El ser humano, el último modelo
 Cornejo On Line

En un curso de Alta Dirección pregunté a uno de mis alumnos su edad; contestó sorprendido: "45 años". A continuación agregué: "¿Cuál es el acontecimiento más importante que ha sucedido en los últimos 45 años?" "El hombre al llegar a la luna", respondió.

Formulé la misma pregunta a 10 participantes más; todos ellos de una edad similar al primero. Las respuestas fueron de lo más variadas, pero todas, sin excepción, anotaban un acontecimiento de relevancia mundial: la caída del muro de Berlín, el fin de la Guerra Fría, el conflicto del Pérsico, la aparición del SIDA, la caída del comunismo. A continuación abrí el debate a todo el grupo y la lista de hechos importantes aumentó en forma considerable; finalmente, puse un gran signo de interrogación en el pizarrón y les reclamé que nadie hubiera mencionado el acontecimiento más significativo de toda su existencia. Al verlos confundidos y expectantes, les di la respuesta: "¡El día en que cada uno de ustedes nació!"

Todo existe porque nosotros existimos; todo tiene significado pues nosotros valoramos su presencia. Si yo no existo nada existe, y para demostrarlo volví a preguntar a otro alumno:

-¿Tú quién eres?

-Juan Rodríguez -contestó.

-No te pregunté cómo te llamas. Insisto: ¿tú quién eres? -Director de empresa.

-No te pregunté a qué te dedicas. ¿Tú quién eres?

-Soy el padre de tres hijos.

-No te estoy preguntando cuántos hijos tienes. ¿Tú quién eres? -Soy católico y doy limosna los domingos.

-No te estoy preguntando tu religión, ni cómo tranquilizas tu conciencia, pregunto ¿tú quién eres?

-Soy mexicano.

-No estoy preguntando tu nacionalidad. ¿Tú quién eres?

Sus ojos manifestaban asombro, incomprensión y fastidio ante la imposibilidad de darme la respuesta que yo buscaba. Agregué: "Para comprender quiénes somos, debemos saber de dónde venimos; para que yo hubiera nacido, tuvieron que coincidir mi padre y mi madre; de la unión de dos seres humanos surgió mi ser, si alguno de ellos no hubiera coincidido en mi concepción yo no hubiera nacido; si por alguna razón se hubieran separado un minuto antes, yo no estaría en este mundo. Ellos a su vez son el resultado de las convergencias de mis cuatro abuelos, si uno de ellos hubiera muerto antes de conocer al otro, mis padres tampoco hubieran existido, y de igual forma mis ocho bisabuelos, mis 16 tatarabuelos; y si realizamos un cálculo aritmético de los últimos mil años en generaciones de 25 años de nuestros antepasados, para que existiera cualquiera de los seres que viven actualmente, debieron converger en la cadena genética 34 mil millones de seres humanos.
 


Cada uno de nosotros representa la suma de miles de millones de personas, y de haberse roto esta continuidad jamás hubiéramos existido; ellos fueron los sobrevivientes de las guerras de conquista, de la esclavitud, de las pestes, holocaustos, enfermedades; en fin, a cada uno de nosotros el simple hecho de existir nos convierte en campeones.

Como decía Pirandello, en nosotros viven todos los que ya se fueron; somos el último modelo de la creación, la más avanzada versión del ser humano, el cual ha existido 1600 millones de años. El Homo erectus, lo más similar a la versión actual, hizo su aparición hace 300 mil años, y las diferencias con el ser humano actual son abismales.

La respuesta a la pregunta ¿tú quién eres? es: el triunfador de la historia humana. Un sobreviviente de la evolución, el más completo y último modelo de la creación, un ser llamado por su pasado a ser en su tiempo un auténtico campeón.

Todo se da por convergencia para que usted exista. ¿Ha reflexionado en el gran cúmulo de vidas que han precedido su existencia?

Usted representa a los vencedores de la historia, es el resultado de la resistencia humana. ¿Acaso un ser tan extraordinario que suma por lo menos las vidas de 34 mil millones de seres humanos está destinado a fracasar?

Todos tenemos un llamado a la evolución. Si nos esforzamos en desarrollar nuestras potencialidades, la siguiente generación se verá enriquecida con nuestra existencia. ¿Está comprometido en cumplir su misión evolutiva siendo cada día mejor?

Nadie nace fruto de la casualidad, sino de la causalidad. Nuestra presencia en este mundo fue causada por nuestros antepasados. El futuro de la humanidad se verá enriquecido si dedicamos nuestra vida a superarnos, lo que nos permitirá agregar nuestro breve existir para que la siguiente generación se vea enriquecida por la presencia que tuvimos en nuestro tiempo, y en esta forma colaboraremos con una vida más para lograr la grandeza y el esplendor de la evolución.