JESUCRISTO

"La meta es que todos lleguemos

a la unidad de la fe y del conocimiento

del Hijo de Dios, al estado del hombre

perfecto y a la madurez que corresponde

a la plenitud de Cristo"(Ef. 4, 13)

Para llegar a la plenitud del hombre perfecto, es decir, a nuestra plena realización humana, tenemos que ir descubriendo al Cristo que está dentro nuestro. Para eso debemos fijar nuestros ojos tanto en el Primogénito de Dios como en el yo de nuestra profundidad interior. De la nuestra quiere decir: no tan sólo en mi interioridad, sino también en la de todos mis hermanos y hermanas. Porque somos todos juntos, como fraternidad, los que realizamos la plenitud de Cristo.

Él fue una novedad tan grandiosa y bella que las personas rehusaban creer en sí mismas cuando lo vieron. Él, en realidad, trajo la buena noticia para los pequeños, los débiles y los oprimidos. Porque vino a demostrar que la vida en plenitud está al alcance de todos, no solamente de los que tienen dinero, posesiones y poderes. Para vivir, no tenemos necesidad de conquistar y de adquirir: tenemos que saber usufructuar lo que ya tenemos. Cuantas más cosas acumulamos, menos apreciamos el valor de la gran riqueza con que Dios nos obsequió: nosotros mismos. O el Cristo que está en todos y en cada uno de nosotros: en mí y en los demás, en todo y en Dios.

Francisco y Clara son pobres a partir del descubrimiento de que ya poseían a Cristo y de que tan sólo necesitaban vivirlo y no acumular montañas de cosas sobre Él. Creo que fue en ese sentido cuando Él afirmó que el Reino de Dios es de los pobres y de los que no acumulan basura sobre Él; que el gran don está dentro de nosotros mismos. Y de los que se esfuerzan en sacarlo de allá adentro: de sí mismos y de los otros. Y una de las formas más hermosas como Él sale de nuestro interior es con el suave resplandor de lo femenino. Nosotros todavía tenemos miedo de que el corazón sea, en nosotros, algo inferior y peligroso. Jesús actúa como libertador al despojarnos de ese miedo: No teman amar.

Nosotros perdemos aún mucho del Cristo que tenemos y somos, porque queremos encontrarnos con Él tan sólo mentalmente, con nuestra razón solar, e ignoramos cómo abrazarlo y vivirlo con el corazón lunar.

Nuestro error consiste en que amamos equivocadamente, saboreando los accidentes y no lo esencial: lamiendo la corteza del Cristo interior en las formas exteriores de belleza, buscando poder sobre los demás, cuando deberíamos vivir su poder que nace de adentro; hundiéndonos en las aguas estancadas de afuera , sin aprovechar la que está brotando para la vida eterna...

Por eso. Él tiene una marcada presencia solar -con un poder tan sólo interior- , pero a la vez que nos abre estupendamente a los valores lunares. Francisco y Clara mordieron ese trocito de pez que ya nunca los dejará en paz, hasta llegar al castillo del Graal.

Ciertamente hay algo de sabroso en él, pero no es conveniente entretenernos degustándolo. Hay en él un poder, pero tampoco está bien que nos afanemos por hacerlo nuestro. Nada de todo eso es complicado: todo es muy sencillo, mucho más común, mucho más al alcance de nuestras manos. El tesoro está dentro de ustedes mismos, nos dice Cristo.

Clara y Francisco nos muestran un nuevo entusiasmo, un nuevo vigor y nuevos métodos: tenemos un tesoro dentro de nosotros y dentro de nuestras fraternidades: Dios y nuestras hermanas y hermanos. Ese entusiasmo nuevo consiste en descubrir a Dios dentro. Ese vigor es aprovechar la fuerza de esa agua que brota para la vida eterna: el Dios que sale de todos nuestros hermanos y hermanas. Esos métodos serán en verdad nuevos: vamos a demostrar cómo se sirve y cómo se ama. Y ésa va a ser nuestra liberación.

Para ayudar a quienes estén interesados en profundizar un poco más en el encuentro con Jesucristo, voy a repetir los puntos que señalé en algunas páginas atrás como una contribución de lo femenino, uniendo algunos pasajes de los Evangelios de San Mateo y de San Juan. Eso será tan sólo una muestra para estimular a los interesados. Podría multiplicar las citas, pero, además, el lector sabrá encontrar alimento inagotable en los santos Evangelios.

COMUNICAR VIDA

Él dijo que vino para dar vida... y nos enseñó a acoger la vida, a saborearla, a entregarla, cuando llegue la hora de partir a la otra.

"Dios amó tanto al mundo que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en Él no muera, sino que tenga Vida eterna" (Jo 3, 16).

"El que quiera salvar su vida, la perderá, y el que pierda su vida a causa de mí, la encontrará" (Mt 16, 25).

"Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá" (Jo 11, 25).

"No hay amor más grande que dar la vida por los amigos" (Jo 15, 13).

"Yo les doy la vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos" (Jo 10, 28).

"El Hijo da vida al que Él quiere" (Jo 5, 21).

"Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente y el

pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo"(Jo 6, 51).

 

1. Acoger

es tener gran apertura hacia todas las personas para que ellas puedan vivir plenamente.

 

"Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana" (Mt 11, 28-30).

2. Saborear

es vivir intensamente toda presencia de Jesucristo en todas sus criaturas.

"Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar?" (Mt 5, 13).

"Les digo que muchos vendrán de Oriente y de Occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob" (Mt 8, 11).

"Llegó Juan que ni come ni bebe... Llegó el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores" (Mt 11, 19).

"Ella derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús, mientras Él estaba comiendo"

(Mt 26, 7).

"Desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta el día en que beba con ustedes el vino nuevo en el Reino de mi Padre" (Mt 26, 29).

"Le dieron a beber vino con hiel. Él lo probó, pero no quiso tomarlo" (Mt 27,34).

"Al bajar a tierra, vieron que había fuego preparado sobre las brasas y pan" (Jo 21, 9).

"Jesús les respondió: Les aseguro que no es Moisés el que les dio el pan del cielo; mi Padre les da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que desciende del cielo y da Vida al mundo"(Jo 6, 32).

"Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí, jamás tendrá hambre; el que cree en mí, jamás tendrá sed" (Jo 6, 35).

 

3. Entregar

es saber ceder para que entren las nuevas formas de vida en plenitud que fueren apareciendo.

"El que encuentre su vida, la perderá, y el que pierda su vida por mí, la encontrará"

(Mt 10, 39).

"Ahora subimos a Jerusalén, donde el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas... Ellos lo entregarán a los paganos..." (Mt 20, 18-19).

"Mira que tu rey viene hacia ti, humilde y montado sobre una asna" (Mt 21, 5).

"Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas" (Jo 10, 11).

"Nadie me quita la vida, sino que la doy por mí mismo. Tengo el poder de darla y de recobrarla" (Jo 10, 18).

 

INVOLUCRARSE

Él se comprometió con nuestra vida... y nos mostró cómo sentir, cómo ser flexibles a su movimiento, cómo soñar la fantasía de la vida plena.

"Le pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: Dios con nosotros" (Mt 1, 23).

"Él tomó nuestras debilidades y cargó sobre sí nuestras enfermedades" (Mt 8, 17 - Isaías 53, 4).

"¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne bajo sus alas alos pollitos, y tú no quisiste!" (Mt 23, 37).

 

4. Sentir

es avalar a las personas y a las cosas con el corazón, involucrándose con ellas, sin interponer distancias.

"Porque el corazón de este pueblo se ha endurecido, tienen tapados sus oídos y se han cerrado sus ojos para que sus ojos no vean y sus oídos no oigan, y su corazón no comprenda y no se conviertan. Y yo no los cure"(Mt 13, 15).

"Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer" (Mt 15, 32).

 

5. Ser flexible

es dejarse modelar por las formas del amor de Cristo que vayamos encontrando.

"Si tu mano o tu pie son para ti ocasión de pecado, córtalos y arrójalos lejos de ti, porque más te vale entrar en la Vida manco o lisiado, que ser arrojado con tus dos manos o tus dos pies en el fuego eterno" (Mt 18, 8).

"Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti. Es preferible que se pierda uno solo de tus miembros y no que todo tu cuerpo sea arrojado a la Gehena..." (Mt 5, 29).

"Si alguien te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él" (Mt 5, 41).

"Moisés les permitió divorciarse de su mujer, debido a la dureza del corazón de ustedes"(Mt 19, 8).

 

6. Fantasía

Vivir la fantasía es soñar constantemente con formas concretas de plenitud de Cristo.

"Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña y se sentó. Sus discípulos se acercaron a Él. Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo: Felices lo que tienen alma de pobres..."(Mt. 5, 1-12).

"Si no veo la marca de los clavos... no lo creeré"(Jo 20, 25).

"¡Felices los que creen sin haber visto!"(Jo 20, 29).

 

CENTRALIZAR EN LA INTERIORIDAD

Él vino a demostrarnos que la vida ya estaba dentro nuestro... y nos atrajo hacia ella con una energía increíble, ayudándonos a recogernos y abriendo los caminos para que continuemos en búsqueda inacabable de la vida interior.

"Cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará" (Mt. 6, 17-18).

"Tengan cuidado con los falsos profetas, que se presentan cubiertos con pieles de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces"(Mt 7, 15).

"No les teman. No hay nada oculto que no deba ser revelado, y nada secreto que no deba ser conocido"(Mt 10, 26).

"Él no necesitaba que le informaran acerca de nadie; Él sabía lo que hay en el interior del hombre"(Jo 2, 25).

"Jesús, leyendo sus pensamientos, les dijo..." (Mt 9, 4).

"¡Ustedes parecen sepulcros blanqueados: hermosos por fuera, pero por dentro llenos de huesos de muertos y de podredumbre!"(Mt 23, 27).

"El agua que yo le daré se convertirá en él en manantial que brotará hasta la vida eterna"(Jo 4, 14).

 

7. Atracción

es la fuerza centrípeta de la presencia de Cristo que nos impulsa hacia la interioridad (hacia la nuestra y hacia la de los demás).

"Los fariseos habían oído decir que Jesús tenía más discípulos y bautizaba más que Juan"(Jo 4, 1).

"El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo. Un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo" (Mt 13, 44).

"El hombre bueno saca cosas buenas de su tesoro de bondad, y el hombre malo saca cosas malas de su tesoro de maldad"(Mt 12, 35).

"Jesús les enseñaba como quien tiene autoridad y no como sus escribas" (Mt 7, 29).

 

8. Recogimiento

es la capacidad que quedar a solas consigo mismo para encontrarse con la imagen de Cristo.

"Tú, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará"(Mt 6, 6).

"Después de despedir a las multitudes, Jesús subió a la montaña para orar a solas" (Mt 14, 23).

"Señor, ¡qué bien estamos aquí! Si quieres, levantaré aquí tres carpas..." (Mt 17, 4).

 

9. Búsqueda

es no quedar atrapado por nada durante el camino: adherirse sólo a Cristo, el Camino.

"Pidan y se les dará; busquen y encontrarán..." (Mt 7, 7).

"Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio"(Mt 4, 1).

"Jesús fue desde Galilea hasta el Jordán y se presentó a Juan para ser bautizado por él... Conviene que así cumplamos todo lo que es justo" (Mt 3, 13-15).

"Rabbí, ¿dónde vives? Jesús respondió: Vengan y lo verán"(Jo 1, 38).

"Hemos encontrado al Mesías, que, traducido, significa Cristo" (Jo 1, 41).

"El que quiera venir detrás de mí..." (Lc 9, 23).

 

TRANSFORMAR

El nos dejó la posibilidad de transformar permanentemente nuestra vida... y nos trajo la alegría, el servicio al prójimo y la cortesía. ¡En fin, ser feliz es ser hermano!

"A él (Juan) se refería el profeta Isaías cuando dijo: Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos"(Mt 3, 3).

"A partir de ese momento, Jesús comenzó a proclamar: Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca" (Mt 4, 17).

"Yo los bautizo con agua para que se conviertan; pero Aquel que viene detrás de mí es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de quitarle las sandalias. Él los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego"(Mt 3, 11).

 

10. Alegría

es descubrir que el nuevo Cristo está venciendo nuestras fallas y formándose en nosotros.

"El Reino de los Cielos se parece a un rey que celebraba las bodas de su hijo..." (Mt 22, 2 ss).

"¿Acaso los amigos del esposo pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos?"(Mt 9, 15).

"El que recibe la semilla en terreno pedregoso es el hombre que, al escuchar la Palabra, la acepta en seguida con alegría..."(Mt 13, 20).

"De pronto Jesús salió a su encuentro y las saludó: ¡Alégrense!" (Mt 28, 9).

"Mi alma siente una tristeza de muerte. Quédense aquí velando conmigo" (Mt 26, 38).

"Al decirles esto, ustedes se han entristecido"(Jo 16, 6).

"Ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará"(Jo 16, 20).

"La mujer, cuando va a dar a luz... se olvida por la alegría que siente..."(Jo 16, 21).

 

11. Servicio

es nuestra gran posibilidad de realizarnos, ayudando a Cristo a ser en los otros a su modo.

"La fama de Jesús se extendió por toda la Siria, y le llevaban a todos los enfermos, afligidos por diversas enfermedades y sufrimientos: endemoniados, epilépticos y paralíticos" (Mt 4, 24).

"No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos" ( (Mt 9, 12).

"Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor" (Mt 9, 36).

"El que quiera ser el primero entre ustedes, que se haga su esclavo de todos, como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud" (Mt 20, 27-28).

 

12. Cortesía

es la amabilidad con que nos ayudamos mutuamente a transformarnos en Cristo.

"No discutirá ni gritará, y nadie oirá su voz en las plazas. No quebrará la caña doblada y no apagará la mecha humeante, hasta que haga triunfar la justicia"(Mt 12, 19-20).

"Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente"(Mt 10, 8).

"Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y el que mata debe ser llevado ante el tribunal. Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal"(Mt 5, 21-22).

Fue así cómo El nos dio Vida en plenitud. En él podemos vivir la Trinidad, que es Dios. El nos enseñó a ser hermanos.

HOMBRE NUEVO - MUJER NUEVA

El encuentro con Jesucristo puede librar en nosotros todas las potencialidades humanas, haciendo de cada uno de nosotros un hombre nuevo o una mujer nueva, capaces de construir el mundo de acuerdo a nuestros mejores sueños.

Creo que nuestro descubrimiento , al final de este milenio, de la habilidad de Clara de Asís para descubrir los valores de Jesucristo con toda su equilibrada femineidad, puede ayudarnos a potenciar lo femenino - y correlativamente Lo masculino- para llegar a ser nuevas criaturas.

En la segunda parte de este libro vamos a ir descubriendo a Jesucristo paso a paso con Clara de Asís, aunque, con los elementos acumulados en la primera parte, ya nos es posible concretar varias proposiciones para lograr ser hombres y mujeres nuevas. No será un armazón completo - nada de lo que estamos proponiendo es completo-, pero nos podrá ayudar a iluminar nuestra búsqueda.

Hombre nuevo es el que logra sacar a Jesucristo de su interioridad con la ayuda del ánima o de su potencialidad femenina. Mujer nueva es la que logra sacar a Jesucristo de su interioridad con la ayuda del ánimo o de su potencialidad masculina.

La mujer renovada es aquella que, ayudada por Lo masculino interior, no se pierde en detalles, no es excesivamente inmediatista. Aprende a establecer metas y a no desviarse del camino. No será fácil dejarla de lado ni tampoco oprimirla.

El hombre renovado, ayudado por lo femenino interior, será menos teórico, pero encarnado en la vida y más comprometido. Podrá ser menos autosuficiente, aunque más relacionado con personas y cosas, y más cálido en sus actitudes.

El cultivo de lo femenino puede ayudar a hombres y mujeres a tener menos confianza en las perfecciones y en las apariencias de estabilidad permanente. Eso los mantendrá más abiertos al misterio y más capaces de vivir los altibajos de la vida.

La mujer nueva se auto-afirma, es decir, no imita, no se identifica con los hombres ni compite por sus modelos, sino que acoge su naturaleza diferenciada y se abre sus propios caminos.

El hombre nuevo aprenderá a lidiar con la subjetividad sin ser objetivo. La moral, elaborada a través de siglos, era objetiva, pero ahora eso ha cambiado. ¿Cómo pensar en una moral y en una ética más subjetivas, más equilibradas?

La mujer nueva aprenderá a ser más objetiva, más libre y personal, y más fría y serena cuando las circunstancias lo exigieren.

Nadie tendrá que reprimirse para secundar modelos impuestos por la sociedad. Cada cual expresará Lo masculino o lo femenino como los sienta dentro de sí. Lo que cada uno de nosotros es constituye un don de Dios. Para nosotros y para todos los demás.

La mujer nueva sabrá afirmar la singularidad de cada una de las demás personas. Su propia singularidad dependerá de esa capacidad de reafirmar y respetar la singularidad de los demás.

El hombre nuevo aceptará que no somos impelidos a actuar tan sólo por pensamientos, por muy razonables que sean, sino también por emociones y sentimientos. Si los pensamientos no logran movilizar los sentimientos, no habrá acción. El hombre nuevo se convencerá de eso y de jará de racionalizar sentimientos y emociones.

Lo que nos hace vivir en búsqueda y en renovación es el hecho de habernos sentido heridos cuando éramos niños. Aflicciones y ansiedades son dones del vacío, porque están exigiendo plenitud. Nos unimos en una verdadera fraternidad cuando buscamos juntos la fuente de la vida. Pero para eso es necesario que, juntos, sintamos primeramente el dolor de no ser plenos sino más bien enfermos.

Ser mujer no es limitarse a la receptividad, a la pasividad y a la función maternal. La mujer nueva descubre y expresa su capacidad activa, emprendedora, creativa, transformadora.

Lo femenino enseña al hombre nuevo a receptar todo lo que se nos da, aunque parezca pobre y miserable. En lugar de afanarnos por corregirlo, procuremos sobrellevar la carga junto con los demás hasta ver lo que ha de hacerse.

Lo femenino enseñará a hombres y mujeres a ser transformadores, aunque de vez en cuando tengamos que ser destructores. Abrirá la puerta del juego seductor para dar lugar a la renovación de la cultura. La mujer ayudará al hombre a dejar de ser idealista y ajeno al mundo . El hombre ayudará a la mujer a no perderse en minucias.

Las mujeres suelen tener más conciencia de sus motivaciones emocionales y saben trabajar con ellas mejor que los hombres. Tienen, sí, más dificultades para definirlas y profundizar en su conocimiento. En esto los hombres pueden serles de gran ayuda, siempre que tomen en serio a las mujeres y a sus sentimientos, aun cuando parezcan detalles irrelevantes, para suscitar en ellas un mirar "más lógico". El Ánimus puede proporcionar ese mirar mas lógico a una mujer.

El hombre nuevo será un servidor sin ser un esclavo. Sabrá que servir es undesafío para una vida más plena. Cuando sirva a alguien que está sentado a la mesa, pensaré en mi interior en mi interior que debe restaurar fuerzas para volver a la lucha cotidiana. Cuando cuide a un enfermo, pensaré que debe sanar para volver a la vida.

Lo femenino enseña al hombre nuevo a ser cortés cuando sirve. Cuando se es servidor, se contempla la vida del otro mucho mejor, más engrandecida que la visión que el servido tiene de sí mismo. Sucede lo que con una madre que sirve a su bebé: ella ve en él al hombre que algún día será.

Hombres y mujeres nuevos van a tener que aprender a hundirse temporalmente en el caos, a perderse para volver a encontrarse más tarde, a entregarse sin perder el respeto por ellos mismos y por los demás.

Vivir lo femenino (mujer o ánima) es vivir el aspecto transformador de la vida. Fealdad, oscuridad y destrucción son la contraparte de la belleza, del amor y de la alegría y el placer. Deben ser acogidos con amor y respeto. Si intentásemos suprimir las tendencias feas de odio, venganza, envidia, etc., resurgirán a pesar nuestro y tornarán sombría nuestra existencia (y la de los otros).

Cuando una mujer acoge y atempera sus sentimientos, impulsos y fantasías, enciende una luz que la revela a sí misma y ayuda también a los demás a conocerse. Será más auto-confiable y más estable, más libre e independiente, más capaz de conducir la evolución de la humanidad.

La mujer nueva desafía a cambiar ayudando a vivir. La madre que amamanta a su hijo ya lo está viendo como un hombre que tendrá un papel importante en la vida. Toda mujer plena se pasa la vida ayudando a los demás a crecer en su vida. Lo masculino interior la ayuda a tener conciencia de eso, a consultarse interiormente y a buscar fuerzas interiores para servir sin ser esclava.

El hombre viejo tuvo milenios para cuidar del mundo y demostró su capacidad de destruir las plantas, los animales y las personas. El hombre nuevo aprenderá a ser comunicador y protector de la vida. No aceptará viajar por el espacio mientras haya niños degradándose y muriendo en las calles de las grandes ciudades.

La mujer ocupará posiciones cada vez más destacadas, pero, sobre todo, será defensora de la vida. Para que todos tengan una vida más plena en la sociedad, será necesario proveer de condiciones dignas de vida a los que vayan llegando al mundo.

Lo femenino enseñará a hombres y mujeres a vivir la muerte, que está siendo constantemente transformada en vida.

Pero lo femenino nos muestra también que lo nuevo no entra si lo viejo no muere. Lo femenino es algo que está necesitando ser reconstituido. Debe asumir una expresión nueva, que madure en la interioridad y se manifieste en actividades externas.

Los cristianos van a ser hombres y mujeres nuevos. Como Jesús. Él dijo que vino para que tuviésemos vida, vida en abundancia. Nos aseguró que daba su propia vida para que nosotros tuviésemos vida. No se limitó a traer un mensaje de vida: ayudó a los pequeños que le rodeaban a tener un poquito más de vida, curándolos, alimentándolos, etc.

Los hombres y mujeres nuevos serán capaces de acoger a las personas como ellas son. Estamos en un mundo cada vez más chico, donde no podemos rechazar culturas, características personales, ideas diferentes, etc.

Vamos a acoger a las personas en la vida. A los hijos propios, a los familiares, a los compañeros de trabajo. Deberemos dar la sensación de que las personas podrán ser lo que ellas sean, de que serán aceptadas tales cuales ellas sean...

Solamente un inmenso amor a la vida puede enseñar a hombres y mujeres a entregar todo lo que debamos dejar atrás, imitando la entrega materna que permite a su hijo ser, crecer, salir y vivir independientemente.

Clara demostró ser una mujer nueva cuando acogía a cada una según su modo de ser en su monasterio. Como la acogida que tuvo para con Inés de Praga. Quien es pobre tiene lugar para acoger al hermano sin poseerlo. Ser madre es acoger, entregarse por entero... y liberar sin poseer.

Francisco actuó como un hombre nuevo cuando dijo: "Si tu hermano peca..., que se sienta otro cuando vea la misericordia reflejada en tus ojos. Si él no te pidiese misericordia, acércate a él y ofrécele la misericordia...".

Jesús actuó como un hombre nuevo cuando dijo: "Vengan a mí todos los que están cansados y atribulados. Quien tenga sed venga a mí y beba. Dejen que los niños se acerquen a mí", y cuando relató que el pobre Lázaro fue acogido en el seno de Abraham.

Clara actuó como una mujer nueva cuando, a pesar de tener poco en su tugurio de San Damián, enseñó a gozar de los árboles frondosos... alabando. Alabando a Dios por las personas que iba encontrando... Sabiendo decir: ¡Qué bueno es!

Jesús también nos enseñó que, la mejor manera de disfrutar de las cosas, es siendo pobre. Quien tiene demasiado, se hastía; engulle sin sentir el gusto. Y Francisco nos mostró cómo disfrutar del agua y del fuego, del viento, de la tierra...

Jesús también nos mostró cómo era capaz de gozar de las flores del campo y de los pajaritos, de disfrutar episodios como el de la mujer amasando el pan. También cuando habló del Reino como un banquete y recordó las cosas buenas que Dios nos tiene reservadas en su casa.

Eran hombres nuevos los caballeros del Graal, que se entregaban a su dama, a la búsqueda, a la muerte y se entregaban por los demás; se entregaban a la incertidumbre y a la sorpresa, a la duda y a la pregunta. Se entregaban para servir.

Clara entregó todo a los pobres. Siempre entregó todo. Entregóse a las Hermanas, se entregó a Dios en la oración, se entregó a los pobres. Por eso fue tan hermosa su entrega a la muerte, al final de una vida plena.

Francisco entregó hasta sus ropas a su padre. Pobreza es entregar todo y estar siempre disponible a lo nuevo.

Jesús se mostró inmensamente nuevo cuando dijo: "Nadie tiene mayor amor que aquel que da la vida por sus amigos". Y : "Padre, en tus manos entrego mi espíritu".

Comenzaremos a ser hombres y mujeres nuevos cuando aprendamos a correr menos y a "curtir" más la vida. La nuestra y la de los demás. Vamos a descubrir cada día nuevos sabores en cuanto veamos. Dejaremos que las personas vivan. Dejaremos vivir a la naturaleza.