Reparación o Enmienda
EnciCato
Es un concepto teológico estrechamente conectado con la expiación
(reconciliación) y la satisfacción, perteneciendo así a uno de los más profundos
misterios de la fe cristiana. Es enseñanza de esa Fe, que el hombre es una
criatura que ha caído de su estado original de justicia en el que fue creado, y
que a través de la Encarnación, Pasión y Muerte del Hijo de Dios, ha sido
redimido y restaurado de nuevo, en cierto grado, a la condición original. Aunque
Dios podía haber condenado gratuitamente la ofensa de los hombres si hubiera
escogido hacerlo así, aún en su Providencia Él no lo hizo; juzgó mejor demandar
satisfacción por las injurias del hombre hacia Él. En consecuencia, es mejor
para la educación humana la vinculación del error con la necesidad de la
satisfacción. Esta satisfacción fue adecuadamente lograda para Dios, por el
Sufrimiento, Pasión y Muerte de Jesucristo, quien se hizo hombre por nosotros;
por su aceptación voluntaria a su Pasión y Muerte en la Cruz, Jesucristo expió
nuestra desobediencia y pecado; así hizo reparación a la ofendida majestad de
Dios por las ofensas que el Creador sufre constantemente de manos de sus
criaturas. Hemos sido restaurados a la Gracia por los méritos de la Muerte de
Cristo, y esa Gracia permite que sumemos nuestras oraciones, trabajos y juicios,
a los de Nuestro Señor: « Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por
vosotros, y completo lo que falta a las tribulaciones de Cristo en mi carne, en
favor de su cuerpo, que es la Iglesia » Col 1.24. De esta forma podemos hacer
una especie de reparación a la Justicia de Dios por las ofensas en contra de Él;
y por virtud de la Comunión de los Santos, la unicidad y la solidaridad del
cuerpo místico de Cristo, también podemos hacer satisfacción y reparación por
los pecados de los otros.
Esta doctrina teológica, firmemente enraizada en la fe cristiana, es el
fundamento de numerosas confraternidades y asociaciones pías que se han fundado,
especialmente en los tiempos modernos, que hacen reparación a Dios por los
pecados de los hombres. Así la Archicofradía de la Reparación por las blasfemias
y descuido del Domingo, fue fundada el 28 de junio de 1847, en la iglesia de San
Martín de La Noue en San Dossier en Francia, por Monseñor Parisis, Obispo de
Langres. Con un objetivo similar, se estableció la Archicofradía de la Santa Faz
en Tours, hacia 1851, gracias a la piedad de M. Dupont, el «santo hombre de
Tours». En 1883 se formó en Roma una asociación para ofrecer reparación a Dios
en nombre de todas naciones. La idea de la reparación es un elemento esencial en
la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
La Misa, representación del sacrificio del Calvario, es especialmente apropiada
para hacer reparación por los pecados. Uno de los fines por los que se ofrece es
para aplacar la justa Ira de Dios. Una piadosa mujer, viuda, en París, fue quien
concibió esta idea en 1862; de esta forma, por la autoridad del Papa León XIII
se autorizó la Archicofradía de la Misa de Reparación en 1886
T. SLATER
Traducido por Hugo Barona Becerra