Jose Vaquero
www.forumlibertas.com/

 

Esopo habla al siglo XXI: El joven pastor anunciando al lobo

Confianza sí, pero también realismo. Trabajar con la mirada en el cielo, pero con los pies en la tierra.

 

Con la lectura de El joven pastor anunciando al lobo, al autor de estas ‘fábulas fabulosas’ de Esopo le ha venido a la mente la ‘marejada’ del desempleo.

 

Nos recuerda que nos prometieron el pleno empleo, y nos los creímos; que “en marzo bajará el paro”, y ya no lo creíamos tanto; y se pregunta ¿por qué nos fiamos tanto de este pastor, este joven pastor? ¿No es mejor confiar, pero a la vez ser realistas, remangarse y ponerse a trabajar en serio?

 

 

El joven pastor anunciando al lobo

 

“Un joven pastor, que cuidaba un rebaño de ovejas cerca de una villa,

alarmó a los habitantes tres o cuatro veces gritando

 

- ¡El lobo, el lobo!

 

Pero cuando los vecinos llegaban a ayudarle,

se reía viendo sus preocupaciones.

 

Mas el lobo, un día de tantos, sí llegó de verdad.

El joven pastor, ahora alarmado él mismo,

gritaba lleno de terror:

 

-         Por favor, vengan y ayúdenme;

el lobo está matando a las ovejas.

 

Pero ya nadie puso atención a sus gritos,

y mucho menos pensó en acudir a auxiliarlo.


Y el lobo, viendo que no había razón para temer mal alguno, hirió y destrozó a su antojo todo el rebaño”.

 

 

 

Querido Esopo: La marejada española del cardenal Bertone, secretario de Estado del Vaticano, parece que se tranquiliza. Ha hablado claramente, y el que no quiera entender allá él. Pero al leer tu fábula me ha venido a la mente otra marejada que no tiene pintas de querer pasar: la del desempleo.

 

Hace poco más de un año nos presumieron de que España estaba en la economic champion league, y nos lo creímos. Prometieron el pleno empleo, y nos lo creímos. Aseguraron que nuestra robusta economía daría lecciones a Francia y Alemania, y nos lo creímos.

 

Pisaron ligeramente tierra, aceptando la palabra crisis (¿te suena? Ese término que vosotros usabais para juzgar algo, poniéndolo en la balanza de la diosa Dike). Pronunciaron ‘la’ palabra, augurando que en pocos meses todo funcionaría. Y nos lo creímos. “En marzo bajará el paro”, y ya no lo creímos tanto, sobre todo porque a la semana ya era un poco antes de marzo… del año que viene.

 

Mi buen amigo: ¿por qué nos fiamos tanto de este pastor, este joven pastor? ¿No es mejor confiar, pero a la vez ser realistas, remangarse y ponerse a trabajar en serio? ¿No ha llegado ya la hora de hacer algo de verdad, sobre todo cuando de esas decisiones depende que miles y miles de familias no reciban ya ni un euro para vivir, porque no hay modo de encontrar un honrado trabajo?

 

Confianza sí, pero también realismo. Trabajar con la mirada en el cielo, pero con los pies en la tierra.