LA MUJER EN CHINA


A principios de 1995, la policía de la provincia de Shanxi, en China, rescató a más de 200 
mujeres que hablan sido secuestradas y vendidas como "esposas" a campesinos en las 
zonas rurales. Un portavoz del Partido Comunista anunciaba, también a principios de 1995, 
que más de 10.000 mujeres y niños eran vendidos cada año en la provincia de Sichuan. 
Noticias de esta índole, donde la mujer aparece como victima del machismo estructural de la 
sociedad, aparecen con frecuencia en la prensa china. El gobierno ha intentado controlar 
las violaciones de los derechos humanos de la mujer, pero sin gran éxito. 
Representantes del gobierno chino que asistieron a una conferencia sobre la mujer en 
Montreal, en 1988, no salian de su asombro al ver que la posición de la mujer china en el 
mundo ocupaba el lugar número 132. La llegada de los comunistas al poder, en 1949, 
pareció traer un cambio significativo en la situación de la mujer. El Partido Comunista ha 
intentado igualar los derechos de la mujer y del varón, pero las leyes y los documentos no 
han incidido ni en la práctica ni en la mentalidad china. El dicho popular de que "es mejor 
criar cisnes que tener hijas" sigue vigente todavía, sobre todo en las zonas rurales. 
La mujer china es discriminada en la sociedad. Crece a menudo en un ambiente en el 
que escucha comentarios negativos acerca de su papel en la sociedad, sobre su 
capacidad, etc. Esto crea en ella una forma de pensar que la hace sentirse incompetente, 
sumisa y sin valores. 
Su discriminación comienza antes del nacimiento. Las familias, debido a la ley impuesta 
de tener un solo hijo, prefieren los niños a las niñas. De hecho, el porcentaje actual en 
China es desproporcionado: 113 niños por cada 100 niñas. Esto se atribuye principalmente 
a la práctica ancestral del infanticidio, a no registrar las niñas cuando nacen y a los 
métodos de aborto selectivo. 
Con el programa de reforma comenzado en 1978, en el que se promueve la igualdad de 
los sexos, se pretendió elevar el estatus de la mujer, pero los intereses de la mujer en 
China están condicionados por el éxito o el fracaso de las reformas económicas que están 
en marcha. Y en el campo económico el hombre lleva ventaja. 
La mujer china está también sometida a la violencia doméstica, física, mental y sexual, de 
los hombres. El número de mujeres fisicamente maltratadas por sus maridos ha crecido en 
los últimos años. Para salir al paso de esta ola de violencia, se promulgó una "ley para 
salvaguardar los derechos e intereses de las mujeres", promulgada en 1992. Según Pen 
Peiyun, una de las mujeres con influencia en el Partido, se pretendía proteger tanto a la 
mujer de los abusos a que frecuentemente se ve sometida, erradicar la mentalidad de que 
dar a luz niñas es un mal y otros aspectos que salvaguardaran los derechos de la mujer. ·. 
Sin embargo, los casos de violencia siguen aumentando en la misma forma que el divorcio. 
Según el Diario de China del 22 de marzo de 1994, en un estudio hecho a 2.100 familias, 
los casos de divorcio habían subido del 15,2 por ciento en 1990 al 19 en 1993. Pero algo 
parece empezar a cambiar. En enero de ese año un hombre fue condenado a seis años de 
cárcel por maltratar a su mujer. Es el primer caso en China, y podría sentar un precedente 
para el futuro. 
Secuestros y compraventa de mujeres persisten todavía en China. La idea de que el 
hombre es más capaz que la mujer está aún muy enraizada. Como la población masculina 
sobrepasa con creces a la femenina, el hombre busca otros caminos para encontrar una 
esposa. Es más fácil comprar una que pasar por todos los costos tradicionales de la boda 
china. Como consecuencia, en las zonas rurales y montañosas, muchas mujeres, 
normalmente pobres, son seducidas por disfrazadas agencias de contratación de empleos 
mediante promesas de trabajo bien remunerado en las zonas costeras. Pero al final 
acaban como prostitutas o como esposas-esclavas de campesinos. Importantes sumas de 
dinero circulan en estas transacciones. 
El "status' de la mujer no mejorará substancialmente en los próximos años. Lo que 
realmente importa hoy en China es la economía. Si la mujer no consigue tomar el tren de 
los cambios que están afectando a la sociedad, dificilmente mejorará su situación. Como 
telón de fondo subyacen los interrogantes de siempre. Las actitudes de la gente respecto al 
nacimiento de niños o niñas, participación en el sistema educativo, igualdad de 
oportunidades en el empleo, acceso de la mujer a los puestos claves de la sociedad y, 
sobre todo, una mentalidad que discrimina a la mujer ya desde antes del nacimiento. 
¿Habrá solución a tantos problemas? 
(·CEREZO-DANIEL. _MUNDO-NEGRO/97/12. Pág. 58)