos. A los cargos eclesiásticos se les proveía por elección. Se abolen las reservas papales, las celebraciones sean hechas con esmero. Se recomendaba la puntualidad en las celebraciones. Debe recitarse todo el Credo, el Padrenuestro. Y el prefacio, se prohibe los cantos profanos en las celebraciones.. los clérigos que vivían en concubinato eran suspendidos por tres meses de los beneficios, en caso de reincidencia se les suspendía del beneficio a perpetuidad.

·      Las iglesias. Desestiman también los vergonzosos abusos de algunas iglesias, por la cual en determinadas fiestas del año algunos bendicen con la mitra, pastores con los vestidos pontificales a la manera de los obispos, otros se visten de duques, etc., haciendo después banquetes. Este sínodo establece y manda, a los ordinarios, a los decanos, a los rectores de iglesias, bajo pena de suspensión por tres meses de todos los beneficios, que no se permitan estas fiestas en las iglesia que deben ser lugar de oración y también en los cementerios.

·      Los Hebreos. Se organiza una misión, donde los hebreos son obligados a escuchar. Se prohibe a los hebreos tener a cristianos como siervos; a los cristianos se les prohibe participar en fiestas hebreas de cualquier tipo, bajo pena grave. En los domingos o en las fiestas solemnes no pueden trabajar públicamente, ni abrir sus comercios.

3.3.- El concilio contra el papa (1437-1449):

El papa no estaba satisfecho de todo lo que se hacía en Basilea. Los tratados con Juan VIII Paleologo, eran conducidas por dos delegaciones. El concilio había ofrecido como sede Basilea o Avignon; pero Eugenio estaba mejor por Udine o Florencia.

El papa transfirió el concilio a Ferrara. El concilio se agrietó, la mayoría estaba en contra del cambio y permanece en Basilea. Una minoría fueron con el papa. El concilio de Basilea depone al papa como herético y elige al duque Amadeo VIII de Saboya, antipapa, con el nombre de Félix V.

Su continuación fue estéril. Fue abandonado por las potencias y se encerró en una obstinada voluntad de contraposición al papa. Estaba claro que deseaba, no tanto la aprobación del papa, sino su obediencia.

Este hecho retrasó la reforma, que sólo un concilio podía realizar. Desde ahora la sombra del concilio se proyecta como una amenaza, más que una ocasión de comunión y de crecimiento.

Además favoreció las pretensiones de los Estados sobre la Iglesia. La asamblea del clero francés en Bourges promulgó la Prammatica Sanzione (1438), en la cual aceptaban ciertas decisiones de Basilea: cada 10 años la convocación de un concilio, a cuyas decisiones, el papa debía obedecer, los episcopados y otros beneficios no son reservados al papa, los anuales son abolidos, se limitan los recursos de Roma. Todo a la luz de la Iglesia Galicana.

En Alemania, después de un conflicto de Eugenio con dos Arzobispos, el de Colonia y el de Reviri, el papa los depone, porque favorecían a Basilea. Los príncipes electores fueron solidarios con los depuestos. Pero con los buenos oficios de Enea Silvio Piccolomini, en vez de una ruptura se tiene un acuerdo. En 1447 se firmaron los Concordata principum, que tienen 4 puntos.

1.    El papa convocará un concilio en tierra alemana en cuanto pueda.

2.    El papa reconoce la importancia de los concilios, acepta Costanza, el decreto Frequens y .otros. decretos (sin precisar cuales).

3.    Los alemanes podrán conservar los decretos de Basilea por ellos aceptados, a fin que se llegue a un acuerdo con los príncipes.

4.    Eugenio IV promete restituir las sedes respectivas con los arzobispos de Treviri y Colonia, porque juraron obediencia a él.

4.- El Concilio de Ferrara-Florencia-Roma (1438-1445).

La posición del papa fue muy reforzada por el concilio de Ferrara-Florencia. Abierto el 9 de Abril 1438, estuvieron presente el papa, el emperador de Bizancio, el patriarca de Constantinopla, los arzobispos de Efeso, Kiev, Nicea y 70 obispos occidentales. Fue transferido a Florencia donde se llegó a un acuerdo completo sobre los puntos conflictivos. La libertad en las discusiones fue absoluta. Después del acuerdo con los griegos (bula Laetentur caeli del 6 de Julio 1439), se hizo el Decretum pro Armenis y el acuerdo con los Jacobitas de Egipto y Etiopía. Se trasladó a Roma, donde el concilio llegó a unos acuerdos con grupos de Caldeos, Maronitas y Jacobitas de Mesopotamia. Desgraciadamente el acuerdo fue teórico. Constantinopla tenía los días contados. Cuando cayó bajo los turcos, se puso de manifiesto que fue un acuerdo de las cabezas, pero el pueblo prefería el turbante de los turcos a la tiara pontificia.



[1] Bibliografía: L. Gayet, Le Grande Schisme d.Occident, Rome 1889; L. Salembier, Le Grande Schisme d.Occidente, París 1922; N. Valois, La France et le Grande Schime d.Occident, 4 Vol., París 1896; The Great Shism, New York 1977; genèse et débuts du Grand Shisme d.Occident, París 1980.