EL EVANGELIO DE JUDAS (Dossier)
Declaración del presidente de la Conferencia Episcopal
de Chile sobre el Evangelio de Judas
COMUNICADO DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL PERUANA
«EL EVANGELIO DE JUDAS»
La Conferencia Episcopal Peruana considera oportuno y necesario manifestar lo
que sigue, respecto al mencionado «Evangelio de Judas», presentado a publicidad,
justamente cuando la fecha de la Semana Santa y la Fiesta Pascual de la Nuestra
Iglesia Católica, enfocaban para la Iglesia Universal el sacrificio salvador de
Jesús, el Cristo.
1. No, no es una casualidad. El objetivo es desvirtuar la fe y la sensibilidad
de los creyentes, especialmente de los más sencillos. Poner en duda su creencia
fundamental: La encarnación y la divinidad de Jesús.
2. La Pregunta que hay que formula es la siguiente: ¿Este evangelio apócrifo
daña la verdad contenida en los evangelios canónicos de Mateo, Marcos, Lucas y
Juan?
3. La respuesta es «no», por las siguientes razones:
3.1. No se puede demostrar científicamente que el llamado «Evangelio de Judas»
haya sido escrito en la época apostólica, ni mucho menos que haya sido escrito
por el mismo Judas Iscariote.
3.2. El «evangelio de Judas» se remonta a un escrito de finales del siglo II. En
adelante D.C.
3.3. Sin duda, es un escrito posterior a los Evangelios Canónicos, escritos
entre los años 50 y 60 D. C. y sobre todo es un escrito posterior a la
predicación apostólica oral.
3.4. Quiere decir, que el «Evangelio de Judas» aparece cuando los cristianos ya
poseen una doctrina evangélica propia y ya desde esa época era rechazado como
contrario a la sana doctrina, por el testimonio de San Ireneo (125-200 d. C,
aproximadamente), quien luchó contra la doctrina gnóstica, que es la que se
refleja en el «evangelio de Judas» y que fue precisamente una de las doctrinas
contra las cuales luchó el cristianismo de los primeros siglos y que hoy se
trata de revivir fuera de un contexto histórico.
3.5. Los gnósticos atribuyen a Dios el mal en el mundo y afirman que creó el
mundo de un modo desordenado, y por eso son partidarios de la rehabilitación de
figuras del Antiguo Testamento como Caín, que mató a su hermano Abel, y Esaú, el
hermano mayor de Jacob, que vendió sus derechos de primogenitura por un plato de
lentejas. Judas encaja perfectamente en la visión gnóstica que muestra que Dios
quiere el mal en el mundo.
3.6. La corriente gnóstica también desprecia la naturaleza corpórea del hombre,
su cuerpo; de ahí que es necesario superar lo corporal mediante el conocimiento
espiritual.
3.7. Esta doctrina gnóstica encaja en el «evangelio de Judas», porque según el
mencionado evangelio, Jesús pide a Judas que lo ayude a liberarse de su cuerpo
diciendo: «sacrificarás el hombre que se viste». Según los gnósticos Jesús se
vistió de hombre, es decir sólo tuvo apariencia del hombre. Luego, el cuerpo es
una prisión de la que hay que liberarse.
3.9 El texto del «evangelio de Judas» es un atentado auténtico contra la
verdadera humanidad de Cristo. Ven a Cristo como un Dios disfrazado de hombre y
que es prisionero de ese disfraz. La Verdad revelada nos asegura que Jesucristo
es verdadero Dios y verdadero Hombre. El no se disfrazó de hombre, sino que se
hizo hombre, se encarnó.
3.10 Aceptar como verdad lo que está contenido en el evangelio de Judas
significaría admitir que Dios infinitamente bueno es malo, es decir, que Dios
utiliza a los hombres para que ellos hagan cosas malas.
3.11 Una cosa es que Dios no vaya contra la libertad del hombre y permita que el
hombre utilice mal su libertad para el pecado y, otra cosa es que los ulitice
para el mal, como es el pedido a Judas, en este evangelio apócrifo.
4. No debemos perder de vista que:
4.1 Las verdades del cristianismo no nacen en los escritos evangélicos, sino mas
bien que los escritos evangélicos se fundan en la enseñanza apostólica, que ya
existía mucho antes en forma de tradición oral viva y, esa Tradición oral parte
del mismo Jesucritos.
4.2 Los escritos Bíblicos, inspirados por Dios, ven la necesidad de poner por
escrito la verdad revelada, una verdad que podía desvirtuarse debido a falsas
interpretaciones y herejías, como aquella del gnosticismo.
5. Finalmente, el «evangelio de Judas» ¿supone un desafío de la Fe de la Iglesia
Católica? ¿Sucumbirán los cimientos del cristianismo como sugieren algunos medio
de prensa?. Ciertamente que no. El «evangelio de Judas es un texto gnóstico que
tiene valor histórico si es verdadero, pero no sugiere ningún desafío para el
cristianismo; y la Iglesia no ha tratado de encubrir este texto ni otros como
dicen Dan Brown, autor del Código Da Vinci y otros autores de apoyan la teoría
de la conspiración. (todas estas obras tienen como objetivo, desvirtuar y hacer
negocio).
6. La Iglesia no ha ocultado la existencia de los gnósticos ni sus escritos pero
si los ha combatido por sus grandes errores doctrinales.
7. Jesús prometió el Espíritu Santo y su presencia hasta el fin de los tiempos y
también dijo que las puertas del mal, del infierno, no prevalecerán contra la
Iglesia (Mt. 16,18).
Lima, 5 de Mayo de 2006.
+ Héctor Miguel Cabrejos Vidarte OFM
Arzobispo Metropolitano de Trujillo
Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana
+ Juan José Larrañeta Olleta O. P.
Obispo Vicario Apostólico de Puerto Maldonado
Secretario General de la Conferencia Episcopal
Presidente de la conferencia Episcopal de Chile,
monseñor Alejandro Goic Karmelic, obispo de Rancagua por encargo del Comité
Permanente, «Acerca del Evangelio de Judas»
Acerca del Evangelio de Judas
Los medios de comunicación social han dado a conocer en estos días la
publicación de un antiguo texto manuscrito encontrado en Suiza en 1983, en
idioma copto y que correspondería a un supuesto «Evangelio de Judas». Con la
intención de aclarar dudas y responder a muchas interrogantes, resulta
interesante y oportuno entregar algunas orientaciones. Nos ayudará una reciente
entrevista al P. Thomas D. Williams, Decano de la Facultad de Teología de la
Universidad Regina Apostolorum de Roma (Ver más abajo) y un artículo de opinión
del sacerdote chileno P. Samuel Fernández, Decano de la Facultad de Teología de
la Universidad Católica de Chile.
I. Evangelios Apócrifos
• El texto pareciera estar fechado entre el siglo IV y el siglo V, es decir,
unos 300 ó 400 años después de la vida de Jesús. Es imposible, por lo tanto, que
sea Judas su autor directo, sino que puede tratarse de una copia del «Evangelio
de Judas», citado por San Ireneo de Lyon hacia el año 180.
• Fue redactado por la secta gnóstica de los Cainitas y presenta a Judas
Iscariote de una manera positiva, como un personaje que sólo obedeció una
supuesta orden divina de entregar a Jesús para que pudiera cumplirse la obra de
salvación.
• Siempre se supo de la existencia de Evangelios Apócrifos, es decir, no
inspirados porque no contienen la verdad acerca de la Revelación de Dios y su
deseo de salvación para la humanidad y desde siempre fueron rechazados por el
conjunto de la comunidad cristiana porque son incompatibles con la fe.
• La Iglesia nunca ha ocultado o negado la existencia de estos documentos. Al
contrario, estos textos han sido publicados y están editados en muchas
editoriales a través del mundo entero, como la Biblioteca de Autores Cristianos
(BAC) o la Editorial Ciudad Nueva, entre otras.
• Los Evangelios Apócrifos no son reconocidos como inspirados por Dios porque
simplemente buscaban satisfacer la curiosidad de algunos, o contenían leyendas
fantasiosas respecto a Jesús, o explicaban opiniones particulares de algunos
grupos religiosos acerca de Cristo. No buscaban la verdad más profunda sobre
Dios y su obra salvadora.
• Algunos de estos Evangelios Apócrifos pertenecen a sectas gnósticas, como la
de los Cainitas, cuyo propósito principal era reivindicar figuras del Antiguo y
del Nuevo Testamento que cayeron en la maldad, como Caín (que mató a su hermano
Abel) y como Judas (que traicionó a Jesús). Los gnósticos pretendían que la
salvación se logra sólo por el conocimiento que tengamos de Dios, no por obra
del amor y de la misericordia de Dios, que envió a su Hijo Jesús al mundo.
II. Diferencias entre cristianos y gnósticos
• La principal diferencia entre los gnósticos y los cristianos radica en su
concepción acerca del origen del mal en el mundo. Los cristianos creemos en un
Dios bueno que ha creado un mundo bueno. Los gnósticos creen en un Dios que ha
creado el mal y ha creado al mundo de manera desordenada.
• Los cristianos creemos que la maldad nace a partir del mal ejercicio de la
libertad con la que Dios nos ha creado, porque Dios siempre respeta nuestra
libertad. Los gnósticos afirman que Dios quiere el mal en el mundo y por eso se
explica la acción de los hombres malos, como Caín o Judas.
• Dios conoce todas nuestras intenciones, incluso los errores, pecados y
decisiones equivocadas. A veces se vale de ellas para obtener un bien en su plan
providencial para el hombre.
Asumiendo estas orientaciones y aclaraciones, podemos entender de mejor manera
lo que puede representar un texto como el que comentamos y cómo ello no afecta
en nada la fe y la doctrina católica. Así, podemos responder algunas otras
interrogantes.
III. El drama de Judas
• ¿Cómo podemos entender el papel y la persona de Judas Iscariote? Judas fue,
como todos los demás seres humanos, un hombre creado con el atributo de la
libertad. No se puede decir que Dios buscó que Judas cayera en el mal y se viera
obligado a cumplir un rol histórico ya determinado, como una opción fatalista a
la que no podía sustraerse de ninguna manera. No nació con el sello de una
condena fatal. Judas usó su libertad para hacer el mal.
• ¿Podemos saber si Judas se salvó o se condenó? La Iglesia, a través de los
procesos de beatificación y de canonización de una persona, puede tener la
absoluta certeza de la santidad de alguien y de que esa persona goza de la
presencia eterna ante Dios, que ha practicado las virtudes cristianas y merece
la gloria de Dios y la salvación eterna. Pero no puede tener la certeza absoluta
de una condena eterna y de que alguna persona esté en esa condición. Ni siquiera
respecto a Judas. Lo que la fe siempre ha manifestado es la inmensa bondad y
misericordia de Dios. Sólo Dios conoce el destino de las personas. Cualquier ser
humano puede arrepentirse de sus pecados y errores en el último momento de su
existencia terrenal. El drama de Judas, más que la gravedad de su pecado en sí,
fue su falta de esperanza, el hecho de cerrarse en sí mismo, en vez de reconocer
su falta, llorar su pecado y volver al amor de Dios, como lo hizo, por ejemplo,
el Apóstol Pedro.
• ¿Por qué despiertan tanto interés temas o libros como el «Evangelio de Judas»
u otros similares? La obra musical «Jesucristo Superestrella» y algunos ejemplos
de la literatura reciente nos muestran una figura de Judas que podríamos llamar
«simpática» o «benevolente» respecto a este personaje. Ello llama la atención y
es una invitación a que ese tratamiento de la persona redunde en éxitos
mediáticos y comerciales, en una perspectiva sociológica, comunicacional o de la
propia psicología humana.
IV. Jesús, Único Salvador de la Historia
• ¿Cuál es la única fuente segura para conocer la obra, las acciones y la
enseñanza de Jesús? Sólo los Evangelios son considerados como obras inspiradas
por Dios y se les reconoce una autoridad especial. Nos referimos a los textos de
Marcos, Mateo, Lucas y Juan. Son libros canónicos, reconocidos por el mismo
pueblo fiel desde los inicios del cristianismo y luego por la autoridad de la
Iglesia. Su mérito consiste en su antigüedad, en la autoridad de quienes los
redactaron y que sus escritos se basan en el testimonio de testigos directos de
su obra; testigos de su enseñanza, sus milagros, la condena, la muerte, la
sepultura y la misma resurrección de Jesús. Mientras más tardíos sean algunos
escritos, más dudosa se vuelve la autenticidad y fidelidad de la transmisión de
estos hechos hasta nuestros días. El Nuevo Testamento en su conjunto refleja la
plena seguridad en esta autenticidad y fidelidad.
• ¿Por qué la Obra y la Persona de Jesús resultan tan atrayentes, incluso para
los que no creen en El? El sensacionalismo y la supuesta revelación de datos que
contradicen lo esencial de la fe en Jesucristo ha sido un tema de todos los
tiempos, no sólo de ahora. Hoy se habla del «Evangelio de Judas». Después se
hablará de otro texto, de otro descubrimiento o de otras fantasías u opiniones
particulares de grupos sectarios. Pero resulta muy significativo y hasta
emocionante que la Persona de Jesús, el Redentor y Salvador de la humanidad, sea
motivo de una «profunda fascinación», incluso para aquellos que no creen en Él,
lo rechazan o tratan de desprestigiar su figura y su mensaje. Jesús a nadie deja
indiferente. Para los que tenemos el don de la fe, es el Único - no hay otro -
Salvador de la Historia.
• ¿Qué hemos de hacer los discípulos de Cristo? Renovar nuestra fe y nuestro
amor a Jesús Redentor de la humanidad. Profundizar el fundamento histórico de
nuestra fe cristiana, para no dejarnos sorprender por falsificadores de todo
tipo como ya nos advierte la Santa Escritura: «Tengan cuidado de los falsos
profetas» (Mt. 7, 15)
+ Alejandro Goic Karmelic
Obispo de Rancagua
Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile
(Por encargo del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile)
¿De qué se trata?
El documento
llamado de "Evangelio de Judas" ha sido dado conocer a la
prensa mundial por la organización Nacional Geographic Society.
Se trata de un papiro de 26 (otros dicen 31) páginas (13 planchas de papiro)
encontrado en una tumba en Egipto en 1978 y que ha rodado desde entonces por
los círculos de anticuarios, pero cuyo contenido y edad se desconocían.
National Geographic ha anunciado su intención de publicar una traducción en
varios idiomas del texto. Hechos los análisis de carbono 14,
la tinta, el estilo de escritura y el contenido han concluido que se trata de
un texto escrito alrededor del año 300.
¿Desde cuándo se conoce el
texto?
Aunque el
manuscrito todavía debe ser autentificado, probablemente es un texto del IV o
V siglo, una copia de un documento anterior, redactado por la secta gnóstica
de los Cainitas.
Puede ser una
copia del «Evangelio de Judas» citado por san Ireneo de Lyón
en su obra «Contra las herejías», escrita en torno al año 185.
Cronología
del texto:
1970:
Un antiguo papiro o manuscrito, conteniendo el Evangelio de Judas, es
encontrado por locales cerca de El Minya, Egipto.
1978:
El códice es vendido a un anticuario egipcio de
El Cairo.
Mayo 1983:
El anticuario egipcio ofrece en venta el códice a un grupo de expertos en
Ginebra, Suiza. El precio es demasiado alto.
Feb/Mar
84: El anticuario egipcio pone el códice en
venta en Nueva York, sin resultado; pone el códice en la caja de seguridad de
un banco en Hicksville, N.Y., donde permanece por 16 años
Abril
2000: Frieda Nussberger-Tchacos, anticuaria de
Zürich, Suiza, compra el códice.
Abril
2000: La Biblioteca Beinecke Rare Book and
Manuscript de la Universidad de Yale verifica el códice que contiene el
Evangelio de Judas, pero decide no comprarlo.
Sept.
2000: Tchacos inicia el proceso de venta del
códice a Bruce Ferrini, un anticuario de Akron, Ohio.
Feb. 2001:
La venta no se concreta. Tchacos recupera el códice y lo transfiere a la
Maecenas Foundation for Ancient Art , Basilea, Suiza.
Julio
2001: El presidente de la Maecenas Foundation ,
Mario Roberty pide al experto en Copto: Rodolphe
Kasser que lidere la transcripción y traducción del códice del Copto;
mientras que la conservadora Florence Darbre es la
responsable de las tareas de preservación del códice.
Ago. 2004:
El Gobierno Egipcio acepta la donación del
códice al Museo Copto de El Cairo. El códice retornará a Egipto una vez que
haya sido exhibido al público.
Ene. 2005:
El análisis de radiocarbono del papiro y el
cuero del códice realizado por la Universidad de Arizona, señalan que el
documento data de entre el año 220 y 340 después de Cristo.
Ene. 2006
El análisis de la tinta realizado por McCrone
Associates Inc., Chicago, muestra que la misma, contiene componentes que datan
de los siglos III y IV.
Feb. 2006:
Imágenes Multiespectrales (MSI) un proceso
utilizado para determinar la naturaleza y modificaciones de textos antiguos,
conducido en Suiza por Gene A. Ware del Papyrological Imaging Lab de Brigham
Young University, descubre que el papiro sobre el cual el códice fue escrito
es similar por su forma a otros papiros antiguos analizados con esta
tecnología. Ware concluye que las características del códice obtenidas a
través del MSI son consistentes y responden a un documento egipcio de origen
remoto, auténtico.
Feb. 2006:
Media página faltante del Evangelio aparece en la ciudad de Nueva York. Es
fotografiada, transcripta y traducida.
Abril
2006: Las páginas del Códice son develadas
públicamente por primera vez en la sede central de la National Geographic
Society en Washington, D.C.
¿Qué dice el texto?
El documento
presenta a Judas Iscariote de manera positiva y le describe obedeciendo a la
orden divina de entregar a Jesús a las autoridades para la salvación del
mundo. En él se pinta a Judas como "el único discípulo que conoce la
identidad verdadera de Jesús". Veamos algunos de los textos, traducidos
del inglés, donde se ven claramente las ideas gnósticas fundamentales.
Introducción: El comienzo
La secreta
historia de la revelación que Jesús hizo en conversación con Judas Iscariote
durante una semana tres días antes de que celebrara la Pascua.
El ministerio terrenal de Jesús
Cuando Jesús
apareció en la tierra, el hizo milagros y grandes maravillas para la salvación
de la humanidad. Y entre que algunos (caminaron) en el camino de la rectitud y
otros caminaron en sus transgresiones, los 12 discípulos fueron llamados. Él
comenzó a hablarles sobre los misterios más allá del mundo y lo que sucedería
al fin. A menudo no se le aparecía a sus discípulos como él mismo, sino como
un niño
El enojo de los discípulos
"Un día el
estaba con sus discípulos en Judea, y los encontró congregados y en piadosa
observancia. Cuando se acercó a ellos y los vio dando las gracias por el pan,
se rió. Los discípulos le dijeron "Maestro, ¿por qué te estás riendo de
nuestra oración de gracias? Estamos haciendo lo correcto" El les respondió "no
me estoy riendo de ustedes. (ustedes) no están haciendo esto por su propia
voluntad sino porque es a través de esto que su dios será alabado" Ellos
dijeron "Maestro, tú eres el hijo de nuestro de dios". Jesús les respondió
"¿cómo me conoces? Ciertamente les digo, ninguna generación de la gente que
está en medio de ustedes me conocerá".
Cuando los
discípulos escucharon esto, comenzaron a enojarse y enfurecerse y a blasfemar
en contra suya en sus corazones. Cuando Jesús se dio cuenta de su falta de
(entendimiento, les dijo) "¿Por qué esta agitación los conduce al odio?
Vuestro dios que está dentro suyo y (...) ha provocado al odio en sus almas.
Dejen que cualquiera de ustedes que sea lo suficientemente fuerte entre los
humanos manifieste al hombre perfecto y se pare frente a mi cara".
Ellos dijeron
"Tenemos la fuerza". Pero sus espíritus no se atrevieron a pararse colocarse
frente a él, excepto Judas Iscariote. El se puso delante de Jesús, pero no
pudo mirarlo a los ojos, y dio vuelta su cara.
Le dijo "yo sé
quién eres y de donde vienes. Tu vienes del reino inmortal de Barbelo. Y yo no
soy digno de pronunciar el nombre de quien te ha enviado" Sabiendo que Jesús
estaba reflexionando sobre algo que lo tenía exaltado, Jesús le dijo "aléjate
de los otros y yo te diré los misterios del reino. Es posible para ti
alcanzarlo, pero deberás asumir un gran trato".
Judas pregunta a Jesús sobre la
humanidad
Judas le dijo
"Rabbi, ¿qué clase de fruto producirá esta generación?". Jesús le respondió
"Las almas de toda la generación humana morirá. Cuando esta gente, de
cualquier manera, completen el tiempo del reino y sus espíritus los dejen, sus
cuerpos morirán, pero sus almas vivirán y serán tomadas" Judas señaló "¿Y qué
harán el resto de las generaciones?. "Es imposible () sembrar semilla en la
(roca) y cosechar su fruto".
El sueño de Judas
Judas le dijo
"en la visión me vi a mi mismo con los discípulos apedreándome y
persiguiéndome severamente. Y además fui a un lugar donde (...) detrás tuyo y
vi (una casa...) y mis ojos no podían (abarcar) su tamaño. Mucha gente estaba
rodeándola y la casa tenía un techo de arbustos y en medio de la casa había
una multitud -dos líneas perdidas- diciendo "Maestro, llévame junto a esta
gente".
Jesús le
respondió diciendo "Judas, tu estrella te ha llevado al error. Ningún mortal
es digno de entrar a la casa que viste, a ese lugar reservado para los
benditos. Ni el sol ni la luna gobernarán allí, ni el día, excepto los
benditos morarán ahí siempre, en eterno dominio con los ángeles. Mira, te he
explicado los misterios del reino y te he instruido en el error de las
estrellas; (...) y (...) enviarlo (…) en las 12 eternidades".
Judas pregunta por su destino
"Ven, yo (dos
líneas perdidas), pero te acongojarás mucho cuando veas al reino y toda su
generación". Cuando escuchó esto, Judas le dijo "¿qué beneficio es el que he
recibido? Por haberme apartado de esta generación. Jesús le contestó "te
convertirás en el decimotercero y serás maldito por las demás generaciones -y
tú gobernarás sobre ellos. En los últimos días ellos maldecirán tu asenso a la
(generación) bendita".
Jesús habla de la traición de
Judas
"Por ti se
sacrificará el hombre que me reviste. Ya tu cuerno se ha alzado, tu cólera se
ha encendido, tu estrella ha brillado y tu corazón (...) En verdad (...) tu
último (...) convertirse (-dos líneas y media perdidas-) apesadumbrado (-dos
líneas y media perdidas-) el gobernante, desde que será destruido. Y entonces
la imagen de la gran generación de Adán será alabada, desde antes al cielo,
tierra y los angeles, esta generación que es de los reinos eternos, existe.
Mira, lo has contado todo. Eleva tus ojos y mira a la nube y la luz en ella y
las estrellas rodeándola. La estrella que guía el camino es la tuya". Judas
levantó sus ojos y vio la nube luminosa y entró en ella. Los que estaban en el
suelo escucharon una voz desde la nube, diciendo (...) gran generación (...)
... imagen.
¿A quiénes pertenece este texto?
El texto se
encuadra en la tradición de los cristianos gnósticos, que enfatizaban la
importancia del conocimiento: gnosis, en griego. Los
gnósticos eran eclécticos: tomaban elementos del judaísmo, del cristianismo,
de la religión de Irán, de la filosofía griega, y amasaban una doctrina para
liberar al ser humano de todas las angustias de esta vida. «Serás mejor
que todos los demás», le dijo Jesús a Judas en referencia a sus
discípulos, «porque sacrificarás el cuerpo de hombre del que estoy
revestido». Este concepto es propio de los cainitas, una de las sectas
gnósticas de los primeros siglos del cristianismo. Judas, al entregar a Jesús
a la muerte, facilita su salida del cuerpo y la liberación de la divinidad que
llevaba dentro. Quién lo escribió es otro misterio ya que en ningún lugar se
dice que fuera Judas.
Una de las mayores
diferencias entre las creencias gnósticas y el cristianismo se refiere a los
orígenes del mal en el universo. Los cristianos creen que un Dios bueno creó
un mundo bueno, y que por el abuso del libre albedrío, el pecado y la
corrupción entraron en el mundo y produjeron desorden y sufrimiento. Los
gnósticos atribuyen a Dios el mal en el mundo y afirman que creó el mundo de
un modo desordenado. Por esto, son partidarios de la rehabilitación de figuras
del Antiguo Testamento como Caín, que mató a su hermano Abel, y Esaú, el
hermano mayor de Jacob, que vendió sus derechos de primogenitura por un plato
de lentejas. Judas entra perfectamente en la visión gnóstica que muestra que
Dios quiere el mal del mundo.
Es necesario hacer
una advertencia. Ya decía Ireneo que el “Evangelio de Judas” era herético, y
que había causado divisiones en la iglesia de aquellos primeros siglos de
nuestra era. Ireneo sostenía que el “Evangelio de Judas” era una “historia
ficticia” que la secta de los cainitas (seguidores de Caín)
había escrito “en el estilo de los evangelios”. Los cainitas (según Ireneo)
creían que Judas tenía conocimientos secretos, y que la meta de Judas era
“causar confusión en los cielos y en la tierra”.
¿Ya antes se ha hablado de Judas
redimido y no traidor?
No es la primera
vez que se ha lanzado la hipótesis de que Judas actuó por indicación de su
maestro al venderlo con un beso, como refleja la película "La última
tentación de Cristo". Sin embargo, se trata del primer documento
antiguo que defiende esta visión.
Debemos también
recordar la ópera rock de 1973, «Jesucristo Superstar», en la
que Judas canta «Realmente no he venido aquí por mi propia voluntad», o la
novela de Taylor Caldwell, de 1977, «Yo, Judas».
El enorme éxito económico de «El Código da Vinci» ha abierto sin duda la caja
de Pandora y ha dado incentivos monetarios a teorías de este tipo.
Michael Baigent, autor de «Sangre Santa, Santo Grial»,
ahora ha escrito el libro «The Jesus Papers» (Los documentos
de Jesús) en el que recicla la vieja historia de que Jesús sobrevivió a la
crucifixión. Existe también la novela escrita por Simon Mawer
en el 2001, que también lleva por título
“Evangelio de Judas”.
Y un nuevo estudio
llamado de «científico» recién publicado afirma que las condiciones
meteorológicas podrían haber hecho que Jesús caminara sobre un pedazo de hielo
flotante en el Mar de Galilea, cuando el Evangelio dice que caminaba sobre el
agua. Básicamente, para quienes rechazan tajantemente la posibilidad de los
milagros, cualquier teoría, por extraña que pueda ser, es mejor que las
afirmaciones cristianas.
¿Qué valor tienen estos
escritos?
El Padre Donald
Senior, presidente de la Unión Católica de Teología de EEUU, dijo que este
texto no se ancla en ninguna tradición histórica. A su juicio, usa los
personajes de los libros canónicos, pero «es una expresión de una teología
específica», la gnóstica, en su concepción del cuerpo humano y la creación,
que son muy diferentes a la de los Evangelios aceptados por la Iglesia
Católica.
Los evangelios
gnósticos, hay muchos más, no son documentos cristianos en sí, ya que proceden
de una secta sincretista que incorporó elementos de
diferentes religiones, incluyendo el cristianismo. Desde el momento de su
aparición, la comunidad cristiana rechazó estos documentos por su
incompatibilidad con la fe cristiana. El «Evangelio de Judas» sería un
documento de este tipo, que tendría gran valor histórico, ya
que contribuye a nuestro conocimiento del movimiento gnóstico (siglo II-III),
pero no supone ningún desafío para el cristianismo y poco puede aportar a los
conocimientos sobre la vida de Jesucristo y de la comunidad apostólica.
Por otro lado este
documento no pude ser obra de Judas Iscariote por la sencilla razón de que
Judas se ahorcó el mismo día cuando fue crucificado Cristo. Así que no puede
haber ningún «Evangelio de Judas», y el texto, lo más probable, fue creado por
alguno de los miembros de las sectas gnósticas. En aquella época, en
particular en Egipto, hubo numerosas corrientes ocultistas seudocristianas,
algunas de las cuales adoraban a los personajes bíblicos más detestados, como
las sectas de los cainitas, que rendían culto a Caín, el primer asesino, o los
ofitas, que veneraban a la Serpiente que tentó a Adán y Eva.
Comentarios en la Catena Aurea
Mc 14,17-21
Puesto ya el
sol, fue Jesús allá con los doce. Y estando a la mesa, y comiendo, dijo Jesús:
"En verdad os digo que uno de vosotros, que come conmigo, me hará traición".
Comenzaron entonces ellos a contristarse y a decirle uno después de otro:
"¿Seré yo acaso, Señor?" El les respondió: "Es uno de los doce, uno que mete
conmigo la mano o moja en un mismo plato. Verdad es que el Hijo del hombre se
va o camina a su fin, como está escrito de El; pero ¡ay de aquel hombre por
quien el Hijo del hombre será entregado a la muerte! Mejor sería para el tal
hombre el no haber nacido".
Beda, in Marcum 4, 43.
El Señor, que
había predicho su pasión, predice también al traidor, dándole así ocasión de
arrepentirse porque haciéndolo ver que conocía sus pensamientos, debía
arrepentirse de ellos. "Puesto ya el sol, fue Jesús allá con los doce. Y
estando sentado a la mesa, y comiendo, dijo Jesús: En verdad os digo que uno
de vosotros, que come conmigo, me hará traición", etc.
San Crisóstomo, in serm. de Pass.
En donde se ve que
no le denunciaba abiertamente delante de todos, para no hacer mayor su
imprudencia. Ni tampoco quiso guardar silencio sobre el hecho, para que no
fuese atrevidamente a la traición, suponiendo que no era conocida.
Teofilacto.
Pero ¿cómo es que
cenaban sentados, cuando mandaba la ley que comiesen de pie la Pascua? Es
probable que cumpliesen primero con la Pascua legal y que después se sentasen
cuando el Señor empezó a darles su propia Pascua.
Pseudo - Jerónimo.
La víspera del día
indica la del mundo. Cerca de la hora undécima llegan los últimos, que son los
primeros que reciben el denario de la vida (Mt 26,25). Todos los discípulos se
sienten heridos por las palabras de su Señor, así como para que se produzca la
armonía, responden a una todas las cuerdas de una lira bien templada.
"Comenzaron entonces ellos a entristecerse y a decirlo uno después de otro:
¿Seré yo acaso, Señor?" Uno solo, remiso y ebrio por la codicia de dinero,
dijo: "¿Acaso soy yo, Maestro?" como se lee en San Mateo.
Teofilacto.
Empezaron los
otros discípulos a entristecerse por las palabras del Señor, porque, aunque no
se sintieran capaces de tal crimen, le creen más, sin embargo, al que conoce
los corazones de todos, que a sí mismos. "El les respondió: Es uno de los
doce, uno que mete conmigo la mano en el plato".
Beda, in Marcum 4, 43.
Es Judas, el cual,
cuando consternados los otros retiran sus manos, mete la suya en el plato con
su Maestro. Y como antes había dicho: "Uno de vosotros me hará traición", y el
traidor persevera en su malicia, reprocha así el crimen con la mayor claridad
y sin embargo, no nombra al criminal.
Pseudo - Jerónimo.
Dice: "Uno de los
doce", como separándole de los otros: así es como queda separada la oveja, que
es presa del lobo, porque la que se separa del redil se entrega ella misma a
su voracidad. Y Judas, a quien ni la primera ni la segunda advertencia han
retraído de su traición, oye la pena que se le predice para que le refrene la
perspectiva del suplicio, ya que no le ha refrenado la vergüenza. Es lo que
dicen las siguientes palabras: "Verdad es que el Hijo del hombre se va, como
está escrito de El".
Teofilacto.
La frase se va
muestra que la muerte de Cristo fue voluntaria, y no forzosa.
Pseudo - Jerónimo.
Pero, porque
muchos como Judas hacen el bien, sin que de ningún modo les aproveche, añade:
"Pero ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del hombre será entregado!"
Beda, in Marcum 4, 43.
Todavía hoy
resuena, y resonará para siempre ese ¡ay! por aquel hombre que se acerca
maligno a la mesa del Señor. Porque, a imitación de Judas, entrega al Hijo del
hombre, no a los pecadores judíos, sino a sus propios miembros pecadores.
"Mejor sería para el tal hombre el no haber nacido".
Pseudo - Jerónimo.
Esto es, se
hubiera quedado en lo más profundo del seno materno, porque es mejor no ser,
que ser para los tormentos.
Teofilacto.
Considerado el
fin, pues Dios le creó para el bien, era mejor que existiese si no hubiera
sido traidor; pero después que cayó en tanta malicia, le hubiera valido más no
haber nacido.
La traición de Judas
Llegó el último
día de la Pascua, o sea el miércoles. Los fariseos y sumos sacerdotes
entendían que el tiempo apremiaba. Urgía decidirse y obrar. Pese a las
repetidas deliberaciones celebradas en días precedentes, no se había hecho
nada, porque Jesús estaba protegido por el favor popular y, en consecuencia,
se le permitía andar impunemente por Jerusalem y hasta predicar en el Templo.
¿No había, pues, manera de hacerle desaparecer de modo oculto, sin que el
pueblo lo advirtiera? No se podía perder más tiempo; la cuestión debía quedar
resuelta en definitiva antes de la Pascua, para evitar consecuencias que
podían ser gravísimas. Las fiestas en general, y sobre todo la Pascua, eran
consideradas por el procurador romano —a causa de la enorme influencia de
multitudes excitadas— como períodos de verdadera convulsión sísmica. De modo
que era entonces más preciso que nunca redoblar la vigilancia para impedir que
una nonada lo derrumbase todo. Por eso en tales ocasiones —según refiere
Flavio Josefa en Guerr. Jud., II, 224— la cohorte romana de
guarnición en Jerusalem se alineaba a lo largo del pórtico del Templo: en
las fiestas ellos hacen siempre guardia armados, para que la muchedumbre
reunida no produzca sediciones. ¿Qué no podía suceder, pues, con aquel
Rabí galileo errando por la ciudad y por el Templo, rodeado de grupos de
entusiastas que le creían el Mesías? Al primer tumulto que acaeciese, el
cabalero romano Poncio Pilatos lanzaría sus soldados sobre la multitud de
peregrinos, comenzando a destruir de verdad el lugar santo y la nación, como
se había temido. No: era absolutamente preciso conjurar aquel peligro y hacer
que todo marchase normalmente durante la Pascua. Pero, ¿cómo?
Aquel miércoles
celebróse nuevo consejo para discutir tal cuestión. Entonces se reunieron
los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo en el palacio del sumo
sacerdote llamado Caifás y deliberaron prender a Jesús con engaño y matar(le).
Empero decían: «En la fiesta no, para que no ocurra tumulto en el pueblo»
(Mateo, 26, 3-5). Estaban, pues, de acuerdo todos los reunidos en que debía
suprimirse a Jesús. Pero algunos más cautos hicieron notar el peligro de
ejecutar el prendimiento durante la fiesta pascual, cuando muchos peregrinos,
o galileos o favorables a Jesús, podían levantarse para protegerle. Por otra
parte, tampoco era oportuno aplazar hasta después de la fiesta o acordado,
porque en ese tiempo Jesús podía alejarse con los peregrinos que regresaban a
sus hogares y eludir la captura, como había hecho después de la resurrección
de Lázaro. Urgía, pues, obrar con rapidez, en secreto y antes de la Pascua. La
observación de los cautos consejeros tendía a conseguir este sigilo y
prontitud.
La ayuda vino de
donde menos se esperaba. Entonces uno de los doce, el llamado Judas
Iscariotes, yendo a los sumos sacerdotes, dijo: «¿Qué me queréis dar y yo os
lo entregaré?» Y aquéllos estipularon treinta (monedas) de plata. Y desde
entonces (Judas) buscaba una oportunidad para entregarlo. Esta es la
información de Mateo (26, 14-16), con la que concuerdan los otros dos
Sinópticos, quienes no mencionan la suma acordada, aunque añaden la
comprensible noticia de que los sumos sacerdotes se alegraron de la propuesta
de Judas. En efecto, con aquel colaborador, la empresa de prender a Jesús
secreta y prontamente resultaba empresa fácil.
Pero, ¿qué motivo
tuvo Judas para la traición?
La catequesis
primitiva no nos da otra razón sino el amor de aquel hombre al dinero. Cuando
los evangelistas presentan a Judas como ladrón y administrador fraudulento de
la bolsa común, preparan en realidad la escena de Judas dirigiéndose a los
sumos sacerdotes y preguntando: ¿Qué me queréis dar…? Pero, incluso
fuera del evangelio, cuando Pedro habla del traidor suicida, no alude a otro
provecho de la traición que a la compra de un campo con el fruto de la
iniquidad (Hechos, 1, 16-19). La razón del lucro es, pues,
segura, mas junto con ella puede haber otras de las que la primitiva
catequesis no se ocupó. El campo está abierto a conjeturas razonables.
Incluso
prescindiendo de los vuelos fantásticos realizados en torno a este tema tan
trágico por dramaturgos e historiadores de inspiración novelesca, queda
siempre el hecho de la inesperada actitud asumida por Judas sólo dos días
después: en vista de que Jesús había sido condenado, el traidor se arrepiente
de improviso de haber vendido la sangre de aquel justo y, devolviendo el
precio a los sumos sacerdotes, se ahorca. Esta no es la actitud de un simple
avaro, de un avaro típico sin otro amor que el dinero, pues éste habría
quedado satisfecho con el lucro obtenido, fuese la que fuera la sucesiva
suerte de Jesús, y no hubiese pensado en devolver el dinero ni en ahorcarse.
Judas fue ciertamente codicioso y avaro, pero, además, era alguna otra cosa.
Existían en él, al menos dos amores: uno el del oro, que le impulsó a
traicionar a Jesús, mas junto a este amor había otro, acaso más fuerte,
porque, ya cumplida la traición, prevaleció sobre el amor del oro,
impeliéndole a restituir la ganancia, a renegar de toda la traición, a dolerse
por la víctima y a matarse de desesperación al fin. ¿Cuál era el objeto de
este amor en conflicto con el amor al oro?
Por mucho que
reflexionemos, no le hallamos otro objeto posible sino Jesús. Si Judas no
hubiese sentido por Jesús un amor tan grande que quizá prevalecía al
experimentado hacia el oro, no habría restituido el dinero ni renegado de su
traición. Ahora bien: si amaba a Jesús, ¿por qué le traicionó? Sin duda porque
su amor era grande, pero no indiscutible, no el amor generoso, luminoso y
confiado de un Pedro o de un Juan, sino que contenía en su llama un algo de
fumoso y oscuro. En qué consistiera este elemento oscuro, lo desconocemos y
probablemente será siempre para nosotros el misterio de la suma iniquidad.
¿Acaso se informó
Judas de que le había denunciado a Jesús como defraudador del fondo común no
pudo tolerar el temor de perder la estima del Maestro? Pero también Pedro,
como negador de Jesús, había de considerar la pérdida la estima del Maestro, y
no por ello desesperará, en su hora.
¿Acaso Judas,
oyendo las rectificaciones mesiánicas de Jesús, comprendiera más sagazmente
que los otros apóstoles que el reino del Maestro no aportaría ni gloria ni
potencia mundanas a los futuros cortesanos y quisiera en aquella prevista
quiebra proveer, como avaro que era, a sus propios intereses? La hipótesis,
muy posible, no explica por sí sola que Judas, después de apartarse de Jesús
con su traición, se sintiera tan ligado a él que se arrepintiese y se
suicidase.
¿Tal vez, uniendo
el amor al lucro, al ansia de ver pronto a Jesús a la cabeza de su reino,
mesiánico-político, le traicionó Judas con la seguridad de verle cumplir
portento tras portento ante sus adversarios, obligándole así a apresurar el
advenimiento de aquel reino que tanto se hacía esperar? Pero en tal caso el
traidor no habría debido matarse antes de la muerte de Jesús, sino, a lo sumo,
después, ya que no le constaba el momento en que el Mesías podría recurrir a
sus máximos prodigios, tanto más cuanto que precisamente al iniciar su
actividad de traidor Judas asistió en Gethsemaní al hecho extraordinario de
los guardias derribados.
Las hipótesis
podrían multiplicarse fácilmente, sin que por ello se esclareciese con certeza
el misterio de la iniquidad suma.
Tal iniquidad no
consistió sólo en vender a Jesús, sino más, y sobre todo, en desesperar de su
perdón. Judas había visto a Jesús perdonar a usureros y prostitutas; había
oído de su boca las parábolas de la misericordia, comprendida la del hijo
pródigo; habíale oído exhortar a Pedro a perdonar setenta veces siete y, sin
embargo, después de todo esto, desespera del perdón y se ahorca, en tanto que
Pedro, después de negar a Jesús, no desespera, sino que rompe a llorar.
Incluso aquel desesperar del perdón demuestra que Judas tenía altísima estima
por el justo a quien había traicionado —estima que le hacía comprender la
abismal magnitud de su delito—, pero era una estima incompleta y casi
injuriosa, porque ante la responsabilidad de la traición se detenía a mitad de
camino e injuriosamente suponía a Jesús incapaz de perdonar al traidor. Mucho
más que por la traición de Judas, Jesús fue injuriado por el desesperar del
traidor en el perdón. Este fue el sumo ultraje recibido por Jesús y la suma
iniquidad cometida por Judas.
El pago que de la
traición estipularon los sumos sacerdotes fue de treinta (monedas) de
plata. Sólo Mateo comunica esta cifra, porque, en su solicitud en señalar
el cumplimiento de las antiguas profecías mesiánicas en Jesús, ve cumplida así
una profecía de Zacarías. Sin embargo, Mateo, ni aquí ni a continuación dice
el nombre individual de las monedas y habla siempre de treinta argénteos.
No es dudoso que la innominada moneda fuese el siclo, es decir, el estater. No
se trataba, pues, del denarius romano, sino de una moneda de valor
cuatro veces mayor. Por eso, hablando técnicamente, la expresión usual
«treinta dineros —o denarios— de Judas» es falsa, porque el total de
30 siclos valía 120 denarios. En el valor actual, esta suma correspondería a
unas 128 pesetas de oro.
Era norma de la
Ley hebrea (Éxodo, 21, 32) que cuando un buey mataba de una cornada a
un esclavo, el dueño del buey debía pagar en seguida al dueño del esclavo 30
siclos de plata como indemnización del daño sufrido. Así, pues, en la práctica
el valor medio de un esclavo debía computarse en unos 30 siclos. Pudo suceder
que los sumos sacerdotes se inspirasen en aquella norma de la Ley al estipular
el pago a Judas, porque así se obtenía el doble resultado de atenerse a la
letra legal incluso en aquel caso, y de considerar a Jesús como un esclavo
cualquiera.
Lucas, que había
terminado el relato de las tentaciones de Jesús diciendo que el diablo se
alejó de él hasta (que llegara su) tiempo, inicia ahora el relato de la
traición diciendo que entró Satanás en Judas, el llamado Iscariotes,
el cual fue a concertarse con los sumos sacerdotes para perpetuar su delito
(Lucas, 22, 3 y sigs.). Así, para el evangelista discípulo de Pablo, la pasión
de Jesús es el tiempo (oportuno) prealudido, y representa en cierto
modo una renovación de las tentaciones a que Jesús fuera sometido por Satanás
al principio de su vida pública. Al terminar ahora la vida de Jesús, Satanás
le dirige el último y más potente asalto y le somete a la más dura prueba,
superada la cual entrará en la gloria. ¡Oh, estultos y tardos de corazón…!
¿No debía quizá padecer estas cosas el Cristo y así entrar en su gloria?
(Lucas, 24, 25-26).
Tomado de Giuseppe
Ricciotti, Vida de Jesucristo, pp. 596-600.
¿Dónde se pueden encontrar
estos textos?
Usted puede ir a
cualquier librería católica y obtener una copia de los evangelios gnósticos. Los
cristianos no creen que sean verdaderos pero no hay ningún intento de
esconderlos.
EL EVANGELIO DE
JUDAS
Entrevista al padre Thomas
Williams,
decano de Teología
|
ROMA, jueves, 6 abril 2006 (ZENIT.org).-
«National Geographic» ha anunciado su intención de publicar una traducción
en varios idiomas de un antiguo texto llamado «El Evangelio de Judas» a
finales de este mes.
El manuscrito de 31 páginas, escrito en copto, hallado en Ginebra en 1983,
no aparece hasta ahora traducido en las lenguas modernas.
|
|
Zenit ha pedido al padre Thomas D. Williams L.C., decano de la Facultad de
Teología de la Universidad Regina «Apostolorum de Roma», que comente la
importancia de este descubrimiento.
¿Qué es el Evangelio de Judas?
Padre Williams: Aunque el manuscrito
todavía debe ser autentificado, probablemente es un texto del IV o V
siglo, una copia de un documento anterior, redactado por la secta gnóstica
de los Cainitas.
El documento presenta a Judas Iscariote de manera positiva y le describe
obedeciendo a la orden divina de entregar a Jesús a las autoridades para
la salvación del mundo.
Puede ser una copia del «Evangelio de Judas» citado por san Ireneo de Lyón
en su obra «Contra las herejías», escrita en torno al año 180.
Si es auténtico, ¿supone algún desafío
a la fe de la Iglesia católica? ¿Sacudirá los cimientos del cristianismo,
como sugieren algunas notas de prensa?
Padre Williams: Ciertamente no. Los
evangelios gnósticos, hay muchos más, no son documentos cristianos en sí,
ya que proceden de una secta sincretista que incorporó elementos de
diferentes religiones, incluyendo el cristianismo.
Desde el momento de su aparición, la comunidad cristiana rechazó estos
documentos por su incompatibilidad con la fe cristiana.
El «Evangelio de Judas» sería un documento de este tipo, que tendría gran
valor histórico, ya que contribuye a nuestro conocimiento del movimiento
gnóstico, pero no supone ningún desafío para el cristianismo.
¿Es verdad que la Iglesia ha tratado de
encubrir este texto y otros documentos apócrifos?
Padre Williams: Estos son inventos hechos
circular por Dan Brown, el autor de «El Código Da Vinci» y otros autores
que apoyan la teoría de la conspiración.
Usted puede ir a cualquier librería católica y obtener una copia de los
evangelios gnósticos. Los cristianos no creen que sean verdaderos pero no
hay ningún intento de esconderlos.
Pero, ¿no cree que un documento así
pone en tela de juicio las fuentes cristianas, en particular los cuatro
evangelios canónicos?
Padre Williams: Recuerde que el
gnosticismo surgió a mediados del siglo II, y el «Evangelio de Judas», si
es auténtico, probablemente se remonta a finales del siglo II.
Sería como si yo me pusiera a escribir ahora un texto sobre la Guerra
Civil de los Estados Unidos y los presentara como una fuente histórica
primaria de esa Guerra. El texto podría no haber sido escrito por un
testigo presencial, como en cambio lo son al menos dos de los evangelios
canónicos.
¿Por qué estaban tan interesados en
Judas los militantes en el movimiento gnóstico?
Padre Williams: Una de las mayores
diferencias entre las creencias gnósticas y el cristianismo se refiere a
los orígenes del mal en el universo.
Los cristianos creen que un Dios bueno creó un mundo bueno, y que por el
abuso del libre albedrío, el pecado y la corrupción entraron en el mundo y
produjeron desorden y sufrimiento.
Los gnósticos atribuyen a Dios el mal en el mundo y afirman que creó el
mundo de un modo desordenado. Por esto, son partidarios de la
rehabilitación de figuras del Antiguo Testamento como Caín, que mató a su
hermano Abel, y Esaú, el hermano mayor de Jacob, que vendió sus derechos
de primogenitura por un plato de lentejas.
Judas entra perfectamente en la visión gnóstica que muestra que Dios
quiere el mal del mundo.
Pero ¿no cree que la traición de Judas
fue un elemento necesario del plan de Dios, como sugiere el texto, para
que Cristo diera su vida por los hombres?
Padre Williams: Siendo ominisciente, Dios
conoce perfectamente nuestras elecciones tiene en cuenta incluso nuestras
decisiones equivocadas en su plan providencial para el mundo.
En su último libro «Memoria e identidad», Juan Pablo II reflexionaba
elocuentemente sobre cómo Dios sigue obteniendo bien incluso del peor mal
que el hombre pueda producir.
Esto no significa, sin embargo, que Dios desee que hagamos el mal, o que
buscaba que Judas traicionara a Jesús. Si no hubiera sido Judas, hubiera
sido otro cualquiera. Las autoridades habían decidido que Jesús debía
morir y era ya sólo cuestión de tiempo.
¿Cuál es la posición de la Iglesia
respecto a Judas? ¿Es posible «rehabilitarlo»?
Padre Williams: Si bien la Iglesia
católica cuenta con un proceso de canonización por el que declara que
algunas personas están en el cielo, como los santos, no prevé un proceso
de este tipo para declarar que una persona está condenada.
Históricamente, muchos pensaron que Judas está probablemente en el
infierno, debido al severo juicio de Jesús: «Hubiera sido mejor para ese
hombre no haber nacido», se puede leer en el Evangelio de Mateo (26, 24).
Pero incluso estas palabras no son una evidencia concluyente respecto a su
suerte.
En su libro de 1994, «Cruzando el umbral de la esperanza», Juan Pablo II
escribió que estas palabras de Jesús «no aluden a la certeza de la condena
eterna».
Pero si hay alguien que merece el
infierno, ¿no sería Judas?
Padre Williams: Seguramente mucha gente
merece el infierno, pero debemos recordar que la gracia de Dios es
infinitamente más grande que nuestra debilidad.
Pedro y Judas cometieron faltas parecidas: Pedro negó a Jesús tres veces,
y Judas lo entregó. Y ahora Pedro es recordado como un santo y Judas
simplemente como el traidor.
La principal diferencia entre los dos no es la naturaleza o gravedad de su
pecado sino más bien la voluntad de aceptar la gracia de Dios. Pedro lloró
sus pecados, volvió con Jesús, y fue perdonado. El Evangelio describe a
Judas ahorcándose desesperado.
¿Por qué está despertando tanto interés
el «Evangelio de Judas»?
Padre Williams: Estas teorías sobre Judas
no son ciertamente nuevas. Baste recordar la ópera rock de 1973,
«Jesucristo Superstar», en la que Judas canta «Realmente no he venido aquí
por mi propia voluntad», o la novela de Taylor Caldwell, de 1977, «Yo,
Judas».
El enorme éxito económico de «El Código da Vinci» ha abierto sin duda la
caja de Pandora y ha dado incentivos monetarios a teorías de este tipo.
Michael Baigent, autor de «Sangre Santa, Santo Grial», ahora ha escrito el
libro «The Jesus Papers» (Los documentos de Jesús) en el que recicla la
vieja historia de que Jesús sobrevivió a la crucifixión.
Y un nuevo estudio «científico» recién publicado afirma que las
condiciones meteorológicas podrían haber hecho que Jesús caminara sobre un
pedazo de hielo flotante en el Mar de Galilea, cuando el Evangelio dice
que caminaba sobre el agua.
Básicamente, para quienes rechazan tajantemente la posibilidad de los
milagros, cualquier teoría, por extraña que pueda ser, es mejor que las
afirmaciones cristianas.
|
www.forumlibertas.com/Religión
- 07/04/2006
Pablo J. Ginés
El timo del Evangelio
de Judas
Ni es un
evangelio ni lo escribió Judas, aunque el manuscrito tiene cierto interés para
especialistas en gnosis.
Hacia
el siglo II después de Cristo, época de paz y prosperidad en el Imperio Romano,
el cristianismo se extendía por el Mediterráneo, y con él, enganchado como un
parásito, la gnosis. Los gnósticos escribían sus propios textos y tenían sus
propias sectas.
Uno
de esos grupos gnósticos escribió el (mal llamado) "evangelio de Judas"...
que ni es evangelio, ni lo escribió Judas, ni es de la época de Jesús, sino al
menos unos 100 años posterior a los textos de San Pablo, por ejemplo. National
Geographic acaba de publicar un manuscrito de este texto, hasta ahora
perdido, armando cierto revuelo entre quienes -equivocadamente- piensan que
tiene algo que ver con el cristianismo, Jesús o el Iscariote.
La gnosis: una "new age" de la vieja época
El
gnosticismo o la gnosis es el nombre que se da a un conjunto de sectas y grupos
elitistas que ofrecen conocimientos ocultos, que se van enseñando por grados, al
contrario que las religiones abiertas a todo el mundo, como la fe cristiana,
donde cualquiera puede acceder a sus contenidos leyendo el catecismo, asistiendo
a catequesis o usando otra herramienta para formarse, sin secretos. Además, en
el cristianismo, lo que importa es lo que se vive (que se viva en santidad, o al
menos se desee y se intente), mientras que en la gnosis se valoran sólo los
conocimientos (cuanto más ocultos y elitistas mejor) que se han adquirido.
Había
gnosis antes del cristianismo, la hubo aprovechándose de él y la hay ahora, por
lo general en la sección de libros "nueva era" de los grandes almacenes.
La
gnosis puede usar cualquier símbolo, imagen o estilo que tenga éxito. Antes de
Cristo había gnosis del judaísmo, de los cultos egipcios, del pitagorismo... y
cuando la Iglesia fue extendiendo la buena nueva y Jesús fue siendo conocido y
amado por muchos, los gnósticos empezaron a llenar sus propios textos de
imágenes exitosas en el mercado "pseudoreligioso": aludir a Jesús, a sus
apóstoles, a otras figuras prestigiosas de los cristianos, etc...
Una
idea básica de la gnosis es "la gente vulgar sigue a la Iglesia, pero el
conocimiento auténtico y secreto lo hemos recibido nosotros de Jesús a través de
Judas... o María Magdalena, o Tomás...". Otras ideas gnósticas eran relacionadas
con la existencia de muchos niveles de criaturas sobre naturales (eones,
arcones, ángeles).
También pensaban los gnósticos -como herencia pitagórica y neoplatónica- que el
cuerpo y el sexo eran algo malo y fastidioso, y que el mundo era básicamente una
ilusión. Por el contrario, el cristianismo enseña que el cuerpo y el sexo son
realidades buenas queridas por Dios y que el mundo es real y un lugar de lucha
muy seria y muy concreta entre el bien y el mal.
San Ireneo ya lo conocía
Hacia
el año 180 d.C, el obispo de Lyon, san Ireneo -que de niño conoció a San
Policarpo, discípulo de San Juan-, hacía en su libro "Contra los
herejes" una lista de grupos gnósticos y sectas que difundían
doctrinas extrañas, apropiándose de los nombres de Cristo y los apóstoles. Y
habla del evangelio de Judas:
Y
dicen [los gnósticos de la escuela cainita] que Judas el traidor fue
el único que conoció todas estas cosas exactamente, porque sólo él entre todos
conoció la verdad para llevar a cabo el misterio de la traición, por la cual
quedaron destruidos todos los seres terrenos y celestiales. Para ello muestran
un libro de su invención, que llaman el Evangelio de Judas.
Un viejo manuscrito
Este
libro, del que no teníamos manuscritos ni copias, es lo que ha aparecido ahora.
En concreto, un manuscrito del siglo III ó IV en copto, la lengua semita hablada
en Egipto antes de la invasión árabe musulmana. Este manuscrito en copto sería
una traducción de la versión griega que circulaba entre las sectas de la época
de Ireneo. Probablemente, los gnósticos lo escribieron hacia el año 150 o
después, mientras que las cartas de San Pablo son de los años 50 y 60, y los
evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan van del año 60 al 90 (el de Juan, el
más tardío).
El
manuscrito es un códice de 66 páginas, que además del Evangelio de Judas,
contiene otros textos gnósticos ya conocidos como "el Primer Apocalipsis de
Jaime", una "Carta de Pedro a Felipe" y un fragmento de un
documento desconocido que por ahora los expertos llaman "El Libro de
Allogenes".
Fue
hallado en los años 70 en una cueva en la ciudad de Al-Minya, en la ribera del
Nilo, una zona rural de las más cristianizadas de Egipto. Pasó de mano en mano
en el mundo de los anticuarios, luego 16 años en una caja fuerte en Nueva York,
y finalmente una Fundación Suiza lo adquirió, lo tradujo y llegó a un acuerdo
con National Geographic para anunciarlo a bombo y platillo sensacionalista,
aprovechando el rumor de fondo de la película de El Código da Vinci y
la Semana Santa.
El timo del evangelio de Judas
La
primera parte del "timo" consiste en llamar la atención de la gente, haciéndole
pensar que es un "evangelio" de "Judas", como si Judas, testigo de los hechos de
Jesús, contase su versión. Todos los conocedores del mundo gnóstico saben que
esta es la forma sensacionalista de llamar la atención de la gente, cuando el
verdadero Judas llevaba unos 120 años muerto antes de que unos gnósticos griegos
escribieran "El Evangelio de Judas".
La
segunda parte del timo consiste en hablar de "diversos tipos de cristianismo",
como si las sectas gnósticas fuesen "un tipo de cristianismo". Algunos autores
hablan así para dar la sensación de que tanto valen unas sectas con ideas más o
menos raras del s.II o III que los cristianos, seguidores de las doctrinas de
los apóstoles que trataron y vivieron con Jesús.
Los
gnósticos y sus textos no eran cristianos, como no son cristianos los libros de
new age que se venden hoy en librerías de esoterismo, por mucho que se
titulen "La sabiduría aunténtica de Cristo" o "El Cristo universal que te abre
la mente", etc... Siempre que triunfa un producto, salen imitadores de gama
baja, y al cristianismo le salieron muchos "piratas".
La
tercera parte del timo es hablar de "descubrimiento dramático", de "uno de los
descubrimientos arqueológicos más importantes de los últimos años", como insiste
Terry Garcia, vicepresidente de National Geographic. La realidad es que el
descubrimiento tiene su interés para los historiadores e interesados en las
sectas gnósticas, pero poco más. "Tiene un gran valor histórico porque
contribuye a nuestro conocimiento del movimiento gnóstico, pero no supone ningún
desafío para el cristianismo", explicaba el decano de Teología de la Universidad
Regina Apostolorum de Roma, Thomas D. Williams, a la agencia Zenit.
El papel de Judas
Mucha
prensa está publicando que Judas no sería el traidor que conocemos por los
canónicos, sino que sería un héroe. Efectivamente, para el pensamiento gnóstico,
Jesús no es verdadero Dios ni verdadero hombre (la Divinidad gnóstica no se
mezclaría con algo tan repugnante como un cuerpo de hombre), y Jesús es una
criatura celestial que va "vestida" con un cuerpo. "Tú Judas serás
superior a todos; a través de ti sacrificaré al hombre de que me visto",
dice el Jesús gnóstico de estos textos.
Luego
hace listas de demonios y criaturas angelicales, eones, arcones y demás
parafernalias gnósticas. Por ejemplo, habla de cinco ángeles que gobiernan el
caos y el inframundo (es decir, demonios), el primero llamado "Seth, también
llamado el Cristo", el último "Adonaios" (una corrupción de Adonai, en hebreo
"Señor", la palabra común para referirse a Dios entre los judíos). Es la forma
gnóstica de decir: "nosotros tenemos conocimientos secretos verdaderos, válidos;
los cristianos que hablan de Cristo y los judíos, de Adonai, sirven a criaturas
del inframundo; ellos sí están equivocados".
Mientras tanto, para terminar de confundir a los incautos, un "experto"
consultado por EL PAÍS hoy 7 de abril dispara una última teoría: Judas y sus 30
monedas de plata son un invento; jamás existió Judas; es un personaje ficticio
inventado por los cristianos a partir de Judá y las 20 monedas de oro que cobró
al entregar a su hermano José a los comerciantes de esclavos (en el relato del
Génesis de José y sus 11 hermanos).
Y es
que hoy, como en el siglo II, todo vale para seducir excepto lo que digan los
cristianos, aunque estuvieran presentes en los hechos y lleven 2.000 años dando
testimonio de ellos.
Benedicto XVI contradice implícitamente
al Evangelio de Judas
El apóstol encarna el misterio del rechazo del amor de Dios; asegura
CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 13 abril 2006 (ZENIT.org).-
En la homilía de la misa «en la Cena del Señor» de este Jueves Santo, Benedicto
XVI aseguró que el misterio de Judas consiste precisamente en su rechazo del
amor de Dios.
Judas Iscariote personaliza al «hombre inmundo» para quien el dinero, el poder y
el éxito son más importantes que el amor y no duda en vender a Jesús, constató
el Santo Padre desautorizando indirectamente al recientemente divulgado
Evangelio de Judas.
El profesor Rodolphe Kasser, de 79 años, responsable de la coordinación de los
equipos de traductores y restauradores que en Suiza se ocuparon de sacar a la
luz este texto apócrifo, explica que el manuscrito choca con la tradición
católica, ya que sostiene que Judas cumplió una misión encomendada por Jesús.
«Sería entonces un favor y un sacrificio por parte de Judas» realizado por el
Señor, añade el profesor en una entrevista concedida este 13 de abril al diario
madrileño «El País».
Por el contrario, el Papa en su homilía reivindicó la libertad del apóstol que
entregó a Jesús por 30 monedas, según explican los evangelios canónicos.
«Existe el oscuro misterio del rechazo, que con lo sucedido a Judas se hace
presente y, precisamente en el Jueves Santo, en el día en el que Jesús se
entrega a sí mismo, tiene que hacernos reflexionar», reconoció el Papa.
«El amor del Señor no conoce límites, pero el hombre puede ponerle un límite»,
dijo explicando este misterio.
El Papa se preguntó: «¿Qué hace al hombre inmundo?». Y respondió: «El rechazo
del amor, el no querer ser amado, el no amar. La soberbia que cree que no tiene
necesidad alguna de purificación, que se cierra a la bondad salvadora de Dios».
«En Judas vemos la naturaleza de este rechazo más claramente todavía --siguió
diciendo--. Juzga a Jesús según las categorías del poder y del éxito: para él
sólo el poder y el éxito son la realidad; el amor no cuenta».
«Y él es ávido: el dinero es más importante que la comunión con Jesús, es más
importante que Dios y su amor».
«De este modo, se convierte también en un mentiroso, que hace el doble juego y
rompe con la verdad, alguien que vive en la mentira, perdiendo así el sentido de
la verdad suprema, de Dios», siguió explicando el Santo Padre.
«De este modo, se endurece, se hace incapaz de conversión, del regreso confiado
del hijo pródigo, y tira la vida destruida», aclaró.
El mismo profesor Kasser aclara que el Evangelio de Judas fue considerado
herético por la misma Iglesia primitiva. Se conocía la existencia del texto o de
su origen por al libro «Contra las Herejías», de san Ireneo de Lyón, escrito en
el año 180. Ahora bien el volumen divulgado podría estar fechado entre el siglo
IV y el siglo V, es decir, unos 300 ó 400 años después de la vida de Jesús.