6. La Revolución Democrática.

En el plano político, la propuesta fundamental del programa del ahora nuevamente candidato presidencial Hugo Chávez es hacer una Revolución Democrática, en forma pacífica y por medios democráticos. Con ello se pretende transformar el marco institucional, dentro del cual los actores económicos, políticos y sociales hacen sus planes y toman sus decisiones; marco institucional que estaba caracterizado por el dominio de las cúpulas de los partidos políticos tradicionales que, a su vez, controlaban los diferentes poderes del Estado en casi todos los ámbitos territoriales, tanto nacional como regional y local. Una pequeña elite de los partidos tradicionales, decidía quienes ocuparían los cargos para ser miembros de la Corte Suprema de Justicia, el Fiscal General de la República, el Contralor General de la República y los directivos del Consejo Supremo Electoral, ahora Consejo Nacional Electoral. Esos mismos cogollos decidían sobre el comportamiento de las fracciones políticas en el Congreso e influían decisivamente en las decisiones de la Corte Suprema de Justicia. Con lo que, en la práctica, quedaba cercenada la división de poderes. Esto impidió una sana y dinámica relación entre los diversos actores de la vida nacional. Las decisiones de carácter e interés nacional eran sometidas al tutelaje de las direcciones partidistas, sin que sobre éstos existiera algún control efectivo por parte de la sociedad venezolana. El alto grado de concentración de poder, combinado con un Estado que ha manejado y maneja grandes recursos provenientes del negocio petrolero, trajo consigo la generación de corruptelas, compadrazgos y clientelismo, erosionándose el desarrollo democrático de la vida nacional.

La forma en que se pretende alcanzar esta Revolución Pacífica es, corroborando lo propuesto por Huntington, procurar la Institucionalización de la V República. Una vez concluidas las megaelecciones, se dejará atrás el proceso de transición institucional, en el que era necesario definir al adversario, las elites corruptas e ineficientes del puntofijismo, aislarlas, segregarlas y desplazarlas. Lo que se logró pacíficamente, con métodos democráticos y con un mínimo de tensiones sociales y de perturbaciones en la vida institucional.

Ahora entramos en el período de institucionalización de la V República. Serán elegidos los miembros del Tribunal Supremo de Justicia; del Poder Ciudadano, Fiscal General, Contralor General y Defensor del Pueblo; del Poder Electoral, conforme a la normativa de la Constitución Bolivariana. Lo que implica, contrariamente al proceso anterior, mecanismos de negociación entre los sectores representados en los diferentes organismos de los Poderes del Estado, legitimados mediante el proceso eleccionario y actuando dentro de las reglas del juego establecidas en la Constitución.

7. Cambios constitucionales.

A continuación ofreceremos una síntesis de las principales diferencias entre la Constitución de la IV República, cuya data es de 1961, con la nueva Constitución Bolivariana. Aquella Carta fundamental rigió el juego democrático durante los 40 años de existencia de la democracia de Punto Fijo y el Pueblo venezolano buscó producir los cambios que ese sistema requería, mediante el proceso coyuntural resumido en la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Los cambios, y sus repercusiones, son:

1. Un nuevo nombre para la República.

En el artículo primero de la nueva Carta Magna se lee: "Venezuela se declara República Bolivariana, irrevocablemente libre e independiente, y fundamenta su patrimonio moral así como los valores de libertad, justicia y paz internacional en la doctrina de Simón Bolívar, el Libertador". Analistas consideran que con esta decisión la ANC introdujo un componente ideológico de tinte nacionalista en la Carta Magna. Gerardo Fernández, abogado constitucionalista, estima que se trata de un "antojito revolucionario" para complacer al presidente Chávez.

2. El Voto militar.

La nueva Constitución señala que "los integrantes de la Fuerza Armada Nacional en situación de actividad, tienen derecho al sufragio de conformidad con la ley". La posibilidad de extender el derecho al sufragio a los militares sin ningún tipo de discriminación por rangos, no debe confundirse con el carácter apolítico y no deliberante de la institución. La existencia de uno no impide la aplicación del otro. El derecho al voto por parte de los miembros de la Fuerza Armada Nacional, implicaría la igualdad de condiciones frente a los civiles en cuanto al sufragio como derecho universal. Además, el ejercicio del voto por parte de los militares debe asumirse como una decisión privada y no pública o institucional. El nuevo texto constitucional consagra como pilares fundamentales la disciplina, la obediencia, la subordinación y la acción conjunta y se puntualiza que no les está permitido optar a cargo de elección popular, participar en actos de propaganda, militancia o proselitismo político partidista.

3.La reelección presidencial inmediata.

La nueva Constitución establece que "el período presidencial será de seis (6) años. El Presidente de la República puede ser reelegido, de inmediato y por una sola vez, para un período adicional". El historiador Manuel Caballero advertía desde los comienzos del proceso constituyente, que la principal preocupación del presidente Hugo Chávez era lograr la reelección a través de la Asamblea. Caballero denominaba a la ANC, "la reelectuyente". Hoy el camino queda abierto para que el primer mandatario permanezca en Miraflores hasta el 2011, si el primer año de gobierno (1999) no es contado en la relegitimación del Poder Ejecutivo. Algunos detractores de la decisión advierten acerca del peligro que encierra la permanencia en el poder por muchos años (sobre todo en países de fuerte tradición caudillista y militar), y el desgaste de la legitimidad presidencial.

4. El Vicepresidente.

Cada una de las ramas del poder público tendrá determinadas novedades: el Ejecutivo suma a la figura del primer mandatario la del vicepresidente, su más directo colaborador. El deberá coordinar las relaciones con el Legislativo y los demás entes de la administración pública. Estará para suplir al presidente con todas las atribuciones que éste le delegue. Este miembro del Ejecutivo tiende a cambiar las características de la política nacional. La figura es suceptible del voto de censura de la Asamblea Nacional (Legislativo), al igual que cualquier ministro. Pero si en un período la Asamblea sanciona a tres vicepresidentes, el presidente adquiere la potestad de disolver al parlamento para que sea renovado en elecciones.

5. La unicameralidad.

El nuevo parlamento será un cuerpo con un menor número de miembros y también con menos atribuciones, sobre todo en el ámbito militar. Quizás por ser sujeto de críticas populares, la Constituyente puso especial énfasis en este nuevo poder. Sus miembros, de mandato revocable, perderán potestades como la amplia inmunidad que anteriormente disfrutaban. La primera razón a favor de una sola cámara, fue la reducción de la burocracia, lo que daría celeridad a la actividad legislativa. Se ha dicho incluso, que anteriormente todo el trabajo lo hacía la Cámara de Diputados, por lo que la Cámara de Senadores estaría de más en una estructura donde se busque mayor efectividad. Este argumento es desmentido por quienes aseguran que la unicameralidad es utilizada en países donde se concentra el poder en un sólo partido político y sin tradición democrática.

6. El Tribunal Supremo de Justicia.

"Corresponde al Tribunal Supremo de Justicia la dirección, el gobierno y la administración del Poder Judicial, la inspección y vigilancia de los tribunales de la República y de las Defensorías Públicas.". Este organismo viene a sustituir a la Corte Suprema de Justicia como ente rector del sistema judicial venezolano. La forma de elección de los nuevos magistrados será más compleja y participativa. Hasta ahora eran electos por mayoría simple del Congreso. En adelante serán electos en el Legislativo, pero se requerirá de un proceso que se inicia con postulaciones personales y se obliga a escuchar a la comunidad. Esto busca que sean magistrados más autónomos y que actúen sin la presión de haber sido elegidos por sectores políticos.

7. El Poder electoral.

Se establece que el Poder Electoral se ejerce por el Consejo Nacional Electoral como ente rector y, como organismos subordinados a éste, la Junta Electoral Nacional, la Comisión de Registro Civil y Electoral y la Comisión de Participación Política y Financiamiento. Este nuevo poder público viene a cumplir una reiterada petición del sector para que se diera rango constitucional al órgano que realiza las elecciones. Desaparece el Consejo Nacional Electoral, ente que curiosamente no llegó a cumplir dos años de vida. Los miembros serán sólo cinco. Las otras nuevas instituciones constitucionales del ámbito electoral que la Constituyente consideró pertinente crear, tratan de unificar el registro Civil y el Electoral, y la coordinación de la participación ciudadana, que ha sido emblema político de los últimos años.

8. EL Poder Ciudadano.

La nueva Carta Magna reza: "El Poder Ciudadano se ejerce por el Consejo Moral Republicano integrado por el Defensor del Pueblo, el Fiscal General y el Contralor General de la República". Toda una novedad en la vida republicana de Venezuela. Incorpora una nueva figura, el Defensor del Pueblo, cuyas funciones son prevenir, investigar y sancionar los hechos que atenten contra la ética pública y la moral administrativa; velar por la buena gestión y la legalidad en el uso del patrimonio público; el cumplimiento y la aplicación del principio de legalidad en toda la actividad administrativa del Estado y promover, igualmente, la educación como proceso creador de la ciudadanía, así como la libertad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y el trabajo. Inspirado en la frase de El Libertador: "Moral y Luces son nuestras primeras necesidades", este poder público fue rechazado por quienes argumentaban que no se justifica en una democracia que ya contempla a las figuras del Contralor y del Fiscal como entes autónomos. En adelante, al formar parte de un mismo poder, no habrá vigilancia recíproca entre éstos.

9. Rendición de cuentas del Banco Central.

En la nueva Carta Magna el Banco Central de Venezuela (BCV) "se regirá por el principio de responsabilidad pública, a cuyo efecto rendirá cuenta de las actuaciones, metas y resultados de sus políticas ante la Asamblea Nacional, de acuerdo a la ley". A los economistas les preocupa esta decisión. Estiman que si esa rendición de cuentas se hace sobre la gestión monetaria y cambiaria, el ente emisor perdería la potestad de controlar la inflación, y tal es su objetivo

10. La evasión fiscal como delito penal.

"La evasión fiscal, sin perjuicio de otras sanciones establecidas por la ley, podrá ser castigada penalmente". En Venezuela una de las grandes debilidades de la recaudación fiscal está en la evasión y corrupción administrativa.

11. Petróleos de Venezuela (PDVSA) propiedad absoluta del Estado.

En la nueva Constitución el Estado conservará la totalidad de las acciones de PDVSA o del ente creado para el manejo de la industria petrolera por razones de soberanía económica, política y de estrategia nacional, exceptuando las de las filiales, asociaciones estratégicas y cualquier otra que se constituyan como parte del desarrollo de la empresa. La disposición constitucional deja abierta la posibilidad de que las filiales puedan tener capital mixto, y contempla la posibilidad de que se realicen asociaciones estratégicas.

12. Los derechos indígenas.

"El Estado reconoce la existencia de los pueblos y comunidades indígenas, su organización social, política y económica, sus culturas, usos y costumbres, idiomas y religiones, así como su hábitat y derechos originarios sobre las tierras que ancestral y tradicionalmente ocupan y que son necesarias para desarrollar y garantizar sus formas de vida". Expertos de la frontera venezolana consideran que si se aceptan los "derechos originarios" de los indígenas, éstos, basándose en el principio inalienable de autodeterminación de los pueblos, estarán en capacidad de exigir y obtener derechos para la explotación de sus propias tierras, con sus recursos naturales y minerales; la desmilitarización de las mismas; recibir préstamos internacionales o la restitución de los territorios que hayan sido confiscados o dañados. El contralmirante (r) Ramiro Pérez Luciani, presidente del Instituto de Estudios Fronterizos, advierte que estaríamos frente al desmembramiento de una porción de Venezuela.

8. Percepción de la Coyuntura.

Las percepciones sobre los acontecimientos que están sucediendo en Venezuela, las llamadas "megaelecciones", han suscitado múltiples opiniones, a menudo muy diversas entre sí, y que a continuación recogemos con el fin de ilustrar que opina la sociedad, una sociedad que ve su futuro desde una perspectiva positiva, y otros como algo incierto y de rasgos pesimistas. Las fuentes utilizadas para tal cometido, son artículos de prensa venezolana, extraídas de Internet.

Al referirnos a una visión positiva de la realidad en Venezuela, queremos decir que existe un optimismo sobre los resultados que se obtendrán en las próximas elecciones del 30 de julio, y que significarían la consolidación del proceso de democratización de la democracia.

En el artículo de Ricardo Combellas, que lleva por título "Caudillismo versus Democracia Participativa", se aprecia una incertidumbre sobre qué camino tomará luego de las elecciones, la política venezolana. El autor cita a Aristóteles, "la esperanza es el sueño de un hombre despierto", y opina que al extrapolar su significado, a la Democracia Participativa podemos concebirla como un desiderátum, una esperanza del sistema político venezolano. La verdad para el autor es que ésta nunca ha existido, ni siquiera en las formalidades constitucionales. Sin embargo se muestra optimista, pues la aprobación de la Constitución Bolivariana significa a su entender una buena señal para el avance de la Democracia en Venezuela y la apertura a un mapa ambicioso para su desarrollo. Admite que realizar este sueño no será una tarea fácil, principalmente por la tradición, la de un caudillismo autoritario, que vence pero no convence. A raíz de esto el autor cita a Unamuno, "Venceréis pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis porque convencer significa persuadir y para persuadir necesitáis algo que os falta razón y derecho en la lucha". Los valores universales democráticos de la libertad y la igualdad son ajenos, extraños a la vida de los venezolanos. Esta situación es explicada por la pobreza creciente que ha convertido a la mayoría en incrédulos en relación a la igualdad, es decir, frente a las promesas de mejor nivel de vida y de justa distribución del ingreso.

El autor Baldomero Vásquez Soto, en su artículo "El final de la Democracia como Idelogía", agrega a los factores antes señalados la degradación institucional de los poderes ejecutivo, legislativo, judicial, electoral y militar, a causa de la apropiación indebida que la élite dominante hizo de ellos, y que ha traído como consecuencia el hecho de que el pueblo considere moralmente ilegítimas las instituciones políticas de la democracia venezolana y rechace abiertamente a aquellos que la ejercen: los partidos políticos. Esta desligitimación institucional que padece el régimen democrático es el detonante del fenómeno chavista. La travesía que ahora emprende Venezuela es "hacia la mayoría de edad para hacer realidad una sociedad productiva, democrática y moderna. Un capitalismo verdadero, para utilizar las palabras del presidente Chavéz".

El artículo de Salomón Baum, titulado "Las dos Venezuela", da testimonio de dos realidades, dos capas que conviven, se enfrentan a veces. Las que están conformadas por una Venezuela de trabajo; la otra Venezuela corrupta. La primera capa, según el autor, debe ser estimulada y relanzada para que termine por dominar, por infiltrarse en todas partes, para que así silencie y opaque a la capa infructuosa. No hay duda para él, en la necesidad de grandes y profundas reformas, destaca la iniciativa de Hugo Chavéz, candidato a la presidencia en la convocatoria a una Constituyente. Para el autor estas reformas no tienen por qué ser violentas, ni implicar amenazas, como tampoco conllevar la imposición de sistemas de gobierno autoritarios y demagógicos, que coarten la libertad. La revolución debe ser pacífica, y debe implicar el cambio radical de actitud del venezolano, mediante el ejemplo y la práctica de todo el tren gubernamental. La postura presentada muestra un optimismo, que se refleja en la confianza hacia un nuevo gobierno, el cual debe sustentarse sin duda alguna en el ejemplo, para que de ese modo se logre una culturización democrática en la sociedad venezolana.

A continuación se tratarán aquellos artículos que no ven futuro próspero para los resultados que se obtendrán en las megaelecciones, pues asumen de antemano el fracaso del proyecto político de Hugo Chavéz, que significará un estancamiento en la ya destrozada Venezuela.

Es un hecho reconocido el pensar que en Venezuela la Democracia ha existido durante cuarenta años. Sin embargo el artículo de Alicia Alamo Bartolome, titulado "Eso es verdad...", nos muestra una realidad que se aleja de todo parámetro mínimo de Democracia, en donde ha existido un Congreso de parásitos privilegiados, ausentismos, curules vitalicios, viáticos a granel para viajes, teléfono gratis, jugosas jubilaciones, prestaciones sociales incalificables por la naturaleza del servicio que debían prestar, impunidad – más que inmunidad – parlamentaria, más toda clase de ventajismos. También critica la despreocupación del gobierno demostrada ante la pasada catástrofe ambiental, ya que éste se encontraba concentrado en el triunfo del "SI" a la nueva constitución. Para la autora después de un año constitucional poco ha variado la situación de Venezuela, los personeros del régimen hacen los mismos negocios, se arrogan los mismos privilegios, se saltan "sus" nuevas leyes eligiendo a dedo, practican el "quítate tú para ponerme yo".

En el artículo de Nicomedes Zuloaga titulado "El veneno de la Democracia", vemos de manera tajante como se expresa, citando para ejemplificar su postura a Norberto Bobbio, sobre uno de los atributos más importante de la Democracia, Elección por la Mayoría . Zuloaga considera que las Elecciones son en realidad un verdadero mal necesario del sistema que puede destruirlo, todo a raíz de la mayoría que apoya a Chavéz, lo que considera como el producto de lo que él llama "deseo de retroceder y profundizar aún más la crisis".

En la opinión de Mercedes Medina, "Democracia y Cultura", complementando la anterior opinión, precisa que al pueblo venezolano le falta preparación y tradición cultural, y asegura que Democracia y Cultura son temas indisolubles, forman un juego dialéctico en el que la primera es la base de la segunda y la segunda influye en la primera.

Otra percepción pesimista la encontramos en el historiador y ex Presidente de la República Ramón J. Velásquez ( entrevista). Para él lo que está proponiendo Chavéz es "Caudillismo y Personalismo". Lo único realmente nuevo para él es la democracia. La palabra " Política" estuvo prohibida hasta bien entrado el S. XX. y cuando el partido político es armado, como en el liberalismo amarillo, no hay debate ni contraste de ideas, no hay libertad ni dignidad.

Ultimamente se han hecho oír las voces de protesta de algunos militares venezolanos, llegándose a hablar de un "Ruido de Sables" que estaría perturbando al gobierno de Chávez. "De seguir así, hay posibilidades de un Golpe de Estado. No quisiéramos que eso sucediera, pero si el Presidente no rectifica los errores cometidos, podríamos ir a una situación de ese tipo", advierte el almirante Huizi Clavier. Este último agrega también que "hay un descontento interno de las Fuerzas Armadas, con una alta explosividad por los problemas sociales del país, que no sabemos hasta donde Venezuela puede aguantarla".

9. Conclusión.

Podemos afirmar que la hipótesis propuesta para interpretar los hechos que se han desarrollado durante la coyuntura que sirve como objeto de estudio en este trabajo se cumple. Esta aseveración tiene su fundamento en el respeto por las vías democráticas que se ha podido comprobar, para llevar a cabo un proceso de cambio rápido y fundamental, aunque no violento.

El Cambio ha sido rápido, porque si bien la noción de Crisis y la necesidad de reformas de fondo en el sistema se presentan desde mediados de los 80, la coyuntura que ha desenvuelto el proceso revolucionario corresponde al período comprendido entre la elección de Chávez en 1998, y el proceso eleccionario actual, que pretende formar las nuevas instituciones democráticas según la nueva Constitución.

Durante estos 3 años se produjo un cambio fundamental, que se inició con la acogida de las demandas de llamar a la formación de la Asamblea Nacional Constituyente, que venían escuchándose durante el gobierno de Caldera, de parte de todos los sectores (incluyendo a Fedecámaras, agrupación de los industriales) ese mismo año. Así, un día cualquiera Venezuela amaneció con el notición del cierre del Congreso Nacional, lo que significó la muerte para la Democracia de Punto Fijo, de tan célebre estabilidad durante 40 años. Esto se tradujo en que los partidos políticos que animaron dicho juego democrático desde la fundación de la política de masas en 1958, Acción Democrática (adscrita a la Internacional Socialista) y COPEI (partido democratacristiano), fueron desplazados del poder, quitándoles el Pueblo la legítima representación de sus intereses. Lo fundamental del cambio radica en la profunda transformación que supone para la estructura de un Estado, la refundación del mismo, dando paso a la llamada V República. Su fundamentación se encuentra en las páginas de la nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, aprobada por plebiscito en 1999.

Hoy estamos ad portas del fin de la incertidumbre sobre el futuro de este proceso, pues lo que el mega proceso eleccionario que está desarrollándose en estos días busca, es iniciar la institucionalización de la V República, mediante la elección de la totalidad de las nuevas "autoridades" que ejercen el accionar de los poderes del Estado. Aún está por verse si esto podrá llegar a buen puerto, pues una vez finalizado el período de inestabilidad de la coyuntura, y de excepcionalidad en la conducción del proceso (queremos decir que mientras no se elijan a los nuevos representantes y no se ponga en marcha plenamente la V República se vive una situación un tanto caótica, por cuanto no se tiene total claridad para realizar su aplicación); mientras esas dudas no se disipen, no se podrá saber si es o no es viable la Revolución Pacífica. Cabe señalar que el presidente Chávez ha construído su base de apoyo en torno al populismo y apelando a la desesperación de las alicaídas masas venezolanas; esto es lo que lo tiene "con la soga al cuello", y es lo que tendrá que enfrentar una vez aquietadas las aguas. Afirmar la economía, en el actual sistema económico internacional, implicará la toma de medidas impopulares, pero necesarias, lo que podría llevarnos a sospechar de la debilidad de la nueva República, por cuanto descansaría sobre una base débil, tras un discurso fuerte.

10. Bibliografía.

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"Historia de América Latina".
Vol. 12. "Política y Sociedad desde 1930."
Editorial Crítica, Barcelona, 1997.

Halperin, Tulio:
"Historia Contemporánea de América Latina".
Editorial Alianza, Madrid, 1993.

Huntington, Samuel:
"El Orden político en las Sociedades en Cambio".
Editorial Paidós, Barcelona, 1997.

Mainwaring, S. Y
"La Construcción de Instituciones Democráticas".

Scully, T.:
CIEPLAN, Santiago, 1995.

Morón, Guillermo:
"Breve Historia Contemporánea de Venezuela".
Editorial F. C. E., México, 1994.

Trabajo enviado y realizado por:
Álvaro Soffia & Ignacio Uribe
sepiabong@hotmail.com
Valparaíso, Chile
26 de Julio de 2000.